Partida Rol por web

From the Ashes, We will Rise (Morituri Te Salutant)

Capítulo 4: The infame and the notorious

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22/07/2019, 15:50
Julian Crautchin

Es extraño sentirte extraño en prácticamente cualquiera de los sitios que normalmente frecuentas, pero tras unas vacaciones atípicas y los acontecimientos que tuvieron lugar durante las mismas, lo cierto era que ni me había sentido del todo cómodo con los míos (al fin y al cabo, estar en la casa Lefay era lo más parecido a estar en mi propia casa) ni me sentía cómodo en el regreso a Hogwarts. No sé si será por dejar a mi madre a sabiendas de que se enrolla con el padre de Cassia, por el mensaje que recibí de la misma y no me apeteció responder, por el cabreo y la posterior conversación con Dariel, por Werd y su maldito regreso…

El discurso de Ramsbottom tampoco ayudó, la verdad, sino que más bien sirvió para sentirme encerrado y agobiado también en la escuela además de comerme la cabeza con los sucesos de Hogsmeade y lo que ocurrió en la fiesta de los Swann.

En resumen: me sentía totalmente incapaz de concentrarme en mi último curso, y eso no era nada bueno teniendo en cuenta que de él depende mi futuro.

 

Para colmo, tenía a dos personas testarudas pendientes de mi, cosa que tampoco me gustaba nada, pero la culpa es mía por contarles demasiado en lugar de aprender a solucionar solito mis problemas como ya debí hacer hace mucho tiempo. Supongo que Werd sí tenía razón en algo: no sé cuidarme por mi mismo, porque tiendo a cagarla y meterme aún más problemas bajo mi túnica. Y aún Dariel no será tan descarado ni pesado, pero sé que con Cassia será diferente…y más teniendo en cuenta que he tomado la decisión de alejarme de ella para ver si con suerte consigo olvidarla. Si algo he aprendido de mi amiga en todos estos años, es que cuánto más intentas alejarla, más tiende ella a pegarse. Y lo odio, porque va a obligarme a ser desagradable para ver si consigo mi propósito, y todos sabemos aquí que me cuesta mucho ser ese tipo de persona que trata mal al resto, más cuando ese “resto” es una persona que me gusta. Podría confesarle todos mis sentimientos por ella y quizás salga corriendo por su propio pie.

 

Apenas cené algo de puré de patata y un bistec, me sentía sin apetito, mientras trataba de ignorar las conversaciones que se daban a mi alrededor ya que no tenía ganas de participar en ninguna de ellas, así que bebo agua mientras simplemente espero que podamos irnos ya a nuestras habitaciones.

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22/07/2019, 16:04
Sigma Ward

Tenía ganas de volver a Hogwarts. Tenía la sensación de que algo gordo estaba a punto de ocurrir y que yo tenía en mis manos el “poder” de saber qué y cómo actuar al respecto. Pero necesitaba esos libros que Dariel me había prometido, claro, y me sentía muy impaciente al respecto. No iba a asaltarle, vamos…bueno, al menos no como en su ducha (jeje) pero lo cierto era que mientras cenaba no podía evitar mirar de reojo a la mesa de los Sly.

Sólo espero que no se le hayan olvidado.

 

Miro a Mack ahora, sentada a mi lado, aunque estoy un poco mosca con ella por andar tan desaparecida. Y también a Ian, otro desastre que nunca sé por dónde anda. Bufo, soltando el aire de golpe por la nariz, y miro a mi otro lado: Nissa. Habíamos tenido un encuentro muy raro por el Londres muggle pero no podía evitar pensar que al menos era divertida y que parecía lo suficiente interesada por mi (o por todas las chicas guapas en general) como para seguir siendo tan seca (o borde, como lo queráis llamar) con ella.

 

- Oye, “Nissa de las Flores”, ¿qué tal esos obsequios que les compraste a tus abuelos? – le pregunto, de buenas, con una sonrisa ladeada - ¿Se escandalizaron mucho?

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22/07/2019, 16:07
Dariel Lefay

El hermano de April me puso los pelos de punta todo el rato. Y aun no entiendo qué pintaba en nuestra fiesta familiar. Bueno, tampoco entiendo que hace asaltando la cama de mi prima Ivy, la verdad. Es evidente que mi pelirroja está muy por encima de su nivel. Eso sí, fue divertido ver las caras de Levi, que, aunque trataba de disimular, se le veía “fascinado” por la “fauna” del lugar.

Tras volver de la reunión familiar me dediqué a recopilar varios libros sobre Videntes y técnicas diversas para Sigma (y más importante, para mí y Julian). Repasé mis anotaciones y algunos pasajes especiales (negaré todo en público) y dividí la colección en dos grupos: los que podía permitirme el lujo de prescindir y poder prestarle a la chica azul y los que yo necesito para afrontar lo que le pasa a mi mejor amigo. Al final metí en el baúl de viaje los que me serían útiles y guardé en mi mochila los tres que elegí para Ward:

  • Viejas profecías y otras charadas, de Pivodi Stronghold
  • Brumas y ensoñaciones. Falsedades de una vidente, de Christine Badcock
  • Las vidas infinitas de una Profeta. Biografía de Cassandra la Vidente, de Iker Nathaniel Jiménez de la Serna

 

El viaje en tren fue aburrido y lúgubre con tanta lluvia. Y la cena “pasada por agua” con la prohibición de bajar a Hogsmeade.

-Joder, ahora que ya había terminado los putos castigos y podía ir, me quedo sin. Esto es el maldito karma que me la tiene jurada- protesto, entre gruñidos y cucharadas de puré de patatas y mordiscos de carne roja y suculenta.

Aunque pensándolo bien, ahora que la profesora calabaza se ha prejubilado, eso quiere decir que… no más castigos por su parte ni más rencor contra mi persona. Eso puede ser bueno”, pienso para mis adentros mientras escucho la presentación del nuevo profesor.

-No parece un amante de las plantas, sinceramente…- le digo a Jules, que está más silencioso de lo normal. Vale, no es el tío con más lumbreras del lugar, pero tampoco suele estar tan callado.

-¿Todo bien, Cara-cartón?

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22/07/2019, 18:12
Cassiopea O'Bhrendel

[Hogsmeade]
FLASHBACK: 1 de noviembre, por la tarde-noche

Cassia: Más o menos cuando mi nana y yo estábamos acabando de merendar en el centro, vi a través del ventanal a una lechuza esperándome en lo alto de una farola. Sueles notar estas cosas: te clavan los ojos y no parpadean hasta que te das cuenta de su presencia. Y con lo paranoica que soy yo cuando me miran los animales, no se puede decir que tardase mucho.

