Partida Rol por web

La taza siguen en mis manos, miro y escucho la conversación a mi alrededor, casi me pierdo entre tanto ofrecimiento de ayuda, de dinero, de acompañarme de nuevo. Empiezan a discutir cuándo partir, si ahora, si mañana, si más tarde, si...

No, no tengo más familia...

Bajo la mirada a la taza de té, están hablando de mi hermano, de Bambú, es mi hermano, no es... eso...

¿Pretendéis matar a mi hermano? 

Levanto la vista y arrugo ligeramente el entrecejo, tan ligeramente que apenas se nota, más que en un  pequeño cambio de expresión.

¿A la única familia que me queda?

Suspiro, de nuevo, seguro que tiene que haber alguna otra manera, no la conozco, pero debería haberla.

Necesito descansar, he caminado todo el día y parte de la noche, no se si... si puedo volver allí tan pronto.

Bajo la vista al té, bebo un poco más, ya casi se me está terminando.

Bambú huyó, no se dónde, volver... no queda nada de casa, no queda... nada, sólo los campos, el jardín... mis cosas, las de padre y madre, las de Bambú, todo se ha quemado. Me dijeron que... mejor venir aquí, a intentar hablar con el magistrado, o con quien fuera, no lo se, murmuraban cosas por lo bajo, no querían explicarme, creo que tienen miedo.

Al cabo de poco rato el posadero sirve una nueva tetera.

El tiempo ha pasado y ya es avanzada la tarde.

- Yo no voy a esperar que pase más tiempo. Si queréis salir ahora en la barcaza, contad conmigo, sino, tendré que partir sólo hacia el lugar. Después podréis encontrarme, pero necesito ver las cosas con mis propios ojos. - Dijo Mazo con el rostro serio.

No podía dejar pasar el tiempo.

Si el tiempo pasaba, tal vez el engendro ya no estuviera allí.

O alguna otra persona ya lo habría capturado.

- Dulce doncella, sé que es vuestro hermano y si no deseáis que muera, lo acepto. Será capturado vivo. -

O se intentará.

Mazo nunca había intentado capturar a alguien vivo. Tal vez sea un nuevo reto para él y para su arma blanca que brilla con el sol.

CONSIDERACIONES DIVERSAS:

- Martillo Blanco no es rápido, no es un corredor, pero es recio y vigoroso. Puede caminar durante horas sin detenerse a descansar o a comer, y puede beber agua de su pellejo sin detener su avance. Probablemente podría hacer el mismo viaje al mismo ritmo incluso sin agua. Avanzando a paso continuo por carretera debería de llegar (si sale ahora mismo ya) a primeras horas de la tarde a Arrozal número uno.

- Por tierra hay más probabilidad de encontrar bandidos que por río, afortunadamente el Templo de los Cinco Dragones exterminó una gran banda de bandidos en esta zona hace pocos meses. Es probable que el viaje resulte tranquilo incluso por carretera.

- Saliendo justo al alba en barcaza, y tras una breve ofrenda y oración a Hu, debería de ser más rápido el viaje que por tierra. Es contra corriente y la duración exacta del viaje depende del capricho del dios Hu. Sin embargo, suponer que la barcaza llegaría a últimas horas de la tarde o cerca del ocaso es bastante aproximado.

- En la barcaza hay provisiones suficientes para todos (principalmente arroz). Cualquiera con la habilidad Supervivencia puede intentar también pescar (aunque debería de hacer una pequeña ofrenda adicional al dios Hu por ello). El posadero os puede suministrar carne seca, verduras, té y sake para el viaje.

Riqueza Efímera no había conseguido convencer a Mazo y Dulce Loto parecía abrumada por todo lo que estaba pasando a su alrededor, y preocupada por lo que Mazo pudiera hacer. Si Bambú había sido poseído por algún tipo de demonio, ¿era Mazo el más adecuado para enfrentarse a esa amenaza?

