Partida Rol por web

Al fin llego a la cafetería, después de entretenerme demasiado en los dormitorios, sin duda la gente ya estaría terminando de comer, y eso me permitiría comer solo, tampoco era tan malo no? despues de todo estaba acostumbrado a la soledad, perdido en mis pensamientos y justo cuando entraba por la puerta me encuentro casi chocando con Nade, pero con un movimiento rápido y ágil la esquivo sin problemas.

-Hola Nade, estas bien? lo siento si te he asustado, le digo con una sonrisa, ya has comido? y yo que esperaba que pudiéramos comer juntos... le digo poniéndole morritos

Ya lista para irse, la voz de su amigo la detiene, la joven Nadeshiko, más distraída de lo costumbre, levantó su rostro y se encontró con su amigo, Kuro, que con su gentil sonrisa la había notado, Nade le regala una tibia sonrisa, pero negó con la cabeza, de lado a lado.

- estoy bien - sonríe, aun tenía los ojos cansados por las lágrimas - lo siento, pero ya comí Kuro, aunque vamos, te acompaño - le sonríe y ambos vuelven a la  mesa - ¿has traído comida? - pregunta dulcemente.

Un tick apareció bajo mi ojo al escuchar como decía mal mi nombre, qué tan mala memoria tenía aquel chico, nos acabábamos de conocer ¿tan pronto se había olvidado de mi nombre? Me avergoncé cuando se dio cuenta del sonido que hizo mi estómago al ver su comida, agaché la cabeza y oculté mi cara roja. Dando por hecho que me sentaría junto a él se sentó en una mesa y comenzó a comer. No supe si sentarme o no pero después de un rato me senté al otro lado de la mesa, frente a él y comencé a comer con algo de timidez.

Una pregunta rompió en silencio que se había creado entre nosotros -¿te refieres al problema con aquel chico rubio?- bebí un poco de mi zumo de naranja y proseguí -no me enteré de mucho... pero al parecer, por suerte, quedó en un incidente sin importancia...-a mi mente llegó la imagen de aquel chico bajito que se metió en la pelea y se me erizaron los pelos del brazo -aunque la verdad... aquel chico... el bajito... meterse con ese tipo tan alto... yo no había podido...- evité mencionar el echo de que no me perdí su intervención en la pelea, también evité contarle lo guay que me había parecido su actitud en aquel momento y lo nerviosa que me había puesto... admitir aquellas cosas delante de él sería realmente un problema.

No, no traje nada, con el viaje el hotel y demás me ha sido imposible, así que pensaba coger algo en la cafetería... tu que has comido? le pregunto inocentemente mientras pongo rumbo a la cola de la cafetería con ella a mi lado.

Nao la miró con curiosidad sin perder bocado escuchándola sin intervenir. Cuando tragó ese rico bocado se aclaró la garganta bebiendo de su botella de agua sin gas que tenía sobre la mesa.

- Bueno..realmente me refería a la aburrida cháchara del director. En todos los centros que he estado es siempre lo mismo. Sus ojos danzaron a un lado evitando mirarla como estaba haciendo hasta ese momento.Después se arrastraron de nuevo clavándose en ella.

- Pero ya que sacas el tema, si, ese pequeñajo fue un inconsciente. No sé en que estaría pensando.Destapó su yogur y metió la cuchara batiéndolo ligeramente antes de probar su sabor.

- Yo soy nuevo y no sobresalgo por mi don de gentes. ¿Cual es tu excusa? Te ví algo perdida mientras escogías tu comida.Esperaba verte rodeada de amistades. Nao se dió cuenta que diciendo eso habia reconocido que la había estado observando antes de que ella se acercara. Pese a ello su rostro no cambió de expresión, seguía con esa fachada de tranquilidad que rozaba a veces la indiferéncia.

Tras beber mi Té salgo tranquilo de la cafetería añadiendo un simple hasta luego a Kuro y Nadeshiko-

Yuki se acerca a Nadeshiko, timidida:- Di-disculpa, Yuzuriha-san...- tiene las manos delante , juntas. -¿Pu-puedo hablar contigo en privado?-

Suhuga, que estaba con ella, va hacia la mesa de Yuuko.

- pues - la chica sonríe a su amigo - el menú del día, Pollo teriyaki con arroz blanco - le responde- estaba delicioso, pero vamos, tomaré una mesa y ve a servirte - le sonríe, en eso pasa Tora, pero no se les acerca ni nada, Nadeshiko se encoge de hombros, no habían hablado luego del castigo.

