Partida Rol por web

Rabalias se resiente de su brazo adormecido y asiente mientras se apoya en la puerta.

Viendo al torpeza de su adversario el asesino decidió arriesgarse con una serie de golpes feroces y poco elegantes. Fuerza bruta en estado puro, buscaba acabar con su adversario antes de que este tuviera un golpe de suerte.

El enemigo no es capaz de evitar el tajo y vuelve a sangrar aunque parece que no siente el dolor.

ASALTO 5

Viendo como cae fulminado el asqueroso tras la primera estocada, Atellus se lanza a socorrer al arbitre que parece estar en apuros ante su contrincante, esperaba más del arbitre, mira por un momento a Caín, Voy a ayudar a Chris.. le grita cuando empieza a correr contra su nuevo saco de entrenamiento.

Christoph todavía estaba mordiéndose el labio tratando de contener el dolor en su pierna derecha cuando el soldado se colocó junto a él para así dar muerte al fin al salvaje de una vez por todas. Sabiendo que siendo atacado por dos frentes su defensa se vería drásticamente quebrada, alzó la maza por encima de la cabeza y la descargó con furia sobre su contrincante.

El fanático se mueve despacio y recibe el impacto de la maza por lo que queda aturdido por la corriente eléctrica.

El otro asaltante intenta golpear a Caín pero sigue demasiado rabioso para controlar bien el arma.

Viendo la torpeza de su adversario el asesino decidió arriesgarse con una serie de golpes feroces y poco elegantes. Fuerza bruta en estado puro, buscaba acabar con su adversario antes de que este tuviera un golpe de suerte. El enemigo no fue capaz de evitar el tajo y volvió a sangrar aunque parecía que no sentía el dolor.

Le incrusto la bayoneta de una rapida estocada por la cabeza, 

Preocupado por el estado de Rabalías, me acerco a atender como puedo las heridas mientras Zaddion se aleja hacia la mujer

No hasga tonterías. Traéla lo más rápidamente posible. digo volviendo la mirada de nuevo hacia Rabalías ¿Qué tas estás compañero? aguanta un poco más.

- Jodidos flak fanáticos, responde de mala gana

Te acercas a la muchacha que pese a todo pronóstico ha mantenido el tipo ante los fanáticos y ahora, salpizada de sangre y vísceras intenta que los niños se tranquilicen.

- Gracias por su ayuda ¿puede escoltarnos hasta la catedral?

¡Claro, a eso he venido! ¡Vamos, vamos, vamos!

Espero a que salgan corriendo todos los niños y la chica, y después corro tras ellos mirando de vez en cuando hacia atrás. Si veo a algún enemigo, me giro y hago fuego de cobetura.

Con la escolta de Zaddion, la muchacha y los niños que custodiaba llegan hasta las puertas donde algunos residentes corren a auxiliarlos y calmarlos. La muchacha se vuelve a vosotros con lágrimas en los ojos y tomándoos las manos os la besa:

- Muchas gracias, habéis salvado a estos niños que lo han perdido todo y a mí misma, el Emperador vele siempre por vosotros

Una sucesión rápida de cuchilladas del guardia imperial acaban con la vida del fanático y entre los tres el último no os da ningún problema...aunque no muestra signos de querer huir o rendirse.

Todo porque he matado a su líder. La lealtad es un don muy escaso estos días...

El asesino recargó su arma, balas bien empleadas, en general mientras observaba el desarrollo de la batalla. Kos'ke, tenía mucho interés en Kos'ke y en loq ue pudiera decir, si es que era capaz de articular palabras ajenas a su idioma de salvaje. Sería el momento de demostrarles a aquellos primitivos que la Inquisición estaba muy por encima de ellos.

¿Hay algún herido? ¿Dónde están los demás?

Caín observa que Kos'ke y sus hombres están en primera línea y han conseguido contener la invasión de las murallas. Detrás de ellos observan que Zaddion acompaña a una muchacha seguida de un grupo de niños hacia la catedral mientras Albrek le cubre con su arma. Rabalias mana sangre por varios impactos y se sostiene contra las puertas del edificio

Limpiando la bayoneta en las ropas del muerto que tengo mas cercano, miro hacia la puerta de la catedral. Deberiamos ir con los demas. A ver que es lo que esta pasando. 

Me levanto y si no veo muestras de peligro me acerco a la puerta.

Zaddion llega con la muchacha y los niños a la puerta de la Catedral y por su izquierda aparecen Caín, Atellus y Christoph. Desde allí podéis ver que el hermano Lamark ha conseguido reorganizar a la milicia y se lanza en apoyo de Kos'ke y sus hombres que hacen de tapón en la puerta delante del vehículo que se ha empotrado.

Cuando el último de los asaltantes cae, reparáis en el espantoso precio que ha pagado el asentamiento por la victoria. Hay decenas de muertos, secciones enteras de Desesperanza han quedado reducidas a cenizas, y los gritos y gemidos de dolor suenan por doquier. Pero sabéis que el desenlace podría haber sido mucho peor. Aún estáis contemplando el desolador panorama cuando el caudillo Kos'ke cabalga de vuelta hacia vosotros a lomos de su ensangrentado y mugriento perro de las arenas.

- ¡Eh, vosotros! ¿Sois los adalides que ha enviado el divino Emperador? ¿Por qué nos han atacado los voceadores? Es una locura aún viniendo de ellos...¿no es así? ¿Qué ha hecho Skae para enfurecer al señor de la guerra Seth?