Partida Rol por web

Astarte encabezaba el grupo, a pocos pasos de Huan. La druida estaba alerta, mirando ojo avizor los alrededores mientras su perro seguía el rastro con el olfato.

Corpoc avanzó junto paso a paso junto a su grupo a través de las olfateadas del can. Marchó en silencio al igual que el resto de sus compañeros, pues los rondaba una sensación de que en cualquier momento podrían toparse con la amenaza responsable de estos males.

Cada vez que alguno pisaba y hacía crujir una ramita tensaba los nervios del pequeño mercenario, por lo que continuó la marcha pensando que tal vez lo matarían los nervios ante que los orcos o los bandidos.

Debajo del cielo gris y el aire que empezaba a enfriar el ambiente, el grupo decidió separarse en dos.

Por un lado, niño se dio la vuelta y emprendió camino en dirección al nuevo molino, con un despido que no fue respondido con palabras. Aún así, niño les deseó suerte y se fue intranquilo, pensando en que la sensatez del grupo estuviera en sus cabales y no tomaran riesgos innecesarios, pero con el optimismo de reunirse de nuevo con ellos al siguiente día.

El resto del grupo tomó la dirección opuesta, guiados por el fiel compañero de la Druida y su increíble olfato.

¿Podría ser la última vez que el grupo completo estuviera reunido? solo el tiempo lo dirá...