Partida Rol por web

-Entiendo -dijo con parquedad Astarte.

No era ninguna experta siguiendo rastros. Por suerte, su perro tenía un olfato inmejorable. Si realmente se trataba de un ataque de bestias, él podría guiarlos hasta su guardia.  

-Supongo que será mejor que le eche un vistazo personalmente -añadió, al entender que tras su intervención se esperaba algo más de ella.

Corpoc quedó con la vista clavada en la druida mientras Bracka profundizaba su explicación de los hechos. Al fin alzó su mirada al techo mientras que en un gesto reflexivo acariciaba su mentó con la mano. La deducción de Astarte mantenía una lógica sólida, lo que llevó al gnomo a imaginar qué otra cosa podría ser la causante de las desapariciones entre los animales. También se sintió desilusionado, pues ya había comenzado a fantasear con un nuevo abrigo de piel de lobo.

-De acuerdo capitán Bracka. Y no os preocupéis, sea cual sea el peligro nos encargaremos de ello. Ahora bien -continúo Corpoc-, ¿Cuándo y cómo partiríamos hacia la granja?

Escuchas las palabras de un Bracka más relajado y nota que la desconfianza es algo que viene con el paquete de hombre a cargo de la seguridad de todos. Eso quiere decir que si nos ganamos su confianza haciendo un buen trabajo nos dará algo más importante para hacer. - Bueno gente. ¿Qué estamos esperando para ir?. - Casi sin esperar a ver que contesta al resto voy a buscar mis cosas.

Tenemos la tipa sería, el borrachín chistoso, el charlatán gracioso y los otros dos no tengo idea por ahora. Miro de nuevo al grupo que se estaba formando en el cual estoy incluído y noto que de todos sólo el borrachín gnomo parece ser que estará conmigo al frente si pasa algo. Espero que se le pase la resaca si algo sucede, sino le daré un codazo que se acordará por mucho tiempo.

Todos estábamos de acuerdo al final en ir a investigar las desapacriciones. Al parecer no había informes de actividad habitual, sino que era algo anormal en la zona. Al final, con toda probabilidad, no serían lobos. Ni lobos, ni gnolls ni bandidos. Eso hacía que tuviéramos que andar con más cuidado de lo habitual.

Yo ya estoy preparado. Partamos.

Al ver como deambulaba y balbuceaba el joven, el capitán arqueó una ceja con una expresión de incredulidad. -"En ese estado, sería un gran logro que llegara sin ayuda a la habitación"- Pensó.

La intervención del Gnomo terminó de hilvanar sus pensamientos. -Quizá lo mejor sea partir mañana en la mañana, ya la tarde se cierne sobre la grieta y es mejor evitar viajar durante la noche, además quizá algunos no estén en disposición de viajar en este instante. -Sentenció con la mirada fija en "Niño".

Escuchó al resto y solo asintió al percibir el interés de investigar de todos. Se levantó de su silla y recordó lo imponente que era su figura a pesar de los numerosos años que llevaba a cuestas. Bebió el último trago de su vaso y sacó una reluciente moneda de plata de su bolsa de cinto y la dejó sobre la mesa...

-Ahh una cosa más, se me olvidaba! Si resuelven la situación, al regreso les aguardará 200 monedas de oro como recompensa. Mañana Gil... -Señaló a uno de los guardias que lo acompañaban -...Vendrá a buscarlos con los primeros rayos del sol, él los guiará hasta el molino, un viaje de un par de horas.

Reverenció con la cabeza y se marchó.

Al salir, Bracka dejó tras de sí una sensación buena o mala, según el punto de vista con que se viera. Lo cierto es que 300 monedas caían de perlas en las desinfladas bolsas de cinto que llevaban.

   La muchacha que había viajado junto al resto del grupo, y que había permanecido callada finalmente se levantó de su silla con una ceja levantada y mirando por encima del hombro a sus compañeros de viaje.

- Yo estoy para más que ir a espantar perros, les deseo mucha suerte en su empresa y sé que nos encontraremos más adelante, pero aquí sigo un camino por mi cuenta. Buscaré otro trabajo que hacer!

Sin más, se despidió y brindó un último trago de manera amistosa.

La tarde y la noche pasaron intempestivamente...