Era la respuesta que esperaba de April, aunque las noticias no eran buenas. Quiero decir, sí, era su letra y estaba bien, pero sabía que si el aquelarre hubiera sido la leche hubiera escrito dos hojas de detalles. Algo había ocurrido y no iba a contármelo por carta, por lo que ya podía deducir que no era bueno. Así que le dije a mi nana que tenía que ir a Hogsmeade y que no me esperase para cenar, mientras le enviaba una respuesta rápida a April para quedar para la cena.

Lo que yo no sabía era que iba a tener tantos problemas para llegar a Escocia, porque al parecer la investigación seguía y los accesos exteriores a Hogsmeade estaban vigilados. En plena operación retorno de vacaciones, ni más ni menos; un caos. Menos mal que una tiene el apellido en común con el jefe de aurores y una cara conocida, que sino iba a estar April esperando hasta mañana a que me autorizasen un traslador.

La había citado en la plaza del centro, y resulta cierto que hay algunos aurores "paseando" por el pueblo pese a lo muerto que está todo. Uy, muerto, no debería pensar en esas cosas en una escena del crimen... Pero es que entre ser festivo y lo que debió ocurrir anoche no hay prácticamente nada abierto al público: sólo Las Tres Escobas porque Rosmerta es lo suficientemente cabezona para hacer negocio con las patrullas cansadas y los lugareños nerviosos.
Al ver a mi bestie venir corro hasta ella y le doy un abrazo. Por si acaso lo necesita, y porque yo tengo las emociones tocadas de la visita al cementerio.

[...]

Cassia: Tengo que echarme a reír, levantándome para abrazarla contra mí y de paso dándole un refugio a su sonrojo infantiloide. Es monísima cuando se le cae la máscara de bitch de los pantanos profundos.

No, cariñito; si pudiera ser monógama lo sería, pero eso no tiene nada que ver con que coma de todo. Ya sabes que las correas sólo me gustan como complemento de moda —le doy un beso en la cabeza antes de soltarla. — Mira, vamos a cenar algo a Las Tres Escobas y hablamos de otro tema completamente distinto, ¿vale? Te cuento lo de los Swann con detalle, ¡ya verás qué locura!

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24/07/2019, 20:00
Nissa Park-Swann

El resto de las "vacaciones" se pasó relativamente rápido, sobre todo teniendo en cuenta que los abuelos pensaban que había algo entre el tal Okazaki y yo. Si bien no conseguí mis mierdas en Knockturn, me las arreglaba lo suficientemente bien con las drogas muggles. Ya tendría que negociar con los Maddock por algo de esencia de Billywig. El viaje en tren me lo pasé tocando la guitarra y durmiendo; no tenía demasiadas ganas de hablar con nadie; sobretodo luego de pillar a varios imbéciles cuchilleando y señalándome poco disimuladamente. Parecía que había ganado una especie de desgraciada fama, por lo que pasé de ellos aunque cuidadosamente memoricé sus rostros. Ya les prepararía un buen laxante que llegaría "por casualidad" a su zumo de calabaza.

Casi me sobresalto cuando Sigma me habla. Estaba casi resignada a ser una paria por el resto de mis días. - La verdad, no. Los vejetes piensan que tengo algo con Okazaki -lo señalo disimuladamente con la cabeza - y como probablemente pensaban que tendrían que obligarme a casarme con alguien decente... digamos que ambos hemos enterrado el hacha de guerra. Por el momento. - aclaro, al final. Luego, frunzo el ceño. - ¿Cómo que "Nissa de las flores", tú... - me quedo pensando unos segundos, pero no se me ocurre nada lo suficientemente hiriente-... pitufina? - le pregunto escandalizada, señalándola con la papa frita que estaba comiendo. - De todos modos, pienso plantar unos cuantos de esos destapadores por aquí. - añado sonriendo de manera conspirativa.

 

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26/07/2019, 13:06
Sigma Ward

Alzo una ceja.

- ¿Con Okazaki? ¿En serio? - río un poco y me inclino un poco hacia ella para hablarle en confianza y que no nos escuche nadie más - ¿No había uno más antisocial o rarito? Eso no te ayudaría para nada con... - señalo a esos imbécil que pasan por su lado y cuchichean, llegando incluso a reírse de ella - ¿Tenéis algún problema? - les espeto alzando la voz, mirándoles con mi cara de malas pulgas. En serio, ¿por qué los adolescentes son tan idiotas? - Pasa de ellos. Y de tus abuelos. Qué asco de posiciones "privilegiadas", ¿no? Si piensan casarte con alguien...¿decente, has dicho? Madre mía... - bufo, asqueada. Sí, muy asqueada - Con esos abre botellas no vas a conseguir escandalizar a nadie, florecilla - le sonrío con malicia. Es curioso porque a simple vista, Nissa parece una cosa pero cuando hablas con ella un par de veces, te das cuenta de que no tiene nada que ver con su aspecto. Bueno, apartando el hecho de que le tire la caña a todo ser viviente que esté medianamente bueno - Si quieres gastar una buena broma, habla con tu amigo Lefay, es bueno en eso. Ah, ¿y qué es eso de "Pitufina"...? Qué poco original.

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28/07/2019, 11:48
Ivy Pont-du-lac

No negaré que las vacaciones me vinieron bien por varios motivos. El principal siendo la relajación que venía de la compañía nocturna de Frank. Aunque el sexo con él era bastante falocéntrico (o eso intentaba él) no era nada difícil llevarlo por donde quería para conseguir todo lo que esperaba de él.

Pero esperaba el retorno a Hogwarts con bastantes ganas, sobretodo tras ver cómo la familia intentaba hacer como si lo de Hogsmeade fuera una chiquillada con mucho bombo, porque eso quería decir que merecía la pena indagar.

Me serví algo de puré de patata y de pechuga de pollo y comí unos bocados para calmar el hambre. Mi intención era acabar de cenar antes de comenzar a hablar sobre el tema, pero las ansias me podían, así que me levanté del sitio y me coloqué acuclillada entre Jules y Dariel.

- ¿Qué sabéis de Hogsmeade? -Les sonreí pícaramente.

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28/07/2019, 12:13
Mackenzie Poots

La marcha de la profesora Sprout, aunque no me pilló por sorpresa, si que me dejó bastante triste. Esa señora parecía mi espíritu animal... esa señora era a lo que yo aspiraba ser con sus años. Suspiré resignada y me metí una zanca de pollo en la boca, masticándola mientras meditaba eso y otras cosas que llevaba meditando mucho más tiempo y que seguiría meditando aún más tiempo porque ¿HOLA?. 

Le eché un vistazo al nuevo profesor y agradecí que no fuese una mujer con el pelo de color negro y ojos grises.

- ¿Y tú por qué no estabas en Hogsmeade? -Le pregunto finalmente a Sigma. Seguro que si ella hubiese estado todo habría sido muy distinto. Tan distinto que igual hasta habría sido ella la chica de ojos grises. Lo cual me hace pensar que es mejor que no hubiese estado en Hogsmeade.- Fue un caos.

