Partida Rol por web

Una mujer reclinada en un sillón SensoTérmico, con un casco cubriendo la mitad superior del rostro, y cables surgiendo de él hacia todos los rincones de la habitación.

Y en los enormes monitores Sony-Zeiss que se desplegaban a lado y lado de su figura, sus ojos se centraron en el umbral para observar a las chicas entrar.

La mujer alzó sus manos hacia el casco, se lo quitó de la cabeza y lo dejó caer en el asiento. El casco colgaba inerte de sus infinitos cables como una araña de mil patas. Y la mujer no tenía ojos. 

Sus cuencas vacías dejaban ver el interior del cráneo, todo él cables y conexiones, procesadores y microchips. Entonces unas diminutas pantallas descendieron del interior de sus párpados para ocultar el hueco, convirtiéndose en unos falsos ojos como los que se mostraban en los monitores a su espalda. Se levantó, con los eficientes movimientos de estabilizadores y sensores de equilibrio, sin un quejido por haber estado demasiado tiempo sentada o gesto ninguno de desorientación.

Su piel no tenía lunares, ni vello, ni marcas de nacimiento o enfermedad.

Era una sintética, una construcción artificial que imitaba a un ser humano, un rumor del que la Red estaba llena pero que nadie había visto nunca. Según cualquier registro oficial, del gobierno o de las corporaciones, los sintéticos no existían. Eran el tipo de monstruos fantásticos con que los conspiranoicos atemorizaban a los usuarios de los foros. El Fin de la Humanidad con que los profetas del Apocalipsis anunciaban que empezaría la espiral de destrucción de nuestra especie. El avance tecnológico hacia el que la Ciencia había dirigido todos sus descubrimientos de la historia humana.

"Eso" que tenían delante no sólo estaba de pie, no sólo las miraba, si no que también tenía consciencia:

- Habéis venido a buscarme, es hora de irse. Me lleváis ante mi creadora. Ya estoy finalizada, debo ser examinada.

Su voz estaba perfectamente modulada, como la de una mujer joven cualquiera que pudieras encontrar al tomar el RailBus. Ni siquiera tenía un timbre de anuncio, especialmente bonita ni de cadencias mecánicas. Sólo hablaba como quien lee algo en voz alta y narra lo que tiene frente a sus ojos, sin preguntar ni ordenar nada. Sólo lee lo que está pasando.

La mujer se mantiene en pie, observando a Nariko frente a ella. No se tambalea, no cambia su peso de un pie a otro, no avanza ni se protege del revolver que la apunta. Sólo espera el siguiente paso del proceso que se ha activado en su programación: Llevarla ante su creadora.

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Mantuve como buenamente pude la calma al ver aquel esperpento de ser sin dejar de apuntarle con el revolver, pero nada pude hacer para contener mi lengua.

- ¿Pero qué cojones...?

Ladeé la cabeza como si esa inclinación pudiera ofrecerme una perspectiva completamente nueva de lo que tenía ahí delante de mis narices, pero no, lo que veía era lo que era sin lugar a dudas.

- "Fixer", tú eres la friki de los cacharritos, dime qué hacemos con esto - en ningún momento bajé el arma y mentiría si dijera que por un momento no me entraron ganas de freir esa maldita cosa y regresar al zulo a la espera de una misión menos extraña.

- Puto Matsutatsu ¿dónde coño nos has metido? - logró decir mientras veo como ese ser sintético plenamente funcional se levanta y nos habla como si tal cosa.

Acto seguido, consciente de que no estamos las 3 solas con esa cosa, noqueo al guardia de seguridad con un golpe de culata en la nuca, para que deje de lloriquear de una maldita vez.

- Espera. - advierto a mi hermana, con una voz dura y seria, como pocas veces me ha oído hablar. Mi mirada, clavada en aquella "mujer de silicio", mi mente puesta en la vida de mi hermana y en el peligro que puede correr. - No te acerques a esa cosa. No se lo rápido que puede moverse antes de que pueda reaccionar. - le digo antes de que se le ocurra poner un pie en esa sala para examinar a ese ser.

