Partida Rol por web

La Compañía Los Chicos de Tamara.

Os encontráis en una pequeña aldea al sur de la Costa de la Espada.

Después de conoceros en el reino de Cormyr y de compartir varias aventuras, la última de ellas os ha traído a la Aldea de Ciervoblanco.

Un pequeño poblado cerca de la frontera con las Tierras Centrales que querían contratar los servicios de unos aventureros. En unas montañas cercanas se habían asentado una pequeña tribu de kobolds, y llevaban mucho tiempo acercándose a la aldea a robar ganado.

La paga no era buena, el enemigo casi de risa para el poderoso grupo, o por lo menos esa fue la impresión que le dio a la Compañía cuando aquel granjero les pidió/rogó ayuda. Pero después de una noche de consultar con la almohada a uno de vosotros se le ocurrió ¿y por qué no?.

Cormyr ya estaba saturado y cada día era más complicado encontrar encargos a realizar. Si seguían así tendrían, incluso, que plantearse el tener que buscar un oficio.

Ante este panorama decidieron aceptar la misión.

La aldea era pequeñita.Grandes casonas desperdigadas, con grandes campos de cultivo y granjas. Con un centro algo más poblado, con unas pocas casas juntas.....la posada/taberna/tienda, la herrería, una pequeña ermita y tres casas más. 

Ralph, que así se llamaba el granjero, os condujo hasta el alcalde de la aldea, Goram, un tipo gordo y grasiento, de esos que no dejan de sudar, con el pelo pegado y las manos untuosas al tacto.

Os explican de qué se trata el trabajo, incluso os proporcionan un pequeño mapa con una gran X, donde señalan la cueva donde viven las criaturas.

Cumplís el trabajo sin problemas, sin heridos ni bajas. Las débiles criaturas no fueron rival para vosotros.

A la llegada a la aldea sois recibidos como héroes, os agasajan con flores y regalos, y organizan una gran fiesta en la plaza del pueblo en vuestro honor.

Relajados y tranquilos os disponéis a disfrutar del festival, una gran cena para unas 100 personas, música y baile.

Comida y vino en gran cantidad, alguna moza dispuesta a pasar la noche en un pajar con alguno de los héroes (algún mozo para Tamara también, pretendiente al menos, ya que la elfa no se rebajaría a tener nada con un humano...y menos granjero), hace que paséis una noche de risas y festejos.

La posada era muy pequeña, con tres habitaciones sólo. Una para Tamara y las otras dos para los demás.

Poco a poco os vais despertando. El sol se cuela por la ventana y hace que os piquen los ojos. A pesar de la gran comilona de anoche, el olor a comida recién hecha que inunda toda la posada os abre el apetito y os termina de convencer para salir de la cama y bajar al salón.

Después de pasar una noche de festejos, rodeada de paletos y vino de calidad realmente cuestionable, decides irte a descansar.

Lo haces reticente.

Las dos últimas noches no has conseguido dormir bien. Las pesadillas han alterado tu sueño. Imágenes de terremotos, casas derruyéndose, personas muriendo, niños llorando enturbian tu descanso. 

Al final consigues conciliar el sueño.

En medio de la noche despiertas ahogando un grito, otra vez las mismas imágenes, pero esta vez había habido algo más.

Una imagen de un anciano de barba blanca que te habla....Tamara.....Aguasprofundas......Bajomontaña.....ayuda.

Lo recuerdas perfectamente...Bajomontaña... te viene a la cabeza un nombre...Halaster...el mago loco.

Un sólo pensamiento anida en tu mente...tengo que ir a Bajomontaña. El tono del anciano era de solicitar ayuda, te necesitaba y tenías que ir allí.

Ahora tenías que contárselo a tus compañeros, una visión, un mago loco, a ver cómo les convencías...Bajomontaña....riquezas inimaginables, grandes objetos mágicos, fama, a lo mejor no era tan difícil.

