Partida Rol por web

No pareces ser lo buscaban y tu ausencia momentánea no les incomoda.

Te manejas bien entre las mesas, sobre todo entre los que ya marchan tras la cena, pero cuando llegas al acceso los infantes te están esperando. - No precupe doctor. Te señalan hacia una puerta y te indican : - Aquello es el servicio.

Entro en el baño y me aseo un poco, para un tanto decepcionado volver la mesa.

Una vez allí sigo conversando con el Delegado de Defensa:

¿Que opinión les merece todo el asunto del asesinato del Comandante General aliado? Lo vi en el noticiario antes de que empezase la tormenta que arruinó mi investigación...un día decían que la guerra había terminado...y solo unas horas después, miren que desastre... dije como si fuera ajeno a todo lo sucedido...

Y luego echarle la culpa a su mujer...no se, todo resulta demasiado oportuno ¿no creen?

Tras observar sus reacciones y escuchar sus respuestas, intento concertar una cita para hablar con el Almirante. Tal vez si consigo hablar con el a solas pueda sonsacarle algo de información.

El coronel mira a la almirante y esta no le presta más atención que a una mosca lejana. El coronel mira a la comandante de este crucero y esta asiente decidida y con el rostro compungido al decir lo de "...su mujer...". Parece muy afectada por tus palabras, pero no en sentimientos, sino en ... otro sentido. - No sabemos la relación real entre el comandante asesinado y la Capitán T'Karsh. Su marcado acento hace que suene extraño, pero el comandante de las tropas apareció en otro lugar, amordazado. No duda un instante y enseguida exculpa a la señora Shiva. - Ella era un símbolo de la paz creada, y por eso intentaron asesinarla. Tenemos pruebas de que el raptado sería usado para los fines de los revolucionarios... En esto que levanta la almirante el rostro y uno de los presentes marcha de inmediato. No recuerdas bien que puesto ocupa, pero viste las ropas de naval, pero no la faena que usan los marineros (independientemente del empleo) sino que viste uno de los trajes de paseo o de gala de bajo nivel...y el asesinato de la símbolo sería el principio de la destrucción de la que usted ha sido testigo. En ningún momento este hombre ha variado el ritmo de su disertación, y no le ha afectado lo más mínimo que uno de sus subordinados directos partiera.

Aquello empezaba a cobrar sentido, de una manera vaga y confusa, pero lo hacía.

Después de todo, el Comandante que había intentado asesinar a Zhiva no era el verdadero Comandante...sino un farsante, un suplantador...con razón no le había querido dar el nombre cuando Zhiva se lo preguntó pensé todavía sorprendido. Aquello era un punto a favor para el T.I. pero todavía quedaban cosas por aclarar.

Entiendo...dije pensativo. Pero...si fueron los revolucionarios los que intentaron matarla...¿porque las TV cubrieron todo el asunto y se inventaron esta cortina de humo?...¿acaso controlan los medios de comunicación a nivel planetario?_ En realidad poco era lo que sabia sobre la guerra, quien luchaba contra quien...cuales eran sus motivos...
¿Que es lo que quieren eses revolucionarios? ¿Porque atacan indiscriminadamente a los Aslan y a los K´kree?

Solo sabía que Zhiva había intervenido en favor de estos 2 grupos, cuando estrelló su nave, pero ¿contra quien?, ¿los revolucionarios? eran Hombres, K´kree, o Aslan...

Todavía no podía descartar la posibilidad de una lucha de poderes dentro del T.I.

El extraño comportamiento de la Almirante y la Comandante Naval...¿Tendría ella algo que ver con el Comandante asesinado?...¿o tal vez con Zhiva? su reaccion a mis palabras me había desconcertado.

Comandante, ¿le parecería bien enseñarme la Nave cuando hayamos terminado la cena? pregunté con la esperanza de poder indagar más en aquel asunto lejos de las inquisitivas miradas del delegado de Defensa.

Sonrie. Parece que se bula de algo. - Doctor, los medios hacen por vender y las noticias sensacionalistas dan más dinero que las verdades. Si, ahora lo sabes, se burla de tu inocencia. Creemos que atacan a todo lo que no sea su propio bando, ya que hemos podido identificar al menos tres grupos diferenciados y otros nueve posibles. Es difícil con todo lo que sucede y al no disponer de agentes de campo nos tenemos que basar en las cogeturas de los analistas de inteligencia.

