Partida Rol por web

Tyrel y Sophia se abalanzaron rápidamente sobre dos de las arpilleras derechas del Rhino manteniendo a la vista a uno de aquellos aguijones¹. Apostaron sus rifles sobre la arpillera y soltaron sendas salvas de balas dejando el gatillo a fondo².

La oficial de comunicaciones y el médico se quedaron como segunda unidad a la espera de órdenes. No eran soldados de primera línea y no reaccionaron suficientemente rápido a la acción.

Una vez en el jaleo ya no había nada que hacer. Tan solo disparar y cargarse aquellos bichos antes de que pudieran hacerlo ellos.

La ametralladora volvió a rugir escupiendo una lluvia de balas, muchas de las cuales rebotaban en la piel del xeno volador. Aún así la dura mirada de Frank estaba cargada de rabia contra aquellos seres , y lo cierto es le encantaba dispararles a lo salvaje. Normalmente se tenia que conformar con ir tiro a tiro. Aquello era un desahogo.

-Siiiiii. Morid cabrones.-

La eficiencia con la que entró en acción el pelotón Pancreator fue demoledora. Antes de que los monstruos tuvieran tiempo de reaccionar una lluvia de plomo procedente del VB-Rhino derribó al primero de los simbiontes, que herido de muerte fue a estrellarse en el río no muy lejos de la nave siniestrada. El otro intentó corregir el vuelo para enfrentarse al nuevo oponente pero no tendría tiempo de ello. Frank descargo una serie de ráfagas que hirieron a la criatura de muerte sólo para que varios disparos de sus compañeros la rematasen cuando se desplomó pasando en un rasante sobre los recién rescatados soldados.

Dax detuvo el vehículo derrapando para no colisionar con el cadáver alienígena recién caído del suelo. Los sorprendidos marines que había sobrevivido a la caída del Fénix todavía tenían la boca abierta. Seguramente lo último que se esperaban era la llegada de aquella caballería repentina.
 

Dax conducía como endemoniado, girando el volante de un lado a otro, tratando de evitar soldados y de dar un blanco viable a los que tenían el control de fuego. Freno el vehiculo luego de ganar la primer posición.

¿Alguien llamo un Taxi? – pregunto, por la corta ventanilla. – Rapido, agarren lo importante, munición y armas. Rapido, Rapido, entren o agárrense de afuera. ¡Muevanse! ¡Seguimos viaje! -

Rápido, eficaz y letal.

De pronto aquellas palabras resonaron en la mente de Kratos. Las palabras que le repetía una y otra vez la Baronesa Isabel Eduardo, la mejor instructora que tuvo jamás durante su largo periodo de aprendizaje militar. Casi sonrió. Seguramene "Ovarios de Acero" -como la llamaban todos en secreto- estaría contenta de cómo habían resuelto aquel "rescate".

-"¡Vamos! ¡Vamos! Veamos si podemos ayudar a esos soldados" -aunque lo cierto es que sólo habían pospuesto su muerte, porque si se unían a ellos, es lo que seguramente iban a encontrar... aunque tampoco era muy diferente de lo que iban a encontrar en el campo de batalla principal.

Los tipos no se lo pensaron dos veces. Se aproximaron al VB-Rhino llamando al del río:

— ¡Vamos Weysmuller! ¡No irás a nadar para ahogarte en la orilla!

El que había llamado al nadador realizó el saludo militar. No tenía ni idea de quienes eran aquellos dementes que se habían alejado tanto del campo de batalla pero acababan de salvarles la vida, por lo que les debía todo el respeto posible.

— Oficial Blackmore.- dijo presentándose — Por desgracia el comandante Evans falleció en el impacto. Estos son los soldados Paice, Lord y Simper. Y el del agua es Weysmuller.— guardó un momento de silencio - Nuestra presencia aquí ha sido un problema de evasión y derribo pero no creo que ustedes hayan atravesado todo el frente de batalla por tierra por un despiste. Supongo que están en algún tipo de misión dentro de toda esta locura... Podemos regresar andando al frente o acompañarles. Su VB-Rhino va hasta los topes pero nos podemos colgar con los arneses en el exterior si quieren potencia de fuego adicional. Les debemos la vida señores, ustedes deciden...

Finalmente había sido más fácil de lo que había parecido en un principio. Aún así, y aunque se alegraba de haber salvado a aquellos soldados, se mantenía en su decisión anterior. Había sido demasiado arriesgado.