Lo único claro que tenías es que había que ir a Bajomontaña cuanto antes....menos mal que no estaba muy lejos de vuestra situación actual

A Gunnar le dolía la cabeza horrores. Posiblemente anoche hubiese ingerido una o dos jarras más de las que acostumbraba. Lo cierto es que había perdido la cuenta allá por la... quince... ¿o era la dieciséis? En fin, ¡qué más da! La jaqueca era realmente insoportable a esa hora de la mañana.

Sobresaltado, Gunnar se incorporó repentinamente para comprobar de primera mano con quién había dormido.

-¡Puff! ¡Menos mal!

Los dos enanos habían decidido compartir habitación por afinidad, aunque (si la memoria no le fallaba) al enano escudo le hubiese gustado más acostarse junto a la esmirriada y repulsiva Tamara. ¡Lo que es capaz de conseguir el alcohol! Por fortuna todo parecía en su sitio y Tordek roncaba en su camastro como un niño. No había nadie más en la estancia.

-¡Vamos, vamos! ¡Arriba! ¿No lo hueles o qué? El desayuno está listo.

-Venga, te espero abajo. Y no tardes. Recuerda, ahora somos "héroes". ¡Ja!--concluyó burlonamente el brujo arcano mientras cerraba de un sonoro portazo para encaminarse al piso inferior.

-¡Au! Mi cabeza... No pienso volver a probar la cerveza. ¡Lo juro!

Tordek pega un respingo ante los gritos que le llaman... 

Por Moradin...- su cabeza le dolía horrores, la comida la sentaría mal suponía. Mientras se levanta, ve su compañero se marcharse.

Ahora voy, ahora voy- piensa, mientras se levanta torpemente. Aún se encontraba dormido... su estomago rugió con fuerza, tenía hambre, y eso le despertó. Comenzó a vestirse y acabado de ponerse su armadura, cogió el resto de su equipo y se encamino hacia el piso de abajo.

Espero que el desayuno este listo- grita- sino van a rodar cabezas.

Y es que no se juega con el estómago de un enano.

Al bajar las escaleras un poco tambaleantes todavía, el olor a comida recién hecha se intensificó.

Vamos, vamos que se os enfría.- la señora Braun, la posadera, os hace gestos con el cazo.

Sentaros, claro como a la juventud ahora sólo le importa quedarse de fiesta en las verbenas hasta las tantas.- cojió una olla del fuego y la uso en la mesa... tenéis carne, verdura y un pastel de boniato que he preparado para luego. ¿Y vuestros compañeros?

Menudo cuchitril... por poco que pueda no voy a pasar ni una noche más en este antro.

Tamara no se sorprende al encontrar a los dos enanos ya sentados a la mesa, devorando las viandas que el servicio les ha puesto delante.

Con una ligera mueca de fastidio, Tamara les observa. Son fuertes y valientes, sí... pero más toscos que un arado. La maga demora unos segundos el sentarse a la mesa, esperando que alguna camarera retire ligeramente la silla donde ella debería sentarse. Tras ver que nadie va a ayudarla a acomodarse, y apretada por el hambre, al fin decide sentarse ella solita en la dura madera.

Tras dar un pequeño mordisquito a una tostada (una de las pocas cosas que no lleva salsa, grasa o sebo por encima), y viendo que los otros dos aún están acostados, Tamara decide exponer su opinión a los enanos.

Chicos, no sé vosotros, pero si yo me quedo un minuto más aquí os juro que me-mue-ro. Creo que va siendo hora de buscar algún sitio más... "civilizado".

Tamara lleva, como siempre, una abundante capa de maquillaje; ante la mayoría de las personas su cutis luce tan bien como siempre, pero los dos enanos no pueden evitar darse cuenta de las discretas ojeras que no ha podido disimular del todo.

Vamos niña, come algo que estás en los huesos.- la señora Braun saludó a la joven mientras se disponía a sentarse a la mesa.

