Sus pasos son firmes. Su mirada, fría. Su gesto, de total indiferencia, como siempre. Ishmael está interiormente asqueado debido a los gases del lugar y al olor del ambiente. No es de extrañar que no le apetezca mucho andar por aquel estercolero. Sin embargo, son los designios del inquisidor, y él no es quién para cuestionar sus decisiones.
Hace rato que se han vuelto a encontrar con sus compañeros de grupo, y juntos han empezado a caminar hacia el gran sello. Ishmael dedica una mirada de compasión a las pobres gentes que allí hay. Para sus adentros les dedica una pequeña letanía, con el fin de calmar un poco sus atormentadas almas.
Que la luz del emperador caiga sobre vosotros.
Santos dioses...-masculla entre dientes al observar semejante espectáculo.-pues se ve que por aquí las cosas están bastante jodidas. Escuchad, mirad allí. Creo que es el comisario.-termina diciendo mientras señala al grupo que acaban de ver cerca del sello.
Xanthia anda por aquellas tierras de pesadilla y no puede evitar acordarse de ilustraciones sobre el infierno de los libros que le obligan leer. Aquel sitio apesta y no sólo a goma quemada, sino también a muerte. Aunque siente nauseas intenta tragarselas para no dar ninguna muestra de debilidad ni ante sus compañeros ni ante los mineros.
Mira a donde señala Ishmael y ve el sello enorme.
..detrás la maldad y el sufrimiento jugaban en el patio de recreo del diablo.- murmura para sí recitando al poeta.
Ishmael, ¿qué armas has conseguido de esta gente?.- dice para apartar los sombrios pensamientos de su mente.
Mientras caminamos hacia el sello Imperial que domina la entrada de las minas... Atravesamos los restos destrozados de las instalaciones mineras, sintiendo las miradas temerosas, con las llamas danzando en sus rostros sucios y amedentrados.
"Saben que somos su unica esperanza, pero no creen en nosotros. Su Fe en el Emperador flaquea en estos momentos, en que deberia ser mas fuerte. En este rincon del Universo, en esta roca inmunda, saturada de Mal y Caos, es donde demostraremos que nuestra fuerza y nuestra Fe es el arma mas poderosa de nuestro sagrado arsenal.
"Pobres desgraciados"
Al escuchar las palabras de su compañera, Ishmael retira la mirada de las gentes del lugar y se pone a rebuscar en la caja que lleva consigo.
¿Eh? Ah, si... veamos. Ese insecto no ha querido darme más cosas, así que conformaros con esto. Hay cuatro antorchas eléctricas, unas cuantas raciones de comida... también me ha dado cantimploras. Una cuerda y... si, aquí están. Cuatro granadas de fragmentación.-dice mientras su brazo baila dentro de la caja, rebuscando las cosas.
¿Y bien? ¿Hacemos buffet libre, o repartimos todo equitativamente como buenos chiquillos de guardería?-pregunta al resto con una sonrisa burlesca.
Xanthia se para.
¿Que ese cabrón no nos ha dado nada de armamento pesado? ¿De que coño van? Venimos a hacer su puto trabajo y nos dan una puta antorcha, un par de granadas y comida como si fueramos de excursión al puto bosque. Hijos de la gran puta...
Se dirige con paso vivo al sello sin parar de blasfemar .
Si, así es. Encima se ha reído de mí. Si salgo de este agujero con vida juro por mis muertos que le meteré una de estas antorchas por su viejo y arrugado trasero.-espeta Ishmael mientras escupe a un lado.
El maravilloso intendente. Le he dicho que si en serio piensa que nos vamos de pic-nic, porque es el tipo de evento que más encaja con la bazofia que nos ha dado. Le he intentado sacar al menos unas cuantas granadas más, pero el viejo no ha dado su brazo a torcer. Casi nos ha echado de allí como si le estuviéramos estorbando, ¿eh, Mir?-le dice a su compañera.
Bastardo...
Era un gilipollas. ¿Vamos al trabajo?
Como se puede ver, Mir es poco hablador :P
"Silencio." Escupe Cimbria a media voz. "Dejad de protestar como verduleras... si tanto creeis que necesitamos armas pesadas, pedire al Comisario una maldita escuadra de Karskin."
"Lo que necesitamos es mas informacion, que nos cuenten que sucede realmente..."
Con un saludo militar, la joven acolita se cuadra frente al Comisario y sus hombres....
Yo no protesto como una verdulera.- replica Xanthia. Está un poco fuera de sí.
Cuando se presentan ante el comisario se adelanta y le espeta.
¿A qué coño estamos jugando?
Cimbria pone los ojos en blanco ante el estallido de frustracion de Xanthia... "Aunque en el fondo, tiene razon. Es cierto que no somos un equipo Inquisitorial experimentado, pero de ahi a enviarnos de cabeza al infierno sin siquiera pestañear..."
La arbites evita mirar al Comisario o a sus compañeros, cambiando el peso de un pie a otro, incomoda... "Que sea lo que el Emperador quiera..."
