Partida Rol por web

- Fynn... - dijo el hombre con voz ahogada por el dolor. Bastian respiró hondo intentando descubrir de qué manera juntar las piezas con la nueva información recibida.

- ¿Quien es esa chica que nombra? ¿Desea usted que la busquemos? ¿Le preocupa por algo? - preguntó Bastian lentamente, poniendo especial cuidado en sus palabras. Fynn no contestó a ninguna de las preguntas, cuando Bastian apagó el megáfono sintió como un escalofrío le subía por la espalda. Algo había cambiado en Fynn, su horror inicial se había convertido en crispación y lo que Leiber interpretaba como el hipo normal de unas lágrimas desesperadas, en realidad eran temblores de frustracion. 

- ¡Rose! - su grito desgarrador provocó que todos contuviesen la respiración. Fynn se llevó las manos a la cara clavándose los dedos en el rostro. Se encogió de dolor sin dejar de chillar, con el ímpetu se venció hacia delante y la estrecha cornisa dejó de sostenerlo.

Desde abajo todos pudieron contemplar como a cámara lenta el suicida se precipitaba al vacio. De pronto, un miembro de Operaciones Especiales salía disparado por la venta en dirección al hombre, pero no logró agarrarlo a tiempo, su mano apenas llegó a rozar la ropa cuando este comenzaba un lento descenso hacia su muerte.

Unas manos salvadoras surgieron del piso inmediatamente inferior, otros dos miembros del equipo de Operaciones Especiales saltaron de la ventana amarrados con cuerdas al interior. Uno de ellos agarró a Fynn del brazo, venciéndose hacia abajo por el peso y su compañero recibió el tirón, provocándo un descenso de unos pocos metros hasta el tercer piso donde frenaron en seco. Fynn comenzó a patear y a moverse de forma desesperada, mientras que los dos hombres de operaciones especiales hacían todo lo posible por evitar matarse junto a él.

La avalancha de agentes hacia el interior del edificio no se hizo esperar.

Recuperando el valor perdido, Joel se dirigió en completo sigilo hacia la ventana, en tanto que su compañero Terence lo seguía, todavía preocupado por su actitud. Desde abajo, la voz de un agente volvía a hablar con Fynn.

- ¿Quien es esa chica que nombra? ¿Desea usted que la busquemos? ¿Le preocupa por algo?

Justo cuando Joel alcanzaba la ventana y veía el perfil de su hermano, tan cerca, apenas a un metro, la distancia de su brazo, su hermano profirió un grito de pura desesperación, provocándo dolor y pánico en Joel. Vio como su hermano perdía apoyo y caía, sin pensarlo se lanzó por la ventana, rozando apenas la chaqueta de Fynn. La había tenido entre sus dedos pero no había podido agarrarla... e incluso él mismo sintió que caía detrás de su hermano.

Terence lo agarró del cinturón impidiéndole caer al vacio. Pudo ver como Lyonel y Mike saltaban del tercer piso y frenaban milagrosamente la caída de su hermano al vacio.

- ¡Me cago en todo! ¡¡Arriba, arriba!! - oyó gritar a Stephen a través del auricular, para después escuchar los pasos de los agentes irrumpir en el piso.

Miró a Fynn a los ojos y su hermano levantó la mirada. Sus ojos se encontraron, Joel vio en los ojos de su hermano el horror y la desesperación, un terror que jamás había visto en él. Sus ojos estaban desencajados por el llanto, algo muy grave había ocurrido, algo que había impulsado al pacífico de su hermano a tirarse por el balcón de su casa. Lo que más miedo provocó en Joel no fue la mirada de su hermano, sino el echo de que estaba intentando soltarse del agarre de Lyonel, pateando desesperado por lanzarse al vacio. Pero sabía que su compañero no iba a permitir algo así. Terence tiró del cinturón y entraron de nuevo en la casa.

- ¡¡Murray, al tercero, ya!! - ordenó Stephen.

Alanis lo vió claro desde el principio, dijera lo que dijera el pobre Leiber, aquel hombre saltaría de la maldita cornisa, lo que no se esperaba era que fuera a tardar tan poco, aún no le había dado tres caladas al cigarrillo cuando el suicida se abalanzó sobre el vacío; Alanis no se lo podía creer, el desgraciado se iba a espachurrar contra el cemento sin remedio delante de sus narices. Rápidamente, su mente se planteo el apartar la mirada, pero no podía, algo dentro de ella quería ver el impactante desenlace que por fortuna no se dió, ya que miembros del equipo de operaciones frenaron su caída con perfecta profesionalidad, aquel hombre sobreviviría a aquella tarde, quién lo iba a decir...