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29/07/2019, 16:06
Nissa Park-Swann

Me encojo de hombros. – No lo conozco mucho, la verdad. Solo charlé con él unos cinco minutos en la fiesta y luego nos separamos. – le confieso, robando papas fritas de su plato aunque el mío estaba todavía lleno. Me complace que Sigma ayude a espantar a esas arpías, aunque no le digo nada. – Es exactamente eso. Malditos hipócritas arrogantes… - espeto en voz baja, con rabia. Pero tenía que bailar al son de su música si quería su dinero y contactos. Era cuestión de tener paciencia.  - ¿No? Qué lástima. Di que Sprout se marchó, pero a lo mejor la Directora… - dejo la frase inacabada, en tono de esperanza. Me preguntaba si el abre botellas serviría para llamar la atención de Hagrid. Decir que tenía curiosidad por lo que hallaría entre sus piernas era quedarme corta. Aunque hey, solo era por la ciencia. – No estoy en mi mejor momento, ¿vale? – reconozco, algo fastidiosa. Necesitaba consumir esencia de Billywig pronto. Al menos tenía dinero para los Maddock. Cuando Mack habla con Sigma sobre lo que pasó en Hogsmeade, intento escuchar para poner atención.

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29/07/2019, 19:27
Cassiopea O'Bhrendel

Vale, el nuevo de Herbología está muy mordible (y mi entorno concuerda), ¡pero eso no quita la injusticia! Primero la redada de drogas y alcohol, ahora nuestra única salida al mundo exterior... No sé si me malacostumbré a Beauxbatons, pero ¿era así de carcelario Hogwarts antes de la guerra? No puedo recordarlo. Y a ver, vale, murieron tres personas, pero si el resto del mundo pudo follar con tranquilidad y alegría, ¿no significa eso que fue algo más planeado que un "ataque"? No sé, no sé, a lo mejor se me pega todo lo malo de Andrew y la manía de darle vueltas a los misterios me viene de él.

La cena es agridulce, y como siempre me apetece poco o nada cenar carne roja asada a estas horas de la noche. Me recuerdo que tengo que comer más, sí, pero como me siento físicamente incapaz me lleno un plato hondo de puré patata. Tanto que, cuando he acabado, los elfos de la cocina han tenido que rellenar la bandeja para que no se quedase casi vacía. Me he sentado con Ap a varios asientos de Dariel y Julian: ahora, como jamás imaginé, somos "chicos contra chicas". Pero es que quiero respetar el espacio de Jules. No le he explicado exactamente lo que pasó entre nosotros a April porque todavía me es muy reciente, así que me he excusado con que quiero asegurarme de que sigue bien emocionalmente después de lo que hablamos sobre el aquelarre.

¿Qué te parece? ¿Prefieres que nos quedemos todos encerrados en el castillo una temporada para que no tengas que, posiblemente, cruzarte con tu amante? —murmuro algo inclinada sobre mi bestie, deliberando si meterme la cucharada entera de puré que he cargado en la boca. Son carbohidratos. Pero es patata. Mirando mi cubierto, por el rabillo del ojo puedo ver a Ivy levantarse para irse con los chicos. — Wow, ya no somos divertidas... —ironizo, probando la puntita de la cuchara. — ¡Bueno, armemos bitcheo! —dejo la cuchara, harta, y despedazo algo de pan con los dedos por hacer algo. Estoy intentando animar la mesa, sacar tema, y sobre todo parlotear. — ¿Qué os parece el profe nuevo? ¿Quién le ha visto antes? Esa elegancia es de portada como poco —tiro una bola de miga hacia Brandon. — ¡Perra! Hay que investigarle.

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30/07/2019, 18:42
Sigma Ward

Estaba charlando con Nissa cuando escucho la voz de Mack a mi otro lado en la mesa de Hufflepuff. Alzo una mano para pedirle a “la florecilla” que aguarde un momento y me giro hacia mi compañera desaparecida por momentos pero al parecer activa para haber acudido a la fiesta de Hogsmeade. ¡Anda que avisa! Aunque bueno…es cierto que Dariel me tentó demasiado invitándome a la fiesta de los Swann, quién sabe si volveré a tener una oportunidad como esa… Además, me lo pasé genial, quitando el momento raro del final y la vis… Nah, en realidad lo de la visión también estuvo bien. Quiero decir, vidente. ¿Hola? Ni siquiera podría haberlo imaginado.

—    Lefay me invitó a ir con él a la fiesta de los Swann — la informo — Estuvo bien pero pasaron…algunas cosas raras — hago una mueca, sin querer entrar en detalles — ¿Qué ocurrió en Hogsmeade? He leído alguna cosa pero si tú estuviste allí, sabrás más… Lo de que hayan cancelado las excursiones es una putada — la miro. Veo que Nissa también pone la oreja así que no me siento tan mal por haberle pedido un momento, así podemos hablar las tres y no se discrimina a nadie. Me echo un poco para atrás para que ellas también se vean bien y terminar haciendo un pequeño grupito de tres.

Notas de juego

PD1: No lo pongo bonito porque estoy con el iPad.

PD2: Aviso a Luna y Eze. Tenéis un par de días para poner respuesta porque Dariel va a irrumpir en la conversación para hablar con Sigma. No debería decíroslo pero como sé que depende de cómo os pille tardáis o menos en postear... Si Sigma resulta al final ser una maleducada, será sólo culpa vuestra (?)

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30/07/2019, 22:27
Mackenzie Poots

- Ah, eso. Sí. -Ya ni me acordaba.- La verdad es que no me enteré de nada de eso hasta que mis padres empezaron a hacerme preguntas todo preocupados. A parte de eso también pasaron cosas raras, muy raras en las que si estuve presente... O eso creo. Pero de los ataques no sé nada. 

Miré a un lado y a otro nada disimuladamente. Quería contar lo que había pasado pero aquel no era el lugar, había demasiada gente.

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06/08/2019, 18:21
Metho

Metho había intentado llamar la atención de Levi varias veces en el tren, pero tampoco se lo había currado demasiado. Se había ido a curiosear a otros vagones y su nuevo "colega" estaba demasiado abstraído en su propio mundo interno.
Pero después de las palabras de Ramsbottom ha vuelto a aparecer, de puntillas sobre el hombro del rubio y dando algunas vueltas. A veces mira al lado, a sus amigos Julian y Dariel. Es un buen momento, porque sabe que el "temita" todavía escalda en la piel de Levi.

