Partida Rol por web

De pronto, oigo con asombro lo que ha pasado: dos disparos a Max. Grito con voz fuerte: 

- Ándele, ¿qué pasa ahora? ¿Queremos más botín? Canary, ¿quién nos dice que luego no nos traicionarás? - Apunto con uno de los revólveres en dirección a Canary, mantengo el otro en preparación, dispuesto a atacar a quien corresponda que se mueva más de la cuenta

- Me cago en mi perra madre.... - Hardin se echa al suelo junto a la caja fuerte cuando empiezan los disparos, mientras agarra el rifle de uno de los soldados para apuntar al primero con ganas de jarana que se le acerque 

El viejo Flanagan se lo tenía merecido por intentar estafarnos pero... ¡que cojonazos, Canary! 

Cuando ya por fin parecía que habíamos desbloqueado la situación... ¡¡¡va Hardin y se coloca sobre la caja fuerte!!!

¡¡Hardin!! La hostia... - exclamo cuando no puedo acercarme y Jin dispara a Flanaga...

Por todos los diablos, Jin, ¿qué coño haces?

Y pronto busco con la mirada algo sobre lo que cubrirme... está claro que no nos podemos fiar ni de nuestra sombra...

¿¡Eh, Max!? ¿Estás bien? - silencio - ¿Qué coño le has hecho a Jin para que te dispare? Hay que joderse...

- ¡Joder! - Exclamó Max escupiendo sangre por la boca. - ¡Si, cojones! ¿Qué he hecho yo? - Miró  a Knox.  - ¡No, no estoy  nada bien, ni nada contento!

- ¡¡Nada de bromas!! - estábamos perdiendo un tiempo grandísimo allí y encima alguno había con la intención de retardarnos todo lo posible ¿para qué, con qué motivo había tratado de engañarnos diciendo un número que no era? - Lo habéis visto todos, ha tratado de engañarnos, nos está retrasando a posta.

Había sido una advertencia y esperaba que fuera la última - quiero mi parte, así que, id abriendo esa caja ya!!!

La encargada de las agujas conocía a Max, demasiada casualidad que el tren se hubiera parado en ese preciso lugar - Max ¿por qué aquí? De entre los miles de kilómetros que tiene la vía, ¿¿has parado el tren precisamente donde tienes gente conocida??? - Había sido precisamente Max quien se había subido a la locomotora, y ésta había empezado a "estropearse", luego la había desenganchado para quedarse justamente ahí, al lado de su amiga, que casualmente tenía telégrafo para avisar - ¡¡Es una trampa!!

- ¿Louise? - Preguntó Flanagan. - ¡Joder, es una puta coincidencia! ¡Sólo intimamos una sola vez y no fue demasiado bien! - Confesó finalmente. - ¡Se me encasquillo el arma!

Y Max se meó en los pantalones. Jin le tenía a su merced y su vida estaba a punto de terminar. 

- ¡Que me he cargado a cuatro! - Recordó.

-Wei, yo diría que Max solo estaba intentando sacar mayor parte, como todos... - y casi juraría que no nos lo ha querido ocultar una vez descubierto, que era una simple treta rápida, no lo veo enfrentándose a los otros cuatro...-​​​​​​-No ocultó su propia anotacion...

- Eh Jin, ¿porqué tienes tantas sospechas de Max? A fin de cuentas...tú ni siquiera te has bajado del caballo- dije mientras miraba lo ocurrido con cierta suspicacia.

-¿No será que estás intentando desviar la atención para que no veamos tus verdaderas intenciones? ¿Tratas de huir a caballo con todo el botín?- ese disparo en aquel momento y luego todas esas sospechas, no pintaba nada bien.

-Creo que sería bueno que quedáramos en las mismas condiciones. Max no se había guardado su papel para él... Pero creo que has puesto en tu contra a la guardavias...-​​​​​​-comento mientras tengo las dos pistolas en mi mano... Aquello había sido sorprente, aunque quizás, un catalizador...

- Oídme.... - Habló para todos Flanagan. - Sin rencores, ¿vale? -  Miró entonces a Louise. Tenía el mismo encanto de siempre, esos oyuelos llenos de arrugas, ese pelo grasiento y ensortijado de no lavarlo nunca y esos senos como dos pimientos secos... Si, era una mujer realmente hermosa. Demasiado para un rufián como él. - Dejad en paz a la señora. Ella nada tiene que ver con mi ceguera prematura. Pese a mi juventud, mi vista se ha empeñado en jugarme una mala pasada. Realmente confundí ese siete con un seis. Y ahora, si son todos tan amables... - Miró uno a uno a cada uno de los  miembros de la bada. - ¿Por qué  no nos centramos en el botín?

