Partida Rol por web

"¿Como que ANCIANA?"
"Aun estoy badtante joven y si yo quisiera....! ¡Hmpf!"

La horrenda señora da la impresion de que te tirara un mavetero si no te quitas de ahi ¡Deprisa!

Con un giro veloz evite el golpe del mavetero que la anciana me habia lanzado. -Calmese anciana, puede lastimar a alguien! gritaria molesto por la actitud que habia tomado la aseñora ante mi respuesta y reaccion muy bien fundamentada.

Algunos con mas gloria y otros con mas pesar, terminais llegando a la plaza principal. El ambiente es tenso, como una verdad incómoda y unos negros nubarrones acechasen a los asistentes.

Mas de doscientas personas, principalmente los padres de familia, encargados de negocios y toda persona capaz nativa del pueblo se encuentra aquí. En el centro de todos ellos, tratando de dirigirse la masiva reunión de gente, se encuentra una mujer de aproximadamente 50 años, de los cuales no habrá sonreido ni cinco minutos.

"Useasé, pos mu bien" dice con un acento rupestre "Estamos to's mu d'acuerdo en que lo que es pagar, pos como que tendremos que pagar. Pero claro ¿Quien será el guapito de cara que llevará la pasta a la laguna del guardián? ¡Porque yo no!"
"¡Yo soy la tercera edad!"

Es entonces cuando un hombre de brazos fuertes y apenas un solo cabello en el cuerpo (Un herrero, sin dudarlo) se fija en vosotros: Gente nunca antes vista en el pueblo, armados hasta las cejas, petrechados con buenas armaduras y con la mirada al frente en vez de hacia el suelo

"¡Hey Aithara!" le grita a la mujerzuela del atril con un sorprendente acento claro "¡Tenemos un grupo de aventureros entre nosotros!"

Rápidamente, las miradas se vuelven hacia vosotros

La mujerzuela, sin descender un pie del estrado, os mira con un aire de soberbia, como si ella estuviera por encima del bien y del mal

"Aventureros, eh... Decidme, chicos ¿Teneis experiencia en matar dragones?"

"¿Os gustaría matar uno? Sería por una noble causa"

De pronto, la señora ha abandonado su natural acento rupestre y ha empezado a hablar de forma ridícula y artificialmente refinada. 

Después de que el semiorco se llevase la desilusión de la chamuscada posada, Feng encuentra una nueva oportunidad de saciar su sed de cerveza en la aldea. Escucha atentamente las palabras que se están pronunciando en la reunión vecinal -Bien, bien, ya tenemoz trabajoz y ezo que ni siquiera lo hemoz buscado- Sonrió mostrando sus colmillos al resto del grupo -Ademaz es algo zencillo, solo tenemos que llevar dinero y matar dragón... ACEPTAMOZ- Termino gritando ante los ojos atónitos de sus compañeros -Yo Fend, temible guerrero y mis amigoz lo haremos ¿Tu dar comida y cerveza, mucha cerveza- El ímpetu, él hambre y la sed, nublaron el poco sentido del semiorco para aceptar el sencillo trabajo mientras se dirigía a abrazar al que parecía el alcalde del lugar.

-Y dinero! complementaba la actuacion de Feng, que acertadamente habia pedido comida y cerveza como requisito para aceptar la tarea que realmente cayo por sorpresa. -Dinero y algunas lindas y serviciales señoritas que nos ayuden a darnos un buen baño y un buen masaje para comenzar bien con la tarea señorita Aithara! Diria tras un guiño y una pequeña reverencia mostrando el debido respeto.

Esperaria la respuesta tanto de la señorita como el de mis demas compañeros para proseguir con mis acciones.

-¡WALLY¡-, grito con vos enojada,

-Nuestras sendas aunque diferentes, siempre nos han unido por el camino del respeto hacia toda criatura, todas la aventuras que hemos tenido y no sabía que tu comportamiento era tan burdo y vacío, espero que el hambre y frío te estén haciendo y no sea esto una representación de tu moral.

Después de regañar con vos firme a su compañero observa por varios segundos y muy detalladamente a la mujerzuela, siempre le habían resultado muy extravagantes muchas de las costumbres de los humanos y la forma de vestir y hablar de esta mujer le resultaba especialmente llamativa, algo que casi podría definir como molesto, sin embargo su formación siempre lo llevo a actuar de una manera muy formal.

Me solían recriminar esa fea costumbre de mirar fija e incómodamente a algunas personas, pero no siempre lograba evitarlo, luego de ese lapso de tiempo, que muy probablemente fue un incómodo momento para la persona frente a mí, haciéndole una venia cortada  le dirijo la palabra.