La verdad es que ni tan siquiera se si le afectaría nuestra munición. - pienso sin expresarlo en voz alta, intentando no mostrar mis cartas antes de tiempo y analizar inútilmente los cambios de expresión del androide. - Si es que los tiene... O en caso de que los tenga sean simulados. Mierda. - pienso para mí.

- ¿Que eres y quién te creo? - pregunto finalmente en un tono serio, sin titubeos.

A la mierda...- En cuanto vi la trasmisión de datos y el envió de coordenadas el improperio salió de mi boca. Con un movimiento sordo moví el teclado hacia delante interrumpiendo cualquier hackeo por mi parte.- Chicas, el gusano de la Sony acaba de enviar nuestra localización.- Dije mientras me agachaba a debajo de la mesa y sin mucho miramiento recogía mi, ahora frito, terminal. En un inicio había pensado no volver a tocarlo ni con un palo, pero tras ver lo que ese gusano era capaz de hacer... Si se conseguía reparar y podía aunque fuera mínimamente ver la programación que tenia aquella cosa, podría ser una buena fuente de conocimiento.

Bueno eso si salíamos vivas de aquello.- No se que habréis encontrado ni realmente para que vendrán los agentes de la Sony, pero voy hacia vosotras para trazar un plan de acción, no me gusta una mierda lo que está pasando en este encargo.- Respondí mientras  salía de la sala al pasillo. Cuando salí me quede un momento parada.- Bien, ¿Alguna indicación?.- Pregunte dándome cuenta que no tenía ni la remota idea de donde estaban.

Con bastantes nervios pero intentando calmarme espere la respuesta de mis compañeras mientras mis manos se posaban en el arma que había birlado a aquel guardia. No pensaba usarla en aquel momento, ni si quiera había tenido en mis manos una de aquellas para probar tiro, pero ciertamente hacia que una se sintiera un poco mas segura.

La imagen de aquel ser compuesto enteramente por cables, circuitos y metal me dejo fascinada, aquello era la culminación de todo aquello que amaba y me apasionaba, el mayor avance informático y tecnológico de la historia, una IA con un cuerpo mecánico funcional. Mi cabeza ignoró las palabras de Trigger y la comunicación de Nozomu, di un paso hacia aquella maravilla con la intención de examinarla, hacerle mil pruebas y preguntas y averiguar todo lo que pudiera sobre su origen y sus mecanismos pero antes de poder hacerlo mi hermana me detuvo. No fueron sus palabras sino su semblante y la seriedad de su tono lo que me hizo detenerme. Aquella máquina podía ser peligrosa, pero valía la pena arriesgarse... aunque quizá en un entorno controlado como el Zulo.

- Debemos llevárnosla con nosotras, no por la misión sino por lo que podamos aprender de ella... esto es mucho más gordo de lo que creíamos y nuestra única salida es salir de aquí con esa cosa - mis susurros en realidad ocultaban una morbosidad intrínseca a la idea de irnos de allí con la IA como botín.

- ¡Síguenos! Te llevaremos ante tu creadora- además tenia la corazonada de que haría cualquier cosa por cumplir con su programación así que me arriesgué a forzar nuestros límites -Y si alguien intenta impedirnos que te llevemos con ella tienes autorización para neutralizarle.

Miré a mi hermana con una sonrisa nerviosa debido a la emoción del descubrimiento - Imagínate tener esta máquina de nuestro lado, seremos imparables...  debemos salir las cinco de aquí como sea.

- ¿Quién eres y quién te creó? -logró preguntar Elaiza superando el cortocircuito mental en que la había sumido el hallazgo del Laboratorio 3. Veía crecer en su hermana Kaisha una emoción que la estaba asustando: a Fixer parecía gustarle aquello.

