Partida Rol por web

Robin 1, Ent 2, Jianq 1

Los golpes hechos por ambos Ents empezaban a afectar a Robin o posiblemente habían sido los anteriores que aun lo afectaban lo suficiente para que no pudiera moverse como quería. Para su suerte los golpes no se sintieron tan dolorosos como antes pero su cuerpo no resistirá tanto. Sin saber cuándo entre los golpes su espada cayo al suelo.

Mientras el fuego de Goblin pego al Ent pero no con toda la puntería que había deseado la goblin, la razon era claramente por el fuerte impacto que recibió empujándola hacia atrás como si no pesara nada y haciéndola caer en su espalda con dolor.

La pelea parecia no ir por el lado de ellos y con cada segundo parecian no estar a punto de contarlos, pero lamentablemente Robin no sabria como terminaria esa batalla ya que pronto sintio la oscuridad apoderarse de su vista cayendo inconciente.

El noble no supo cuánto tiempo estuvo inconsciente aunque sintió algo deslizándose por su boca, un líquido que extrañamente no lo hacía atragantar sino que pasaba por su garganta sin problemas.

Al abrir los ojos se encontró con un ser totalmente distinto a los arboles guardianes, su piel era verde y suave aunque de una tonalidad distinta a la de Jianq. Por otro lado parecía mas una mujer pintada que un árbol, excepto por su cabello verse que parecían lianas de arboles.Sus pechos que se encontraba cerca del rostro del caballero eran grandes, imposibles de ignorar aunque Robin estuviera mas lejos.

“Es una suerte que te encontré antes que esos ents te hicieran algo peor. Pueden ser muy violentos a veces.” Comento la mujer con una voz melosa casi hipnotizante. Al revisar mas su alrededor, Robin noto que no solo se encontraba acostado en sus piernas, sin armadura sino que ambos estaban sobre una rosa gigante. Se encontraba comodo, sin dolor aunque algo entumecido.

Por ningún lado veía o escuchaba a Jianq.

Antes de darse cuenta, aquellos arboles le patearon con ganas, un buen porrazo le dejó en el suelo, soltando un alarido de dolor y apretando con fuerza los dientes...¿en que momento se le ocurrió entrar a un bosque maldito?...se lo advirtieron mucho, pero el hecho de querer ser un guerrero de la luz le cegaba a veces. 

Fuera como fuera, Jianq también recibió de lo suyo...y antes de darse cuenta, Robin terminó desmayado. Desde luego no fue nada bueno, esos golpes casi le mandaban al otro barrio. Por suerte al despertar, no parecía estar siendo sodomizado por hombres árbol, ni siquiera estaba prisionero...un extraño líquido pasó por su garganta, y al abrir lentamente los ojos, se fijó que estaba desnudo, ni armadura ni armas...y frente a el se encontraba una especie de driade, una mujer arbol, con generosos y enormes pechos, cabello verdoso...¿y extrañamente amable?

Estaba sobre una rosa enorme y aquella mujer le hablaba con una voz...de lo más melosa, como si fuera una especie de sirena. Hablaba de lo ocurrido con los hombres árbol, ella le había rescatado.-¿Eh?...¿donde...donde estoy?...-Preguntó adormilado. No veía a Jianq por ningún lado, ni siquiera le dolía el cuerpo...estaba comodo, realmente cómodo.

El dulce liquido aun se sentía en su boca como si fuera un vino que acaba de probar pero mas fuerte en su dulzura y la linda sensación que hacia sentirle en su interior.

“Seguís en el bosque, aunque no te convertiste violentamente en parte de este como otros infortunados...” Le contesto acariciando sus cabellos para tranquilizarlo. “Los humanos no deberían estar aquí, en especial si no respetan la naturaleza como lo hacen unos de tus hermanos.” Le siguió diciendo y le hizo pensar en los famosos druidas de los barbaros del sur cuando comento sobre los humanos respetuosos a la naturaleza.