Oye, hermano. ¡Psssst! ¡Rubio! ¿Estás pensando en ese culito? —le pregunta con una voz agudizada a propósito. — O sea, yo personalmente no entiendo la fascinación, pero algo tienen que tener esas nalgas de color leche que a todos enloquecen, ¿no crees? ¡Veeeeeenga, tío! ¿Por qué no me lo cuentas? Me parece que te mueres por contarlo. Te está comiendo por dentro —da una voltereta por encima de su cabeza y vuelve a dar vueltas sobre las puntas de sus cascos en el hombro contrario. — ¡Dame algo con lo que trabajar! Pensaba que ibas a ser más entretenido...

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06/08/2019, 18:38
Queen Maddox

Joder, entonces es verdad que nadie ha visto nada... —comenta Queenie, masticando algo de pan a un lado de la boca. No sabéis cuándo, pero como siempre, se ha enterado del tema de conversación mientras cenaba como si no hubiera comido en todas las vacaciones. — Lo de Hogsmeade es todo un misterio, ¿os habéis enterado de que uno de los muertos era un alumno? —se estremece. — ¡Podría haber sido cualquiera de nosotros! Ay, quién era... ¿No lo ha dicho Ramsbottom al principio? —le pregunta a su mellizo. Intentáis pensarlo, pero si lo ha dicho os ha pasado volando por la cabeza porque no le conociais. — Creo que era de Ravenclaw. Qué mal. Pero nadie vio nada raro. Ay Mackie, cómo me alegro de que no te pasara nada, guapa —le dice cariñosamente a su compañera antes de volver a mojar el pan en su plato.

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10/08/2019, 22:25
Sigma Ward

Dariel: Viendo que Julian está muy poco receptivo, por no decir que ha entrado en modo rancio, porque ni habla ni gesticula (igual debería pedirle un espejo a O’Brendhel para comprobar que respira y tal), me termino la comida sin más. Miro de reojo a Levi, que tampoco parece estar por la labor social (raro, normalmente no hay quien le haga callar y ahora está más mudo que un gato de escayola). Bufo exasperado. Oigo la vocecilla dulce y armoniosa de Ivy en mi oído (como en los viejos tiempos). Me encojo de hombros con indiferencia. Miro hacia la mesa de los tejones y veo a la peliazul hablando alegremente con Nissa. Tiempo de hacer entregas.
-Siento abandonaros en esta tan preciada y valiosa velada, pero los negocios son los negocios. Prima, intenta no meterte en ningún lío en el que no lo haría yo. O al menos llévate ya-sabes-qué contigo. Sólo por si acaso. Si necesitas ayuda, ya me dirás algo- me levanto de mi bancada y con una sonrisa torcida me despido de mis compañeros. Me dirijo con rapidez a mis aposentos compartidos y cojo la mochila, que ya tenía preparada a un lado de mi cama y me la cargo al hombro. Consigo retornar al Gran Comedor antes de que Ward haya terminado de cenar y “abandone el edificio a lo Elvis”.
-Ei Ward. Nissa. Me gustan más estas tetas que las otras. Ward, ¿hablamos? - le señalo mi hombro, de donde cuelga una mochila oscura y algo andrajosa llena de garabatos, pins de dudoso gusto y A’s pintadas, dentro de círculos, con tinta roja.

Sigma: Tuve que cortar la conversación cuando Dariel apareció y reclamó mi atención como si me hubiera leído la mente hace rato que pensé que si se acordaría de traerme los libros. Le sonreí antes de disculparme con Nissa y Mack, levantándome del banco para cogerme al brazo del señorito Lefay y salir del comedor, fuera de miradas indiscretas. 

Una vez algo alejados de la puerta del Gran Comedor, le suelto para encararle y sonreírle. 

Hola, Dar, me alegra que no te hayas olvidado de mi — le saco la punta de la lengua, con una risa maliciosa y claramente bromeando.

Dariel: -Tsk, tsk- chasqueo con la lengua falsamente disgustado –Esos modales Srta. Ward- sonrío maliciosamente –¿O es que pretende volver a llevarme al huerto? Aunque si es el de Hagrid, mejor llevar una pócima repele-bichos tamaño XXXL- afirmo, con convicción y falsa seriedad –De verdad, no sé qué les da de comer. Aunque igual mejor no saberlo…- me quedo pensativo unos segundos.

-La duda me ofende, nunca olvido una cara bonita- hago un pequeño mohín con la boca. Me descargo la mochila del hombro y la dejo en el suelo, me agacho y abro la cremallera con algo de solemnidad. Vamos, que me lo tomo con calma.
-He conseguido, pasando muchos peligros y esquivando monstruos terroríficos, recopilar tres pequeñas joyas de la Ciencia adivinatoria.
-Por cierto, ¿a que venían las miraditas que os lanzaban? oh- hago un gesto exagerado con la boca, tapándomela con una mano- No me digas que os han pillado a la rubia y a ti en los baños haciéndoos mimitos. Si es así, por favor, avísame la próxima que quiero verlo...

Sigma: Río por lo teatrero que es a veces, chocando frontalmente con ese aire de tipo duro y malo que exhala por cada poro de su piel. Claro que conmigo ya no cuela; yo he descubierto que es bastante caballeroso, divertido, atento…así que a mi ya no va a engañarme. Pero disimularé bien para que su orgullo de macarra no salga herido.

—    ¿Qué estás diciendo? — carcajeo cuando insinúa lo que insinúa acerca de Nissa y yo — Es sólo que la gente cuchichea y demás cerca de ella; son todos unos inmaduros imbéciles así que sólo les he dicho que si tienen algún problema — murmuro antes de coger los tres libros que ha sacado de su mochila y echarles un vistazo, que al final es lo que más me interesa. Los títulos son sobretodo…curiosos — ¡Qué guay! ¡Muchas gracias! — y me lanzo sobre él para abrazarle — Los cuidaré con mi vida, prometido — me separo de él y guardo dichos ejemplares de Adivinación en mi propia mochila — ¿Algún último consejo antes de empezar con ellos?