- Certera, no me he bajado del caballo porque lo necesito para alejarme una vez tenga mi parte - que los demás fueran unos irresponsables o ingenuos, allá ellos, pero vamos que, no tenía pensado marcharme andando - Para tu plan necesitaría a un cómplice, ¿o es que crees que voy a subir al tren con el caballo? - el sol, no cabe duda le había freído el cerebro.

- Sólo quiero mi parte, la cogeré y me iré - lo que los demás quisieran hacer con la suya, me importaba poco. Como si se la jugaban a las cartas, no era cosa mía.

-Complices... O tontos útiles... ¿No? Y Max te ha dado la excusa para eliminarlo... No se... No me veo como tonto, eso nunca...

-Creo que no has entendido nada, Jin, ¿Pretendes que te lancemos tu parte o en serio crees, que tu caballo va a estar ahí esperándote mientras subes...?-

- ¿Por qué piensas eso, Valeriano? Tan sólo ha sido un toque de atención - si hubiera querido matarlo, ya no se encontraría entre los vivos - y también un aviso para el resto, no hemos asaltado un tren para dejarnos capturar - estábamos tardando, ¿alguien había tratado de hacer trampas? - ésto no es un juego.

- Certera, mi parte la voy a coger y me voy a marchar con mi caballo - el cómo se iba a proceder aún lo desconocía - no creo que sea necesario chocar las manos para despedirse, supongo que cada cual cogerá su parte y se irá, si se queda es que igual quiere otra cosa...

- Ya...¿dos disparos un toque de atención? ¿No será que te ha salido mal la jugada y el borracho tiene más vidas que un gato?- no creía ni una sola palabra de esta mujer

- Soy un borracho malo de matar... - Dijo orgulloso. - ¡Has fallado amiga! - Y soltó una carcajada. 

Si la Certera le defendía es que tenía alguna posible de salir vivo de aquella, aunque lo cierto era que tampoco tenía claro si alguien iba de nuevo a abrir fuego contra él y acabar con su vida. Hasta los gatos tenían un límite de vidas. 

Vernal Express: Minuto 20

Tras disparar, y mientras la mayoría busca y rebusca en cadáveres y alijos, Jin Canary cabalga a toda velocidad tratando de alejarse y escapar de sus "colegas". Sin embargo Valeriano, en un bellísimo alarde de puntería, consigue colocar dos balas dentro de la cabellera de la joven, acabando con su vida. El tren pierde cada vez más velocidad y ya está a punto de detenerse. Sólo quedan cinco de los diez forajidos que emprendieron la complicada hazaña del asalto al Vernal Express.

Acciones

La Certera recarga su volcanic y da unos pasos.

Ellen se abalanza sobre el cadáver del Capitán, rebuscando algo.

Martin termina de saquear el cuerpo del soldado que hay bajo sus pies y da otro par de pasos.

Max sigue sacando cosas de la carreta, se le ve ansioso.

Jin cabalga velozmente y trata de escapar entre los árboles.

Valeriano dispara dos veces a Canary.

- Bueno, ¿Qué, abrimos la maldita caja de una vez?- se estaba haciendo más largo ponernos de acuerdo que acabar con todos los soldados -Martin, ¿puedes proceder a meter la llave en la cerradura?- 

- ¡Maxy! Lo nuestro... bueno... fue penoso. Muy penoso... y aunque me alegro de que no hayas muerto, no quiero tener nada que ver con esto, ni contigo, ni con tus amigos. Largáos de aquí rápido ¡y deja de robarme el whisky en mis narices jodido borracho!

Louise entra en su cabaña y cierra la puerta por dentro.

¡¡Diablos!!

Exclamé cuando Valeriano disparó sobre Jin Canary... a este paso el botín se lo quedaría la jodida Louise...

Si, Certera... puedo meter la llave en la cerradura, pero ahora mismo la verdad es que no me apetece moverme demasiado, ¿sabes? Le tengo demasiado cariño a mi cabeza, y aquí sois de gatillo fácil...

Valeriano... ¿estás tranqui? - le dije al mejicano que dejó como un colador a Canary