Suerte que Trigger estaba haciendo más gala de su sangre fría que de su gatillo fácil. No sabían si el ser mecánico podía ser hostil bajo determinadas circunstancias, y tener una pistola apuntando a su cabeza (¿sería ahí donde tenía acoplado el procesador mental?) podía ser la diferencia entre la vida y el aplastamiento por pistones hidráulicos.

- Mi código serie es ABA. Soy el modelo vigésimo séptimo y el primero funcional. Me ha creado el grupo Yutani. Según la información que se me ha transmitido desde la IntraNet de este lugar, mi responsable ya viene ya hacia aquí para proceder a mi recogida. Deduzco por las anteriores preguntas que la siguiente que realizaría se refiere a la identidad de mi responsable. En la transmisión se me ha autorizado a compartir del dato de su nombre: Mrs Lee. También me indica que les recuerde el código al que han de transmitir su localización para mi recogida, una vez escogido un lugar abierto para el aterrizaje del vehículo: 7669-93477. 

El androide (¿la androide? ¿Tenía género esa máquina?) parpadeó, algo que resultaba extraño. Quizás era un movimiento programado para parecer más humano. O era un mecanismo que indicaba algún procesamiento interno. O era un fallo de algún tipo. 

Kaisha no pudo aguantarse, y pidió a ABA que las siguiese. Tenían que salir de aquel sitio, pero parecía que no todas coincidían en lo que harían con su "botín" una vez fuera del edificio. La androide pasó junto a Nariko y su pistola, girando levemente la cara hacia ella y formando una sonrisa conciliadora con la boca. Después dio una larga zancada para evitar pisar al guardia inconsciente que yacía en el suelo, y se quedó plantada en el pasillo. Parecía esperar a que llevarais la iniciativa para poderos seguir, como Kaisha le había indicado.

El sexto sentido de Trigger no detectó ninguna amenza proveniente de ABA cuando ésta pasó a su lado. Pero algo la instaba a que salieran rápidas del edificio. Muchas veces le habían encargado demoliciones de lugares que podían contener información comprometida, y este lugar apestaba a secretos...

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Alma tuvo la sensación, seguramente ficticia, de que su consola infectada le pasaba la corriente al tocarla, como cuando tu gatito está enfermo y te marca con los dientes al ir a acariciarlo. Le dio una palmadita en el hombro al Sys-Op que seguía con su reboot en el sillón, y salió al pasillo. Le costó unos segundos, como siempre, volver a darse cuenta de que necesitaba mover las piernas para desplazarse por el entorno, y recordar que los elementos de la realidad mostraban marcas de suciedad y desgaste. El mundo donde se movía con la mente, y en que todo objeto era un modelo perfecto de sí mismo, quedaba ahora muy lejos.

Vio a dos tipos, con uniformes de guardia, estirados en el suelo a su izquierda. Uno de ellos tenía un charco de sangre alrededor de su cabeza. No había duda, el camino hacia sus amigas pasaba por girar hacia la izquierda. Al final del pasillo sólo podía seguir hacia la derecha, dejando atrás puertas pintadas con graffitis y tags. A partir de ahí no sabía qué giros debía tomar, pero algo llamó su atención. Era una voz desconocida, femenina y parecida a la que usaba su computadora cuando anunciaba cosas como "Conectada" o "Batería baja". La oía algo apagada, pero seguramente no estaba a más de un par de esquinas de distancia. Alma la persiguió en el tiempo de un par de frases que emitió, y encontró a sus compañeras frente a una puerta abierta con la señal luminosa de "Laboratorio 3". 

Y con ellas también estaba la "computadora" origen de la voz de sirena que la había atraído hasta aquí. Una mujer delgada, con ropa mínima, que se giraba hacia ella, fijaba su mirada en el subfusil que empuñaba Alma, y empezaba a caminar hacia la Data diciendo:

- Posible intento de impedir mi salida. Procediendo a neutralizar según última ordenanza.