El siguiente día amaneció con un sol propio de la primavera, el cantar de los pájaros los despertó apaciblemente y el olor a comida los levantó de la cama de inmediato. Un guiso de sobra de la noche anterior acompañado de un pan duro y un poco de queso y repollo amargo era lo que recibirían de desayuno. En medio de la merienda entró un joven vestido de cuero tachonado, flaco y de estatura media. Ya lo habían visto la noche anterior: Era Gil.

-Listos para partir? - Preguntó con el entusiasmo de un joven que apenas empieza los servicios de la guardia, un crío verde cuya mirada delataba la admiración y reverencia hacia los héroes aventureros.

El sol me despertó a primera hora y como era mi costumbre me vestí en seguida y bajé al comedor. El olor que salía de la cocina, me indicaba que íbamos a desayunar lo mismo que cenamos ayer. Ahora sabía de donde sacaba el tabernero sus ingresos, reciclando comida y ofreciéndola de nuevo en otro horario.

Tampoco iba a montar una escena por eso, además, no creía que hubiera intención de permanecer en la ciudad más tiempo del necesario para eliminar la amenaza. Empecé a comer mientras esperaba que el resto del grupo bajara a acompañarme. No esperaba que tardaran mucho, ya que tenía ganas de acabar con aquello cuanto antes. Aunque negaran que el asunto fuera un ataque de lobos, seguramente sería lo más probable. No habría nada maligno, ni niguna criatura diabólica implicada en aquello. Como mucho algo más grande de lo habitual, pero nada más.

Me recosté en la silla mientras masticaba un trozo de pan duro y dejé pasar el tiempo.

El amanecer encontró a Niño entrenando como era costumbre. Habia desayunado y ejercitado, para salir a practicar con el arco y que el peligro no lo encuentre con los musculos frios y desprevenido. Un dia de cerveza y reposo ya habia sido buena paga para encarar la tarea que tenian en adelante.

Muy temprano salio a cazar pajaros. Era un buen pasatiempo que aprendio en la guardia de la villa y una buena forma de entrenar y estar en forma.

Ahora solo quedaba esperar a Gil que los viniera a buscar y les indicara el lugar de las misteriosas desapariciones.

Astarte se levantó, se aseó, se vistió y abrió las puertas del pequeño balcón de su habitación. Se sentó en el suelo, con las manos sobre las rodillas cruzadas, y cerró los ojos. Sintió el sol primaveral al través de los párpados. El fresco de la mañana le ponía la piel de gallina. Podía escuchar a los pájaros trinar, y el susurro de las hojas de las ramas de los árboles meciéndose por el viento. Olía a comida. Sentía el lomo de su fiel sabueso, recostado contra su pierna.

Astarte fue examinando todas esas sensaciones, una por una, sin juzgarlas buenas o malas, y las fue desechando una a una. Sólo quedo ella. En paz.

Después de su meditación, su mente estaba completamente despejada, preparada para recibir el peso de los conjuros. Bajó al comedor y compartió su desayuno con su perro. Se despidió de Abmel y asintió enérgicamente cuando apareció Gil.

-Estoy lista cuando tú lo estés.

Las primeras luces fuertes de la media mañana presagiaban un día espléndido. El aire que se colaba por la ventana entreabierta de la habitación era brioso pero cálido, y encontraba a Corpoc dormido plácidamente entre ronquidos y restos de comida que había tomado del salón para disfrutarlos como postre esa noche.
Se despertó con un ligero ruidito junto a él y encontró a un gorrión junto a su cara que picoteaba algunas miguitas de pan. –¡Fuera, fuera. Largo de aquí bestia horrible! –Gritó mientras espantaba a la pequeña ave con la manta-. Vaya forma de amanecer…

Luego de su incidente, preparó los pertrechos para la expedición y su mochila de viaje; se calzó su armadura ajustando como pudo las correas; y pulió hasta dejar brillante la cabeza de su martillo. Bajó las escaleras hasta el salón, donde sus compañeros ya estaban reunidos. Saludo a los presentes con un “buen día” y se sentó a desayunar. El guiso y los aperitivos no estaban muy sabrosos, por lo que teniendo la esperanza de que en la granja hubiera alimentos de mejor calidad, decidió no repetir plato.

Al terminar el desayuno el gnomo se hallaba listo para emprender la marcha.