“De cualquier forma yo no soy buena castigando, no esta en mi carácter. Yo soy dulce y asi lo soy con mis prisioneros si ellos me lo permiten. Incluso puedo hacerlo sentirse como en casa en los bosques.” Comento dejando en Robin ver como seguirían ese encuentro aunque había algo en esa vista baja de los pechos de la draida que le tentaban a muchas cosas.

Robin estaba confundido, confundido pero a la vez tranquilo y calmado, no comprendía muy bien que ocurría, le gustaba estar ahí, se sentía bien, escuchando la melodiosa voz de la mujer árbol y asintiendo ante sus caricias.-¿Soy parte del bosque?...si soy una persona…-Respondió levemente.-Quería encontrar a la mujer rubia con Jianq…¿Dónde está Jianq?...¿está bien?...-Insistió con tranquilidad mientras escuchaba todo o que le tenía que decir.

Por lo visto era una mujer árbol buena, no le iba a castigar, pero aun así…¿era un prisionero?, ¿sería eso posible?.-Pero tengo que encontrar a la mujer rubia…encontrarla con Jianq.  

-Robin estaba confundido...¿Sentirse como en casa?...pero el tenía una misión...¿Verdad?

“Cualquier ser vivo puede ser parte del bosque, solo que hay algunos que piensan solo se puede lograr violentamente con los humanos. Pero yo tengo el poder para cambiar a la gente para darles la capacidad de vivir aquí tranquilamente.” Respondia en una melodía lenta pero cautivadora buscando convérselo de lo tranquilo que seria.

“Supongo que Jianq es la goblin. Los de su tipo viven en nuestro bosque por lo que te aseguro que se encuentra bien, incluso podría quedarse aquí sin problemas.” Volvió a responder mientras lo acariciaba en el pecho tocando heridas viejas aunque sin causarle dolor alguno.

Nego con la cabeza ante la pregunta sobre la joven rubia. “No la he visto, no habrá pasado por aquí. Pero…” empezó a decir ahora si apurando sus palabras. “Eso no quiere decir que tengas que irte, al menos descansa un poco. El bosque es grande, podría estar en otro lugar y yo lo único que tengo que hacer es preguntar.”

Nerissa hablaba sobre ser parte del bosque, cambiar a la gente y hacerles vivir ahí tranquilamente…era muy extraño, ¿Cómo era posible eso?...el era un humano, ¿podían vivir los humanos entre hombres árbol asesinos y psicóticos?

Al menos sabía que JInaq estaba tranquila, vivita y coleando y viviendo feliz, eso le hacia sentirse feliz, como más calmado, a pesar de que no sabía si eso era una mentira.-Eso es bueno…Jianq es muy buena, la conocí en un bosque, me intentó matar.-Sonrió bobamente mientras la mujer árbol le acariciaba el pecho, pero al preguntarle sobre la rubia, no dudó en decir que no la había visto, exclamando que podía quedarse al menos para descansar un poco.

-Entonces…¿puedes preguntar donde está la mujer rubia?...puede estar en peligro…es un bosque muy grande…-Susurró con calma con una sonrisa de pasmado en el rostro.-La mujer rubia es la clave para destruir a los demonios…estoy seguro…si.  

“Oh…es una lastima que los bosques no te hayan dado una buena bienvenida….Aunque supongo que es porque no me conociste.” Le dijo lamentándose en un principio, antes de volver a su tono mas cariñoso y terminando guiñarle un ojo.

Suspiro cuando volviste a preguntar por la rubia. “Deberia preguntarle a las otras Dryadas, como dices es un bosque muy grande asi que podría estar un lugar muy lejos tal vez.” Le informo devolviéndole el susurro y bajando su mano hasta el estomago del chico, pasando uno de sus dedos por alrededor del ombligo de este. “Que hay de ti? Vos también sos importante para destruir a los demonios?” le pregunto volviéndolo el tema de la conversación.

"Vos tambien debes ser muy importante, me lo imagino."

