Partida Rol por web

Walter frunció el ceño. 

A diferencia de su joven compañero, a él le habían encañonado unas cuantas veces, y normalmente la palabra era una buena opción para salir del atolladero... pero esta no parecía ese tipo de ocasiones. De hecho, abrir la boca podría ser lo último que hiciese.

Tenía un conocido, hace más de cuarenta años al que le gustaban las películas anteriores al siglo XXI, antes de la primera evolución del 3D, incluso antes del smartphone. Aquél tipo parecía sacado de aquellas películas, pero de una de esas películas también salió una idea. Se trataba de una escena de una película con unos terroristas en un edificio, donde el héroe decía de vez en cuando Yippie Ka yey, o algo así, y ocultó su pistola en su espalda con cinta americana. 

Walter no era alguien de quien desconfiar en lo que a amenaza física se refiere, con suerte estaría más pendiente de Quic0 cuando pusiera las manos en la nuca... sosteniendo el cuchillo que acababa de coger. No sabía muy bien qué hacer, pero...

Entonces habló Jules, y cuando los mandó callar, se hizo el asustado y asintió. Jules era policía. Quizá tuviese un arma... así que cuando Jules entrase, intentaría lanzar el cuchillo al 'gángster', para darle a Jules unos valiosos segundos con los que utilizar su arma. Había aprendido que para lanzarlo bien había que cogerlo por la punta, para que el mango hiciera contrapeso y volase girando. Con suerte impactaría, y con más suerte, lo haría por el lado que hiere.

Era una locura, pero no parecía que fueran a haber muchas más opciones.

Siento que los pinchazos en la mejilla van remitiendo, quizás sea la tensión, la adrenalina ante la amenaza posible.

Miro a los lados, inquieto, cada segundo de mas que permanecemos en un sitio, noto como el peligro poco a poco, se va aproximando inexorablemente.

Abro la boca decidido a hablar, a decirles que tenemos que marcharnos, pero finalmente callo, pensando que puedo hacer para ayudar, el forense parece bastante capaz, y Rain... aun no se que pensar de ella, me descubro observándola entonces, joder, como está... cierro los ojos con fuerza durante unos segundos para volver a abrirlos después, vale, tranquilo, no es momento de pensar... qué puedo hacer para ayudar

Cierro los ojos de nuevo, al tiempo que trato de escuchar

Mientras me saluda el Robotaxista, suspiro pesadamente por lo sonso que me parece, sin embargo pienso nuevamente en el lugar del que me había hablado Rain.

-Centro Comercial...- pensé.

Despabilo y le ordeno al robot:

- Hola, llevame rápido, al centro comercial que esta en el centro de la ciudad... y cuando te digo rápido... es rá-pi-do... y en silencio.- le termino diciendo y me giro a mirar por la ventana.

Otra vez estábamos ahí dentro, pero esta vez todo parecía indicar que algo nos aguardaba ahí dentro. Era como un latido de corazón, constante y rítmico. Algonque te abrazaba y te agobiaba como el bochorbo de una tarde de verano antes de una tormenta. Había algo ahí dentro y aunque todo mi cuerpo me pedía salir corriendo de ahí mismo, la curiosidad por destripar el misterio... esa curiosidad que se adquiere descubriendo los detalles mínimos en los cuerpo de las víctimas, me impulsaba a continuar. Y no podía evitarlo. Nada me había contestado, pero juraría que había algo aquí dentro. Algo oscuro y peligroso que acechaba en la oscuridad.

La puerta abre lentamente revelando la estancia en penumbras. Los pocos muebles se encuentran esparcidos por la sala de estar y contra una pared una pila de cajas de mudanzas contiene las cosas de Rain. Allí William había encontrado aquel objeto, casi junto a las cortinas pero ahora algo mucho más importante llamaba la atención del medico forense del FBI.

Una figura ubicada en la sombra del pasillo amenaza con un arma a vaya a saber quién. Por el pasillo hacia el interior de la casa parece haber dos personas pero la iluminación no es la adecuada. Los tres se encuentran junto a un ventanal cubierto por gruesas cortinas. Entonces Jules con su mano libre detiene al resto de sus compañeros para alertarlos del peligro y una posible trampa.

El taxi aumenta con esfuerzo de su motor eléctrico a medida que recorre las calles en dirección al corazón de la ciudad. – Muuu..y bien señ…or como usteddd diga. ¿No es un dia hermoso?¿verdad que si? ¿Verdad que siiiiii? ¿Siiii….? Hoy es el dia ¿Siiiiiiiiii…? – El chofer robótico comienza a divagar con su charla de relleno a medida que su voz electrónica falla por momentos dejando un chillido eléctrico a través de su altavoz ubicado en su pecho. Los ojos de su rostro giran en direcciones impensadas pero sabes que solo sirven para adorno y nada mas.

En cambio el pequeño taxi roza un automóvil que viaja a toda prisa por el carril contrario. Chispas vuelan por doquier junto a chorros de agua por la gran cantidad de lluvia.

El robotaxi acelera más y más en la avenida bajo la lluvia. Precipita su velocidad muy cerca del carril contrario.