Tras una apacible tarde cayó la noche y con eso el sueño necesario para un reparador descanso después de tan largo viaje a estas nuevas tierras. El sol se levantó y ya estaba de pie acostumbrado al trabajo en la granja, me hubiera gustado desayunar algo más fuerte que una cerveza ligera con la comida. Algunos reclamaron con gestos obvios la comida pero para mi era suficientemente buena, el tema era la bebida.

Eso no quitó mis ganas de más cerveza y bebí suficiente para compensar lo ligera de la misma hasta que nos interrumpe el joven llamado Gil. Se llama Gil, pobre niño. Haciéndome el mayor y sabiendo que de suerte le llevo un año cuanto más. Está entusiasta por la aventura y seguro que si pudiera vendría con nosotros hasta el final y no sólo como guía, aunque quizás se anime a más.

- Vamos Gil. - Le respondo reprimiendo una sonrisa por su nombre, tomo mis cosas con prisa por el deseo que también tengo por el peligro y la aventura y salgo con el resto hacia el camino que nos llevará a nuestra primera misión en este lugar.

El muchacho, con una sonrisa complaciente, instó al grupo a partir lo antes posible. Evidentemente estaba entusiasmado, desde pequeño soñaba convertirse en aventurero, pero las responsabilidades de la vida le fueron llegando cuando tuvo a sus dos hijas y el miedo de perder su vida superó las ganas. Sin embargo, veía su profesión igual a la de un aventurero pero un poco más segura. En sus recurrentes viajes a las diferentes aldeas se preparaba con esmero y en su imaginación se enfrentaba a terribles bestias y malvados dragones...

Por supuesto, su realidad era otra. Ya había visto un poco de sangre en un combate con unos bandidos que, estúpidamente, trataron de emboscar la patrulla de guardias.

Gil esperó a que los aventureros estuvieran listos para partir. -No es muy lejos, queda a tan solo una guardia (4 horas) a paso de enano.

La mañana empezó a madurar a medida que el grupo de 6 personas y un fiel canino avanzaban. Gil permanecía callado, pero contemplaba el arco de niño, la armadura de Malrick, el estoque de Threkor y la fidelidad del sabueso de Astarte. Así mismo, miraba con suspicacia al Gnomo, a pesar de que en el cubil del dragón habitaran media decena de pequeñas criaturas, no le dejaba de sorprender, su tamaño denotaba fragilidad y se preguntó si Corpoc sobreviviría un combate... Aún no sabía la dureza y fiereza del guerrero.

El sol empezó a ponerse en los más alto del cielo mientras dejaban tras de sí un manto verde de pradera silvestre con flores emergiendo tímidamente del suelo, el terreno ondulaba ligeramente y suaves brisas se estrellaban con las desnudas mejillas de los viajeros, mientras seguían una especie de senda casi invisible, posible de seguir únicamente por los conocimientos del guía.

-Jumm, esto es extraño! -Exclamó Gil.

Al divisar el horizonte, se observó la imponente estructura con enormes hélices de viento, en su base se fundaban unas pocas estructuras que funcionaban como almacenes,establos, salones y viviendas. Un pozo de agua marcaba el centro de los edificios. A tan solo unos metros del pozo, más de una veintena de personas se reunían, al parecer discutiendo.

-Vamos, vamos -Urgió el guardia al acelerar el paso. -Veamos a ver que sucede.

Al acercarse más, se evidenció que alguna gente se encontraba histérica y lanzaba aireados argumentos. No se habían fijado que los viajeros habían llegado.

La llegada fue convulsa. Los lugareños estaban reunidos alrededor de un pozo discutiendo y claramente excitados. Gil aceleró el paso y se adelantó, supongo que para intentar hablar con la gente a ver si descubría algo.

Mis instintos se agudizaron y observé a mis alrededores intentando localizar alguna posible amenaza o ver cuál podría ser el motivo de aquellas discusiones. No sabía si aquella discusión sería a causa de las desapariciones o no, pero no podríamos empezar a investigar hasta que solucionemos aquel problema.

Astarte frunció los labios y el ceño en un gesto de disgusto en cuanto llegaron y vieron la discusión. 

-¿Qué pasa ahora? -dijo más para si misma que para los demás.

Siguió al guardia a grandes zancadas, manteniéndose a su lado, como si se pensara que debía ser la gallina en una discusión de pollitos.