Los enanos devoraban las viandas que estaban en la mesa

Pandarg había terminado la noche en un granero con una botella de orujo de manzana y dos rollizas muchachas de la aldea, las hijas de dos granjeros vecinos que habían decidido explorar el exotismo de las orejas puntiagudas y de un cuerpo trabajado por el arco y la espada en vez de la azada y el hacha.

Tan pronto comenzó a deslumbrar el sol, abrió los ojos y comenzó a vestirse con cuidado de no despertar a las muchachas, quienes, por lo visto, no estaban demasiado acostumbradas al alcohol. Sonrió al vislumbrar la morena carne de las mozas bajo la manta con la que se taparon.

Salió al exterior y buscó una zona que no estuviera mojada por el rocío, donde se arrodillo con su arco delante de él y, tocando el símbolo con forma de arco que colgaba de su cuello, dejó que los rayos del sol le bañaran. No entendía a esos monásticos que no permitían las relaciones, el alcohol o cualquier cosa que ellos denominaran "excesos".

Tras un buen rato de meditación, decidió acudir a la llamada del olor del desayuno. Al entrar en el salón, se dio cuenta que había pasado más tiempo del que pensaba meditando, pues tres de sus cuatro compañeros ya estaban en pie. Llegó justo cuando Tamara pronunciaba las últimas palabras.

La verdad es que el sitio no está tan mal. dijo sonriendo. Buena comida, buena bebida y buenas mozas. añadió tomando una escudilla de estofado y una jarra de cerveza aguada.

Venga siéntate y come, esos cuerpos necesitan alimentarse bien.¿El muchacho que falta no va a bajar? Se va a perder el desayuno.-

La posadera, la señora Braun os hizo la pregunta con los brazos en jarra, después volvió a traer más comida.

La verdad es que hacía tiempo que no comíais tan bien. Todo comida casera y bien condimentada.

Esto si que va a ser un buen desayuno- dice Tordek ya sentado en la mesa y viendo los apetitosos platos que había puesto la posadera- Tamara, este lugar es magnífico- dice mientras se come casi de un bocado media tostada, quedando entre sus barbas restos de mermelada- no entiendo porque te desagrada.

Un malestar despierta de golpe al ágil elfo, se incorpora inmediatamente y camina apresuradamente de la habitación; llega al salón donde sus compañeros se encontraban todos reunidos comiendo; un revolcón en su estómago se forma como un tornado en la sabana al percibir el olor a grasa en su delicada nariz. Sin saludar si quiera, Ikaru se precipita al exterior con paso apretado y el pantalón aún desabrochado, apoya su mano derecha sobre un árbol y empieza a expulsar por su boca la comida aún sin digerir que albergaba su estómago, así como el exceso de licor que engulló la noche anterior.
Un episodio de amnesia lo invadía y los recuerdos del día anterior llegaban cuando aún la luz del sol golpeaba la pequeña aldea, imágenes desconectadas entre sí le llegaban a la cabeza de la gran fiesta de la noche anterior, tambaleándose, riéndose, bebiendo, comiendo, cayéndose, quedando sin ropa, siendo vestido por una aldeana detrás de unos arbustos, durmiéndose encima de la aldeana antes de cmplir sus deseos libidinosos, incorporandose de nuevo, durmiendo en la silla y finalmente un par de enanos cargándolo en brazos a la habitación.

Con un fuerte dolor en la cabeza, camina hacia la posada lentamente, tapando sus ojos del potente sol que agudizaba su dolor y malestar; se sienta en una silla y recesta su cabeza sobre la mesa -Agua, mucha agua!! -dice desde su posición, sin pronunciar alguna otra palabra.

Arrugando la nariz, Tamara trató de componer una falsa sonrisa ante el comentario de aquella camarera.