Cuando aparecí por la puerta y me encontré con el androide mis ojos se abrieron como si no pudiera creer lo que estaba viendo. Aquella expresión duro poco cuando hizo constancia de sus palabras tomándome como enemigo. Mis manos se levantaron hacia arriba mientras el fusil. Sujeto por una correa quedaba únicamente sostenido por mi hombro. Por esta razón es por la que odiaba las inteligencias artificiales. – ¡Soy amiga, soy amiga!.- Exclame apurada antes de que el androide hiciera algo. Después de ver como el gusano de la Sonny destrozaba todo el sistema informático de aquel lugar, fácilmente creía posible que aquel androide tuviera armas nucleares.

- ¡Detente no es ninguna amenaza! - Le grito al androide mientras me interpongo con rapidez para proteger a Alma. - Viene a ayudar en tu evacuación.

¿Y ahora que vamos a hacer? - me pasa por la cabeza sopesando la difícil situación...

- Bueno, mejor decidamos los pasos a seguir una vez estemos fuera de aquí. Recuperemos nuestros vehículos y reunámonos en un lugar que tengamos bajo control. Ya que todo parece ponerse en nuestra contra, al menos deberíamos hacer la entrega en un terreno favorable para nosotras.

Realmente me da igual si el objetivo es un androide de alta tecnología o un miembro encarcelado del equipo de asalto. Lo importante es que nos están intentando confundir y con eso lo único que conseguirán es que recelemos y el intercambio acabe siendo de balas en vez del trato acordado...

Mientras pasa todo eso empiezo a llamar a Matsutatsu. - Espero que tenga respuesta a mis preguntas si no quiere cabrearme. - digo casi para mi misma mientras espero a que me lo coja.

Aquella máquina era increíble, su movilidad, su forma de hablar, su capacidad de respuesta.... todo en ella era alucinante. Avanzamos por los pasillos pero mas que preocuparme por mis alrededores andaba junto a ABA avasallándola a preguntas.

- ¿Que tipo de energía usas? ¿Cual es tu núcleo? ¿Necesitas recargarte? ¿Como funciona tu CPU? ¿se puede reprogramar tu software? ¿Cuales son tus funciones principales? - Anotaba mentalmente toda respuesta que pudiera darme, aquel juguete era demasiado suculento para dejarlo escapar.

¿Entrega? ¿Había oído entrega? - ¡De eso nada! - Me di cuenta de que ABA quizá no nos seguiría si pensaba que no la llevaríamos con su creadora -  ¿Quien es Mrs Lee? - seguí preguntando.

- Necesitamos el furgón para transportarla, Alma acompáñame, necesitaré cobertura... aunque creo que nada en estas instalaciones podría detener a ABA... ¿Sabes pelear? 

Me estaba empezando a doler la cabeza con tanta pregunta y no me reprimía en expresarlo con gestos esclarecedores por lo que cualquier plan que me hiciera tomar un camino separado al de "Fixer" me parecía bueno. En ese momento prefería la compañía incluso del rehén, aunque me estaba conteniendo de no apretar mi gatillo y liquidarlo; después de todo ya no sólo era un lastre, si no que podía convertirse en un obstáculo. Como para limpiar mis malos pensamientos, alcé la voz para comparar opiniones.

- ¿Qué vamos a hacer con este? - dije refiriéndome a él como si no estuviera presente - Silenciarlo nos ahorraría problemas.

Mis compañeras sabían perfectamente qué significaba para mi "silenciar" a alguien; no hacía falta mayor explicación.

Oh, vamos, no somos asesinas. Todas las cámaras del lugar tendrán un registro, si vas a querer que no se nos recuerde tendríamos que volar este lugar y creo que no tenemos tiempo.- Dije a Nariko ante su propuesta de matar al tipo. No tenía problemas con matar, o mejor dicho que mi compañera matara, pero el hacerlo cuando no iba a reportar ningún beneficio para el grupo me parecía innecesario.