En el camino veo a Gil callado y observador. -¿No te interesa ser aventurero? Eres joven, bien podrias unirte a un grupo como el nuestro. ¡Grandes riquezas, gloria y fama esta en nuestro por venir! Y cosas asi podrian estar en el tuyo. Esta vida es embriagante, viajes y aventuras. En mi familia somos todo aventureros, yo llevaba un tiempo aburriendome en un trabajo como el tuyo hasta que me decidi a seguir la senda del aventuro. - Le comentaba a Gil por el camino que escuchaba con atencion y admiracion al joven arquero. - ¿Dime que sabes hacer? ¿Espada? ¿Arco? Leyendas, se cuentan leyendas, seguro las has escuchado, de grandes magos y poderosos conjuradores, heroes mitologicos venciendo bestias gigantes... - narraba con entusiasmo y determinacion sus historias, gesticulando en el aire y dibujando bestias y batallas...

Y entre historia e historia mojaba el paladar con una botella de vino. No se estaba emborrachando, solo tomaba un poco. Aparte no tenia el estomago vacio.

El camino se hacia largo y transcurria a medida que caminaban.

Vieron a sus pies comerse el sendero y a la posada quedar atras. Hasta que por fin vieron las enormes helices y calor del sol empezaba a hacerles compañia, o era el vino tinto tal ves.

Llegando vieron un tumulto de gente y Gil se altero. Debe ser algo serio y poco usual, penso el arquero. Guardo la botella de vino, tomo unas hojas de menta y las mastico para perfumar el aroma de su boca. Ajusto el cinturon, acomodo la carcaja y el arco y avanzo callado para enterarse que estaba sucediendo. Que al igual que los demas, lo ignoraba por completo.

Tal ves ah sucedido algo grave, debe ser, algo relacionado con las desaparicionea de vacas tal ves. Igual los aventureros no les hiban a poder solucionar todos los problemas a estas gentes. Y el barba habia ofrecido 200 monedas por "solucionar" el problema de las desapariciones. Pero ¿Que era exactamente "solucionar" para el barba? ¿Y con que se encontrarian los aventureros? Y, ¿Acaso estaban tan escasos de personal que contrataban foraños? O simplemente estas gentes no les importaba al barba y por eso manda a unos desconocidos a "solucionar" lo que podia y parecia ser nada mas que "asuntos domesticos", ya que tal ves los campesinos se podrian estar robando ganado entre ellos y nada mas que eso. Llego ese ultimo pensamiento entre otros a la mente del arquero, pero no pronuncio palabra para no alterar al grupo. Despues de todo les hiban a pagar 200 oros por cuidar vacas, no era mal negocio. Era mucho mas por lejos de lo que ganaba en su anterior trabajo. Y tenian hospedaje, comida y cerveza gratis. Esto se sentia como la nobleza. Empezo a delirar el arquero, el vino hacia su exquisito efecto secundario.

- ¿Y cómo saliste parado de esos ladrones?. - Había tenido más acción el que yo hasta ahora, de que serviría comentarle a todos que nunca había matado a alguien, incluso lastimado. Esta es mi primera vez de aventurero y con lo poco que se me lancé al camino de manera arrojada. La única diferencia con Gil es que tiene familia en quien pensar y atar a un lugar fijo, como le pasó a mi padre. Me tuvo y adiós aventuras para el resto de su vida.

El llamado Niño trata de convencerlo y también al parecer hacerle estallar los oídos con tanto palabrerío, algo que ciertamente no me es de mi agrado. Vengo de una cabaña donde cuando sale el sol se trabaja y cuando cae se come para después dormir, no hay nada, ni charla. Sólo trabajo y ver como las vacas engordan. Lo bueno que tiene este Niño es la bebida que es vino, apenas puedo le manoteo el líquido y le sonrío como devolución a su protesta para dar un rápido sorbo y luego devolverlo.

Las horas pasaron y finalmente llegamos al asentamiento donde debemos actuar como investigadores primero y luego defensores de la gente. Aunque ahora la gente ahora parece estar discutiendo en los alrededores del pozo de agua y hacia allí se dirige Gil y tras él voy sabiendo que algo se cuece y nadie fuera de la zona está enterado.

