Partida Rol por web

¡Acabemos con él de inmediato! ¡Una vez más, chispazo! Le gritó a su amigo.

-Lástima, no ha caído...bueno Diamond. Aseguremos esta vez. Fuerza Lunar.

Eso debería bastar...ambos están al límite, pero Zebstrika no tiene el aguante de Diamond, ni las protecciones...no podrá más. Espero que no tumbe a Diamond, claro.

El último impacto de Zebstrika fue más rápido y certero que el ataque de Carbink, por lo que no pudo derrotarle y terminó dejándole inconsciente. Zebstrika estaba muy grave y bastante malherida, pero se negaba a retirarse del combate, ya que además, las normas del gimnasio no le permitían sustituirle. 

Era el turno de Walter, debía elegir a su siguiente pokemon. Alguien que fuera capaz de derrotar a Zebstrika antes de que éste le hiriera y así igualar el combate.

-Tsk...lástima. Muy bien hecho Diamond. Regresa. Titania, te toca.

Una pena, si hubiese aguantado la ventaja sería mía. Ahora aunque el suyo caiga de inmediato, si es que eso ocurre, seguiría en desventaja.

No es mi compañera más rápida, pero sus golpes son muy duros. Y de manera puntual, sí que es rápida.

-Titania, acaba con el rival. Puño bala.

Walter recogió a su Carbikn que había sido herido de gravedad y rápidamente mandó a su siguiente compañero. Un poderoso Scizor. El Teniente Surge sonrió al ver a un pokémon de semejante tamaño y fuerza. ¡Me encanta ese pokémon! Le gritó a Walter. Lástima que no sea eléctrico. Dijo entre risas. Pero cuando yo era un joven entrenador como tú, fue de los primeros que llevé. Dijo sonriente. Pero tiene un punto bastante débil. Dijo chasqueando la lengua. El fuego era su mayor debilidad y Zebstrika conocía movimientos bastante útiles contra él. 

En cualquier caso, este es un trabajo para Eelektross. ¡Adelante!

¡Hay que acabar con él antes de que lo haga él con nosotros! ¡Es un pokémon poderoso y peligroso, y especialmente muy fuerte! Así que, lo mejor, es que empecemos lanzando un potente rayo contra él. ¡Concéntrate y no falles! ¿Entendido? - Dijo tratando de forma bastante dura a su pokémon. Éste, sin decir absolutamente nada y sin hacer ninguna muestra de expresión, lanzó el trueno sobre su rival.

-Titania, aprovechemos que las barreras aún duran y poténciate. Usa Danza espada. Que sientan de verdad tus golpes.

Espero que aguante...siempre es arriesgado no atacar para potenciarse...pero es ahora o nunca.

El equipo de Walter no tenía ninguna ventaja real contra los pokémon eléctricos, pero tampoco desventajas. Salvo Seaking. Se dice que hay algunos Seaking capaces de usar su cuerno a modo de pararrayos, eliminando esa debilidad. Pero no era el caso de Don Carpone.

Walter tenía clara la estrategia para vencer a ese entrenador. Había que combinar agresividad con velocidad, pues probablemente fuera la misma que iba a usar su oponente. De sus pokémon dependía la victoria, y ahora que Eeleectross era un pokémon no tan rápido como otros, era el momento de la danza de Scizor.

El pokémon empezó a hacer un baile que afiló sus garras para hacerse más poderoso. Miró con soberbia a su rival, pues daba por hecho que iba a terminar derrotándolo pronto.

Eleectross no se dejó amedrentar y a gran velocidad miró hacia el cielo. En el gimnasio se creó una increíble nube negra y después se descargó un potente trueno que desafortunadamente reflejó la pantalla de luz de Carbink que aún duraba.

Scizor aún aguantaba en pie a pesar del duro golpe, y ahora, Eleectross debía prepararse para el futuro golpe que iba a recibir, pues iba a ser un impacto sumamente duro.

No podemos hacer otra cosa. Le dijo a su pokémon. Había que derrotar lo más rápido posible a Scizor y había que gastar toda la energía con él. Podría ser un enemigo muy duro de roer y había que hacer todo lo que estuviera en sus manos.

¡Adelante, usa trueno otra vez!

-Titania, ahora es el momento de atacar. Muestrale la potencia de tu Picadura. ¡Con todas tus fuerzas!

Con un poco de suerte acabará con él y será un problema menos. No quisiera recibir muchos más truenos como ese...y menos cuando la pantalla pierda efecto.

El combate no sería sencillo, Walter lo sabía. Cualquier descuido podría desembocar en su segunda derrota frente a un líder.

La velocidad de Scizor había pillado por sorpresa al líder del gimnasio. Sabía que tenía a un aspirante extraordinario, pero no sabía que iba a combinar agilidad con fuerza de una manera tan sobrenatural. El impacto envió por los aires a Electross y éste cayó al suelo gravemente herido.