Por otro lado mis compañeras no parecían haber comprendido.- Eeh... Backdoor, creo que no me entendiste. El gusano acaba de mandar las coordenadas de este mismo lugar como lugar de recogida. No han esperado a que facilitemos las coordenadas. Parece que quieren venir a recogerlo aquí mismo. - Hice un pequeño silencio.- No se a vosotras, pero esto me huele como el peor trabajo nunca hecho, una vez que llegue el VTOL no se que ordenes tendrá pero...- Me costó decir las palabras a continuación.- Posiblemente  si esto es algo tan gordo como me parece, quieran silenciarnos.

No quería decirlo pero una compañía que podía manejar un gusano como el que había visto no debería tener problema para haber hecho algo de este estilo... Y por otro lado, ya se había hecho obvio que nos habían mentido con lo de su primera incursión.- Lo que sea chicas, hay que salir de aquí, ya nos disculparemos con la Sony si es un malentendido. Después de todo...- Mi mano levanto mi terminal chamuscado.- Nosotras no hemos recibido ninguna información por su parte.-Dije sonriendo. El dato de que el VTOL había sido enviado había sido a través de el terminal del edificio por el gusano. A nosotras no nos habían informado de nada.

Las palabras de Nozomu me dieron la excusa perfecta para llevarnos aquella máquina con nosotras.

- Tiene razón, es demasiado peligroso dejar a ABA en las manos de quien sea que viene a buscarla, no controlamos el lugar, ni el perímetro en nuestra ruta de huida... ni siquiera sabemos si podemos confiar en nuestro pagador - era obvio que entregar a la IA más avanzada de la historia era un error colosal - Deberíamos llevarla a nuestro terreno, a uno de nuestros lugares seguros y si decidimos hacer un intercambio que manden al VTOL a nuestro terreno favorable y bajo nuestras condiciones... no quiero que nos pase nada a ninguna de nosotras por confiar en que respeten el encargo - Estas últimas palabras eran sinceras de verdad.

Parecía que todas tenían claro una cosa: cuando llegara el VTOL -y sabían que se encontraba de camino- querían estar lejos de ahí y con la androide bien agarrada como moneda de cambio. 

El plan que proponía Elaiza, la experta en huidas, era dividirse de la misma manera en que habían llegado. Así podían ser más rápidas, y no ponían todos los microchips en el mismo procesador. Sunada y Elaiza corrieron hacia la azotea, sabiendo que si el VTOL estaba cerca, ellas debían ser las primeras en avistarlo mientras ascendían a la altura de la autopista y montaban sus motos. En el peor de los casos, incluso les tocaría a ellas distraerlo para que sus compañeras pudieran huir con ABA y la furgoneta blindada. 

Kaisha confiaba plenamente en su hermana, y más cuando el plan contemplaba que ella estuviera todo el rato a cargo de ABA. La androide parecía seguirla especialmente, además. Como si el haberle dado la primera orden hubiera activado algún tipo de sistema de seguimiento hacia Fixer. Cuando ABA se lanzó hacia Alma como una amenaza a neutralizar, fueron las palabras (o preguntas avasalladoras, más bien) de la pequeña de las Brooks las que hicieron que el constructo artificial se detuviera para aclarar sus datos técnicos y especificaciones de rendimiento. Algo que la Microchip sacó en claro mientras hablaban de camino hacia la furgoneta de la calle, es que ABA tenía datos sobre sí misma, pero desconocía muchas de sus funciones u objetivos de sus protocolos. Parecía un bebé, preparado para captar y reaccionar al mundo a su alrededor, pero todavía sin haberlo hecho nunca y carente de experiencia sobre sus propias capacidades. En su lenguaje, Kaisha consideraba que ABA estaba "recién salida de la fábrica", y seguramente necesitaría varios ajustes. 

