Psionicos, información ilegible que no entiendo...Con que me digais a quien hay que disparar a mi me vale. Esta misión requeriría de armas más potentes me empiezo a planetar....
Sigamos....
El piloto avisa por el sistema de altavoces de la lanzadera que se va a producir el acoplamiento de las dos navas, al ser un carguero no dispone de cubierta de atraque. El acercamiento a vuestro nuevo transporte va siendo cada vez más lento mientras la lanzadera se coloca en paralelo a la izquierda del carguero. El acoplamiento viene marcado con un sonido de choque metálico y un siseo.
La puerta se abre y un tipo con un mono de trabajo se asoma: Venga señores, no tengo todo el día
Cuando salís Gramen se acerca a Teccus y le dice: Acólito, tú no vas con los demás. El maestro tiene otra misión para ti. Luego se dirige al resto: dentro encontrarán otro acólito para reemplazar a Teccus, que el Emperador ilumine vuestros pasos.
Asiento con la cabeza. No digo nada más; no hace falta decir nada más. Ni siquiera me sorprende en demasía el hecho de que Teccus no nos acompañe al fin y al cabo, uno se acostumbra a este tipo de órdenes cuando sirves a la Inquisición. Me dispongo a embarcar en el carguero revisando que no me dejo nada en la lanzadera.
Cada nuevo paso, un nuevo comienzo rezo en mi cabeza.
Que el Emperador te proteja, Teccus.
Nunca está de más algo de cortesía, puede que nos volvamos a encontrar en el futuro. Caín avanza hacia el carguero, alejándose con rapidez de la compuerta presurizada.
Albrek se detiene al oir como le ordenan a Teccus quedarse para otra misión, y aguarda a que sus compañeros vayan saliendo de la lanzadera.
- Hermano Teccus, que el emperador guie tus pasos y te proteja, pues el camino que hemos de recorrer no es facil.- le dice a modo de despedida antes de salir de la lanzadera tras los pasos del resto.
Menos malque el paseo ha sido breve Avanzo a la salida de la nave... cuando pondremos los pies en la tierra. Antes de salir le doy dos palamdas a tecus en el hombro, demuesrta de lo que eres capaz y no dejes a ningún hereje con vida.
Un siseo y un chasquido salen de la máscara que cubre la nariz y boca del tecnosacerdote: Los estudios demuestran que en 99.8% de las emociones y sentimientos son una debilidad y un gasto de energía corporal innecesario pero comparto que hemos realizado un buen trabajo, El Dios-Máquina os muestre la verdad.
Al entrar en el Cielo de Bronce os percatáis que no va a ser un viaje de lujos pero se haya en muy buen estado y es lo bastante grande como para cubrir la travesía por la transitada ruta comercial en pocos días. Cuando el tripulante os conduce por los pasillos y cubiertas del carguero de camino a lo que serán vuestros aposentos os fijáis en que no está preparado precisamente para transportar pasajeros.
En ese momento un hombre le da el alto al tripulante y lo despide aduciendo que él se encargará de todo.
- Estimados señores, permítanme darles la bienvenida al Cielo de Bronce. Es un honor poder servir a tan distinguidos huéspedes; no duden que podré facilitarles cualquier cosa que necesiten, casi cualquiera dice con una sonrisa entre pícara y pervertida.
Con las manos en los bolsillos, Curiosa nave, si tuviera luz natural cre que sería diferente su aspecto... Que transportará habitualmente, armas, materias primas, comida... Ante el ofrecimiento, me giro hacia el acompañante que nos muestra los aposentos, Si perdone ¿que transporta esta nave? aparte de nosotros, logicamente, medio riendome por esto último, pero no esperaba que fuera un lumbrera este chico y yo me sorprendo por haber podido especificar un poco más la pregunta, a fin de obtener una respuesta concreta y concisa.
Albrek estudia la nave, los pasillos por los que les guía el tripulante y los aposentos que les ofrece y apenas termina éste de hablar cuando Atellus le pregunta.
- ¿Somos los únicos pasajeros de esta nave?- pregunta intrigado. - Estamos esperando a otro acólito que debe unirse a nosotros.-
Al pasar junto a Teccus y oirle su despedida tan particular, sonrio. Era muy propio de él. Le iría bien. Le hago un gesto de asentimiento, y me interno en el carguero. Él no necesitaba palamditas en la espalda, ni yo era de los que las daban. Le echaría de menos más de lo que estaría dispuesto a admitir.
En fin...
Una vez dentro, y ya en manos del supuesto capitán, o amago de tal, le sigo los pasos. Mientras, le sigo el juego con lo que pretende ser una broma.
No os preocupéis buen Sebek. Seguro que se me ocurre algo con lo que poner a prueba vuestras capacidades de servidumbre a Nuestro Gran Ilustre Emperador.
El tono rimbombante del título pretende poner énfasis en el hecho de con quién estaba tratando.
Algo no está bien en este tipo, no sé, no me cuadra. Habrá que tener un ojo en la nuca para vigilar nuestras espaldas.
Ya que había pasado mucho tiempo en una nave, me voy fijando en detalles como juntas de las paredes, si hay cables sueltos, el estado de los conductos de ventilación, las tuberías...
Dire, al haber nacido en el vacío no sé si tengo algun conocimiento de si hay algo raro en la nave. Algo no me huele bien. Quiero fiajrme en detalles de la nave que me resulten chocantes para un carguero.
Caín se mantiene detrás del grupo, incómodo porque a cara le han asociado la etiqueta acólito nada más entrar en la nave, otra nave piensa, y lleva todas las armas encima. No es así como se debe pasar desapercibido.
Con estos pensamientos en la cabeza desea interesarse cuanto antes por el nuevo acólito, la última vez que encontraron a uno, Christoph, fue con un puntero láser apuntándoles en una oscura mina.
No hace ni tres días. La vida del acólito era excesivamente peligrosa, tal vez la vida del asesino mercenario...
El asesino dejó de pensar al instante, no era conveniente tratar con los deseos, donde hay deseos, el Caos se hace fuerte. Dejó hablar a otros.
Ya estamos sospechando XD
Pensamiento del día:
Una mente desconfiada es una mente sana
- Actualmente llevamos provisiones y suministros a Iocanthos para Puerto Amargura, supongo que por eso han embarcado con nosotros, responde a Atellus. Es cierto que hay otro pasajero, Rabalias es su nombre si no recuerdo mal; la última vez que le vi estaba dando un paseo por la nave, esta vez a Albrek. No dudéis en pedirme lo que necesitéis, le comenta a Zaddion.
- ¿Les llevo entonces a sus aposentos?
Sí, muchas gracias Sebek. Después me gustaría dar una vuelta por la nave. La cantina sería un buen lugar.
¿Cómo está el planeta? He oído que hay combates ocasionales.
- De acuerdo, condúzcanos hasta esos "aposentos". Después habrá tiempo de reunirse con ese Rabalias.
@Caín: tirada de Indagar o Carisma Ordinaria (+10)
Motivo: Carisma ordinaria
Tirada: 1d100
Dificultad: 28-
Resultado: 77 (Fracaso)
No tengo ni una ni otra, así que Carisma ordinaria: 28
- Pues no sabría decirle, comenta Sebek extendiendo la mano.
@Caín como ha sido fallo te permito usar dinero para simular el acierto
@Los demás podéis preguntar y hacéis la tirada para ver lo que os cuenta de rumores locales