Dariel: Casi no me da ni tiempo de parpadear antes de que mis libros (mis niños) sean arrebatados de su entorno seguro y acaben en manos de otra persona malvada. Uy, ¿he dicho yo eso? Quiero decir, que velocidad y entusiasmo por los libros, para nada yo tengo de eso…
-Ehm… sí, ten cuidado con algunas de las técnicas de este- señalo el libro con el título de Brumas y ensoñaciones –Si por un casual se te ocurre probar, no lo hagas sola. Ten a alguien a tu lado que te vigile y sepa como reanimarte en caso de que te pases de tiempo. Más que nada para que no la palmes, sobre todo con lo del viaje astral y los ahogamientos- me paro de golpe. He hablado de más, se va a dar cuenta de que son míos y no de Ash. Mérde –Quiero decir, no es que sepa de que van, yo no leo estas cosas, por favor, pero mi hermano me aconsejó… eso- he quedao de puta madre, sí, eso, tíraselo encima a Ashley, tampoco es como si fuera nadie a preguntarle al respecto. Espero que no vaya a preguntarle nada porque entonces sí se va a dar cuenta de que él no tiene ni idea y que no son suyos y el chalado de la escuela pasaré a ser yo. Por friki. Ni siquiera aprobé Adivinación. Porque no quiso la Trelawney, que poco me quiere. Aunque yo sigo haciéndole visitas de “cortesía”, jejejejeje.
-El primero de todos, el de Viejas profecías mi hermano me ha dicho que es útil porque da algunas claves básicas de interpretación y el otro, es una biografía de la vidente más famosa de la historia, tiene trozos de su diario. Pensé, pensamos- rectifico de inmediato –que te iría bien conocer la experiencia de otra vidente de verdad, para empatizar y eso que hace la gente y tal…

Sigma: Ladeo la cabeza, mirándole suspicaz, ¿por qué me da la sensación de que intenta venderme eso de los libros de su hermano? Aprieto una sonrisa entre mis labios, balanceándome entre la idea de dejarle pensar que no me he dado cuenta y la idea de vacilarle y decirle que intente engañar a otra. 

—    Eres muy mono, Dar — sí, tengo que hacerlo; es mi naturaleza y no puedo evitarlo — Escucha, tu secreto está a salvo conmigo, ¿vale? — le guiño un ojo, pensando después en eso que ha dicho de buscarme a alguien que me vigile mientras… Un momento, ¿viajes astrales y técnicas de ahogamiento? WTF? — Vale, tendré…tendré muy en cuenta todos tus consejos. Diiiigo — exagero — Los consejos de tu hermano — río con malicia, mirándole.

Dariel: Entrecierro los ojos, sospechosamente.
-No sé de qué me estás hablando, sinceramente- respondo algo más fríamente. Vale, igual está siendo mala idea darle mis libros a Ward. Igual debería arrancarle su mochila de las manos y salir corriendo con ellos y no volver jamás.
-Mi hermano. Es profe, es bueno en lo suyo. Haz caso de sus consejos. Sí- añado algo cortante. Cierro la cremallera de mi mochila y me la cuelgo del hombro de nuevo, dispuesto a irme, pero me paro en seco. 
-Negaré toda evidencia de… esto- señalo a nuestro alrededor –que lo sepas.

Sigma: Vale, si se lo toma tan mal y se pone tan serio y frío de repente es porque realmente es algo importante para él así que para que vea que no soy un peligro para su “oscuro” secreto, decido tranquilizarle.
—    Eh, tú cumplirás tus promesas pero yo tampoco traiciono a quien se porta bien conmigo — alzo la cabeza, erguida y también muy seria — Así que sólo te vacilaba, no tienes que preocuparte; no soy una perra. Aunque te lo pueda parecer en según qué ocasiones — alzo una ceja, sin cambiar mi semblante también frío como el suyo — Gracias, Lefay. 

Dariel: Hago una mueca con la boca, pensativo.
-No me pareces una perra- afirmo sin más –Dejémoslo en que tengo problemas de confianza. Ya sabes, los Slys tenemos tendencia a eso. Si pensara que fueras una traidora, no te habría traído los libros, ni te habría dado los avisos. No te los tomes en broma, más de un idiota la ha palmado por venirse arriba. Ya sabes, lee siempre la letra pequeña- ya me he delatado suficiente. Es lista, ya entenderá a qué me refiero y aquí demasiadas paredes tienen oídos, ojos y otras cosas igual de desagradables o más.
-Y ya me contarás si has conseguido “ver” algo más. Quiero ser la envidia del Departamento de Secretos- medio bromeo, torciendo mi sonrisa, de nuevo.

Sigma: — Claro, te tendré al día — le sonrío ahora, al ver que se le ha pasado el momento raro. Y eso si no decido pedirle precisamente ayuda a él — Y lo leeré todo con cuidado, prometido — alzo la mano, con la palma extendida — Tú sabes uno de mis secretos, y yo uno tuyo; estamos empatados así que seguro que jugamos limpio — bromeo y río — ¡Hasta luego, Dar!

Con las mismas, me giro hacia el Gran Comedor para volver, pero decido que prefiero primero poner los libros a salvo en mi cuarto así que pongo rumbo al mismo.

Notas de juego

Como no es excesivamente larga, la pongo entera.

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10/08/2019, 22:28
Julian Crautchin

Dariel: Me quedo mirando como el culo redondo y bien formado de Sigma se marcha hacia la zona de las cocinas, donde está la entrada a la Casa Tejona (como si no supiera que está ahí, vamos). Sigo pensando que no sé si he hecho bien dejándole esos libros, podría traer más desgracias que otra cosa. Eso me trae al hilo lo que nos ha comentado Ivy hace un rato. No sé qué sobre Hogsmeade y el motivo por el que lo han chapado a toda visita turística, incluidas las de sus mejores clientes, nosotros, los alumnos.
-No sé si me apetece volver a ese rincón de muermo…- murmuro para mí mismo. Peeeero tengo que mantener una reputación de gangsta, así que me tocará volver al Comedor para que los más avispados vean que sigo en el negocio porque volveré sin mochila (y no que me he ido a los baños a restregarme con Ward, que eso tampoco habría estado mal, lo reconozco, pero para el business no es nada bueno).
-En fin, que dura es la vida del maloso- suspiro para mí mismo antes de retomar el camino hacia el Gran Comedor. Me acerco con calma y un buen puñado de autoconfianza de malote y me siento en el mismo hueco del que había salido antes. Le doy una palmada en el hombro a Jules.
-¿Qué? Aguantando el ritmo de la fiesta, ¿eh?- sonrío cínicamente.

Julian: Miro a Dariel con los ojos cerrados cuando regresa como si nada con ese aire suyo despreocupado, ligeramente cínico y algunas veces cargante.

—    Oh, sí, esto es un no parar — bufo, porque no sé qué hago aún aquí cuando debería haberme ido a esconderme en mi cama hace rato. Se me escapa un momento la mirada hacia Cassia. Ah, sí, ya, “eso”… Emito un ligero gruñido desde lo más hondo de mi garganta y en cuanto Dariel pega el culo al asiento yo me levanto como un resorte — Me voy a sobar, nos vemos en el cuarto — le digo — No es nada personal — aclaro, que luego se pone muy en plan “novia pesada”.