La comandante mira a la almirante casi asustada por tu auto-invitación y esta no parece inmutarse. Disfruta de una tarrina de helado que parece hacerle las delicias de un placer prohibido. La "jefa" de la nave se pone en pié y rechaza bruscamente tu "invitación": - Lo siento doctor. Tengo labores que han de ser atendidas con premura y no me permiten paseos turísticos. Y se marcha bastante enfadada. Se acerca a lo marines y parece regañales (tus escoltas) y se larga con aires ofendidos.

Cada vez estaba más desconcertado. Ya no sabia, que mas hacer para sonsacar algo de información...
La comandante había dejado ya bien claro en 2 ocasiones que no quería nada conmigo. El delegado de Defensa, era demasiado peligroso para mi en aquellos momentos, con lo poco que sabía, seguir tirando de la cuerda solo me pondría en evidencia delante de él. Solo me quedaba la baza del Almirante.

¿Y usted, señoría? ¿podría sacar algunos minutos de su, sin duda atareada jornada, para dedicarle a un humilde hombre de ciencia?...Claro que podía, se veía a leguas que aquella mujer no participaba de ninguna toma de decisiones, al menos no activamente. La pregunta era ¿la dejarían a solas conmigo?

Entonces me dirigí nuevamente al Delegado de defensa:

Bien señor, como ya le he comentado, estoy muy interesado en las ruinas de este planeta. me gustaría poder retomar mi investigación a no mucho tardar, y obviamente un conflicto armado no conviene a mis intereses...me detuve un momento para probar uno de los pastelillos, y continué.
...había pensado, ya que son ustedes una fuerza de pacificación en labores diplomáticas, y yo un hombre con cierta reputación mediática...dije intentando sonar lo mas humilde posible, dada la aseveración...bueno, simplemente, quería decirle que estoy a su servicio... si necesitan que realice algún acto publico de conciliación o cualquier otra cosa...no dude en hacérmelo saber...

Esperaba que de alguna manera , aquello sirviese para poder profundizar más en la oscura trama que se desenvolvía ante mis ojos.

La almirante levantó la mirada y su rasgos se tornaron felinos y depredadores. Hizo un gesto y todos desaparecieron al instante. Cuando te diste cuenta, nadiemás poblaba la mesa. La Almirante y tu. No sabías si tener miedo, si tirarle los trastos para pasar una noche de lujuria y pasión o si había más cosas que no podías imaginar.

Tras una larga pausa preguntó ¿Seguro Doctor? suspiró y se puso en pie. Los marines se acercaban a vosotros a largas zancadas, pero nadie se escandalizaba ni se movía por esto. Era como algo normal. ¿Podría colaborar con nosotros, con la paz, con muestra misión y ayudaría a la población de este sistema?

Al principio me sorprendió el cambio de actitud de la Almirante. De repente fue como si todo el estatus de la mesa se diera la vuelta de nuevo.
La figura de la Almirante cobró una nueva fuerza, segura, atrevida...

Por supuesto...si esta en mi mano, lo haré. Dije, sin apartarle la mirada, y con cierto aire ofendido.
A pesar de lo que pueda parecer. soy un hombre que no da su palabra a la ligera...
Y no solo por motivos profesionales, si usted me entiende...Cuanto más conozco sobre estas pobres gentes, mayor es mi deseo de ayudarlas Le dije sin dejar de mirar a sus ojos, intentando descifrar que esperaba de mi realmente.

Pero para eso necesito saber, conocer más de esta extraña situación que me resulta tan ajena...de ahí mi interes por todo lo que ocurre ahí abajo, y en esta nave. Terminé, justificando mis pregunas.

Tras los postres, pedí algo de licor para relajarme e invite a la Almirante a acompañarme.

Por favor... Llamé a uno de los camareros. ¿Puede traerme algo de Whiskey...? entonces me dirigí a a Almirante... ¿le apetece algo a su señoría?...espero que no deje beber solo a un bohemio como yo...me temo que causaría mala impresión. finalice con una sonrisa, para obligarla a acompañarme.

La almirante te comenta: - Bueno, de servicio nadie tiene permitido el alcohol, pero acompáñeme.

Se pone en pie y justo ya llegan los marines. La mujer lo despide con un amable. - Señores, pueden seguir su ronda e intercalar descansos, respira profundo y parece armarse de valor - Si se les precisa, serán avisados.

Te mira y añade: Acompañeme.  Al ver que no te ponías en pie. El tono imperativo te sorprende. Si, habías hacertado. Era un oso que dormitaba en su letargo invernal, pero que cuando despertaba, lo hacía con fulgor y potencia. Te agrada saber que esta mujer no es un pelele o el títere de nadie.