Muchas gracias, pero intento no llegar a Tamaño Grande... Si una caverna mohosa ya es un lugar desagradable, imagínese como tiene que ser cuando ni siquiera pasas por la apertura.

Iba a responder a Tordek cuando vio entrar a Ikaru, que parecía la víctima de un conjuro de Drenar. El elfo aún apestaba a alcohol... y no quería ni imaginar qué eran aquellas manchas anaranjadas de su armadura.

¿Ves? - dijo dirigiéndose a Tordek.- Es por cosas como esta que deberíamos largarnos de aquí. Estos campesinos siempre son muuuuy agradecidos con nosotros cuando les acabamos de rescatar de algún monstruo... pero en cuanto haya pasado una semana os mirarán y solo verán un borracho y dos enanos barrigones que comen como limas y no sirven para nada - dijo señalándolos por turnos, antes de fijar una mirada algo más profunda y desagradable sobre Pandarg.- Por no hablar de lo que sucederá cuando el padre de una muchacha algo ligera de cascos descubra que el bebé de su hija luce unas sospechosas orejas puntiagudas tras haber retozado con un elfo borrachín incapaz de mantener sus flechas dentro del carcaj.

Tamara se levantó; sabía perfectamente que no había nada más voluble que la gratitud de un humano. Bueno, quizás el humor de una elfa gris, pero este pensamiento ni siquiera cruzó por su cabeza.

Decidido: nos vamos a Aguasprofundas, que no esta lejos, y allí sabrán tratarmenos como nos merecemos. Además, mejor partir por propia voluntad que esperar a que nos echen. Y por todos los dioses del panteón Eternio... ¡límpiate la barba! - añadió mientras le tendía un pañuelo a Tordek antes de empezar a subir las escaleras para hacer el equipaje.

¡Dioses, qué brutos son!

Recoge el pañuelo que le pasa Tamara y se limpia la barba- sigo diciendo que este sitio es un buen lugar para seguir descansando- y bebiendo y comiendo- mas tampoco voy a discutir mucho si hay que moverse o no. Lo único que pido es que busquemos un lugar con diversión- y tras esto acaricia su hacha- al fin y al cabo, sino podemos comer y beber en condiciones, a menos podemos cortar alguna que otra cabeza orca. O la que se tercie.

En su estado, el ladrón solamente logra escuchar un par de palabras: ...nos vamos a aguasprofundas....

El nombre de esa ciudad hace que de un rápido movimiento ikaru levante la cabeza, con expresión asustada y sorprendida -AGUASPROFUNDAS?????, Tamara, no puedo volver allá......... ya te lo había dicho!!!!

Se toma la cabeza y se levanta de la silla, como si el malestar desapareciera por acto de magia -...Si mal no recuerdo, les mencioné que soy de allá, donde pertenecí a una poderosa cofradía: Los agentes del ojo, la cofradía de Xanathar!! -Dice esto último en voz muy baja, temiendo que el propio aire pudiera escucharlo -...Me exilié de la..... de ellos para unirme a ustedes e ir en busca de riquezas.... -a estas alturas, la reseca piel del elfo se había transformado abruptamente en una gotera de sudor que chorriaba desde su frente y terminaba en su delgado cuello -...no puedo volver allá, si me reconocen me asesinan!!! y no se imaginan los asesinos con los que cuenta la organización..... madre mia!!!

Ooooh, esto es in-cre-í-ble...

Desde luego, eres la criatura más egocéntrica y egoísta que jamás he conocido, te lo juro. A ver si pensamos un poco en los demás, ¿no te parece?

Dándose cuenta de que quizás está siendo demasiado dura, Tamara trata de encauzar su argumento.

Bueno, disculpa si no he tenido en cuenta TUS necesidades y he creído más oportuno centrarme en las de TODO el equipo; porque si buscáis una buena pelea, allí las habrá hasta hartaros; si lo que queréis son grandes tesoros, os diré que encontraréis más de los que podáis llegar a gastar en toda un vida... y tres Resurrecciones. Fama, fortuna y mujeres os esperan allí, lo sé. Lo presiento.