En sólo unos segundos, una maraña de gente accedió al edificio con mucha prisa, Alanis miró a los dos agentes y a la psicologa y dió otra calada al cigarro, cómo preguntando que iba a ser lo siguiente, aún no sabía muy bien para que la habían llamado exactamente...

A Andrew le dieron ganas de darse de cabezazos contra un poste al oír la entrada de Leiber. "¿No le molestaremos mucho?". Venga hombre, ya de paso ¿por qué no te pones un collar de pinchos y eres su perrita? Joder Leibing, eres un puto poli y el no tiene control ya ni sobre su vida, dale autoridad. AUTORIDAD, coño. Que vea que aquí tenemos el control, aunque no lo tengamos. Que se lo crea, joder, que se crea que al menos alguien lo tiene en todo este puto caos. Oh, tío. No me digas que ha dicho en serio lo de "no hay problema que nuestro equipo no hay podido resolver". Que somos, ¿Mario&Luigi Soluciones Fontaneras? Joder, no hagas promesas que no puedes cimplir, Leiber, los suicidas son idiotas pero TANTO no.

Su mente registro ese nombre. Rose... ¿la novia, la mujer?. ¿Le ha dejado?. ¿Ha muerto? Joder, Leibing, "esa chica" no. Rose. Un poco de empatía, coño... ¿Qué había dicho también? Fynn. ¿Qué pintaba ese? ¿Cuernos? ¿Mi-mujer-me-la-pega-con-mi-mejor-amigo? ¿Otra cosa? ¿El puto caso del que nadie habla? Puede no tener relación, pero, ¿acaso no están aquí haciendo de Madre Teresa porque el tío tiene algo que ver con ese caso?. La mente de Andrew está lanzada en varias direcciones. Por una parte, poniendo verde a su compañero. Por la otra, registrando lo que parecen ser los hechos objetivos. Y por otra, la más activa ahora, intentando establecer conexiones que no se le hayan ocurrido, que no sean evidentes. Es todo especulación, no tiene datos en que apoyarse, y como Leiber siga así no los van a a tener, porque el tío se tira. Joder, como vuelva a decir otra cosa como lo de los problemas sin solución se sube él y se tira también.

Como si le hubiese leído la mente, el tipo va y se tira. La jodimos, piensa brevemente Thuling, justo antes de que los chicos del kevlar y las armas molonas logren detenerlo en plena caída. Oye, para ser una especie de grillaos pseudo-militares, hay que reconocer que a veces los tíos se ganan ese sobresueldo por cualificaciones especiales que les pagan. Andrew alarga un brazo y palmea la espalda de Bastian con aire comprensivo.

Tranquilo, Leiber. Estaba claro que el mamoncete ya estaba al límite cuando se subió ahí, y todo lo que hemos tardado en llegar hasta aquí no debe dehaber ayudado, precisamente. Joder, el tío poco menos que se estaba cayendo solo ya de tanto intentar agarrarse. Por lo menos hemos ganado algo de tiempo para los supermanes de kevlar lo trinquen, me imagino que cuando los psicólogos del departamento dejen de darle palmaditas en la espalda y tazas de valeriana podremos hablar con él a ver si nos enteramos de que va todo esto. Camaraderie entre tíos, doctora, ya sabe como somos... dice rápidamente mirando a Crowley con un aire de disculpa que no acaba de sonar del todo sincero.

De todas formas, yo al menos sigo sin tener muy claro que hacemos exactamente aquí, esto no es exactamente que vaya con nosotros. Salvo que se esperasen que al verme las pintas que llevo se diese cuenta de que hay gente a la que la vida le ha tratado peor o se entretuviese mirándole las tetas a la agente Alanis- eh, Dios sabe que con la mayoría de tíos que conozco funcionaría- no sé que coño tenemos de especial para estar aquí, salvo tu compañero, Bastian. ¿Te suenan de algo esos nombres, Rose y Fynn? ¿A alguien?- dice, mirando inquisitivamente a los presentes en el pequeño conciliábulo que han formado.