El camino hasta la granja fue animado y mucho más breve de lo que Corpoc hubiese imaginado. Al gnomo siempre le había sentado muy bien un buen rato de caminata matutina y el primaveral día era ideal para ello. No pasó por alto la mirada recelosa del joven Gil, que lo hizo sentir incómodo más de una vez ¿Será que no somos los gnomos de su agrado? Tal vez alguno de los míos le haya robado una novia en cierta ocasión. No sería la primera vez.
-Ji,ji,ji –Rió el gnomo de sus propios pensamientos, ante sus compañeros que lo miraron con desconcierto.

Cuando alcanzaron por fin el molino y se toparon con el bullicio de los granjeros, Corpoc exclamó al tiempo que él y sus compañeros aumentaban el ritmo de la marcha para descubrir el conflicto: -Parece que la fiesta de bienvenida es más animada de lo que imaginábamos.

-​Aventurero! por supuesto que me gustaría, es muy tentador. En más de una ocasión me he imaginado llegar al pueblo en un corcel, atiborrado de una brillante armadura y joyas y espadas elficas, siendo vitoreado por las gentes al ritmo de banquetes flautas y arpas.

​La cara del muchacho cambió a medida que las imágenes se volvían a su cabeza, como la de un vagabundo hambriento observando un mercader gordo desapareciendo un pollo rostizado. Pero de inmediato sacudió su cabeza volviendo a la realidad.

-​Estoy cómodo donde estoy - dijo sin mucha convicción -Lo que ustedes hacen es muy peligroso y yo debo llevar bocado a mi familia todas las noches...

​La historias y las leyendas!! claro, aquí tenemos las aventuras del Quadrial, un grupo veterano de aventureros de la grieta de diferentes razas que velan por el bienestar del pueblo, la matanza del Dragón destructor es mi favorita!.

El viaje se volvió agradable a medida que Gil contaba algunas historias y chismorreos del pueblo y contó su propia aventura con aquellos bandidos. A punta de espada, él y sus compañeros los ahuyentaron tras matar a dos de ellos. Incluso mostró la cicatriz en su hombro a causa de un hachazo que por fortuna no iba con mucha fuerza.

Al llegar al sitio de congregación, la gente se sorprendió al ver a los aventureros. No era una imagen muy común y tras escudriñar de pies a cabeza con las miradas a cada uno y comprobar que estaban en compañía de un guardia del Trueno, la discusión apuntó a los recién llegados.

|Era un completo caos, todo el mundo hablaba y gritaba y las palabras se mezclaban un una amalgama de sonidos casi incomprensibles. Ni el joven Gil pudo poner orden. sus gritos se fundían con los de la gente.

Sin embargo, entre palabras, gritos y quejas, los aventureros lograron descifrar la causa de la histeria:

Al parecer, los pobladores habían decidido tomar acciones propias ante las desapariciones de su ganado y la ineficacia del cuerpo de guardia. Ya no dejaban pastar los animales de forma libre, siempre una o dos personas acompañaban los rebaños mixtos de ovejas, vacas y cabras... Pero al parecer el día anterior, un par de locales hacían el deber y hasta ahora no se sabe nada de ellos. Los animales volvieron sin ellos.

Ya parecían estar formando un grupo de búsqueda y una comisión para hablar con el rey, pero la llegada de los héroes había caído como agua después de una prolongada sequía. Pedían a gritos la ayuda de ellos, de recuperar a dos hombres que habían desaparecido.

Era hora de tomar cartas en el asunto. Los lugareños habían decidido intentar descubrir la causa de las desapariciones por ellos mismos, pero no les había salido bien y habían perdido a dos de ellos.

Dejad esto para gente más experta. Nosotros descubriremos por qué está desapareciendo el ganado. Decidnos en que dirección se marcharon vuestros compañeros que no han vuelto.+

-Mmmm... Esto se vuelve mas peligroso y se me clarifican algunas dudas, con que el cuerpo de guardia es mas bien ineficaz *repito lo que dice la gente mientras observo a Gil y luego al grupo de "heroes"*. ¿Como creen que debemos resolver esto? Aconsejo al pueblo que envie una comision al Rey ya que nosotros no somos el "Quadrial", *aprovecho la historia de Gil para sasonar su dialogo con los lugareños*, pero de seguro intentaremos colaborar, nos envia "Bracka" *dijo el nombre de la autoridad para ganarse la confianza de la gente* para ayudarles.*hizo una breve pausa para dejar intervenir a sus compañeros*-