Además, no tienes de qué preocuparte, Ikaru: si eres tan rápido como siempre dices, seguro que esta compañía no llegará a cogerte... y si te cogen, allí estaremos para defenderte. Al fin y al cabo, esto es una Compañía, ¿no?

Un tanto impaciente, Ikaru se rasca la cabeza, intentándo discernir si el tono y las palabras de Tamara debía tomárselas como ofensa o si en realidad tenía razón al pensar en TODO el grupo.... tarea difícil.

Pero todos los pensamientos se despejaron inmediatamente de la cabeza cuando escucha 3 palabras, que evocaban en el ladrón un sentimiento de euforia; las mayores aspiraciones que un ser vivo puede tener, fama fortuna y mujeres; para que mas??.

Finalmente algo sale de su boca -Eeeemmm, pues..... pues es que..... si, creo que tienes razón..... pero mira que ellos no solo intentarán matarme a mi, sino también a mis acompañantes, creéme que Xanathar no tiene el menor reparo en matar inocentes............. En fin, vayamos entonces, a por las riquezas prometidas, intentaré mantener un bajísimo perfíl dentro de la ciudad. -El tono del elfo mostraba algo mas de tranquilidad, como si con otras palabras intentara disculparse por haber pensado solamente en él mismo, la persuación que tenía la mujer iba mas allá de su comprensión, siempre terminaban haciéndo lo que ella quería, creyendo que lo hacía por motivación propia.

Tamara, la caprichosa y persuasiva Tamara............ No es en vano el nombre del grupo!!!

Sin inmiscuirse para nada en la entretenida conversación que tiene lugar en la mesa, Gunnar desayuna plácida y copiosamente como si de la última comida de su vida se tratase.

-¡Menudo hatajo de críos!

Un buen rato después, cuando el enano conviene que ya ha saciado su prominente barriga con el primer avituallamiento de la mañana, por fin se decide a intervenir para opinar al respecto. Eso sí, antes de comentar nada el pícaro brujo de la cadena armada suelta un fuerte erupto que le ayuda a sentirse mucho mejor.

-Ikaru, por esta vez, y sin que sirva de precedente, creo que la niña tiene razón. Míranos: unos echando barriga, otros de resaca. En definitiva, un auténtico desastre. Está claro que esta vida no está hecha para nosotros. Aunque ha valido la pena ayudar a la gente del pueblo y bla, bla, bla, deberíamos proseguir nuestro camino. Los "héroes" necesitamos... sí, nuevos retos que nos obliguen a entrar en cintura y tener la mente despierta--finaliza Gunnar poniéndose en pie para apretarse el cinturón.

-A ver si nos vamos de aquí antes de que nos echen.

-¿Aguasprofundas? ¿Por qué no? ¿Habéis oído hablar de Bajomontaña, la mayor mazmorra del mundo?

Hazme una tirada d20

QUE EL BEBÉ DE SU HIJA LUCE UNAS SOSPECHOSAS OREJAS PUNTIAGUDAS. las palabras rebotaron por la mente de Pandarg. Él sabía de luchar contra el mal, de defender al inocente y hacer respetar las normas pero ¡¿de bebés?!

Sí, también creo que Tamara está en lo cierto esta vez. indicó levantando la mano. Aguasprofundas puede ser un buen lugar para que encontremos fama, gloria y dinero.

¡Bebés! Sacudiendo los hombros para sacarse el malestar del cuerpo, se dirigió a las escaleras. Creo que iré a empaquetar, a ver si conseguimos que nos vendan unas cuantas botellas de ese exquisito orujo de manzana y partiremos cuanto antes. Es decir, en cuanto Tamara consiga tener todo su equipaje preparado. añadió con un guiño dirigido al resto de los varones del grupo.