Alanis funcio el ceño al oir el comentario de Thuling, sabía que le habían gustado sus tetas por la cara de gilipollas que había puesto al verlas, pero lo que no le gustaba, era que se tomara esas confianzas con ella tan pronto, sin apenas conocerla, ¿por qué todos los hombres eran tan gilipollas? ah, eso ya lo había pensado antes. La mujer tiró el cigarro con un habil movimiento de dedos y contestó al forense listillo sarcasticamente -Que tú tengas aceptado ser un puto perdedor no significa que yo no valga para otra cosa que para mamarla, Thuling, aunque me jode reconocer que yo tampoco se muy bien lo que hago aquí...- A diferencia del humor inteligente, estaba más que acostumbrada a esa clase de referencias sobre su persona, en los ambientes en los que se movía, la mayoría de hombres creían estar por encima de sus putitas drogaditas, y por ello las trataban cómo una autentica mierda, ella misma había dejado alguna vez que lo hicieran pero no estaba dispuesta a que el empollon se divirtiera con ella. -¿Vamos a trabajar un rato?- dijo refiriendose a Leiber, que parecia divertido después del susto, y a Crowley con la mirada?

Hay que ser un puto perdedor para hacer bien mi trabajo, señorita- replicó Thuling sin dar muestra alguna de que el exabrupto de Berling le hubiese afectado en lo más mínimo. Le habían dicho a la cara cosas mucho peores, y sabía que las que le soltaban eran poco menos que insultos de patio de colegio comparadas con las que decían a sus espaldas. Para la mitad del departamento, Adrew era un maníatico arrogante que parecía disfrutar sádicamente jodiendo la marrana a todos por igual. Para la otra mitad, tendría que estar en el frenopático más cercano. Los ganadores ahora mismo están en Quantico, en un despachito muy cuco con posters motivacionales y juegos de bolitas para ejecutivos en la mesa, intentando descubrir en qué piensa un terrorista islámico cuando no piensa en follarse cabras, a su madre, o a las dos a la vez. Mientras tanto, los que no somos unos pijos de Princeton  a los que les mola hacerse pajas mentales y preferimos dedicarnos a encerrar a los chicos malos, estamos por aquí en Nueva York comiendo mierda y a veces haciendo algo de trabajo serio. Viendo como reacciona, me da que no necesito explicarle para nada lo de la parte de comer mierda, que ya le ha tocado hacerlo bastantes veces. Así que ahora que todos nos hemos medido mutuamente las pollas, con perdón, y hemos meado en nuestras esquinas, y todos sabemos que somos unos muchachos duros y malotes que no aguantan las tonterías, ¿qué tal si volvemos al tema principal del día, a saber, qué coño hacemos aquí?.

Uno de nosotros tendría que informar a Medina. El nos mandó aquí, así que querrá saber que nuestro campeón del mundo de vuelo sin motor está a salvo, por no mencionar que será él quien tenga que patear algunos culos para que nos dejen interrogarle, si es que queremos saber de qué va esta vaina. O a ver si, ya de paso, nos dice que se supone que tenemos que hacer ahora. ¿Algún voluntario?

Me sentía desolado, no había podido salvar a mi hermano a pesar de haberlo tenido al alcance de mi mano...lo había rozado con mis dedos, yo debería haber sido quién lo salvara de las garras de la muerte, menos mal que al menos mis compañeros no fallaron en su objetivo y consiguieron cogerlo a tiempo eso me produjo un breve alivio, pero segundos después tras abandonar el borde de la ventana una inmensa sensanción de vacio y tristeza inhundo mi cuerpo, al recordar aquella mirada...que reflejaba horror y desesperación ¿Que demonios había ocurrido? y por si fuera poco sino hubiese sido por Terence yo tambíen me habría matado

Solte un fuerte suspiro y cerre fuerte los ojos ¿Donde estaba Rose?¿Qué le había pasado? esas preguntabas bombardeaban una y otra vez mi mente que en conjunto a la visión de ver a mi hermano intentando escapar del agarre de mis compañeros para caer y matarse producían fuertes punzadas en mi pecho, alzé la vista y mire fijamente a Terence se reflejaba la aflicciónen la cara aunque intentase disimularlo, me acerque a el y coloque una mano en su hombro

-Te debo una...gracias

Después cambié mi mirada hacía la ventana cuando de pronto escuché la voz de Stephen por el intercomunicador y asentí a mi mismo levanté la cabeza y mire a Terence nuevamente, cambiando mi semblante de tristeza por el que siempre me caracterizaba serio, duro y profesional

-A sus ordenes

Dicho esto salí del apartamente rumbo hacía el tercer piso donde se encontraba mi hermano y el resto del mundo, aquellas preguntas continuaban bombardeando mi mente una y otra vez castigandome mientras me culpaba por haber fallado y no haber podido cogerlo era un fallo que iba a tardar en perdonarme a mi mismo o tal vez no me lo perdonara nunca ellos nunca me habían fallado y yo le acaba de fallar ese día al no poder atraparle a tiempo, quizas el tampoco me lo perdonase nunca.