Alma cargaba con su humeante terminal Ryotatsu, y empezaba a pensar que quizás no acabara cobrando los bityenes con que pensaba sustituirlo por un buen Hitachi de alta gama. No dejaba de hacer cálculos mentales sobre cuánto tardaría el transporte aéreo en estar sobre sus cabezas,  en el caso óptimo de que hubiera salido de Tokyo cuando el gusano envió la señal. ¿Una hora? ¿Dos? Pero eso sería sólo si el VTOL no estaba ya en el aire y de camino, sabiendo que ellas iban a hacer la incursión esa misma noche según las instrucciones dadas.

No tuvieron problema en salir del edificio. Aunque mojadas por la lluvia, tanto las motos como la furgoneta blindada y modificada de los moteros de Kiv estaban en su lugar. Los motores rugieron y arrancaron sin problemas, abrieron las comunicaciones de radio entre ellas para coordinar su punto de encuentro...

...y una sombra negra impulsada por rotores de aleación ultraligera tapó las estrellas sobre sus cabezas. El VTOL había llegado, un modelo NiteOwl de carcasa absolutamente negra, sin logos ni marcas que lo hicieran destacar sobre el fondo de la noche de Sendai. Ni siquiera tenia luces de posición que parpadearan, y sus motores eran silenciosos como un depredador al acecho. 

Parecía que había avistado a Nariko y a Elaiza sobre sus motos en la autopista elevada, y descendió hacia ellas mientras una puerta lateral se abría deslizante encarando a las dos operativas. ¿Alguien quería hablar con ellas, o iban a ver el cañón de una ametralladora surgir del interior?

¿Era hora de las palabras, o de la acción? 

Elaiza "Backdoor" Brooks:

"Mientras pasa todo eso empiezo a llamar a Matsutatsu. - Espero que tenga respuesta a mis preguntas si no quiere cabrearme. - digo casi para mi misma mientras espero a que me lo coja."

 - Elaiza, tía, en tí estaba pensando ahora mismo... -

La voz de Matsutatsu es entrecortada, y no queda ni rastro de la alegre emoción con que las contactó 24 horas antes en el Zulo. La impresión que da es que está corriendo mientras habla.

-Me pillas saliendo de mi piso con lo puesto. Hace unos minutos han aparecido varios Lexus blindados en mi calle, y te digo que eso no es normal aquí. No he visto a nadie bajar de ellos, pero no sé si eso me da más miedo aun. Como carroñeros esperando un deshecho. Me acuerdo de cómo lograbas tú escaparte de los sistemas de vigilancia de todos los hipermercados de Sendai, y echo de menos tu cerebro a mi lado, colega. 

Oyes un golpeteo regular a través del telecomunicador, seguramente de Matsutatsu subiendo o bajando escaleras.

- Dime que vosotras estáis bien, porque estoy pensando en ir a Sendai a buscaros. 

Tras explicarle a vuestro arreglador el filtrado de información a los guardias de la Augen GmbH, Matsutatsu suelta una serie de insultos y maldiciones en japonés que saturan el filtro de voz. 

- Elaiza, no tenía ni idea. Por favor, perdonadme por haberos metido en este lío. Creedme que no sabía que la Sony-Zeiss nos la quería jugar de esta manera. 

Una pausa pesada en el teléfono, mientras se oye el chirrido metálico de una puerta al abrirse.

- Voy a tener que desaparecer por un tiempo, y espero que vosotras salgáis de esta también. Voy a intentar entrar en el Yermo de Fukushima. Espero que la Sony-Zeiss no me persiga ahí dentro, y aunque lo haga no será fácil encontrarme entre toda esa basura y desierto. Si escapáis y sois capaces de viajar hacia el sur, podemos tratar de encontrarnos allí. Llevaré un transpondedor con nuestra frecuencia secreta, chicas. Así podréis localizarme si estamos cerca. 

El ruido del motor de un coche encenderse se cuela por la comunicación. Al unísono se enciende un reproductor de música con la bazofia anticuada que siempre le había gustado a Matsutatsu.