Delante del sello os aguarda el Comisario. A pesar de lo sobrecogedor del sello, su presencia no se ve afectada en absoluto, sigue imponiendo lo mismo que en su hab-block. El joven Jurtz también está allí, junto con cuatro guardias más, armados con lasrifles.
Cuatro bestias enormes, cubiertas de pelaje marrón apagado y equipadas con gigantescos arneses, esperan su turno al lado del sello. Cuando llegáis, el Comisario está terminando de dar órdenes a sus hombres, y Jurzt pulsa el interruptor. Con un tremendo chasquido, las pinzas se sueltan de la piedra y las bestias comienzan a tirar del sello, que se mueve, centímetro a centímetro, en una agonía interminable. En cuanto lo hace, una fétida nube de gas amarillento brota del interior de las minas: carne podrida, orín y sangre en una combinación que supera cualquier otra cosa que hayáis experimentado antes.
El Comisario mira a Xanthia sin inmutarse. Su mano derecha se apoya sobre la cartuchera de la laspistola.
-¿Jugar a qué? -suelta sin más, en un tono monocorde y pausado.
Xanthia no se amedrenta, no es la primera vez que le planta cara a alguien con más poder (aunque por lo general se la terminan rompiendo).
Dígamelo Ud.- de sus ojos saltan chispas.- Resulta que venimos aquí a hacer el trabajo que sus hombres no han sido capaces de hacer y en lugar de prestarnos la ayuda que necesitamos, su intendente nos da un triste granada y una antorcha. Ni un rifle, ni más granadas. ¿Espera que bajemos allí abajo armados sólo con nuestras pistolas láser?
Por lo que me han dicho, Comisario-exclama Ishmael, situado un poco más atrás que Xanthia-Necesitamos un autógrafo suyo para poder acceder al armamento más pesado. Nos lo podría haber dicho antes, en el hab-block, ¿no cree?. Su intendente nos ha tomado por niños de guardería al darme esta bazofia.-termina levantando la caja y enseñándosela ligeramente al hombre.
-Correcto. Por lo que veo -inclina la cabeza hacia vosotros- ya van equipados con pistolas y rifles láser. ¿Qué más necesitan? ¿Un bolter pesado o un lascañón? ¿Saben usarlo? Un bólter pesado requiere una dotación mínima de dos hombres, y tarda en montarse, sobre todo si hablamos de gente inexperta. Su misión es investigar y averiguar qué ocurre en las minas. Con la información que obtengan, será el inquisidor quien decida. No creo que pretenda que limpien todo el complejo minero.
- Si no volvemos creo que deberá hacer ver a ese limitado intendente su error respecto a nuestro aprovisionamiento. - Dice Praetus al Comisario. - Esto es lo que tenemos y con esto recorreremos estas putas minas limpiando lo que sea necesario y obteniendo la información que haga falta. - Miró de reojo el enorme sello y una peregrina idea cruzó su ex-convicta mente. - Comisario... Que ocurrirá con el sello mientras nosotros estemos dentro? Continuará abierto o cerrado? Tenemos algún tipo de plazo para investigar ese jodido agujero?
- Ya supongo que no querrán que hagamos la labor de un ejercito, pero un par de granadas más no hubieran estado mal. Quizás alguna cegadora, bengalas...
"Ejem" El carraspeo de Cimbria atrona como disparo laser a espaldas del grupo "Comisario Nihilus, agradecemos la ayuda prestada por su intendente y comprendemos las limitaciones impuestas por el mando. Asi se lo comunicaremos en nuestro informe al Maestro Inquisidor"
El tono de la acolita es suave y controlado, como siempre, aunque sutilmente amenazador...
"Antes de introducirnos en las Minas tenemos algunas preguntas, entre ellas, las que con tan buen tino a subrayado Praetus, ademas de las observaciones de Xanthia con respecto a los informes oficiales de mision... y a los extraoficiales. No dudo que tanto Mir como Ishmael, tienen preguntas u observaciones interesantes para el satisfactorio desarrollo de la mision, camarada Comisario*"
Cruza los brazos tranquilamente, mientras sostiene la hosca mirada del Comisario.
"Comprendo que el tiempo es vital, asi que seremos breves... No nos enfrentraos a insurrectos normales, ¿verdad? Segun nuestras investigaciones, hay "algo" en esa seccion de las Minas... ¿los Rotos? Y debemos reunir la mayor cantidad posible de informacion sobre su naturaleza, lo antes posible ¿correcto?"
*Siempre quise decir esa frase :P
-El sello se cerrará en cuanto pasen dentro. Es demasiado peligroso no hacerlo, puesto que no sabemos qué ocurre. Dejaré aquí a Jurtz para que abra cuando regresen. Recuerden que tarda unos veinte minutos en retirarse, así que no sean impacientes. En cuanto a lo que encontrarán ahí, es evidente pensar que hay algo más que un puñado de locos equipados con armas. De no ser así, ustedes no estarían aquí. Yo me ocupo de la chusma descontrolada, ustedes de las situaciones extrañas. Ignoro la naturaleza de esos seres pero he oído lo mismo que ustedes, y carezco de más información. Espero que consigan averiguar lo que ocurre en las profundidades de las minas.