- Mazo-sama, por favor, considere las palabras de Riqueza una vez más. Es mejor que vayamos todos juntos.

- Riqueza, puedo empezar a preparar el equipo para el viaje.

Era ya tarde, pero si empezaba a preparar la barcaza ahora podría aprovechar los últimos rayos de sol.

- Señorita Dulce Loto, si necesita algo, permítame ayudarla, volveré enseguida.

- Autómata, no es por despreciar, pero detenernos a esperar no es mi forma de ser. Ni siquiera es parte de mi forma de vida, la verdad. Pero todo sea dicho, si queréis esperar, adelante, no voy a oponerme a vuestras desiciones, sobre todo, por qué ni siquiera os conosco. - Dijo Mazo, siempre sincero. - Esperar sería contraproducente, y sé muy bien de lo que hablo. Se podría salir ahora, en la barcaza y descansar en ella durante el viaje, pero si seguís con la idea de partir mañana, por mi parte, partiré ahora mismo en esa dirección. ¿Quién sabe? Tal vez me retrase por el camino, pero no aguanto un minuto más en esta posada ni estar encerrado entre esas cuatro paredes. -

Mazo se levantó de la mesa haciéndole una reverencia a los que allí estaban sentados a modo de saludo respetuoso.

- Con vuestro permiso. -

El grandullón se dirigió a su habitación, en dónde se prepararía sus cosas en un petate pequeño, para no retrasarse mucho en el viaje. No era mucho tiempo de caminata, en realidad, podría ir a paso ligero la mayoría del viaje y suponía, tal vez errado, que no lo asaltarían en su camino, pero esas cosas nunca se sabían a ciencia cierta.

Y la verdad, es que el bueno de Mazo estaba deseando volver a las andadas.

Al escuchar la respuesta de Dulce Loto cerré los ojos y ante mí aparecieron imágenes de un lugar y tiempo inciertos. Para mí no había ya más dudas, si ella quería descansar así sería. Poco me importaba lo que el resto hiciera, si se quedaban o se iban. Yo permanecería en la capital para protegerla y si por la mañana se decidía a regresar a su casa la acompañaría.

Vi al guerrero alejarse de la mesa y entonces intervine, tal y como hasta entonces había hecho, sin tomar asiento.

- Yo me quedaré en la capital. Ya es tarde, pero antes de que anochezca quiero pedir a mi amigo que comience en cuanto antes con el papeleo para que pueda recuperar sus propiedades. Si no le importa.- me apresuré a añadir.

- Martillo Blanco y Maestro Garra de Halcón salen de la Posada del Viajero Feliz.

- El primero se dirige a la Puerta Este de la ciudad, el segundo al barrio alto, en busca de su amigo letrado.

Todo listo.

La puerta Este se abre ante la mirada perdida en el horizonte de Mazo, tenía un largo camino por delante, pero él sabía que podía tranquilamente realizar el recorrido en un tiempo bastante corto. Era un hombre fuerte, y no necesitaba descansar durante todo el recorrido, sin embargo, tenía que guardar fuerzas por cualquier problema que pueda surgir en el camino.

El gigante con el mazo de jade blanco caminó y traspasó la puerta, adentrándose en el camino.

- No entiendo como pueden darse el lujo de esperar. - Dijo para si mismo mientras caminaba.

AÑO: 761.

LUNA: Menguante.

ESTACION: Aire.

MES: Aire Ascendente.

DIA: 1.

HORA: Hora previa al Crepúsculo.

- "Escuché lo sucedido en el juicio, Pequeño Halcón. Ya te advertí de que el Magistrado le daría la razón a quien percibiera como el más poderoso.

Respecto de lo que me has contado sobre la señorita Dulce Loto, no debes preocuparte. Haré mis averiguaciones y conseguiré todos los documentos necesarios para la reclamación de su herencia una vez volváis con las pruebas sobre el crimen perpetrado por su hermano Bambú.