Además ahora tenían que llevarse a los soldados con ellos. No iban a llegar con vida a la batalla desde allí ni de coña. Claro que tampoco es que les fuese a ir mejor si se quedaban y se unían a la misión.

En cualquier caso, están jodidos.

Al menos no iba a ser Frank el que tomase la decisión. O por lo menos esperaba no tener que ser él.

Dax escucho las propuestas de los Marines, y endureció el rostro, les habían dejado la decisión a ellos.

- Creo que hablo por todos los presentes, en que no es una decisión que podemos tomar nosotros, Soldados. Nosotros vamos en una misión ardua, difícil, posiblemente suicida. Agradeceremos toda ayuda, pero no podemos pedirle que vengan con nosotros. La batalla esta atrás y también es de importancia.  Como dije antes, no podemos pedirles su ayuda, aunque esta sea bienvenida. – hizo una minima pausa. – Sea lo que sea que elijen, por la gloria del emperador, que su presencia sea significativa. ¡Fuerza y Honor Soldados! –

Dio unos segundos para que decidan antes de reencender los motores del VB-Rhino, y continuar hacia el destino.

El hombre dudó un momento y luego sonrió:

- ¿Una misión suicida en nombre del Emperador? ¡Jamás me habría imaginado algo así en Estigma! - dijo con evidente ironía - Señores: les debemos una vida y los Deep Purple siempre saldan sus deudas ¿verdad muchachos? Además nos hemos quedado sin nave. Puestos a luchar en una batalla campal sin orientación ni misión yo me apuntaría mejor a resolver una misión suicida y, si sobrevivimos, esperar una licenciatura como héroes de guerra. ¿Qué me decís chicos?

Los otros se quedaron un momento callados. Quizás no compartían la misma emoción pero ¿qué más daba? No podían negarse a las decisiones de su oficial. Así que lanzaron las consignas esperadas mientras enganchaban sus arneses al VB-Rhino:

- ¡Por el emperador! ¡Sin miedo a la muerte! ¡Estigma será nuestra!

Parecía que el pelotón Pancreator se veía reforzado por otros cinco nuevos componentes.

Kaidan se alegraba de haber podido salvar a aquellos soldados pero estaba seguro de que no habían pasado desapercibidos. Miraba nervioso la espesura del bosque con el rifle entre sus manos.

- Será mejor que nos pongamos en marcha Dax-dijo en voz alta- Aquí somos vulnerables y no tendremos tanta suerte la próxima vez. Dejemos las celebraciones para los que sobrevivan a la misión.

Parecia haber contagiado de valor a aquellos hombres, y asintio, seria mejor para todos asi. Apreto el acelerador y fue por la ruta bordeando el bosque, protegidos con aquella cobertura.

Kratos se mantuvo en segundo plano cuando Dax les dejó la decisión a aquellos valientes. Cuando, finalmente el honor les hizo elegir acompañarles alzó las cejas. La guerra hacía extraños compañeros desde luego. Quedaba pendiente explicarles como era debido el alcance de su misión, que al mismo tiempo era bastante simple.

Se acercó hasta la cabina un momento y añadió: "Caballero Dax. Sois un hijodeputa afortunado tocado por el Pancreator. Al menos por el momento." -dicho aquello se volvió a la parte de atrás para volver a su lugar de vigilancia, aunque era Castiglioni quien mejor visibilidad tenía.

Kratos llegó a sentarse en el mismo momento en que el vehículo se introducía nuevamente en la maleza. ¿Era suerte o habilidad? Nadie podría decirlo a ciencia cierta pero estaba claro que Dax estaba acercándolos a su objetivo a gran velocidad. Sin embargo todo tiene un final y así sucedió con aquella trayectoria impecable.

Ante ellos se abría una grieta que parecía atravesar, como una herida, de un lado a otro todo el terreno ante ellos. Lo que más podría enfurecerlos es que no era una gran grieta: quizás no superase los seis metros de amplitud en su zona más ancha, pero imposibilitaba la continuidad del vehículo.

Por lógica en el lado occidental, el que llevaba al río, tenía que cerrarse en algún punto ya que de lo contrario era imposible que el caudal del río llegase hasta donde habían rescatado a sus compañeros. Pero ¿de qué manera? Puede que tuvieran que adentrarse en el propio río para continuar. O quizás hacia el lado oriental también se cerrase pero ¿a qué distancia?

