El caballero escucha y asiente.
- Estoy deacuerdo en dejar el pasaje al norte para más adelante. Entre ir al sur o al oeste.- Mirando a Merrick y a Elías, continúa.- Creo que sería mejor recorrer el camino que parte hacia el oeste. Si es cierto que ya hay alguien por aquí, aventureros como nosotros, significaría que tenemos un posible pasaje medio despejado... o en el peor de los casos pudiera significara que hay alguien, y ante esta posibilidad prefiero saber quién.
Después miró a Ayash y a Bellatrix.
- ¿Alguna observación?
Me crucé de brazos. Aunque sensatos por no elegir el "pasaje de la muerte", me aburría
Yo seguiría el pasillo del norte, me gusta encontrarme cara a cara con la muerte. Pero creo que no estáis ninguno por la labor, así que tendré que ver cómo seguimos sin dar con nada o nadie por cualquiera de esos dos pasillos.
Elegid el que más os guste
Será el que menos me agrade, seguro
Bueno, si son algún tipo de monstruos para eso estamos aquí ¿no? puede que algo de información extraigamos sobre los sueños de Bellatrix. -se acerca a dicha entrada y mira tratando de ver algo más- aunque si preferís la otra no me opondré, al fin y al cabo también puede haber gente en peligro si te pareció ver algo.
Motivo: avistar entrada oeste
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+5)=14
¡Oh, maldita sea! ¿No podéis decidiros de una maldita vez?
¡Venga, por dios! ¿Muerte segura? ¿Cuántas veces no nos hemos enfrentado a una muerte segura y hemos salido del paso
¡Vamos, caramba! Necesito quitarme este constipado de encima, y que mejor que ello que poner a pasear a mi Princesa. Necesito acción ya, vamos por el pasillo de la muerte. Quiero ver que es eso que tanto temía el que escribió esto.
Una cosa, es bonito estos arranques diplomáticos que nos dan pero es mejor que no nos pasemos tanto tiempo para cada encrucijada. Ya que Ayash es el único que ve una dirección clara vamos por aquí. Empieza a examinar y a adentrarse en el peligroso pasillo de muerte segura.
Ciertamente la observación de Elías es acertada. El grupo carecía de un mando, él podría ofrecerse, pero eso no garantizaba que los elementos más díscolos acataran. Pero tras haber seguido ya una vez los juegos del semiorco al bajar de forma precipitada, esta vez el pelirrojo dice.
- Reitero mi sugerencia de buscar por el oeste, donde parece que haya criaturas. Es mejor salir de dudas, tanto si son aventureros... como si son moradores.
Ayash refunfuñó ante las palabras de Pierot. Pero no dijo nada más...
Bah, siempre es lo mismo. Sois tres contra dos, se hará lo que vosotros queráis, no se por qué narices seguimos esperando.
¿Alguna luz divina al final del camino?
Os asomáis por los tres pasillos pero no distinguís nada más que la más profunda oscuridad. Sólo por el pasillo del oeste que podéis observar unos destellos dorados a los lejos.
Lo siento chicos pero no me quedó claro por donde vais al final, por el norte ¿no????
Si fuera por Pierot, quien se acerca al pasaje del Oeste, sería por ese camino.
Bueno, en caso de empate, supongo que decide el que ve las trampas, ¿no? Va pegando brincos hacia el pasillo oeste. Me has convencido Pierot. Pero no te quedes lejos, no sea que salte un mal bicho de golpe. Se adentra y empieza buscar.
El caballero asiente.
- Ya sabes que puedes contar conmigo. Marchemos en la misma formación que antes. Elías y yo delante, Ayash detrás cubriendo la retaguardia y Bellatrix y Medrik en medio. Prosigamos.
Medrik llevaba toda la conversación indeciso entre sus compañeros. Apoyaba la opinión del paladín, aunque no quería enfrentarse al resto y había estado a punto de aceptar el otro camino.
Sin embargo, cuando finalmente la decisión queda tomada sonríe y apremia al grupo a continuar el camino para llegar cuanto antes a las luces.
El oeste entonces. Tiempo habrá de probar otros caminos si llegamos a algún punto muerto.
¡Qué raro! escupí indignada. Siempre era lo mismo, igual de aburrido
¿Y tenían el morro de preguntarse por qué tonteaba con Medrik?
Ayash tan solo refunfuñó mientras se frotaba la nariz sobre su manga. Después jugueteaba un poco en el aire con su hacha. No dijo nada, tan solo siguió al grupo en el último lugar.
El corredor allá delante parece reflejar de vuelta vuestras luces desde muchas superficies brillantes, en ambas paredes. Todo está tranquilo. Hay algo pequeño en el suelo, a medio camino corredor adelante.
El ennegrecido cabo de una antorcha agotada está tirado en medio del suelo, a medio camino del corredor. Este tramo de corredor está adornado con dieciséis grandes y pesados espejos ovalados de cristal, ocho en cada pared. Todos parecen iguales. Todos irradian una débil aura mágica. Todos cuelgan de ganchos en las paredes.
Cuando entráis en el pasillo veis vuestras imágenes reflejadas en ellos. Continuáis en vuestra habitual formación hasta que llegáis al centro del pasillo, a la altura del cabo de antorcha.
- No toquéis nada, no creo que nos sirva de nada hacerlo. No cojáis nada. Avanzad, avanzad.
Dije empujando al penúltimo.
Marchando delante del grupo, junto a Elías, espera que este continúe avanzando mientras él mira el largo pasillo y los espejos alineados a lo largo de este. Se fija en si estos son del mismo tamaño o son diferentes, en si tienen molduras, o son de metal pulido, si estan integrados en los muros y si muestran algún desperfecto.
Elias al ver esa antorcha empieza a preocuparse. Empieza a caminar despacio mientras busca peligros por toda la sala. Los espejos lo perturban. Va avanzando callado y con gesto de tensión en completo silencio.
Siempre hay que ser precavidos, y eso es un auténtico coñazo. Lo mejor sería caer en una trampa y combatir sin cesar.
Eso SÍ que sería divertido, no esto, que no estábamos haciendo nada
Suspirando, continué y seguí a mis compañeros