Partida Rol por web

-No lo sé. Claramente está disconforme con algo que compró...-dice la mujer bajando la mirada. El hombre, aún enfurecido, decide responder. -Me vendió un tónico inútil. Dice que es para...para....¡para recuperar el cabello! Y claramente no funciona. Por eso vine a buscarla. -agrega dándole otra mirada llameante. 

-¿Y si te doy dos tónicos nuevos sin cargo?-propone la mujer con una suave sonrisa, al tiempo quesaca dos botellas pequeñas de sus ropas. 

El gigantón la mira con desconfianza, dubitativo. 

La situación me supera, desde hacía mucho tiempo no tenía ganas de reírme a carcajadas, sin embargo, me contengo. Tengo que dar una imagen si quiero resolver el conflicto. ¿Has oído Magmard? Crecerle el pelo... Pienso riéndome para mis adentros.

Aprieto un poco el brazo de la dama ante su nueva sugerencia y la miro con desaprobación, añadiendo a mi cara seria un fruncimiento de ceño. - Mejor aún señorita. Digo contundente pero sin alzar la voz. - Le va a devolver a este caballero su dinero y cuándo lleguemos a la ciudad la voy a entregar a las autoridades para que la juzguen. Vuelvo a apretarle un poco el brazo para que sea consciente de que no voy en broma. - ¿Ha quedado claro? Termino preguntando separando bien las palabras para enfatizar.

-Bueno, le devolveré el dinero al calv- al caballero. -suspira la mujer mientras rebusca entre sus ropas. El gigante agradece a Styr con una simple mirada mientras la mujer le devuelve una pequeña bolsita. El hombre, ya curado de espanto, se preocupa por revisar el contenido de la bolsa e incluso contar el dinero antes de abandonar el asunto y retirarse. 

-Bueno, eso ya está hecho. -dice la mujer mirando a Styr. -Ahora, respecto de esa locura de llevarme ante las autoridades... ¿No podrías dejarlo pasar? Prometo enmendar mi camino. 

Voy aflojando la presión en el brazo de la joven, sin embargo no llego a soltarla en ningún momento. Me parece increíble lo que se ha pensado esta mujer, pero no dudo en explicárselo. - Como te he dicho antes, ¿Cómo sé que es verdad? Sin embargo, ahora no dejo la pregunta al aire para respuesta. - ¿Te has pensado que me chupo el dedo? Le inquiero con contundencia. - Has timado a un hombre, no contenta has venido a timarme a mí, un SeeD. ¿Te piensas que en el jardín no nos enseñan nada? Le pregunto atónito y visiblemente indignado. - Es mi deber proteger civiles y tú les haces el mal, así que no me queda más remedio, te lo has ganado a pulso. Termino volviendo a agarrarla con fuerza para que vea que no voy de farol. Además, si alguien se enterará de que la dejo libre que dirían de mi profesionalidad... podría meterme en un buen lío... Pienso reafimándome.

-No entiendo el fanatismo de los humanos por tener cabello en la cabeza. No es muy útil que digamos... Por cierto...esta mujer me parece conocida...

La mujer suspira ante la insistencia de Styr. -No te lo tomes tan a pecho. Todos deben buscar su manera de sobrevivir. ¿Así que eres un SeeD? Eres muy profesional. Veo que demasiado. -agrega con una sonrisa. -Bueno, por lo menos podrías presentarte antes de tomarme la mano con tanto descaro. ¿No? Yo soy Adine. Una hermosa adivina itinerante. 

¿Conocida? Si tú llevabas muchos años en la cueva... ¿Recuerdas de qué te suena? Pregunto a Magmard con mis pensamientos.

La tranquilidad de la mujer ante la situación me hace estar alerta y me empieza a entrar un poco de nerviosismo. - Yo soy Styr. Respondo. - No me fio de ti, no quiero que te escapes, simplemente. Me encojo de hombros a la vez que hablo. - Así que vamos a hacer un cosa, te vas a estar quieta hasta que lleguemos a la ciudad y así podremos tener un viaje tranquilo. A pesar de los nervios que me empieza a inspirar esta mujer, sigo con la determinación de cumplir con mi deber.

-Es extraño....hay algo que me impide recordarlo. Pero estoy seguro de que la he visto alguna vez... Estar frente a ella es como un constante deja vu..

-Claro, claro. Entiendo...-dice la mujer con aplomo. Despues de unos minutos de silencio, mira a Styr con una sonrisa en los labios. Había algo embriagador e inquietante en su mirada. Como si sus ojos azules pudieran ver más allá de cualquier barrera. 

En un momento, la mujer salta sobre la baranda y qeda colgada sobre el par por el brazo que Styr sostenía.¿me devuelves mi brazo o vamos ambos a nadar?-inquiere tranquilamente. 