El oficial Blackmore se descolgó del VB-Rhino para aproximarse a la grieta e informar:

- La profundidad es de escasamente unos tres metros. Resultaría fácil sobrepasarla a pie.- se dio la vuelta - Ustedes deciden señores.

Dax giró el volante y se dirigió hacia el río. Por pura necesidad la brecha tenía que hacerse allí menor para dejar pasar el caudal que vieron hacia el sur. Mientras conducía paralelo a ella, esquivando los árboles, los demás hombres revisaban sus armas cuidadosamente. Estaban cerca del nido. Mucho más cerca de lo que cualquiera de ellos habría esperado llegar con el VB-Rhino. ¿Cuánto duraría esa suerte?

Efectivamente la brecha se fue estrechando a medida que se acercaban al río hasta que en determinado punto era lo suficientemente estrecha como para cruzarla. Ni siquiera tenían que salir de la maleza hasta la orilla. Pero cuando el VB-Rhino giró todos se quedaron contemplando lo que había hundido en medio del río.

Era el esqueleto de una criatura descomunal, como si un enorme simio del tamaño de un edificio hubiera fallecido en aquel lugar. El esqueleto debía llevar allí décadas porque las plantas fluviales y los sedimentos lo mantenían semienterrado en medio del caudal de agua. El tamaño de aquella criatura hacía que los Bahamuts parecieran sus mascotas. Ninguno de los presentes había visto jamás algo tan grande vivo en Estigma.

- ¿Os imagináis eso infectado? - fue lo que el soldado Weismuller dijo en alto pero todos estaban pensando.

- Por el Pancreator...- murmuró el oficial Blackmore - Prefiero pensar que esas cosas se hayan extinguido aquí. Nunca nadie ha reportado nada semejante.

Dax miró de reojo la enorme criatura pero estaba enfocado en su misión: continuar por la selva hacia el norte, hacia el nido. Lo más lejos posible. Así que se encaró a la selva y volvió a avanzar con resolución. Le estaba pillando el truquillo a aquello de pilotar el VB-Rhino.

Durante unos cien o doscientos metros la espesura empezaba a cerrarse sobre el vehículo pero el Caballero de la Búsqueda seguía encontrando un hueco por el que colarse. Hasta que de pronto el suelo tembló bajo el vehículo. Los soldados que iban enganchados fuera empezaron a gritar:

- ¡JODER! ¡Se están moviendo las raices como si fueran serpientes!

Y efectivamente eran las propias raices las que se estaban levantando del suelo intentando atrapar al VB-Rhino como colosales serpientes. Raíces antiguas y profundas, de metros de longitud, que ahora se enroscaban como gusanos alrededor del vehículo.

-¡Joder Dax, acelera acelera! ¡Lo tenemos encima!-dijo el soldado al piloto mientras miraba por el hueco lateral como las raíces se acercaban al Rhino.

- Gracias Mi Señor de Hira- Respondió respetuosamente Dax. El sabía que el noble era su superior en rango a pesar de estar en casas diferenciadas. Y sabía que era un gran guerrero de fama, mucho mayor de lo que podía esperar el caballero. Pero si sobrevivía, muchos querrían su holo.  Siguió conduciendo, desviándose hacia la derecha.

Dax observo de reojo la enorme criatura que estaba ahí al costado. Eso era grande como una nave espacial Imperial. Como podía algo llegar a tener ese tamaño? Parecía similar a lo que le habían dicho la gárgola… Increíble. Si lo contaba, sabía que había gente que vendría a Estigia a ver ese espectáculo únicamente a pesar de los simbiontes. Pero tenía una misión, no debía distraerse.

El camino pareció lograr su cometido, y encontrar un recoveco, siempre. ¿Era su habilidad? ¿O suerte? ¿O una emboscada?. El caballero no podía decirlo. Pero intentaba afinar los sentidos. En todo caso

Luego los arboles empezaban a atacarlos. ¿Por qué no? Mosquitos Gigantes, Enormes criaturas,  y ahora raíces. ¿Que seguiría? ¿Tu propia comida querría comerte? Tu silla se correría cuando intentabas sentarte. ¿Que mas?

Jalo la palanca de cambios hacia atrás, dando potencia trasera al vehículo y presiono el botón para que el nitro diera potencia al blindado vehículo.

- ¿Alguien trajo una granada incendiaria? No seria mal momento de usarla.- dijo, sin perder la calma, el Caballero.