Continue avanzando decidido necesitaba averiguar que estaba pasando necesitaba hablar con mi hermano,hallar respuestas.

Alanis se quedo conforme tras las palabras de Thuling, sabía que el comentario había sido una especie de broma y, viendo lo estirado que era, no le extrañaba que hubiera sido desafortunado, así que decidió no darle mayor importancia.
Por otro lado la mujer oyó la proposición de hablar con Medina, ella no lo creía necesario, sin duda se iba a enterar en seguida que los de operaciones especiales habían salvado al suicida y si los había llamado era porque quería que se pusieran a investigar el caso así que habló con los que por ahora parecían sus nuevos compañeros -A mi desde luego no me suenan de nada...Yo puedo hablar con Medina, aunque no creo que haga falta, si estamos aquí es porque él nos ha llamado, así que... vamos a hablar con el tal Fynn, hay que saber quién es esa Rose y enterarnos de donde trabajan, donde comen, si follaban o no y que les ha pasado para llegar a esto ¿supongo que en el rato que no hemos estado te habrán pasado algún informe, no Crowley?-

Joder, ¡que cabrón! Se ha tirado, tú. Leiber permaneció de piedra mientras observaba la escena completamente congelado por el pánico momentáneo. Un instante más tarde y con un gran suspiro interior de puro alivio comprobó que, después de todo, no era el único con ganas de trabajar. Esto saldrá en las noticias de la noche. Se lamentó. Cuando los chicos de azul hubieron entrado a tipo aquél llamado Flynn, e intentando no aparentar el sobrecogimiento que le había atenazado un instante antes, bajó los brazos que sostenían el megáfono dejándolos caer y viró su atención hacia los demás presentes. En ese instante le vinieron a la mente retazos de la conversación que habían mantenido Andy y la chica nueva ¿Alanis se llamaba?

-Lo siento chicos me lo he perdido. ¿Yo también tengo esquina en la que mear?- Dijo a modo de saludo, sin evitar cierto deje apesadumbrado en la voz. Sin esperar repuesta comenzó a andar no muy deprisa hacia el edificio esperando que el grupo le siguiera hacia el interior. -No es por nada Andy, pero es muy típico de vosotros, los chicos delas tres siglas, llamar a casa cada tres pasos para pedir indicaciones de los siguientes tres.- Sabía que el comentario no era muy justo con él, pero no era de lo que se trataba. Entonces volvió a echar un vistazo a la tal Alanis y le dedicó una sonrisa cortés sin demasiado animo, como queriendo disculpar su descortesía al haberla ignorando hasta ese instante. - Vamos a ver qué conseguimos averiguar...- Añadió buscando con la vista al agente Simmons.

Los curiosos habían aplaudido la intervención de los chicos de Operaciones Especiales con mucho entusiasmo, mientras los pocos policias uniformados trataban de disolver la concentración de gente. Bastian consiguió distuingir al agente Simmons y se acercó al muchacho.

- Ah, señor Leiber. Medina me dijo que cuando terminasen aquí, se reuniría con usted, su compañero y la agente Berling en el piso del hombre... es el 4º... - explicó. - Es todo lo que sé...

Joel bajó al tercer piso y contempló como dos enfermeros entraban corriendo para atender a Fynn. Su hermano se retorcía entre gritos coléricos en brazos de sus compañeros y solamente la aguja con el sedante logró calmar sus convulsiones. Con extrema precaución, subieron el cuerpo inconsciente de su hermano a la camilla, lo ataron con correas y aplicándole oxigeno con un globo, lo sacaron del piso. La familia que allí vivía estaba un poco sorprendida por el repentino asalto de los de Operaciones Especiales.

- Murray - la mano de Stephen sobre su hombro no fue tan reconfortante como esperaba. - Tienes que subir al piso de tu hermano, no sé por qué razón, pero me han dicho que vayas allí y esperes nuevas órdenes.

Observe entre aterrado y triste la escena en la que reducían a mi hermano y lo sedaban hasta dejarlo completamente inmovilizado ¿Había perdido la cabeza? ese no podía ser mi hermano, negue con la cabeza un par de veces respirando hondo intentando sentir que mis pulmones se llenaban de aire pués en ese momento me sentía totalmente vacio no conseguí articular palabra ante tal escena.