-Madam, disculpe la falta de modales de mis compañeros, después de nuestra última fiera batalla hemos estado perdidos por los bosques que lindan con este pueblo por demasiado tiempo, nuestra comida a empezado a escasear, esto unido con el frio ha desencadenado en un poco de delirio por parte del grupo.

-Si le parece bien nos gustaría discutir este tema en un lugar cálido donde podamos conseguir algunos alimentos y recuperar algo de nuestras fuerzas, muy probablemente si su problema está avalado por los dioses del bien, estaremos gustosos de ayudarlos

- ¿Que? ¿Los Dioses del bien? Pero claro muchacho, por supuesto! Me extraña! ¿Con quien creeis que estais parloteando? Ni ma ni menos que la Sra. Alcadesa de Lipwick! Por cierto bienvenidos a mi humilde pueblo, pasad, pasad, poneros comodos... Veo que han tenido un inconveniente con un "agua va" en especial el semiorco marron, ah no... Es verde, o era... Pobrecillo... Pues poneros comodos y hacearos en la posada y os contamos en detalle lo que sucede... - Dijo dandoles un tur por el pueblo y guiandolos a la posada...

El pueblo reacciona con una actitud entre grave y entre aliviada ante las seguras frases de Feng. Aunque quizá también es por la monumental espada y la poderosa voz que la afianzan y dan seguridad en sus habilidades.

"Puede que... quizá si lo logren..." dice un hombrecillo con aspecto de alfarero.

Pero entonces el ambiente es afortunadamente aliviado por la salida de Wally 

"¿Mujeres y vino? ¡Pues suerte aqui, hombre! ¡No se cual de los dos es peor!" dice un hombre que inconfundíblemente es el zapatero.

"¡Oye! ¡Que tu esposa es MI HERMANA!" dice el que, por su delantal lleno de harina, tiene pinta de panadero "¡No la insultes!"

"Ya la insultó la naturaleza, dandole esa pinta" dice el que sin duda es tabernero, un hombretón que parece tener risa fácil, aunque el pueblo lóbrego parece que le impide soltar una carcajada.

Desde luego, parece que habéis traído algo de ánimo al pueblo, cuanto menos.

Aun así, el alivio viene por las palabras serias de Arkonnan: El porte caballeresco y la apariencia casi humana y a la vez casi sobrenatural le delatan a simple vista
"Un paladín..." empieza a oirse murmurar "¿De veras es un paladín?"

Todos los murmullos son interrumpidos por unas toses -muy exageradas- provenientes de la tarima. La oronda y descomunal mujer que hay en lo alto, luciendo una corona pese a que Lipwick no es más que una aldea, deja claro que esta señora tiene más ego que barriga.

"¿Que? ¿Los Dioses del bien?" dice intentando sin éxito darse un halo de nobleza "Pero claro muchacho, por supuesto! Me extraña! ¿Con quien creeis que estais parloteando? Ni mas ni menos que la Sra. Alcadesa de Lipwick! Por cierto bienvenidos a mi humilde pueblo, pasad, pasad, poneros comodos..."

"Veo que Lucilla la Sorda os ha echado el agua de la colada en lo alto. Que "inconvenienciente" .especial el semiorco marron, ah no... Es verde, o era... Pobrecillo... Pues poneros cómodos y asearos en la posada y os contamos en detalle lo que sucede. Vamos, vamos" 

La mujerzuela baja de la tarima, la cual rechina aliviada por quitarse el supremo tonelaje de encima, y ella empieza a mostraros muy orgullosa una aldea... en nada distinta de cualquier otra.

Habían abandonado el cómodo y sereno camino para adentrarse en la aldea de la que les había hablado Arkannam. Poco acostumbrado al hedor y los ruidos en este tipo de lugares según se iba adentrando en ella el malhumor se iba apoderando de él. Sólo cuando el agua hedionda cayó de uno de los edificios y que le dió tiempo a esquivar por sus refinados sentidos, estalló en carcajadas al ver la reacción de Wally. - Esto nos pasa por entrar en tierras "civilizadas". le dijo a Wally tras su cabreo. - Pordioseros, ruidos y miradas constantes además de falsedad. La gente común de estos lugares no funciona bien. No esperes una cama caliente ni una bebida buena aquí.

