Partida Rol por web

- Tranquila, tranquila. Recordabas que siempre hacía de mediador, y eso solía ser preludio de que luego impondría su voluntad. - Estoy en el punto de salto, ya que mi padre ha muerto, soy el heredero de mi trono y tengo que ir a estabilizarlo antes de que se genere una guerra civil. En breve se marchaba, ya que escuchabas tras su voz, ambientalmente, el pitido de que estaban a puntito de entrar en el hiperespacio. Parecia que había dudando por un instante, y luego te aconsejó. - Niña, va a haber un despliegue de guerra, así que sal de allí de inmediato. Y para rematar la faena te puso más difícil aún la situación. - Tienes que hacerte con los documentos que están en la túnica de mi padre. Recordabas al majestuoso K´Kree. - Luego escapa. Te valdrán como pruebas de su inocencia y de muchas cosas más. ... recuerda, ... Caja Real. Y no van a tardar en llegar las tropas más de un..... Y el zumbido estático que sucede tras un salto apareció durante un instante. La comunicación se cortó.

¿Yezbel?..... ¡¿Yezbel?! pregunté algo alterada. Mierda!... se ha perdido la comunicación. Agaché la mirada unos instantes, pero la calidez que transmitía la mano de Aven sobre la mía me hizo reaccionar. No hace falta que entremos. No está aquí.... ha vuelto a su hogar. Se percibía tristeza en mis palabras. Debemos salir de este planeta. Me ha alertado de que en breve esto se pondrá muy feo.... Apreté la mano de Aven con fuerza. Yo debo regresar al palacio... antes de irme he de encontrar unos documentos. Lo siento Aven, estas ruinas tendrán que esperar.

¿Como? no entendía nada...¿abandonar las ruinas?
¿Ahora que sus misterios parecían a punto de revelarse al fin?

¿Que quieres decir con que se va a poner feo?...¿mas feo que la guerra? ¿que el meteorito?

Me resistía a abandonar las ruinas...sus secretos me llamaban a solo unos metros de distancia, tras las colosales piedras que conformaban la pirámide...estaban allí, al alcance de mi mano...

¿Al Palacio? continué. ¿Es seguro? la ultima vez que lo vi, la guerra lo rodeaba por los cuatro costados.

El destino no parecía querer concedernos el mínimo descanso.

Me encontraba abatido. Las nuevas de Yezbel no auguraban nada bueno para mi investigación. Y sin embargo, el amigo de Zhiva había estado en las ruinas...y tal vez hubiese descubierto algo, algo que en años de estudio había permanecido oculto a mis indagaciones. Necesitaba hablar con él y saber de primera mano que es lo que había visto.

Esta bien. Iré contigo. Terminé, mientras deslizaba una última mirada hacia la pirámide con amargura.

Lo se Aven... pero, debo limpiar mi nombre antes de que sea tarde y esas pruebas se esfumen con todo aquel lugar.... Y si, más feo... esto es sólo una revuelta. Temo que lo peor esté de camino y no tardará en llegar.
No te pido que me acompañes en esta locura.

Es mi honor el perjudicado.... Miré hacia las ruinas a la par que Aven. No puedo asegurarte que estén ahí cuando vuelvas, nadie puede. Pero una cosa es segura, ahora mismo es imposible que puedas acceder a ellas..... salvo que respires bajo el agua. Le dije en tono burlón, con media sonrisa en mi rostro, aunque con mi mirada llena de pena y dolor.

Tus sentimientos son contradictorios.

La investigación, tu reputación como arqueólogo e historiador, develar un misterio ....

Una mujer que te atrae, y piensas que tiene un "gatito" de otro dentro.

Y algo más.

Sobrevivir.

La prisa te apremia.

Pero debemos darnos prisa, Aven. No podemos perder más tiempo! Juega en nuestra contra! Apreté mi mano con fuerza, apresando a la suya nuevamente. Mi rostro reflejaba preocupación a la par que cierto temor. Debía recuperar aquellos documentos y hacerlos públicos antes de salir del planeta. Pero debíamos apresurarnos... ya llegan...

Mis sentimientos estaban enfrentados. por una parte mi carrera, mi pasión, mi forma de vida....todo concentrado en aquellas ruinas.