- Herm.....oso día......!!! D...Dí.....a!! - 

Tengo la respiración agitada, el corazón en vilo... y el gesto del forense es suficiente para obligarme a contener mi respiración, que permanece suspendida con el gesto de este.

Miro al medico y a Rain, sin saber que van a hacer, sin saber que debo hacer yo...

La puerta de entrada nuevamente se abre y algunas figuras ingresan en silencio. Ocasionalmente algún relámpago ilumina los pasillos pero todo permanece en penumbras. El ambiente se encuentra cargado de tensión como si en cualquier instante un alud fuera a llevarse todo.

De un segundo a otro todo puede cambiar…mientras tanto él aguarda el momento indicado.

Al darme cuenta como el robotaxista aumenta la velocidad, pero a la vez se acerca peligrosamente al carril contrario, me empiezo a preocupar y reacciono:

- Hey Hey!- le grito- quiero llegar rápido, pero vivo... ten cuidado con pasarte al carril contrario!... me escuchas pedazo de chatarra!...- su voz, sumado a lo peligroso de su manejo me había irritado de sobremanera.

- Espero llegar pronto y bajarme de esta porquería de una pieza- pensé.

Quico permanecía inmóvil, esperando que la suerte, el destino o la mierda que fuese, le diese una oportunidad de librarse de aquella situación que a todas luces parecía que iba a acabar en desastre. Tendría su oportunidad...quizá, cuando se abriese la puerta y Jules entrase en la habitación. Al dividirse los focos de atención es posible que su atacante cometiese algún error. Debería estar atento a cualquier posible distracción y aprovecharla. Quizá su misterioso enemigo intentase cambiar de blanco, quizá la luz del exterior deslumbrase,...en ese caso, lo suyo sería dar un paso para quitarse de la linea de tiro y desde allí, abalanzarse sobre él con el cuchillo. Una gota de sudor frío le recorría la espalda y todo su cuerpo, repleto de adrenalina, estaba en tensión. El corazón le palpitaba con fuerza, bombeando sangre a raudales. Cada segundo parecía una eternidad. 

Vamos Jules, ¿a qué esperas?

A la chica se le escapa un suspiro por el sobresalto, ella conoce la habitación así que de un rápido movimiento entra y busca cobertura detrás de unas cajas con un rápido salto, cerca de donde cae rain reconoce un baúl, abre la tapa de golpe y dentro puede encontrar un par de armas de su propiedad.

esperando que su brusco movimiento haya distraído a quien estuviera por ahí se queda a cubierto una vez a sacado las armas del baúl, las checa recarga y corta cartucho.

Poco a poco, mi respiración se va calmando, se va volviendo mas densa, mas profunda, hasta llegar a un punto en el que se me hace difícil respirar.

La espera me está matando, susurro esperando una respuesta - ¿qué esperamos?

- Hey Hey!- le grito- quiero llegar rápido, pero vivo... ten cuidado con pasarte al carril contrario!... me escuchas pedazo de chatarra!...- su voz, sumado a lo peligroso de su manejo me había irritado de sobremanera.

El torso representativo del taxista robótico gira sobre sí mismo hasta quedar posicionado frente a ti y dar la espalda a la calle y al peligro del carril contrario. – Seeee…ñoooor e…e…esos no sooo…n l…s moda…les corre..ctos. – la sonrisa del robotaxista se acentúa mientras los ojos del chofer giran sin control en todas direcciones. – Tal ve…vez un po…poco de mu…musi…ca lo tra…tranqui…lice…lice…lice…lice – a continuación el robotaxi es ambientado por música clásica. El sonido no merece la escena ya que un camión de gran porte roza el taxi que por poco pierde en control por el golpe. El parabrisas se fragmenta y el vidrio del lado del pasajero estalla en mil pedazos permitiendo que la lluvia entre a raudales.  

Todo sucede muy rápido. Un disparo en la penumbra, una figura que se oculta detrás de un mueble, un relámpago y un cuchillo buscando un objetivo.  

De la puerta principal que se había abierto un poco habían ingresado algunas figuras y aquello era el regocijo del hombre amenazante. Su arma por un segundo apunto en otra dirección y apretó el gatillo. La bala viajo por la sala hasta impactar contra un mueble fallado por centímetros su blanco.

El ruido de algunas cajas cayendo de su pila fue ahogado por el disparo y luego por el trueno subsecuente.

Entonces un arma de filo empuñada por alguien decidido se abalanza sobre el sujeto armado que por un breve instante fue presa de la luz del relámpago que cayó muy cerca de la casa.

La bala viajo por la sala hasta impactar contra un mueble fallado por centímetros su blanco.

Si, la bala dio contra el mueble de madera y plástico. Un mueble barato de corte neo renacentista.

Pero en el camino el disparo atravesó un blanco blando y siguió su curso hasta su destino final.

Rain había tomado la iniciativa pasando por delante de Jules y William hasta llegar a sus cajas de mudanza y de allí sacar dos sendas armas semi automáticas. Pronto comenzaría la balacera.

El disparo del revólver del sujeto misterioso entro por la chaqueta de William y salió por detrás de él. Luego la bala siguió limpiamente su camino hasta dar contra el mueble.