Partida Rol por web

Saloon Rochester: Minuto 03

La música ha dejado de sonar. La tensión no deja de crecer dentro del Saloon. Algunos de los presentes se apresuran a alejarse, unos corriendo y otros con más disimulo. Los que se quedan parecen buscar algo en rincones, bolsos, chaquetas... parece que algo se avecina cuando de repente... ¡¡¡BANG!!! ¡Un disparo alcanza a la Sheriff! Es Zacker McNugget, que sostiene su revólver aún humeante. En mitad del Saloon y a la vista de todos se ha atrevido a desafiar a la representante de la Ley en Vernal. Su disparo ha alcanzado sólo al sombrero de la Sheriff, pero no es la única bala de su revólver. ¿Qué sucederá ahora?

Acciones 

Sheriff "La Certera": se acerca un poco a la barra, cuando alguien le dispara por la espalda. ¡El disparo sólo alcanza su sombrero!
Annie Oakley: ve alejarse a Little Johnny mientras rebusca sin éxito a su alrededor.
Dedos Ágiles: deja de tocar y baja de la tarima del piano.
Doctor Mijael: se parapeta en la barra.
Elisabeth Slaw: sigue caminando, cruzando el Saloon.
Little Johnny: parece algo dolido por cómo le ha tratado Annie y sale corriendo. Se aleja por Main Street perdiéndose en la oscuridad.
Lobo de Sangre: no hace nada, no se inmuta, sólo disfruta del expectáculo.
Lucky Mary: camina hacia la escalera, acompañada de Red Calamity.
Madame Claudine: rebusca junto a su asiento, y parece coger un objeto que le hace abrir sus ojos de par en par, es algo de un tamaño nada desdeñable para una dama. ¿Qué será?
Max Flanagan: vuelve a su mesa, al parecer no le agradaba demasiado la compañía de Valeriano.
Nayati Malasbalas: parece haber encontrado algo brillante tras la cabeza que hay colgada en la pared. ¿Qué será?
Nick Bigotes: da unos pasos tras la barra para acercarse al doctor y servirle una copa.
Red Calamity: camina hacia la escalera, acompañada de Lucky Mary.
Rezongos Droppler: sale del Saloon apresuradamente, siguiendo a Little Johnny.
Rosie: se aleja de la mesa, ¿quizá ha visto lo que ha encontrado su socia?
Valeriano Valle: su cara de decepción nos confirma que no ha encontrado nada.
Zacker McNugget: ¡¡¡Dispara a la Sheriff!!! Aunque ésta ha dado un paso adelante, su buena puntería le ha asegurado el tiro.

Mira en tu ficha para ver lo que has encontrado.

- ¡Mierda de antro de mala muerte! Gritó McNugget. -En este antro, la bebida sabe a orín de ñu, pierdo a las cartas y encima las mujeres pasan de mi... Pues habrá que animar la fiesta de alguna manera y que mejor manera que un poco de animación!.. Sheriff! le costaba lo mismo ser amable!

-Ayyy Virgensita de Guadalupe, ya lo dije yo que no me dejaban disfrutar esta noche. ¡¿Estas loco?! Nadie debería querer que mi noche sea mala, no señor. ¡Me niego! -  comienzo a cambiar el tono, y se me nota rabioso porque no me han servido el siguiente tequila. - ¡A mi no me estropeas la velada!

- Claro Zacker Mcnugget, me costaba a mí haber sido amable, lo mismo que a ti tener puntería- contesto riéndome

-Bonito sombrero.... lástima que no le sirva para una tarde de verano...

El doctor, agazapado tras el mostrador, tiembla de miedo. Poco a poco asoma la cabeza y ve cómo el disparo no ha alcanzado a la Sheriff, por poco. El pulso le tiembla. Está acostumbrado a la sangre y a ver cosas horribles como la entrepierna de Madame Claudine, pero esto es demasiado. Nota un ligero mareo, debe sujetarse fuerte para no caer.

No me puedo creer que ese pistolero haya disparado contra la Sheriff, y aún menos contra mi bar.

- ¡Malnacido!

Justo pronuncio la palabra me arrepiento de hacerlo. Miro a la Sheriff y al Doctor, como pidiendo disculpas.

- ¡Wow! - Exclamó Flanagan. Las cosas se estaban poniendo feas. - ¡Han intentado asesinar al sheriff!

Max no se esperaba aquello ciertamente. No tan rápido. 

No pude evitar esbozar una sonrisa cuando encontré algo útil en las paredes. Casi en el mismo instante, me asustó el estruendo rápido y seco de un disparo a mis espaldas.

- ¡¿Pero qué demonios estáis haciendo?! - grité exacerbado mientras me giraba hacia el resto de los allí presentes. - Estos blanquitos no saben estar con las manos quietas. ¿Verdad, Valeriano? - miré fijamente al loco de Zacker. - Guarda tus balas, vaquero. Nunca sabes cuándo te harán falta... Me esforcé por tener paciencia. Al fin y al cabo, los disparos eran habituales en aquel lugar.

No puedo evitar dejar escapar un pequeño grito al ver cómo Zacker dispara a la Sheriff justo delante mía.

- ¡AAHH! ¡Cuidado con el piano!

Lobo de Sangre, que hasta entonces ha permanecido en silencio sentado en un rincón, se pone en pie de un salto y mira fijamente a Zacker McNagget. En su cara se dibuja una sonrisa desquiciada, y en su mano derecha sostiene un hacha de guerra.

- LULULULULULULUUUUU!!!!

Es un grito que anuncia el combate y la fiesta indistintamente.

-​​​​​​-Nayati, estos gringos no saben respetar, no no no. -Digo evidentemente molesto. - Asi que tú wey, anda a dejar esa pistola antes de que enfades a Valeriano Valle del todo.

Doy evidentes signos de enfado a la par que de quitarme el leve mareo del tequila. "Quítate la cruda Valeriano, que si no vas a enfrentarte y ni se van a enterar"

- Oooh!!!- la situación se había complicado rápidamente y al ver el sombrero agujereado de la Sheriff, Madame Claudine pensó que alejarse de la barra era la mejor idea, pues allí en medio, sola de pronto, se sintió desprotegida.

Al escuchar el grito de Lobo de Sangre, se me pone la piel de gallina. No dicho nada y en cambio, sus actos reflejan más que cualquiera que lleve toda la noche hablando.

- Tranquilos Nayarti y Valeriano, os noto muy nerviosos- 

-Pero señora, no me ha dejado terminar a gusto... Aunque si me lo pides, vale. - Relajo algo el tono, y respiro, pensando en los tragos que habrán de venir.

La cosa se pone fea bien rápido.

-¡ Desgraciado, si agujereas mi saloon te agujereo el pecho!

- ¡Vamos, Red Calamity!

- ¡Voy! ¡Vámonos de aquí antes de que muera alguien!

- ¡Ahí os quedáis yo me largo!