La mujer árbol parecía lamentarse sobre el encontronazo de Robin con los hombres árbol, pero con ese tono cariñoso y esas caricias…¿Qué importaba lo demás?, se sentía bien, tranquilo y protegido en aquellos brazos.-Entonces…¿podrías preguntar a las demás Dryades?, yo creo que es muy importante…-Susurró con suavidad mientras cerraba los ojos, disfrutando de aquella caricia en su estomago.

Pero cuando le preguntó si el era importante para destruir a los demonios, se quedó pensativo.-¿Yo?...bueno…no estoy muy seguro, creo…creo que soy un guerrero de la luz o algo así…a lo mejor es mi destino ayudar a destruir a los demonios.-Declaró con una leve sonrisa tranquila y sosegada.-Pero tampoco soy muy importante…siempre he sido el segundón de mi hermano.-Confesó calma.

“Podria pedirles que vengan ahora mismo…pero no creo que necesites mas compañía para hacerte sentir mas tranquilo.” Comento la dríada que seguía con sus suaves masajes, mientras suspiraba haciendo que sus pechos se agitaran un poco encima de èl.

“Entonces podrias quedarte mas tiempo aquí si no estas seguro de tu destino, podrías quedarte aquí pensándolo...” sugirió la mujer verde con un tono aun mas meloso que antes. “Para mi eres importante, no conozco a tu hermano pero estoy segura que no puede ser tan especial como vos.” Le aseguro al mismo tiempo que su mano finalmente bajaba y acariciaba el pene del caballero, su caricia seguía siendo calmada aunque con unos pocos movimientos parecía saber como hacer para endurecerlo.

“Escucha mis palabras y olvídate del resto…déjate hacer.” Comento Narissa, antes de empezar a masturbarlo, dejando atrás las casuales caricias pareciendo mas segura de lo que quería hacer. “Lo quieres cierto?”

La dríade no parecía querer ir a buscar a sus demás compañeras en ese mismo momento, solo se agitaba sobre Robin mientras seguía acariciándole el estomago.-Pero…es mi destino…hay gente que necesita mucha ayuda…-Susurró con voz adormilada mientras se sonrojaba al escuchar que el era importante para ella.

-B…bah…no…no soy tan importante…solo…solo soy un c…chico…ahaha…-Rio nerviosamente mientras notaba como la mano de la dríade comenzaba a acariciarle el falo con intenciones de endurecerlo…incluso le sugirió que se olvidara de el resto de cosas antes de comenzar a masturbarle, diciéndole que eso era lo que quería.

-Ah…yo…s…sienta muy bien…pero…-El chico apenas llevaba un rato con la dríade sobándole ahí abajo y ya estaba a su merced, su propio cuerpo incluso parecía perder fuerza ante cada movimiento.  

“Te contradices mucho pensándote solo un chico sin importancia pero con un destino que ayudara a la gente.” Comento la dríada que sonreía divertida mientras le señalaba las inconsistencias que trasmitía con sus palabras Robin.

“Pero nada.” Le interrumpió la mujer antes que dijera mas, sellándole la boca con un dedo cariñosamente. “Dejate que te haga sentir bien y déjame que yo me preocupe por todo. Vos solo hazme caso y veras como saldrá todo de maravilla.” Le dijo Nerissa sin cambiar su tono pero claramente queriendo imponerse un poco en las deciciones de Robin.

“Oh y me llamo Nerissa.” Se presento algo tarde y mientras seguía masturbándolo. Su dulce mano se empezó a sentir por todo su falo, era algo impresionante el tacto que tenia en ella en su mano pareciendo imposible para ella generarle cualquier tipo de daño con sus movimientos. Por eso parecía sencillo para ella estimularlo placenteramente aun cuando el ritmo de su mano se volvia algo mas rápido con el tiempo.

Pronto sentiste como tu cabeza dejo de estar apoyada en las piernas de ellas sino en la flor gigante, esto era debido a que ella se había movido con cuidad y acercado tanto su rostro como cuerpo al falo del caballero. “Dime tienes algún deseo? Algo que las demás mujeres no quisieron darte?” le pregunto sin vergüenza y en plena confianza, bajando su cabeza hasta que su caluroso aliento se dejo sentir en el falo de Robin.