La mano de Stephen se poso en mi hombro y me hablo, yo le mire serio y fijamente intentando ocultar que realmente estaba destrozado,asentí serio

-A sus ordenes

Le salude marcialmente y me retire saliendo nuevamente del piso, pensando en que querrían ahora los muchachos, sin duda aquel día se estaba conviertiendo en una autentica pesadilla afirmaría con certeza si dijese que era la peor jornada de toda mi vida, subí las escaleras a trote para no hacer esperar al resto en el piso de arriba.

Alanis no necesitaba oir más, las palabras del agente Simmons confirmaban lo que ya sabía, que Medina se iba a reunir con ellos en el piso del suicida. Decidida y sin decir nada más, la mujer comenzó a subir las escaleras a buen paso, moviendo el trasero ritmicamente y atrayendo la atención de los hombres que la seguían o que se cruzaba, muchos de los cuales se giraban descaradamente a mirarla ya que no era muy común alguién cómo ella en tales circunstancias.

Genial. La montaña viene a Mahoma. No pasan ni diez minutos desde que el mamoncete se tira y Medina viene a ponernos el siguiente paso en la bandeja. Esto si que es un servicio de habitaciones, y no lo el del hotelucho que pillo cuando me paso por Nueva Jersey. Me estoy planteando enviar a alguno de los chicos de uniforme a por una mariscada, solo por ver si funciona. En fin, mejor para nosotros, supongo. ¿Vamos a ver si trabajamos un poco? Yo todavía no tengo la impresión de haber hecho nada desde que llegue.

Sin más ceremonias, Andrew empieza a subir tras Berling por las escaleras. A ver si de una vez se enteran de que coño hacen aquí...

Aunque bien pensado, tampoco hace falta darse mucha prisa. Es pecado tener prisa cuando se tiene un culo tan potente justo delante tuyo.

La primera en llegar al piso del suicida fue la agente Berling. Esperaba encontrar allí a Medina y sin embargo, lo que encontró fue un agente de Operaciones Especiales sentado en uno de los sillones con la cabeza hundida entre las manos.

Cuando Joel vio entrar a la mujer, inmediatamente se puso en pie.

Berling estudió al chico de arriba a abajo, era un muchacho afroamericano de casi dos metros de altura y unos hombros muy anchos, que iba ataviado con todo el material de oficio. Parecía un tanto afectado por la situación y si no fuese por el color oscuro de su piel, Alanis juraría que estaba un poco pálido. Joel tan solo pudo apreciar que Alanis era una mujer atractiva con una vestimenta un tanto llamativa para... ¿su edad?

Tras ella apareció Andrew, seguido de Bastian. Los dos agentes observaron el salón del suicida y repararon en el chico de Operaciones Especiales que parecía estar allí esperando algo... o a alguien. Este les devolvió la mirada igual de confuso.

Alguno tendría que romper el hielo...

Alanis entró en el piso sin pensarselo dos veces, estaba impaciente por que Medina les contara los pormenores del caso de una vez, pero al entrar, lo que se encontró fue a un joven de raza negra sentado en uno de los sillones del comedor con cara y actitud cansada -Vaya, parece afectado... y eso que la cosa ha ido bien- pensó al verlo. El hombre se levantó en seguida, era alto y muy fuerte, más aún con toda aquella armadura puesta encima, y es que  la cabeza de Alanis, sin ser bajita, sólo le llegaba a la altura del pecho; la agente se quedó un poco parada ante él, que la observó también descolocado al encontrarla fuera de lugar, con su chupa y sus jeans ajustados -Buenas- empezó a hablar resuelta después de la confusión inicial y ya que había entrado la primera, Alanis no era de las que se dejara amedrentar por la apariencia de nadie, aunque tenía que reconocer que aquel chaval imponía bastante -¿Está Medina por aquí? Nos han dicho que nos estaría esperando, soy la Agente Berling- acabo por afirmar tendiendole la mano. Pensaba que la gente de operaciones especiales había hecho un muy buen trabajo pero no era tan simpatica cómo para soltarselo a las primeras de cambio...

 Siguiendo las indicaciones del agente Simmons subió detrás del grupo hasta el piso. Una vez allí observo al hombretón que les recibía poniendose en pie, al que no prestó mucha atención, y a Berlin tomando la iniciativa. No tenía nada en contra, en temas de trabajo contra más rápido y sencillo se haga todo, mejor. Saludó a los presentes con un ligero gesto de cabeza y volvió a quitarse y guardar las gafas. Entonces buscó a su alrededor con la mirada a su superior, en vez de esperar respuesta. 