Al llegar a la plaza sus temores se confirmaron, se dieron cuenta de su presencia y comenzaron las miradas incomodas de falsas esperanzas y su falso líder comenzó a sobreactuar. Humanos, no los entendía, ni tenía ganas de ello. Sólo tenía un interés y sospechaba que su líder iba tras su mismo objetivo. La granja había ardido antes de comenzar el invierno de aquello no cabía duda tras ver al animal en una de las camas. La palabra dragón de la boca de aquella malalimentada humana le llamó la atención. Por lo que perezoso volvió a prestar atención a la conversación. Su cara desdibujo una mirada de pena hacia su compañero semiorco, no era muy listo pero pensaba que por lo menos sabría la amenaza que supondría acabar con un Dragón pero tras sus palabras dejó claro que no era así. Aún así, tenían que escuchar las verdaderas intenciones de boca de la Paladín para descubrir porqué se había unido a tan variopinto grupo y que quería de ellos.

- Señora se atrevió a abrir la boca intentando no ser hiriente. - Has mencionado un Dragón y hemos visitado la granja, ver la aldea me importa bien poco, vayamos al grano. Sabía que no podría evitar ir a la posada pero el ansía de saber lo ocurrido en la granja le hizo adelantarse volviendo sus palabras un tanto agrias.

El semiorco olía mal, era algo natural en su raza. En esta ocasión ese apestoso olor se había acrecentado por el baño de orina que le habían regalado los lugareños, hecho que no hizo cambiar su buen humor habitual -Bueno zeñora, ahora que ya zabe quienes zomoz, no tiene porque preocuparze, YO arreglaré lo que le preocupaz- Rápidamente se dirige a abrazar a la pobre Aithara mientras las moscas comienzan a revolotear alrededor del Feng -El trato ezta cerrado ¿donde nos dan la comida? Que ahuyentar a una lagartija con alaz no se puede hacez con el estomagoz vacío- Fend, no paraba de sonreír, con la esperanza de cómodo y beber algo sumado a la posible misión ya tenía todas sus necesidades cubiertas, incluso se planteaba tomar un baño como siempre le indicaba Eco al llegar a las ciudades y pueblos que transitaban -Eco, ¿en estas aldeas también me tengo que lavar?

- No se notaría la diferencia con el hedor que desprenden estas calles. le contestó indiferente desde que habían entrado a la aldea el mal olor se había adentrado en sus fosas nasales y no notaba apenas la diferencia de mal olor con Feng a su lado. - Espero que partamos de este lugar cuanto antes. No os acomodéis.

Un agota de sudor frio bajaria por mi frente tras el regaño de Arka, el respeto que le tenia como persona me llevaba a tomar los consejos del paladin y cambiar de cierta manera mi postura. -Vale Arkannam, lo siento. Me conformo solo con las cervezas señorita Aithara. Verdad Feng?

Eco y Feng por su parte seguian siendo ellos como siempre, tan unicos. Hecho que hacia que el grupo  fuera interesante y divertido. -JAJAJa tranquilo Eco. Podia notar la frustracion que mi compaero sentia, pero debia hacerle saber que podia estar tranquilo y de cierta manera alegre siempre uy cuando estuvieramos los 4 juntos. -Esta es una situacion similiar a lo que paso en la taberna "El fin del universo", recuerdas? preguntaria directamente a Eco para que se relajara recordando los buenos momentos que habiamos pasado, aunque alentaria a mis demas compañeros a recordar conmigo.
 

Aunque Eco es pragmático, directo y bastante distante de asuntos mundanos y humanos, NADA en este mundo os podrá librar de la alcaldesa hablando acerca de las bondades del pueblo de Lipwick, acerca de lo sagaces que fueron sus ancestros construyendo un pozo, o que sus casas usan buenas rocas para soportar el peso del techo.

"Y ese de ahi, es el mejor panadero. El muele muy bien la harina, y sólo le servirá la más fina y sin grumos" dice por tercera vez cuando pasais por ahi.

¡Que HORROR!

Pero finalmente parece que empieza a ir al grano. Llevandoos a la posada, por supuesto.

"Oh la granja. La que debisteis ver es la granja de los Walch. Y que fue atacada por una terrorífica sierpe verde, a quien llamamos "El Guardián del Bosque". ¿Os he contado lo grandioso que es nuestro pueblo? Tiene un dragón, y..."