Te deseo la mejor de las suertes, que los dioses y el espíritu de tu padre velen por ti." -

- Ah, la impaciencia de la juventud - dijo Riqueza viendo marchar a Martillo Blanco -. No llegará antes que nosotros y se arriesga a cualquier obstáculo. Y en cuanto a Maestro Garra de Halcón, me temo que su orgullo le puede. Emisario, gracias por tu invitación pero va siendo hora de retirarse a descansar. Y mi querida muchacha, te sugiero hagas lo mismo. Mañana será otro día. Emisario, esta es una situación incómoda. Garra de Halcón ha ido a la búsqueda de un letrado que trate de solucionar los asuntos de la hermosa Dulce Loto, obviando tu propuesta de ayuda en ese sentido. Sea como sea, nosotros, Patán y yo, partiremos al alba. Si deseas acompañarnos, serás bienvenido. Buenas noches a todos - dijo con una leve inclinación de cabeza.

Doy el último sorbo al té, poso la taza en la mesa, miro a mi alrededor, una vez Martillo Blanco se ha ido. Mis ojos caen en el Maestro Garra de Halcón, no se cómo, pero confío en él, en que... no lo se, pero asiento a sus palabras, no se si servirá de algo, pero por lo menos podré saber qué hay que hacer en estos casos.

Miro al Carroñero, que parece tener todo claro, medito mi respuesta, mientras me sirvo un poco más de té, todavía me tiemblan un poco las manos, pero no lo suficiente como para derramar ni una sola gota fuera.

Sí, necesito descansar...

- Riqueza Efímera, Emisario del Dragón y Dulce Loto se retiran a descansar a sus respectivas habitaciones.

- Patán Sabio no necesita dormir, le basta con sentarse y reposar, por lo que se retira a la barcaza amarrada en el puerto fluvial, protegiéndola así contra posibles ladrones nocturnos.

- Tras hablar con su amigo Niom Ong Yu, Maestro Garra de Halcón regresa a la Posada y duerme en su habitación.

- Transcurre la noche.

AÑO: 761.

LUNA: Menguante.

ESTACION: Aire.

MES: Aire Ascendente.

DIA: 2.

HORA: AL ALBA.

Siguiendo vuestras instrucciones de la noche anterior, la hija del posadero os despierta poco antes del alba.

PATAN SABIO:

- Con la llegada del Amanecer comienza a prepararlo todo para el viaje.

El Posadero os entrega un saco de verduras frescas, una bolsa con hojas de té, varias vasijas llenas de sake, varias piezas de carne seca en salazón y bolas de arroz dulce.

Os indica que vuestras cuentas están saldadas y que estáis en paz. Os desea buen viaje.

RIQUEZA EFIMERA:

- Si Mazo fuese un humano normal seguramente no llegaría antes que vosotros, pero siendo un Aspecto Tierra especialmente robusto y resistente es probable que haya caminado toda la noche, por lo que os lleva una enorme ventaja y seguramente sí llegue al pueblo varias horas antes que vosotros.

- Lo cierto es que no habías previsto esta posibilidad en concreto.

Al alba, Patán Sabio volvió al hostal y fue despertando o avisando a los compañeros de viaje.

- Señorita Dulce Loto, ¿ha podido descansar? Por favor, déjeme cualquier cosa que quiera llevar consigo y la llevaré a la barcaza. Aproveche para comer algo antes de salir, le vendrá bien.

- Emisario del Dragón-sama, por favor, déjeme su equipaje.

- Maestro Garra del Dragón, espero que pueda contarnos pronto cómo le fue con su amigo el magistrado. Si me deja su equipaje lo llevaré a la barcaza.

- Riqueza, estoy cargando todo en la barcaza y preparando las amarras. En cuanto haya terminado volveré al hostal a avisar de que todo está listo para partir.