- Backdoor, voy a destruir este comunicador. Seguramente nos pueden estar trazando a los dos ahora mismo. Os deseo lo mejor, y de verdad espero que podamos vernos de nuevo las caras. Y si no es así, sólo quiero decirte una cosa: tu sobrenombre siempre me puso muy cachondo, nena. Un beso a todas.

Un motor acelerando sobre el riff de guitarra distorsionada, un crujido de algo rompiéndose antes del corte total de la señal, y Elaiza imagina a Matsutatsu en su deportivo volando por las calles de Tokyo en dirección norte.

- Sí, estamos bien por suerte. Pero lo jodido ha sido que ya nos estaban esperando. ¡Mal nacidos! En fin, me debes una por habernos metido en este marrón. Espero que no te vuelen el culo para que puedas usarlo para venir arrastrándote sobre él y pedirnos disculpas. Como siempre pensando con la chorra, así te va...Corto comunicación.

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La conversación con Matsutatsu sólo confirmaba que él también se había metido en algo mucho más grande de lo que podía abarcar. Ya fuese la Sony-Zeiss o ese maldito Grupo Yutani del que nadie había odio hablar, estaban detrás de nosotras. La única certeza con la que podíamos contar, era que teníamos una baza con la que negociar y era ese androide, ABA. 

Tanto Nariko como yo subimos de nuevo por los cables hacia nuestras motos, aparcadas de forma discreta en las inmediaciones de la autopista. Seguían allí y eso ya era mucho para nuestro plan de huida. Ahora tocaba dividirse en dos y marear al VTOL para que no pudiera darnos caza a todas ¿como era eso de... "no poner todas las manzanas en el mismo cesto"? 

- Chicas, dejemos que el VTOL nos siga a Nariko y a mí. - comunico al grupo mientras arranco la moto. - Lo llevaremos hasta una zona que podamos controlar y allí tener unas palabras. - continúo pensando en que hará lo propio y no nos disparará ¿que ganaría con eso? Si nos matan no sabrán donde está ABA. - Seguidnos desde lejos para que no se den cuenta de que lo hacéis. Si nos ocurre algo, aseguraos de esconderla bien y no volváis al Zulo por los que más queráis, seguro que lo tienen vigilado.

La idea era esperar que el VTOL no abriera fuego. Por el contrario, le haríamos señas para que nos siguiese y así conducirlo a un conglomerado de edificios desde el que nosotras tuviésemos la ventaja táctica. Un lugar desde el cual fuese difícil maniobrar con el VTOL. Algo que les obligara a bajar y tener menos potencia de fuego o una forma fácil de salir volando, nunca mejor dicho.

Aun con la tensión en el cuerpo, con un droide en la furgoneta y con la expectativa de que aquel trabajo nos iba a dar más quebraderos de cabeza de los que debería, mis manos sostenían el terminal quemado mientras Fixer conducía. Con un breve suspiro mire hacia la parte de atrás de la furgoneta donde el droide descansaba... O mejor dicho nos miraba sin ningún gesto que indicara que pensaba... si es que se podía asumir que aquello para lo que estuviera configurado incluyera pensar.

Cuando el comunicador sonó no tarde mucho en responder a Backdoor.- Vale, tened cuidado, no me fio ni un pelo de estos tipos.- Una vez dio la posición del sitio que había pensado asentí, aunque aquel gesto a ella no le servía de nada pues no podía verlo.- Iremos por otro camino y nos posicionaremos en la parte de atrás por si la cosa se pone jodida y os tenemos que recoger.- Mis últimas palabras dejaban claro algo. El hecho de que "saliera algo mal", no incluía el que las dejáramos allí.

Logramos llegar a la furgoneta blindada sin mayores problemas, ABA parecía muy cooperativa y cada vez que la miraba me parecía más humana. La IA no era perfecta pero era lo más cercano a la perfección que el ser humano había logrado concebir, lo mejor es que la sensación de que aquel ser podía seguir aprendiendo se hacía patente cada vez que respondía una pregunta, con un poco de entrenamiento podía pasar por humana.