Dariel: What?! ¿Que he dicho esta vez? Alzo las manos y pongo cara de sorpresa y confusión.
-Ei Bro, me estás matando, en serio. ¡Me estás matando!- le grito mientras éste intenta escabullirse de mala manera. Bufo exasperado. Miro hacia donde están Cassia y April cuchicheando brujerías malvadas (porque no pueden ser de ningún otro tipo, claramente). No me extraña que quiera salir por patas.
-Sorry Ives. Pero si quieres luego hablamos de ese tema de antes, me interesa. Te juro que me interesa- me levanto de nuevo de mi asiento. Cojo una manzana roja y con la misma mano que la sujeto, señalo con el dedo índice a mi prima –En serio. Mucho.
Una vez en pie salgo caminando a “zancadas”, en pos del apuesto y galán gruñón, Julian Crautchin.
-Eh, ¿y si en vez de enterrarte en el edredón como una damisela despechada hacemos algo útil?

Julian: ¿Veis? Una novia pesada. Me giro hacia “ella”.
—    ¿Cómo qué?

Dariel: -Tio, o empiezas a controlar ese borderio o dejaré de perseguirte para hacer cosas “divertidas”. En serio. Si quisiera que me mordieran se lo pediría a… whatever- acabo cerrando la frase con un aspaviento de mi mano libre. Limpio la manzana contra la manga de mi túnica y le pego un mordisco. Está suculenta, ácida y dulce al mismo tiempo.
— ¿No cagas bien o qué? Puedes confesármelo, no pasa nada- sonrío cínicamente. Sacudo la cabeza, como para limpiar mi mente de chorradas –Da igual, me dijiste que habías tenido “visiones”- entrecomillo mi palabra con los dedos, como puedo - ¿no? He encontrado alguna información, pero igual podríamos investigar un poco, ya sabes, como en los viejos tiempos- vuelvo a sonreír, pero esta vez más maliciosamente.
—    Estaría bien hacernos una composición más clara de lo que… sentiste. Para saber por dónde empezar a tirar de la madeja. Juntar las pocas piezas que tenemos. Es mejor que lloriquear como una nenaza debajo de las mantas toda la noche, digo yo- le doy un nuevo mordisco a la manzana.

Julian: — ¿Por qué siempre que intentas hacer sentir a alguien bien, le insultas? — pongo los ojos en blanco — Borde, extreñido, nenaza… — bufo fuerte, aunque decido sacudir la cabeza y pasar del tema. Al fin y al cabo sólo quiere ayudarme, ¿no? Miro alrededor. La salida del Gran Comedor no creo que sea precisamente el sitio más adecuado para hablar de…nada, absolutamente de nada — No sé lo que sentí — le digo, tratando de recordarlo pero al fin y al cabo el dolor no tiene memoria — Yo…fue muy raro, como…si me muriera — repito como ya le dije a él y a Cassia — Como que…yo qué sé… — recuerdo esa película muggle que Dariel me hizo ver cuando éramos críos — ¿Recuerdas la Nada de la Historia Interminable? Más te vale porque me la chupé unas cuantas veces por culpa de tu “yo niño” — pongo los ojos en blanco — Era algo así, era como… La oscuridad, la nada, la muerte o… Yo qué sé, joder — añado, agobiado sólo por el pensamiento.

Dariel: -¿Y porque cada vez que intento ayudarte o ser amable me lanzas un mordisco a la yugular?- enarco una ceja, sarcásticamente. La Nada. Sí, recuerdo esa parte de la peli esa muggle. De niños no teníamos mucho material muggle que digamos, pero mis padres aceptaron ese tipo de cosas porque me mantenían distraído y lejos de las cosas frágiles de la casa, como el sofá o las cortinas.
-Recuerdo la Nada- afirmo, algo más serio. Nos saco a ambos del Gran Comedor, en dirección hacia el hueco de las escaleras. La Nada. La Muerte blanca.
-Sentiste o viste algo más? Ya sé que se supone que me has dicho todo, pero necesito que lo detalles al máximo de lo que puedas. El más pequeño detalle, por absurdo que sea, puede ser útil. Ya sabes, como en esas novelas de misterio muggles, las de crímenes de Miss Muppet o como se llame.

Julian: — No vi nada — le miro, negando — No puedo decirte más, es que es eso: como si me muriera, o una parte de mi se muriera. Como si…me arrancaran algo que…salía de mis tripas — escenifico con las manos, tratando de recordarlo e incluso me da un pequeño escalofrío — Soy un tío grande y fuerte, Dar, y literalmente me hizo arrodillarme — le miro — No puedo decirte más que eso porque apenas duró unos segundos.

Dariel: -Uhm… eso no es mucho- digo más para mí mismo que realmente para la audiencia presente –Sólo una sensación, podría ser varias cosas, sinceramente. Y ¿en qué momento dices que notaste… “eso”?

Julian: — Pues es lo que puedo darte, colega… — murmuro, bajando los brazos — En el brindis, justo a medianoche- respondo después a su pregunta.

Dariel: -¿Sabes? Me sigue pareciendo curioso la sincronización de tu dolor de tripas y…- me muerdo el labio inferior para callarme de golpe. No debería soltar prenda, fue una promesa. Pero no deja de ser realmente interesante. Ward vio “algo” y Jules “sintió” algo. Muerte. Velo. ¿No hubo noticias años atrás que describían algo parecido? De cuando Potas estudiaba aquí y dirigía el cotarro… Pero sólo eran rumores. Y si fuera así, ¿cómo saltarse semejante distancia?
-La medianoche- acabo mi frase, porque con la cara que pone Jules es evidente que espera que termine de decir lo que sea. Necesito a un empollón de verdad para todo esto. Necesito a Ash. Tengo que hablar con él…
-Es un momento raro para que pase, quiero decir. Como muy buscado, ¿no?- me paro un momento a pensar, de nuevo -¿Seguro que me lo has contado todo?

Julian: Pienso en lo que dice pero no soy especialmente listo y suelo perderme en lo insignificante así que no esperéis demasiado. Suspiro, dándole vueltas. Hasta que… ¡Hostias!

—    La… La abuela de San Mungo, ¿te acuerdas que te conté lo que me dijo? — me acuerdo de repente, porque lo había olvidado completamente. De hecho, Dariel y yo hasta bromeamos sobre ello en su casa — Dijo que… — me rasco la frente, cerrando los ojos, ¿cómo era? — Algo así como que yo era el elegido, ahm… — alzo la mirada al techo, esforzándome por recordar —  “Treinta y un noches más de paz y verás el otro lado del velo” — ¿cómo no me he dado cuenta antes de esto? Miro a mi colega — Y terminaba con algo del fin y el comienzo, la luz y la oscuridad… 

Dariel: -WHAT??- exclamo en voz alta –¡¿Y me lo dices ahora esto?!- me siento ofendido, muy ofendido, de enterarme de esto ahora justamente. 
-¿31 noches desde cuándo? ¿Desde el castigo de San Mungo? Eso fue hace… - intento recordar el castigo. Fue entretenido, debería acordarme, pero soy una cabeza volátil, me cuesta concentrarme en contar o cosas por el estilo. 
A ver… el 1 de octubre fuimos allí y hoy estamos a 2 de noviembre… ¿hace 33 días?”, acabo haciendo las matemáticas básicas. ¿Porque no me gusta esta respuesta? “Eso quiere decir que… no le quedan días de vida? El plazo ha expirado. ¿Qué clase de profecía es esa?”
-Jules… ehm… eres consciente de que Halloween era el plazo límite? ¿Qué ya deberías estar muerto? Igual solo era una charlatana loca. Igual no hay mucho de qué preocuparse y no lo haría- noto como mi lengua se acelera hablando –pero después de “eso”, es preocupante, dude. Ehm… prométeme que, si te vuelve a pasar algo parecido, me lo dirás y que no te rendirás. Sea lo que sea- es que no quedan muchas opciones de lo que puede ser “eso”. -Porque… pulso tienes, ¿no?