La acompañas hasta una sala que te decepciona. Esperabas que fuera un camarote o algo así, y es bastante más. Una sala con varias pantallas marcan muchas posiciones, tanto en el espacio como en la superficie planetaria. Incluso una que sale con un gatito se está desplazando en estos momentos, junto a dos cazas que viajan de forma paralela...pero a mucha distancia. Tiene un diván y otro acceso que no sabes a donde se dirije, pero esperas que sea un aseo o algo parecido. (Te estás menado).

Se acerca a un mueble austero y sin adornos. Saca unos vasos rechonchos y anchos y los rellena con un líquido ambarino tras capuzar dos peces de hielo en el fondo de los recipientes. - Lo que necesitamos es muy sencillo. Un comentarista con su porte y estilo, que informe de los avances y progresos, de las barbaridades que causan muchos salvajes y que prodigue la causa del Tercer Imperio. Toma un trago profundo que hace desaparecer todo menos el hielo de su vaso y te acerca el otro con un gesto muy directo. Tras esto rellena su copa otra vez. - A cambio le ofreceremos la fama que se granjee con esta acción, un pequeño sueldo, los permisos que necesite para no ser repatriado en el próximo correo a "casa" y si es posible, ayudarle en sus investigaciones.

Cuanto más tiempo pasaba con la Almirante, más me convencía de que era un mujer con una fuerte personalidad.

¿a que habría venido entonces esa actitud durante la cena?

Era fuerte, agresiva, y tenia un atractivo muy particular. Justo el tipo de mujeres que te vuelven Loco pensé.

Deje que me guiase a través de la nave, sorteando marines y evitando indeseables saludos protocolarios hasta una gran sala con varias pantallas. Cuando observé el icono del Gatito, Zhiva y su Gato, acudieron automáticamente a mi cabeza.
¿serian ellos? ¿Porque no? Un par de cazas escoltaban la Nave, pero a una distancia grande, como si pretendiesen pasar desapercibidos, o evitar ser vistos.

Cuando me ofreció la copa de lo que supuse sería un licor autóctono, asentí y cogí el vaso.
No dije nada, simplemente la deje exponerme su oferta. Se notaba que aquella mujer disfrutaba ejerciendo el control, y yo estaba dispuesto a dejarme controlar por un rato...al menos hasta conseguir toda la información que había ido a buscar.

Me parece un trato mas que generoso Señora...dije esperando que me diese su verdadero nombre
...no veo como habría de rechazar semejante oferta...sobre todo cuando provienen de unos labios tan hermosos...terminé adulador.

Entonces señalé un acceso de la sala que creía era el aseo y me dispensé con la excusa de mojarme un poco la cara.

Antes de ir al servicio, la imité y apuré la copa de licor tal y como ella había hecho. Pero me guardé de no tragarme el pescadito. Tal vez pecase de paranoico, pero todavía no confiaba lo suficiente como para ingerir nada que ella no hubiera probado ...el licor era el mismo, pero el pescadito...

Pillas a la almirante desprevenida rellenando su copa, y al acceder, te das cuenta que es el camarote de alguien ... raro. Tiene todas las maletas montadas, los portatrajes sin vaciar y todo por el medio. (Pero sin sacar de sus equipajes). O acaba de llegar o se marcha...o por lo menos esos piensas. Ella comenta: - El aseo está a la derecha.

Cuando sales te espera en la puerta. Te coge con animosidad y cuando te das cuentas te acaricia el pecho con una frase. - Es usted un hombre atractivo, pero... y te agarra el paquete con fuerza y decisión...pero lo que yo busco no está aquí. Y se separa con un impulso forzado, regresando a la sala de control.

Me contuve para no gemir cuando agarró mis pelotas con sus frías manos...

En...tien...do Señora, que es... lo que busca enton..ces...respondí con un hilo de voz, hasta que dejó de hacer presión.

Tras ella me acerqué a la sala de los monitores y la acompañe en silencio esperando su respuesta mientras intentaba descifrar el mapa de posición que tenía delante, y comprobar si efectivamente aquel gato podría ser la nave de Zhiva, y cualquier otra cosa que pudiera resultar de interés.

...entonces reparé en el desorden de la habitación...y pregunté.

¿Piensa continuar la operación desde Kurat? O acaso acaba de llegar de allí. Observé en clara alusión al desorden y las maletas...

- Pues quiero llegar a buen puerto con esta misión, quiero que usted haga de comentarista, a pesar de que pueda algo ir contra sus ideas, intereses o sentimientos, y que haga la propaganda que el tercer imperio necesita.
 