-Pero…pero…es que yo creo…yo creo que…que de verdad tengo que ayudar a la gente…-Susurró con lentitud mientras iba sintiendo como la dríade le iba metiendo mano cada vez más y más…escuchando sus palabras,  escuchando como debía olvidarse de todo lo demás, simplemente quedarse ahí, sentirse bien, solo hacerle caso y pronto todo saldría bien.

La mujer…o más bien, la Dryade se llamaba Nerissa, y antes de poder decirle algo, Robin estaba cada vez más hundido en sus encantos, sintiendo sus caricias y atenciones, incluso el placentero estimulo en su entrepierna…luego se puso frente al miembro de Robin y le preguntó si alguna mujer no le quiso dar algo alguna vez.

-Yo…yo…no…yo…Jianq…Jianq era muy buena conmigo…tengo que encontrarla…-Repitió como si aquello fuera a ayudarle en algo o darle más fuerzas. Lamentablemente esas palabras, caricias, susurros y demás...le restaban fuerza a cada segundo que pasaba, volviendole más y más débil

“Ya la encontraras no te preocupes por ello…” dijo divertida aunque el comentario de Robin podría hacer enojar a otras, no paso eso con Nerissa. “Si ella fue buena…significa que tengo que ser algo mala contigo mi pequeño caballero.” Comento la dríada con una pequeña risita.

Mientras su mano continuaba su labor el joven sintió como parte de la flor temblaba y entre los pétalos lianas verses empezaban a mostrarse y a tomar las cuatro extremidades de robín. En un principio lo rodearon perezosamente, pero con el tiempo contenían mas fuerza en su agarre hasta sentirse más firmes a él.

“Es asi como podrias disfrutar…?” pregunto levantándose del piso hasta pararse elegantemente, frente a Robin que era elevado del suelo gracias a las lianas. Que te haya dicho pequeño no era una accidente, la dríada era mas alta que Robin no por una cabeza pero se dejaría imponer por un castillo por eso y por sus grandes pechos. “Como empezar contigo, como seria la mejor forma de ser mala.” Dijo con una sonrisa picara. “Te asusta esto?”

Robin no comprendía muy bien que quería decir Nerissa respecto a lo de ser mala con el.-¿Q…que?...¿que quieres decir?...-Preguntó aun con ese tono cansado y adormilado mientras Nerissa se apartaba levemente y las lianas de la flor comenzaban a enroscarse perezosamente en el cuerpo de Robin, tensándose y manteniéndose firmes, levantándolo y dejándolo a merced de la dríade.

La cual…no dudó en preguntarse como podía ser mala con el…y preguntándole si eso le asustaba. Era una mujer enorme…y con grandes pechos, Robin apenas podía apartar la mirada de ahí.-Yo…es…esto..-Susurró.-Yo…no…no tengo miedo…soy…soy un guerrero

La dríada rio de una forma agradable mirándolo con ternura, aunque paso a mirarlo de otra forma. Mas acorde con la situación y con una clara autoridad que parecía ser fácil de realizar por ella a pesar de las supuestas dudas anteriores.

“Un guerrero armado muy bien…” decía mientras tomaba de nuevo el miembro de robin, para no tardar mucho en mover su mano de arriba a abajo. “Aunque ahora como te tengo atrapado soy yo quien controla tu arma.” Comento divertida sosteniendo su miembro mientras se movia detrás de èl.

Apoyando sus pechos en la espalda de èl, mientras su boca iba a su oreja y la mordia no con saña pero si confianza. “Soy tu ama ahora, puedes ser un guerrero valiente afuera pero conmigo eres un hombre dócil. Entienes?” pregunto en un susurro al oído del aprisionado. Empezabas a sentir además de sus pechos en tu espalda, sus uñas que se hacían presentes dejando algo de ardor en ella pero sin herirlo demasiado. “Eres mio ahora mismo y probablemente lo seas por toda tu vida. No te preocupes te gustara.” Le decía riéndose con picardía, aun con su mano en el miembro de èl sin masturbándolo pero controlando.       