Julian: Le escucho, pero tengo la mente vagando por otros pensamientos que han provocado el recuerdo de aquella anciana y sus palabras. Su profecía.

—    ¿Y si no se refiere necesariamente a la muerte? — murmuro — ¿Y si…? “La noche del fin y del comienzo” — vuelvo a recitar — El comienzo. Si se refiriese a la muerte, ¿por qué mencionar el comienzo? No hay comienzos posibles después de la muerte… Creo. No lo sé — sacudo la cabeza porque ya no sé si se me está yendo la olla. Y pulso tengo pero creo que ahora mismo tengo la sangre helada — “El otro lado del velo” — repito, y cuánto más lo pienso, más creo que no se refería a la muerte — ¿El Elegido para qué? — le miro — ¿Y si…”eso” que sentí es sólo lo que abre la puerta a algo mayor? 

Dariel: El Velo de nuevo. Pues igual sí que mis sospechas son algo más que teorías conspiranoides…
-Pues espero que no seas realmente el Elegido, porque recuerda lo que le pasó al último, a Potas. No acabó muy bien para él…- se me escapa algo de cinismo en esas últimas palabras. -De todos modos, lo de la muerte como comienzo de la vida, eso es… un principio básico del culto a la Diosa, pero dudo que sea eso. Y las puertas no se abren así, que yo sepa. Aunque no es mi terreno, la verdad. Suena más a una maldición que a otra cosa, bro. Creo que deberíamos hablar con mi hermano, él entiende más de esas cosas. Tiene experiencia en esas mierdas. Podríamos ir a su despacho cuando termine la hora de la cena y hablarlo con él… ¿te parece?

Julian: Me lo quedo mirando. No sé hasta qué punto podría decirle que no me fío demasiado de Ashley, su hermano, pero ¿acaso me fío más de Werd? ¿Por qué tendría que confiar en ella? ¿Sólo porque parecía realmente preocupada por mi? Siempre ha sabido actuar muy bien, pero Ashley…
Joder, si estoy maldito quiero saberlo.

—    Vale — termino aceptando, y no pienso reconocer que es sólo porque estoy acojonado después de esta conversación.

Notas de juego

Idem de lo mismo que la otra, tampoco es excesivamente larga.

PD: Perdón por la tardanza y haber parado un poco esto. Llevo una semana de culo en el curro.

 

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11/08/2019, 18:13
Lance F. Okazaki

Flashback: En el tren de vuelta a Hogwarts
Lance y Nissa

 

Lance: El resto de las cortas vacaciones se lo ha pasado encerrado en casa recargando las pilas sin ninguna interacción social con nadie, y es que cuando vuelva a Hogwarts va a requerir hacer cosas que implican tratar directamente con gente, y seguramente tenga pocos momentos en los que estar realmente solo cuando llegue al castillo, entre clases, clubes y el quidditch.

Lo primero que ha apuntado -aunque eso no implica que tenga que hacerlo antes que nada- es ir a la biblioteca para, a falta de práctica, buscar conocimiento teórico sobre esgrima japonesa. Duda que haya absolutamente nada al respecto pero la otra opción es hacer a su madre mover cielo y tierra para encontrar los libros que le pida, y ella está inmersa en sus propios objetivos para hacerle perder el tiempo buscando libros.

Lo segundo, y seguramente lo primero que haga, es buscar a Mendoza para quitarse de encima la duda de si estuvo o no en la fiesta de Samhain de los Swann. La cosa es que no sabe muy bien cómo hacerlo, pero ya se le ocurrirá algo. Probablemente lo que haga sea buscarla con la mirada y sentarse a su lado o enfrente de ella en el Gran comedor, aunque no sabe si preguntarle directamente o qué.

La cosa es que ahora mismo está en el tren, y desde que abordó el andén nueve y tres cuartos ha sentido varias miradas clavadas en él y murmurando cosas. No es una sensación común en Lance así que no se puede atribuir a sus múltiples taras mentales, pero bueno, simplemente no les presta atención y al subir al tren busca un vagón que esté vacío para, aunque sea por un rato, estar solo. Nadie parece querer entrar, pero las miradas y los murmullos siguen, ahora más evidentes. La única respuesta de Lance es agitar su varita para echar las cortinas del compartimento. No está de humor para estas cosas, aunque lo cierto es que nunca está de humor para estas cosas.

 

Nissa: Había logrado contrabandear bastante mierda dentro del baúl y los abuelos me habían abierto una cuenta corriente en Gringotts. Por eso me molestó tanto comprobar la cantidad de gente que me señalaba y cuchicheaba. Por lo que entreoí, estaban hablando lo que sucedió en la fiesta de Halloween sobre todo, pero también de lo que había entre Okazaki y yo. Con la promesa de vengarme, decidí buscar algún vagón vacío, pero no fue casi hasta llegar al final del tren que encontré un compartimiento con las cortinas corridas pero sin nadie dentro, aunque parecía que muchos chicos iban y venían para intentar espiar. Es entonces que cierro la puerta y me doy cuenta que, hablando de Roma, me encuentro con Lance. Afuera, escucho a alguien chillar y un estallido de risas. Evidentemente, esto iba a provocar una fuerte lluvia de rumores. Bien, mejor para mí. – Parece que contamos con una legión de fans. – comento para romper el hielo, y me lanzo sobre uno de los asientos para tumbarme sobre él. - ¿Cuánto crees que tarde en pasar el carrito de la comida? – pregunto aburrida, pues tengo hambre.

 

[...]

 

Lance: — Si no haces nada y no nos ven juntos esto debería morir soro. Tu famiria es otro tema — del que tendrá que encargarse ella —. Tampoco puede hacer gran cosa comorepresaria — qué va a hacer, ¿comprar toda la liga de quidditch para evitar que ningún equipo le contrate? ¿Comprar todo el ministerio para evitar que su madre -que por cierto, lleva todo esto con suma discreción- medre? No, sinceramente duda mucho que puedan meterle mano por algún lado —. Es una pena que sea tan farsa como eroro dereprechaun — contesta, mordaz.