La tranquilidad que se me queda después del conflicto, cuando parece que la mujer ya ha entendido su destino, me hace relajarme, a pesar de las extrañas palabras de Magmard. Esa mujer inspiraba muchas cosas, esa sonrisa, esos ojos, es realmente inquietante, pero no imaginaba que pudiera hacer algo así...

- ¿Estás loca? Pregunto alzando la voz por la sorpresa mientras la agarro más fuerte, incluso echando el otro brazo para sujetarla y que no caiga. - ¡Nos vas a matar! ¡Vuelve arriba ahora mismo! Le ordeno un tanto asustado por caer al agua. Intento fijarme con las piernas a la barandilla para no caer y tiro de ella hacia arriba para intentar subirla. - Sabía que no me podía fiar de ti... Le digo volviendo a bajar la voz y bajando la cabeza apesadumbrado, mientras me esfuerzo al máximo en tirar de su brazo hacia arriba.

Con un ágil movimiento, Adine afirma sus pies contra la barandilla y comienza a hacer fuerza, pero hacia abajo. Quizas por el peso de su cuerpo o el factor sorpresa, pero es mucha más fuerza de lo que Styr podría esperar. Apenas unos segunfos después, el SeeD se ve forzado a soltarle la mano para evitar perder el equilibrio, o quizás el brazo todo...

La mujer cae hacia el mar pero antes llegar, gira sobre sí misma. De un momento a otro, exhibe cuatro alas en su espalda que le permiten planear lejos del barco. Cuando los nervios de Styr superan el impacto de todo lo que acaba de ver, el SeeD encuentra que lleva enrollado en la muñeca el colgante que la mujer le había ofrecido momentos antes.

-Definitivamente la he visto antes.-señala Magmard. -No creo que sea humana. Los humanos no proyectan alas de la nada ¿No?-inquiere para cerciorarse

No me queda más remedio que soltar a la mujer, su fuerza resulta increíble para un cuerpo tan menudo... - ¡NOOOO!  Grito al verla caer hacia el agua sin esperarme ni un poco lo que iba a presenciar un segundo después. 

Me quedo en shock ante lo que ha pasado, ver cómo a Adine le aparecían alas de la nada y salía planeando lejos del barco es algo que no se ve todos los días. No entiendo la naturaleza de semejante poder y me siento muy desconcertado por ello. No que yo sepa querido amigo. Respondo a Magmard. ¿Será el poder otorgado por un guardián? Nos planteo como hipótesis mientras me recompongo de todo lo sucedido. 

Cuando templo los nervios y me encuentro más tranquilo me percato de que me ha dejado el amuleto que pretendía venderme en la muñeca, en ese momento me planteo que pudiera haber estado equivocado respecto a ella a pesar de las evidencias. Lo observo más de cerca para ver si averiguo algo. ¿Crees que pueda ser verdad lo que contaba Magmard? Le pregunto a mi compañero mientras me lo pongo al cuello para no perderlo y poder examinarlo mas detenidamente más adelante.

-No me suena muy probable. Más parece el poder propio de un guardián...- responde el minotauro. -Humm...No creo que sea muy factible hablar con los monstruos. Y tampoco sé si ellos quieran hablar. Supongo que lo mejor será hacer la prueba. Lo seguro es que algún valor tiene ese amuleto. Por algo quería esa mujer que lo tuvieras. -

Con todo el trajín de los extraños sucesos que tuvieron lugar, el viaje pasó en un parpadeo. Más pronto que tarde, el barco había llegado a la costa más cercana al pueblo de Winhill. El lugar era bastante despoblado. No era más que un muelle y algunos tristes carteles aquí y allá. La zona le era familiar a Styr. Ya la había visto en su pasado. El SeeD reconocía el camino para volver a su hogar, que no quedaba mucho más lejos. 

Si Magmard piensa que no es cosa de un guardián, no me explico como Adine ha podido hacer eso. Decido dejar de pensar en ello y tomar el consejo de mi guardián. Sí, lo probaré la próxima vez que nos topemos con un monstruo.

El viaje se pasa realmente rápido con todo lo ocurrido. Bajo del barco y respiro profundamente, mi mente se inunda de recuerdos de la infancia, algunos no muy agradables, así que decido no perder el tiempo recordando y me pongo en marcha para llegar mi ciudad natal, donde tendré mas difícil evitar estos recuerdos...

El clima sigue nublado por aquellos lares. El pasto oscuro oscila por el viento mientras el SeeD camina. Como no podía ser de otra manera, durante el viaje, Styr encuentra monstruos en el camino. 

Desde detrás de una roca, sale un grendel,

acompañado por un blood soul,

ambos monstruos que Styr había visto antes. 