Arranqué el motor y miré por el retrovisor a ABA y Nozomu, les mostré una sonrisa para hacerles ver que todo saldría bien - ¿ABA puedes sentir emociones? ¿puedes sonreír si eres feliz? y tú, Nozomu, ¿sonreirás si salimos de esta? - Dije con tono de broma antes de recibir el comunicado de mi hermana.

Me preocupaba que las siguieran y les pasara algo, eso provocó que mi rostro se tornara mas serio. Conocía a mi hermana y sabía exactamente el lugar que elegiría, la fabrica de automóviles abandonada era un lugar estratégico perfecto. Tenia carretera de entrada y de salida, un río que servía para eliminar desechos que nos podía ayudar en una huida a pie y en el interior había piezas y maquinarias de todo tipo, hasta era posible esconder allí a ABA para que pasara desapercibida.

Conduje por una carretera distinta a la de mis compañeras en moto pero siempre paralela a la suya, tomé la siguiente salida y conduje en dirección contraria por la carretera de salida de la fábrica la cual llevaba tiempo abandonada para que el VTOL no detectara nuestra presencia.

- Será mejor que esperemos en el coche hasta recibir una señal o algo más de información, somos su mejor opción para asegurar su huida.

Atraer a ese tal Mr Lee, ya fuese de la propia Sony-Zeiss o no, hasta un lugar controlado era lo único que podíamos hacer. Por eso las motos de Nariko y Elaiza se dirigieron a un lugar conocido por ambas. Una antigua fábrica de Global Tech a medio desmantelar. Un lugar sin vigilancia, discreto pero con alguna que otra sorpresa. Alma no tendría problemas para acceder al control de los brazos hidráulicos gracias a las claves de acceso que teníamos como miembros "no oficiales" de la plantilla.

Jamás hemos estado en nómina de cara al papeleo legal. ¿Que tipo de trabajo podía justificar nuestra presencia allí? Nos dedicábamos al espionaje industrial y a recuperar información robada o a sustraerla para ellos de otras empresas. Así era la vida en Sendai. "O lo tomas o lo dejas te decían" y no había más narices que enfocar nuestros talentos en Correr las Sombras. No es que fuésemos expertas, ni mucho menos. Y esta misión nos lo dejaba bien claro...

- Aparcamos dentro chicas. - las aviso cuando ya estamos llegando al lugar. Pasando el control de seguridad desde donde hasta hace unos meses había una garita de control de acceso, ahora vacía. - Alma, intenta acceder desde uno de los terminales de seguridad exteriores. Te paso las claves de acceso... 

El lugar estaba desolado, recuerdo de lo que algún día había sido. Una fabrica puntera hacía una década que ahora había quedado prácticamente obsoleta. El sonido de las motos retumba haciendo un eco estruendoso. El VTOL no tardaría en descender más de unos minutos. 

- Les haremos señas para que desciendan en la zona de hangares de carga. Cuando ya estén prácticamente abajo y ya no tengan mucho tiempo de reacción, nos meteremos en la zona de ensamblaje. Esperemos tenerles bajo control allí, al menos mejor que al descubierto... - pensó en voz alta, no estando muy segura de si su plan iba a surtir el efecto deseado.

- Tenemos que jugar con la baza de que tenemos lo que han venido a buscar. Primero exigiremos respuestas y luego, depende de lo que hagan, haremos la entrega.

El viaje en moto no me era desconocido, rápidamente supe la dirección que estábamos tomando y no pude evitar una leve sonrisa mientras a ambos lados míos, a gran velocidad, no dejaban de sucederse los contrastes de la negra oscuridad de la noche salpicada con los brillantes y multicolores neones de la ciudad.

Estas chicas eran como mis hermanas menores, su seguridad estaba en mis manos pero no era algo que me aportara presión, si no todo lo contrario, me llenaba de orgullo. Y algo me gritaba muy fuerte que antes de que llegara el día, mi revolver cantaría esa dulce melodía antes de acabar la misión.