Por el otro...Zhiva.

Mi decisión había sido tomada, pero una parte de mi todavía se resistía a abandonar la Pirámide.

Vayamonos...no importa lo que haya aquí para mi, si no estamos vivos para estudiarlo...

No podía entender lo que estaba sucediendo en aquel misterioso planeta, pero maldecía a los rebeldes y al Tercer imperio por igual...por permitir que aquel legado trascendental se viese avocado a la extinción y al ostracismo.

Gundre, nos vamos...las ruinas tendrán que esperar. Siento que hayas tenido que hacer este viaje en balde.

Respondí al apretón de mano de Zhiva atrayendola con mi brazo hacia mi y la acompañe al interior de la Nave.

Gundre no parecía entender nada, pero enseguida recogieron todo y la nave estaba lista para salir en menos de un minuto. Entre que entrábais, os sentábais ... y todo eso, despegó. Tomo cerca de donde había despegado. No sabía donde tenía que ir así que regresó al improvisado campamento-hospital ...

¿y bien?... le pregunté a Zhiva mientras la enfrentaba con semblante decidido.
¿Como piensas llegar hasta el palacio?...podría pedirle a Gundre que nos llevase... pero creo que lo mejor seria usar un medio que pasase mas...¿desapercibido?...solté finalmente esperando haber dado con la palabra adecuada.

Si lo que necesitas es una distracción...yo mismo puedo proporcionártela...me rascaba la nuca y mi gesto se contraía pensando en un modo de dar forma a mi ofrecimiento...aunque todavía no se muy bien como.

Al menos, la planificación de aquella maniobra de infiltración, mantenía mi cabeza alejada de las ruinas, de Zug, de Yezbel y de las nauseas matutinas de Zhiva.

Un naval de la nave destruida viene a ver a vuestro piloto. Se presenta militarmente y enseguida Gundre llama a toda la dotación y salen disparados para un sitio. - Señora. Se disculpa por interrumpir. - Señor Aven, todo el personal hemos sido citados. No tenías claro si se referían a ti también o solo al personal militar, pero enseguida se largan corriendo.

Miré al piloto y asentí con la cabeza. Supongo que te veré luego Aven... dije y salí de la pequeña nave de transporte de Aven. Andaba perdida y desorientada, sabía que debía llegar al palacio, pero.. ¿como? Nadie en su sano juicio me llevaría... claro que.. podía pedirles a esos dos agentes locos que me llevasen en su tanquecillo.. si es que lograron arreglarlo...

Lo que tenía claro es que no iría hasta alli con mi nave. Es demasiado grande y sería vista enseguida, lo cual alertaría a quienes controlasen la zona... Miré hacia el cielo y suspiré. Note la brisa como se enredaba con mi pelo y por un instante sentí la risa de Zug a mi lado.

Gato, ¿me recibes? dije hablando por el intercomunicador.

- Si jefa.

Me había alejado lo suficiente de aquella nave y no parecía salir nadie de ella. No me había percatado de que Aven me hablaba ni de que salió tras de mi

Necesito datos. A que distancia me encuentro del Palacio, cuanto tardaría en llegar caminando desde aquí y el estado de aquella zona... quien la controla y si siguen los combates en sus calles...

Antes de moverme necesitaba información mientras continuaba pensando como ir hasta allí y salir... con vida..

¿Luego? respondí desconcertado.

¿a que te refieres? Acabo de dejar atrás años de trabajo. El sueño de toda una vida...para ayudarte a encontrar a ese tal Yezbvel. Si piensas que voy a dejar que te escapes de nuevo es que no me conoces muñeca.

Le reproché mientras la seguía al exterior de la nave.

Entonces se llevó la mano al intercomunicador de su oreja y empezó a hablar con su nave.

Dios Santo, prefiere hablar con un cacho de metal que dirigirme la mirada.

Aven veía que la mujer escuchaba por su "cacharrito". Ese que le comunicaba con su nave.

12.416.- kilómetros. a una media de 8 kilómetros por hora. 1.552 horas.

No tengo datos del lugar y las comunicaciones que provienen de los 32 kilómetros a la redónda, son muy confusas.