- creo que Tora está molesto - se encoge de hombros, pero no puede hablar con él, porque una chica se les acerca, era compañera, o eso creía Nadeshiko, y quería hablar con ella, Nade se giró y asintió - claro... síp, vamos- Mira a Kuro - ve a comprar, termino y te acompaño-

Se acercó a la chica - vamos ¿va a ser corto, cierto? - preguntó, intrigada por lo que tuviera que hablar con ella.

Seguía en su sitio terminando de comer, al ver a varias de las hermanas Noara, levanta la mano a modo de saludo desde donde esta. La verdad que las hermanas Noara son unas alumnas estupendas.

Deja a parte lo que queda de comida, para ponerse a escribir algo en una libreta. Quiere terminar de preparar las cosas antes de las primeras clases con los del nuevo curso.

Puede ver como poco a poco se anima la cafetería con alumnos y alumnas, unos se quedan, otros se van, otros son visitas fugaces, otros se juntan en grupo, los hay que les gusta estar solos, todo eso le hacia gracia, le recordaba sus días como alumno.

-Si claro no te preocupes Nade, le digo con una sonrisa casi sin mirar a Yuki para no entrar en pánico, mientras veo pasar a Tora casi sin despedirse... le pasara algo? 

Dejo a Nade con Yuki y compro el menú del día como ella me había recomendado y me dirijo a una mesa vacia dispuesto a esperarla mientras almuerzo tranquilamnte.

Mis mejillas se sonrojaron al escuchar sus palabras, me había estado observando y eso que parecía que no me había visto hasta que le saludé. Carraspeé un poco nerviosa tratando de que no se notara mi vergüenza con fracaso absoluto

-Bu...Bueno.. sí supongo que el discurso no fue divertido... pero esta es la primera vez que...- desvié la mirada cuando mis ojos se encontraron con los suyos, por un instante pensé que podía contarle cosas de mi vida que no debería hablar con desconocidos, debía ser más cuidadosa, tener tantas confianzas con alguien al que acabo de conocer... -Yo también soy nueva en el instituto... he llegado hoy mismo, justo antes del discurso... apenas tuve tiempo de dejar mis cosas en el cuarto y no conozco... bueno solo conozco a una...- alcé mi mirada para buscar a Yuzu por la habitación pero había demasiada gente y no la encontré. Carraspeé de nuevo para que mi voz no se notara temblorosa -su-supongo que no he tenido tiempo de hacer amistades...- le di otro sorbo a mi zumo y murmuré algo por lo bajo-_{solo he hablado con un par de personas... tú entre ellas...}-solté el vaso y continué comiendo mi almuerzo evitando el contacto visual, deseando que no hubiera escuchado lo último que había dicho.

- ¿Perdona me prestas tu cuchillo? Prefiero quitarle la piel a la fruta. Nao había acercado su mano hasta tocar la de la joven para llamar su atención ya que ella había desviado su mirada. Solo la soltó para girarla y mostrar una palma fuerte y suave, abierta que esperaba suplicante ese cubierto.

- Gracias...Dijo al retirar su mano y comenzar a dar uso de el, - Entonces no soy el único novato en la escuela. Me hace sentir mejor...Arqueó su mirada de la pera que comenzó a comerse a los ojos de la joven.

- Sin contar al grupo que he conocido en la amena reunión privada con el querido director eres la primera con la que he...compartido el almuerzo. Sonrio, se hacía hasta extraño ver a Nao esbozando una pequeña sonrisa.

-Acompañame por favor..- Dijo Yuki, y comenzó a salir de la cafetería, dirigiendose hacia los pasillos y hacia el lugar donde se encontraban los baños -Si, yo..solo, necesito decirte algo importante..- La chica estaba un poco sonrojada y algo nerviosa para cuando llegó a su destino.

Por la puerta ven ingresar a Eliza Ayuzawa, seguida de Shia Kajime y Zazumi Ashikono.

-Tu- Señala a Shia.- Encargate de conseguirme algo rico de comer. Zazu-chan, vamos a buscar un buen lugar...

La pollera de Eliza esta claramente por arriba de la altura permitida, pero siempre ha sido asi y a nadie parece importarle nunca. Cuando pasa cerca de Ooji, lo saluda moviendo sensualmente los dedos de una mano, y busca un asiento cerca suyo, dedicándole una mirada acosadora para luego ponerse a charlar con Ashikono.