 

Nissa: En teoría, sí, aunque esperaba que su abuela no se pusiera tan pesada con el tema. - Lo dudo. - admito, con algo de duda. No había pensado mucho en los problemas que podía causarle a Lance o su familia. Asumía que no podía salir del área diplomática, pero con la vieja nunca se sabía. - Bueno, lo bueno del oro leprechaun es que engaña a los idiotas que no consiguen identificarlo. - respondo, divertida por la ironía que destilaba el japonés.

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12/08/2019, 15:59
Casandra Mendoza
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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14/08/2019, 17:07
Lance F. Okazaki
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

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19/08/2019, 08:32
Master 2

[Pasillo fuera del Gran Comedor]
Levi & Metho

Levi: Al final se había sentado solo. Bueno, entre sus hermanos, pero mayormente los ignoraba. Fingía que leía su ejemplar de “Investor Druid” (una revista quincenal sobre finanzas) pero en realidad no había podido pasar ni una sola línea. Tampoco tenía nada de hambre. En cualquier momento se pondría de pie y se marcharía a la sala común. Se sobresaltó al darse cuenta de que, inconscientemente, había estado observando a Dariel y Julian, que charlaban entre ellos. Ambos le producían sensaciones encontradas, y no le apetecía sentir nada en ese momento. Para peor, pronto percibió una voz familiar. Eso le recordó que tenía que indagar sobre el tema, aunque lo tomaran por loco. El solo pensar en decir en voz alta que percibía un unicornio que solamente él era capaz de ver, hacía que se pusiera rojo de vergüenza. - ¿De qué nalgas estás hablando? – cuchichea entre dientes.  – Además, ¿a ti qué más te da lo que yo hago? ¿Qué o quién eres? – pregunta de muy mal humor. Decidió levantarse de la mesa e irse a la sala común. Total, los pasillos se hallaban vacíos.

Metho: — ¡Coño, pooooor fiiiiin! —exclama el unicornio, dando una voltereta en el aire y estirando las patas, como si se desentumeciera, antes de ir tras él fuera del comedor. — Pues hablo del culito del niño Lefay, ¿qué culito iba a ser? Digo, vale, el de Crautchin también está de buen ver, y el tal Brandon... —silba entre sus dientes equinos. Obviamente está pasando mucho de sus muy válidas preguntas. — No sé, me confunde. Está como bueno pero no sé si le pone a mi parte hetero o a mi parte gay. ¡Que me cuentes! ¡Has follao! —empieza a brincar en el aire.

Levi: Se sobresalta y mira alrededor aunque luego se reprocha internamente. Hace tiempo sabe que él es el único capaz de ver y escuchar al unicornio. Afortunadamente, el pasillo en el que se encuentran está completamente vacío. – Eres un degenerado. – le reprocha, aunque luego no puede evitar mostrarse curioso. - ¿Y tú cómo sabes todo eso? ¿Acaso me sigues o qué? – pregunta, intentando modular su voz para dejar  traslucir el ultraje.

Metho: — ¿En serio ahora te acabas de dar cuenta? —resolla sonoramente, escapándosele incluso un relincho. Aunque es difícil saber si lo hace por diversión o por fastidio con el canadiense. — He visto cosas, chaval. Cosas que te avergonzaría contarle a tus hermanitos. Que a propósito de eso, ya me vale a mí también: debería perseguir a tu hermana...

Levi: Lo fulmina con la mirada. - No te atrevas a acercarte a Eve. - le advierte, aunque sabe que no puede hacer nada por evitarlo. En fin, es preferible que le persiga a él y que no ande divulgando sus secretos. De repente, se le ocurre algo. - ¿Acaso has acechado a alguien antes que a mí? - pregunta, con sospecha.

Metho: Metho ríe entre dientes ante el arrebato protector de Levi.

Si estás buscando secretos yo soy como un psicólogo, tío: secreto de confusión. Confesión. ¿Era eso? ¡Bah! Que no puedo contarte nada de otros —se hace el digno.

Levi: Era definitivamente la conversación más larga que llevaba con el equino desde que este empezó a acosarle. Bueno, lo que le contaba el unicornio lo dejó pensando. No era el primero (ni sería el último) en ser atormentado por él. - ¿Tienes algún nombre? - le pregunta en tono más calmo. Estaba pensando en que quizá, si se llevaba mejor con él, podría sonsacarle qué quería a cambio de dejarle en paz.

Metho: El unicornio comienza a sacudir la cola como si fuera un perrito alegre, trotando alrededor de Levi.
Me llaman Metho. Estoy encantado de que me hagas caso, Su Alteza —agacha la cabeza en una reverencia exagerada.

Levi: La entidad tenía nombre propio y todo. ¡Vaya! - ¿Y por qué solo yo puedo verte? - pregunta inquisitivo. - No es como si quisiera que todos pudieran verte. - añade rápidamente.

Metho: — ¡Pues porque yo quiero! —se da importancia de repente. — A veces estas cosas funcionan así, yo qué sé... Pero ya que es lo que nos toca, ¿crees que podríamos llevarnos guay? Charlamos, nos conocemos, como buenos amigos —le sonríe con plena dentadura. Recta, con destellos de purpurina.

Levi: Tocará que investigar por su cuenta, pues. - Claro que sí. Pero a cambio de permitirte fisgonear en mi vida, ¿qué obtengo yo a cambio? - le sonríe Levi a su vez. Ya que su privacidad se ve invadida por Metho, no estaría mal tener una retribución justa.

Metho: — ¿Qué ganas? ¡Tío, soy la monda! Además, tú no puedes hacer esto —le saca la lengua, haciendo una sonora (y purpurinesca pedorreta) antes de salir trotando hacia la pared del pasillo, resurgiendo de la contraria después. — ¿O sí? ¿Puedes? ¿Puedes? —insiste, pegando la cara a la del rubio.

Levi: - Supongo que no. - reconoce exasperado, aunque sonriendo de mala gana. Por algún motivo, en ese momento, Metho le recordaba a Dariel intensamente. Insistir en ese momento no serviría de nada y su plan de huir de todo y de todos se iría al demonio si no se marchaba pronto a la Sala Común, por lo que hizo un movimiento con la cabeza a modo de despedida y se dirigió hacia las mazmorras.

Metho: Metho vuelve a trotar a su alrededor, silbando una melodía inventada mientras le sigue. Ahora es como su mejor amigo o algo por el estilo.

¡Ya verás, lo pasaremos de miedo! ¿Quién no quiere un colega para toda la vida? Además estás pasando un momento delicado, y no veo que tengas con quién hablar de sexo gay así que puedo ser tu guía y mentor —le va diciendo, muy animado.