Estaba nuevamente sumido en mis pensamientos pensando en todo lo sucedido cuando de pronto una mujer accedio a la sala, inmediatamente abadone todo lo que mi mente ocupaba, a pesar de todo aún conservaba la cara desencajada, intente parecer lo mas serio y firme posible y la mire fijamente, sin duda para ser una mujer madura como parecía se conservaba muy bien, y también tenia una curiosa y moderna forma de vestir nada que ver con otras mujeres de su edad

-Hola

Dije tan firme y claro como me fue posible mientras deslice uno de mis pies hacía un lado para tener una posición aún más firme compuesta y estructurada, escuche atentamente sus palabras y negue con la cabeza

-Aún no a llegado nadie,yo también le espero

Después cojo aire profundamente sin quitarle la mirada de encima siempre clavada en los ojos de la mujer

-Agente Murray

Le digo asintiendo con la cabeza intentando hacerle ver que era un placer conocerla,aunque hubiera preferido conocerla en otras circunstancias, no tenia el humor ni la moral necesaria para entablar conversación con nadie mi semblante ahora se mostraba serio e impasible o eso pretendía, después observo al hombre que acaba de entrar tan solo hago un gesto con mi cabeza para saludarle, el no se había pronunciado yo tampoco tenía muchos animos de hacerlo

Medina los había reunido en aquel piso, sin embargo, el teniente aún no había hecho acto de presencia. Mientras Alanis se presentaba a Joel, Andrew tan solo hizo un gesto con la cabeza que bien podría haberse considerado un saludo y entró en el apartamento con tanta naturalidad como si fuese el apartamento de su compañero Bastian. El agente Leiber todavía estaba conmocionado por el intento de suicidio por lo que no prestó demasiada atención a su compañero cuando este se puso a husmear en el piso. 

- Me juego la placa a que por aquí hay algo que nos ayude a descubrir porque ese tipo quiso practicar el vuelo sin motor... - comentó Andrew con su carácteristica forma de hablar. Se acercó a una mesa sobre la que había una fotografía, en la que se mostraba a dos personas, una de ellas era el suicida y la otra persona era una mujer de raza negra de cara redonda y labios carnosos.

- Seguro que esta debe de ser Rose - comentó mostrando la foto a sus compañeros.

Por cierto, yo soy el agente especial Andrew Thuling. Mi compañero mudo es Bastian Leiber. Normalmente habla, pero hace poco descubrimos que fue adoptado ilegalmente en Corea del Norte y todavía lo está superando. Dele tiempo.

Buen trabajo con nuestro amigo, por cierto, debería añadir. Han salvado el día, y creo que el barrendero de la zona tiene una deuda de gratitud con ustedes. Hmmmmm...- puso la foto en la mesa, de forma que fuese visible para todos, a la vez que pensaba en voz alta. Supongo que esa es la tal Rose, la que no hemos podido localizar. Quizás tenga algo que ver con el intento de suicidio, ya sabéis, es una corazonada de esas que no se apoya en ningún hecho contrastado... por lo común, la gente tiende a suicidarse a causa de un ser querido cuando sabe con certeza que le ha pasado algo demasiado horrible para afrontarlo, ya saben, que se les muera el canario o les venga la pitopausia... cosas de esas.

Si fuese así, normalmente antes de decidir ahogar sus penas en alcohol a aplastarlas contra el cemento habrán intentado hacer algo, o más probablemente que nosotros hagamos algo por ellos. Denuncias, incidentes violentos relacionados con esa persona, lo que sea... con todo el tiempo que el tipo ha estado contemplando el paisaje, me extraña que no haya salido nada en los registros, aunque quizás no debería extrañarme tanto viendo que probablemente el tetris tendría lag en el ordenador más moderno de nuestra comisaría, y eso si los agentes recogiendo las denuncias supiesen escribir "Tetris" sin faltas de ortografía.

Sea como sea, a nosotros lo único que nos dijo medina es que este tipo tenía que ver con el famoso caso Wilson. Me pregunto por qué consideró más importante que supiesemos eso a, por ejemplo, quien coño es Rose, es una línea de pensamiento más lógica... vamos chicos, echadme una mano. Soy como House, necesito que me lleven la contraria. Bueno, soy más guapo que House, no se puede tener todo.