 El árbol parecía reírse de Robin con todos esos movimientos y palabras, como si fuera una mosquita o un insecto entre su enorme telaraña…y ella era la depredadora, capaz de cazarle en cualquier momento . Ella estaba en control, en autentico control, y Robin…Robin apenas podía hacer nada, ella era demasiado para el…y el estaba tan adormilado y “perdido”.

-P…pero…yo…-Ella no dudó en agarrarle el miembro y ni siquiera tocarle…lo tenía entre sus manos mientras le mordisqueaba el cuello y la oreja, . No podía hacer nada para salvarse de todo aquello…algo en el interior de Robin decía que quería escapar y huir, tenía una misión, salvar al mundo, no podía permitir que una mujer árbol le hiciera nada malo.

Ella decía ser su ama, que el debía de ser dócil…al menos con ella. Esas uñas…se apretaban contra se clavaban en su piel con fuerza, dándole a entender que en cualquier momento las tornas podrían girarse…pero mientras tanto, más valía mantener la boca cerrada.

-¿D…de por vida?...-Preguntó preocupado-P…pero…yo…yo…yo no puedo estar aquí siempre…tengo…tengo la misión y….

“Tienes una misión…una nueva misión.” Dijo dejando de sujetar con fuerza su pene, para masajearlo con delicadeza. “Seras mi hombre y el de algunas de mis hermanas. Te tendremos ocupado aquí mismo, dándonos tu esencia hasta que te olvides que alguna vez hubo otra misión en tu vida.” Le explico poniendo su rostro junto al de èl para mirar su reacción y lamerlo.

Continuando moviendo ambas manos, Robin seguía sintiendo el placer de los masajes en su miembro aunque también las uñas en su espalda marcando un camino por su columna. “Acepta que eres mio…” le decía mirándolo como si lo estuviera retando, bajando por su rostro y moviéndose al cuello para morderlo. “No tienes salida mi caballero.” Le decía desalentándolo.

De pronto dejo de tocarlo completamente rodeándolo para estar enfrente suyo. Fue en ese momento que las lianas de la flor se movieron acomodando sus manos para atrás, a su espalda dejándolo sin defensa por si ella lo atacaba. Aunque ningún golpe vino de su parte sino una caricia en su cabeza, mientras la acercaba a sus pechos pero sin hacerlo impactar con ellos sino dejándolo a unos escasos centímetros. Con unos movimientos de clara provocación los movió frente a este dejándolos danzar como Robin o cualquier hombre gustaría. “Las quieres? Te vi mirármelas con ganas.”

Robin poco a poco sentía como la dríade iba tentándolo más y más, acariciándole la espalda con las uñas, lamiéndole el rostro…y diciéndole que se quedaría con ella y sus hermanas, dándoles “esencia”, esa iba a ser su única misión a partir de ahora.-Pero…pero…pero si los demonios destruyen el mundo…-Intentó argumentar mientras sentía esos susurros, esos mordiscos en el cuello, que cada vez le hacían sentirse más y más metido en aquel profundo y peligroso “hoyo”…

-Pero…Nerissa…si…si el bosque arde…los…los demonios y la mis…mis…-Quería continuar, pero sintió un tirón cuando de repente las lianas le pusieron la mano tras la espalda, preparándose para recibir un golpe, pero todo lo contrario, la dríade comenzó a acariciarle la cabeza, provocándole con esos enormes pechos que se quedaban frente a su rostro y …en cierto modo hacían salivar a Robin.

Al escuchar su pregunta, no pudo evitar ponerse algo rojo.-Yo…yo…no es…es…eso…no es caballeroso mirar…mirar de esa manera…-Declaró apartando la mirada.Quería advertir a la driade sobre los demonios...pero...era tan dificil de aquella manera, estaba preso de esa enorme preciosa y voluptuosa mujer que parecía tener otro proposito para Robin.