Algo en su forma de decir aquellas palabras, me hizo saber que no solo me podría ver obligado a hablar contra mis principios si aceptaba, sino que precisamente aquel era su objetivo.

No quería perder aquella oportunidad que se me había presentado así que escogí con cuidado mis siguientes palabras.

Sin dejar de observar la hilera de monitores con los puntos de posición, me acerqué a ella por detrás y asomando mi cabeza por encima de su hombro le respondí:

Como le acabo de decir señora, estoy más que dispuesto a aceptar su oferta...pero no entiendo... dije mientras fingía cierto desconcierto...¿por que habría de tener que hablar contra mis intereses o principios? ¿Acaso no es la paz lo que todos deseamos?
Mi mano se deslizó por su brazo, suavemente, pero sin invadir en exceso su espacio personal...solo pretendía cerciorarme de que mi presencia no perturbaba lo más mínimo la libido de la Almirante, como así parecía confirmar su último acercamiento sobre mis partes nobles.

Se enfurruña un poco y te contesta. - La paz es el objetivo, pero no el camino. Suspira y en ese intervalo de tiempo ves que la nave GATO ha estado un ratito en una posición y luego ha bajado en vertical hacia el planeta. - En ocasiones, y son demasiadas, para conseguir la paz hay que destruir vestigios históricos, matar a enemigos y hacer otras cosas que no agradan ni a pacifistas, hisotriadores, cintíficos, políticos .... y en general a la opinión pública. Estaba sonando severa, casi brusca, pero parecía una profesora de ciencias políticas y derecho internacional.

No me gustaba lo que salía de la boca de la almirante...sobre todo la parte de destruir vestigios históricos.

Sin embargo no quería contrariarla.

Como ya le he dicho, estoy dispuesto a ayudar en todo lo que este en mi mano. Ese es mi compromiso, me temo que no puedo darle un cheque en blanco al respecto, pero si no estuviese dispuesto a hacer algo, se lo haría saber...

Esperaba que mi sinceridad fuera bien valorada.

- Espero que deje sus escrúpulos a un lado, ya que .... parecía que no quería decirlo: Si, te hemos salvado la vida, pero orienta la conversación en otro derrotero y continúa con: ... podría ... parece dudar ... anular la deuda que tiene con el accidente que sufrió, y se vería libre de esa carga. Rellena su copa otra vez, y la tuya. Al ver que ya no tenías hielo, te pone otro par de rocas. - Y una cuantiosa asignación ... ¿Qué le parecen 4.000.-créditos mensuales? a parte, por supuesto, pues viviría en la nave, y dispondría de todas sus comodidades.

Le pondríamos 4 marines cada vez que viaje a hacer uno de sus reportajes, para seguridad, un director que haría de ... orientador a ti te suena a censor ... y el equipo de grabación. Trabajarían en una pinaza, y podrá, no solo ir a donde se le encomiende a realizar su función, sino a los sitios que crea que pueda encontrar noticias, sobre todo si son en sentido del interés del T.I. La pinaza tendrá su piloto ... y toda la dotación que le sea necesaria a la navecilla.

EStás muy tentado. Regresarías a las pantallas, incrementarías tu fama, y a demás, igual puedes conseguir algo. Tus escrúpulos y demás es cosa tuya. Una vez escuchaste: El orgullo no da de comer.

No pretendía seguir tensando la cuerda...estaba claro que era lo que pretendían de mi. Y aquella conversación no me ofrecía demasiadas salidas...

Esta bien, acepto. Respondí mientras le proponía un brindis.

Mientras no me pidiesen nada extraño, no habría problemas. y si el momento llegaba, ya encontraría el modo de sortear mi parte del trato con elegancia.

´Habías escuchado algo' pero no llegaste a entender. Si reconociste que una voz de mujer dijo algo que la Capitán T'Karsh cambiaba el plan de vuelo y descendía al planeta.

Bueno, dijo la almirante. Tenías la sensación de que le habías vendido el alma al Diablo. Listo entonces. Tras brindar contigo deja su copa en el aseo al que ha entrado rápidamente, y desde allí te habla. Le presentaré a su equipo en unas horas. Marche a descansar si quiere. Por la mañana tendrá una mochila con unos regalos y verá ... su zona de trabajo. Su voz sonaba amortiguada por los rebotes en los mamparos de la nave, y sólo era audible gracias a que todas las puertas estaban abiertas. Enseguida, tras hablar entraron "tus infantes", los que te escoltaban, para acompañarte a tu camarote. Joder, que rápido han llegado estos dos.