Afortunadamente, el viaje de vuelta de Styr transcurre sin sobresaltos. Al desembarcar, lo recibe nuevamente el aire fresco de la ciudad de Balamb. Era una sensación extraña. Era como volver a su hogar, aunque curiosamente había salido de él. 

-¿Contento de estar de vuelta? -pregunta Magmard en su interior. 

-Quizás sea una buena oportunidad para mejorar tu pistola en esta ocasión. Puede que sea útil para lo que viene-sugiere el Gf. 

La extraña sensación de estar en casa al sentir el habitual aire de la región de Balamb, me desconcertaba un poco, pues en verdad mi hogar estaba en Winhill. Por suerte Magmard me sacó de mis pensamientos.

No tengo claro que contento sea la palabra, han pasado muchas cosas por el camino... Me sentía raro dejando mi casa, pero también sentía que el jardín lo era y para colmo, muy pronto tendría que partir de allí.

Lo tenía decidido desde que nos fuimos la otra vez, pero gracias por recordármelo. Magmard siempre estaba en todo, sin duda, había tenido suerte con él.

Sin perder más tiempo me dirigí a la tienda de armas donde ya estuve preguntando por las mejoras disponibles y pase a su interior. Buenos días. Saludé amablemente. Estuve por aquí hace tiempo preguntando por mejoras para este arma. Dejé a "Big Black" encima del mostrador. He decido que quiero aumentar su precisión a pesar de tener que reducir el tambor. Dije con total seriedad y me encogí de hombros, como si no hubiera marcha atrás al ya habérselo dicho al vendedor.

-Oh, si si. Recuerdo a Big Black. -responde Tomm. Mueve su bigote de lado a lado mientras habla. -Será un placer trabajar en esta pistola. Es un buen arma. En seguida regreso. 

Después de unos 20 minutos de espera, Tomm regresa con el Big Black. La pistola se veía como nueva. Se notaba que el tambor había sido reducido, y el cañón había sido cambiado por uno más largo. Además, su empuñadura negra tenía un brillo especial. Se notaba que había sido tratada con cuidado. 

-Hela aquí. -comenta Tomm. 

-Ese hombre sabe lo que hace.-comenta Magmard con un silbidito. 

Cuando Tomm trae a "Big Black" modificada no me lo puedo creer, no esperaba que pudiera quedar tan bien. De hecho estaba bastante nervioso por el mero hecho de dejarla en otras manos, menos mal que mis nervios eran infundados. Realmente el trabajo era impresionante. Muchas gracias. Dije con seriedad. Parece un gran trabajo. Puse la cantidad exacta de dinero encima del mostrador y le tendí la mano para darle un apretón en agradecimiento. Hasta la próxima. Me despedí y salí de la tienda con mi revolver aún en las manos. 

¡Ya lo creo! Respondo a Magmard completamente eufórico. Que no lo demostrara hacia afuera, no significaba que no estuviera contento.

Una vez fuera de la tienda examine detenidamente el arma. Se notaba que Tomm sabía lo que hacía y cuidaba las armas con mimo, todo estaba bien rematado, parecía que no era un arma modificada. Estaba muy contento con la modificación. La precisión me había costado muchas veces que se alargaran los combates, por lo que me vendría fenomenal y aunque "Drum Shot" perdía potencia, seguía siendo un ataque temible. 

Si más que hacer por allí, me dirigí al jardín. Tenía una investigación que hacer y el tiempo corría en mi contra.

El equipo desembarca finalmente en la ciudad de Balamb. El lugar es tranquilo y no hay señales de nadie esperándolos.

-He venido aquí en una ocasión-comenta Rogan. En aquella dirección se encuentra el jardin. Por allá hay una zona montañosa con cuevas y por aquel lado un bosque y la Cueva de Fuego. 

-Es extraño que Styr y Kirara no estén aquí para recibirnos ¿Creen que hayan avanzado en el lugar de la misión sin nosotros? -pregunta Vincent. 

Sea como fuere, en la ciudad no se ve ningún rastro de un SeeD esperándolos. ¿Deberían salir y revisar los alrededores?

En mi cara se nota preocupación

"Tratandose de Styr, me preocupo mucho, muchísimo por esta mujer, Kirara. A ver como lo explico... Si tuviera que elegir a quien dejarle al cargo del cuidado de los niños de una guardería, y mis únicas opciones fuesen la bruja Adel y Styr, pues sería muy dificil elegir"

"Así que mejor intentar contactar con el "Jardín" y que lancen avisos de megafonía por todas partes"

Kyros admira la ciudad en la que se encuentra, sin prestar demasiada atención a la conversación de sus compañeros. No era muy fan de las zonas portuarias,  pero esta ciudad tenía algo que le encandilaba.

Tal vez deberíamos dirigirnos al jardín, entonces - dice Kyros tras una pausa, volviendo en si -. Puede que allí averigüemos algo de nuestros nuevos compañeros.