Entonces, para vuestro alivio, llega un señor de muy avanzada edad, y silencia a la gordinflona

"Disculpad a la señora alcaldesa. Me han comunicado que un grupo de jóvenes valientes habian llegado" El anciano señor visiblemente se ha esforzado en venir todo lo rápido que le ha permitido sus cansadas piernas y su fiel bastón "Soy Jonás, el secretario de la señora Aithara. Y si puedo, os explicaré cuanto sabemos en Lipwick"

"Hace cuatro dias, John, Jackie y sus hijos Josh y Jessie vinieron corriendo en plena noche: Según dijeron, el dragón, el guardián del bosque, les había atacado"

"El dragón llevaba dormido desde que yo era un niño, y la mayoría en la aldea ni siquiera creían que fuera real" por la apariencia, Jonás debe de contar con 70 inviernos ¡Cómo minimo! "Pero al dia siguiente de abrasar la granja, el dragón apareció sobrevolando el pueblo y nos amenazó. Debemos de entregar un cofre con 300 Pó en el cabo de la Laguna del Guardián: Un paraje con un lago a medio dia de camino al noreste, y donde era el hogar ancestral del dragón"
 

"Ignoramos que ha despertado al dragón, o que ha hecho que dirija su cólera hacia nosotros, pero ¿Querríais ir en nuestro nombre y hacer la entrega? Ninguno en el pueblo es un hombre de acción, y nadie se atreve a acercarse a la cueva."
"Os pagaríamos por la entrega... y si por un casual venceis al dragón, podríais quedaros con el cofre, e incluso reuniríamos 200 Pó más"

El humilde anciano no se anda con rodeos: Junta las manos y os lo pide "¡Por favor!"

Al escuchar a Eco, “señora”, una amable sonrisa corrió por mi rostro, debido a mi piel blanca, mi figura delgada y casi perfecta, esa aura de tranquilidad y seguridad, mis ojos nacarados opalescentes que despiden tonalidades azules, verdes y naranjas según el Angulo en que se miraran, mi pelo largo y de color plata y mi vos considerablemente aguda para un hombre pero más gruesa que el común de las mujeres, resultaba bastante común que le confundieran con mujer, en el fondo era algo que no le molestaba, el mismo, aunque sabía que había nacido hombre, sentía de alguna forma que trascendía cualquier caracterización de género que pudieran asignarle, sin embargo era curioso que su compañero de ya bastante tiempo de viaje lo confundiera, quizá estaba muy distraído, realmente no le di demasiada importancia.

Su tono tosco y directo le resultaba agradable y practico, y a pesar de ser más bien malo al momento de entablar conversación en entornos diplomáticos, comparado con sus otros dos compañeros era bastante mejor.

Ante su pregunta le respondo casi que al oído.

-Entiendo tu preocupación, el viaje ha sido largo y debemos descansar y recuperar energías, además de enterarnos correctamente de que está pasando aquí, algo de diplomacia será necesaria, pero te prometo que tratare de ser lo más breve posible

Mientras doy mi respuesta, mis otros dos compañeros se adelanten rápidamente y sin pensarlo mucho empiezan a tomar decisiones, Feng corre a aceptar tratos sin siquiera enterarse de que está sucediendo, como era ya costumbre desde que estoy con este grupo, doy un suspiro largo acompañado de una cara de frustración, no lograba acostumbrarse del todo a esta forma de ser, sin embargo de alguna forma extraña que no tenía sentido para él, esto le agradaba, a pesar de todo, el tiempo le había mostrado que aquellas decisiones tomadas a la ligera por aquel semiorco, muchas veces resultaban ser beneficiosa, si no eran muy descabelladas solía tomarlas como un regalo de los dioses y apoyarlas.

Luego de este arremetimiento de mis compañeros, me acerco a aquella mujer, imperioso y tranquilo, no sin antes hacer un saludo formal a las personas del pueblo que se encontraban cerca, el aire del lugar era denso y por alguna razón había algo que no le agradaba, así que usando sus habilidades decide comprobar si hay auras malignas en los alrededores, luego le dirige la palabra a Feng y le dice

-Amigo, en este pueblo también deberás lavarte, ve con Wally pónganse en forma y luego nos reuniremos para comer y discutir los pormenores  de nuestra próxima misión.

Luego mirando a Aithara y tras escucharla un poco describir su pueblo le digo

-Madame está usted a cargo de un agradable lugar, si me permite interrumpirle me gustaría que me indicara un lugar para que mis compañeros puedan asearse mientras termina de mostrarme el lugar.

Luego espero a que la mujer termine de mostrarme el lugar para decirle que nos dirijamos a donde sus compañero se asearon, y poder compartir una cena mientras nos explique en que consiste su problema.

-Como mi compañero Feng ya te ha expresado, estaremos dispuestos a ayudar a tu pueblo, pero para hacerlo debo saber todos los detalles, al entrar pudimos ver una granja en mal estado, que fue quemada y entre los murmullos de las personas pudimos oír hablar de un dragón.
-Alcaldesa le agradeciera que me explicara con sumo detalle cuál es la situación