El pokémon rápidamente se puso en pie, miró directamente a los ojos a su entrenador. Asintió confiado para lanzar el siguiente movimiento y cuando estaba a punto de crear un nuevo trueno que debastaría a Scizor, éste cayó al suelo debilitado.

El teniente no pudo evitar negar con la cabeza e inmediatamente después recoger a su pokémon con la pokéball. Acarició la esfera y le dijo: ¡No te preocupes, era demasiado fuerte para ti! Le dijo confiando en que el siguiente pokemon podría derrotarle.

¡Es tu turno! Gritó sacando la siguiente pokéball. ¡Hay que contrarrestar su fuerza con velocidad!

¡Acabemos con esto, amigo mío! Dijo mirando a su pokémon y dándole órdenes. Aprovechemos tu velocidad y usemos en su contra la potencia de su ataque. ¡Juega sucio!

Electrode...este será muy rápido. A cambio...pierde potencia.  Espero que eso, junto a las pantallas, sea suficiente para aguantar un golpe más, al menos.

-Titania ya ha funcionado una vez, probemos otra. Picadura. Pero esta vez prepárate, porque te golpeará primero.

Dos pokémon vencidos, uno perdido. La cuenta estaba a favor de Walter. Pero podía cambiar muy rápidamente, no se confiaría. Lo daría todo.

El Teniente Surge suspiró al ver como Scizor se mantenía aún pie tras el duro impacto que le había provaco Electrode. No esperaba que fuera tan fuerte como para evitar el golpe, y cada vez se arrepentía más de haber empezado con Zebstrika, pues era su único pokémon con movimientos de tipo fuego.

Surge chasqueó la lengua y apuntó con su pokéball a Electrode para devolverle. Tanteó las tres que le quedaban y no confiaba ciegamente en ninguno. Por fortuna, tan solo habría que aguantar un golpe, o ser más rápido que él, y Scizor estaría fuera de combate. Estaba tan gravemente herido que no podría soportar otro golpe más.

¡Ya no me quedan más opciones! ¡Tiraré de mi arma más brutal! ¡Adelante, Electivire!

-Está tan débil que lo mejor es que aseguremos el futuro del combate. ¡Usa puño incremento! ¡Aprovechemos el aumento de tu fuerza y tu gran velocidad para acabar con los futuros pokémon que vengan contra nosotros!

-¡Así se hace Titania!

No me esperaba ese Juego sucio, podría haberlo pagado muy caro. Por suerte mi poderosa compañera ha estado más que a la altura.

Sin embargo, Walter sabía que la Scizor no aguantaría mucho más. Igual que el LT. Surge. Por lo que solo quedaba una opción real: asegurar un golpe. Con suerte, incluso bastaría para derribar a Electivire que era un pokémon fuerte que que jamás destacaría por su buena resistencia precisamente.

Un poco de suerte no iría mal ahora...

-Titania, Puño bala. ¡Dalo todo!

El teniente Surge había confiado en la velocidad de Electivire para derrotar a su pokémon, pero no sabía que Scizor podía ser más rápido si quería, y con sus garras bien afiladas el férreo puñetazo que encajó al recién sacado pokémon fue tremendo. Electivire fue a parar a la otra punta del gimnasio, y a duras penas pudo ponerse en pie. Surge estaba impresionado, no esperaba que aún tuviera guardado un as en la manga su contrincante, y cada vez estaba más seguro que se merecía la medalla Carga. 

En cualquier caso, Electivire se movió a gran velocidad, y golpeó con su puñetazo a un Scizor que realmente estaba muy débil. Sin poderlo esquivar, el pokemon bicho cayó al suelo debilitado.

Pero Walter tenía una clara ventaja, aún le quedaban cuatro pokémon en la recámara, y Surge ya solo le quedaban dos y uno gravemente herido.

-Muy bien hecho Titania.- Sacando su pokéball Walter la hizo regresar para que pudiese descansar. A punto estuvo de lanzar a otro pokémon al combate, pero detuvo su mano, pensativo.

Ese Electivire aún podría ser un problema. Con ese ataque elevado podría dar golpes muy serios. Mejor será que mantenga una carta ganadora en la recámara.

Cambió la pokéball que iba a lanzar por otra. Todos sus pokémon eran poderosos, pero cada uno con su función.

- Te toca, Cíclope.- tras asentir a su compañero, le dio sus órdenes. -Está tocado. Con suerte lo rematarás con una Sombra Vil. 

El Teniente Surge recogió a su Electivire en cuanto vio que Dusknoir lo había derrotado sin ningún tipo de esfuerzo. De pronto el estado tenso que tenía se convirtió en absoluta relajación y sonrió a su rival. Ha sido espectacular. Le dijo a Walter. Pero ya no voy a seguir combatiendo, dudo que mi Raichu o mi Jolteon tengan algo que hacer contra cuatro de tus pokémon. Eres muy superior y tu equipo está a la altura de convertirte en un verdadero líder de gimnasio. ¡Enhorabuen! Dijo entregándole la medalla Carga.