En la cafetería entro un joven de rubios cabellos, que algunos de tercero ya conocían. Alexander Hitanachi. Observó algunas de las mesas e inmediatamente divisó a la joven que había saludado más temprano.

Se acercó a la mesa donde estaban Kotone y Nao. -¡Hola! Si eres tu. Parece que encontraste la habitación al fin y al cabo. ¿Esta ocupado este asiento? - Preguntó, pero de todas formas ya estaba sentándose junto a los dos jovenes. -Como su sempai, cuenten conmigo para lo que necesiten, chicos.
 

Una calidez sobre mi mano llamó mi atención fijando mi mirada en la mano que Kawajiri mantenía sobre la mía. Me sonrojé por aquel contacto pero mis manos temblorosas le tendieron el cuchillo casi de inmediato. Iba a preguntarle qué había pasado en dirección cuando otro conocido se nos acercó: Alexander Hitanachi. Me sorprendí al ver la familiaridad con la que se sentaba a nuestro lado sin esperar a que le diéramos permiso -Hi-Hitanachi-senpai...- dije tartamudeante -eh... sí, encontré la habitación sin problemas...- miré de reojo a Kawajiri por si la presencia de aquel "desconocido" le incordiaba y en seguida me apresuré a presentarlos por si no se conocían -Kawajiri-san... este es...- comencé a hablar cuando me di cuenta de que ambos deberían tener la misma edad o incluso estar en la misma clase... fue entonces cuando me di cuenta de que había estado dirigiéndome mal a aquel chico... era un senpai mío al igual que Hitanachi... ¿tal vez me había comportado de manera equivocada? -Hitanachi-senpai...- acabé la frase para luego quedarme callada con la cabeza gacha pensativa.

Ooji suspiró ante la insistencia de Yuuko, y cuando ésta le cogió la mano aprovechó para darle un pellizco en el dorso de ésta. - ¡Eh! ¡Confía en mi si te digo que no me ocurre nada! Es sueño pendiente, se me pasará en cuanto me salte... - pensó un par de segundos, mirando hacia arriba - ...dos o tres clases. Pero a partir de mañana, el primer día hay que guardar las apariencias, ya sabes. Si me ocurre algo malo te enterarás, descuida. Pero acabamos de empezar el curso, dame unos días para que los problemas comiencen a acosarme. -

En aquel momento Eliza hizo acto de presencia allí, y al ver como se acercaba apartó su mano de la de Yuuko mientras le mostraba una mirada de disculpa. No quería provocar disputas con un gesto de cariño. Devolvió el saludo a la chica con una sonrisa y volvió a mirar a Noara. - Si necesitas ayuda con tu hermana sólo dímelo. Eso si conseguimos que esté cinco minutos hablando conmigo sin salir corriendo. - bromeó con una sonrisa para continuar comiendo. Captó la mirada de Eliza y se puso visiblemente tenso, aunque sólo por un instante.

Se había tomado de forma natural el saludo, pero aquella mirada de Eliza le había pillado de improvisto. No pudo evitar recordar la imagen de Shia sobre Eliza, ambas gimiendo de placer por aquella sesión de sexo, y tuvo que hacer un gran esfuerzo para contener una erección.

Esperaba que con lo que se avecinaba aquella noche se quedara saciado y pudiera controlar sus pensamientos durante unos días, pero algo le decía que con lo activa que estaba Eliza aquello no iba a ser tan fácil.

En realidad, no podía negar que en realidad aquel jugueteo le gustaba.

Nao arqueó su mirada para centrarse en aquél muchacho que se presentaba y acto seguido se hacía con un sitio en la mesa sin tan siquiera preguntar si molestaba.

- Ahora parece que si esta ocupado..Murmuró de forma seca entrecerrando sus ojos cuando este tomó asiento.

- Aha..muy amable¿Que hay? Dijo sin mucho entusiasmo después de la presentación de Kotone mientras masticaba un trozo de fruta de su último bocado.

Estuvo tentado de decir a Alexander que una joven le había llamado saludandolo con su mano (Eliza)con la idea que el joven le dejara en paz. Pero a pesar de que hubiera dado una situación graciosa el engaño no era su estilo.

- ¿Llevas tiempo en este centro? Seguro que corren muchos chismes interesantes. No es que tuviera mucho interés pero pensó que si sacaba tema de conversación Alexander no comenzaría a hacer incómodas preguntas personales que no le apetecía responder en ese momento.