Partida Rol por web

Felicity hace un mohín de disgusto con la boca, ni en broma quiere cruzarse con una April descontrolada, ¡suficiente hacía aguantándola de normal! Y encima, ¡Stevie! La invasión de su dormitorio ya había empezado y no lleva ni dos horas en la escuela. La rubita bufa, molesta.

-Yo sólo quería mi libro de Astronomía, pero me niego a ser arañada por…- se muerde el labio inferior y da media vuelta –No merece la pena. Toda tuya- hace un gesto de resignación con las manos y se dirige hacia las escaleras. Baja a toda prisa por ellas y sin mirar atrás.

Y por fin el pistoletazo de salida en pos de Lance Okazaki retumba en el aula de Transformaciones. Se han formado dos equipos: el de chicos Sly y el de las chicas Huffies, que deciden usar sus habilidades para encontrar al chico perdido. La entrada de las mazmorras marca la casilla de salida.

• EQUIPO SLYTHERIN BOYS

Los tres chicos Slytherin se lanzan a la búsqueda del criaturo llamado Lance Okazaki. No tanto porque quieran hacerse los héroes y salvar una vida y blablablá si no por interés propio. Necesitan saber qué tiene en su posesión que tan super-necesitan para salvar a Julian. Lo que luego pase con el nipón parece que les da un poco igual (bueno, igual Levi sí quiere salvarle la vida, pero porque es majo e ingenuo, no como los otros dos).

Entran en las mazmorras por donde siempre, pero, al contrario del otro equipo competidor, ellos ya saben hacia donde van o al menos lo han limitado a dos sitios dentro del entramado que compone las mazmorras del castillo. Como ellos no han “visto” el pasillo bueno (no son Sigma, todos queremos ser Sigma, pero no puede ser), primero intentan en uno y luego en el otro.

• EQUIPO HUFFIEGIRLS

Por otro lado, las chicas Hufflepuff empiezan con algo de desventaja porque sólo conocen los pasillos de las mazmorras, relacionados con la clase de pociones: el laboratorio y el despacho de Slughorn y poco más. Eso hace que primero tengan que hacer uso de todo su ingenio y capacidades de orientación para no perderse en aquel laberinto de pasillos subterráneos. Sigma y Nissa van bastante perdidas, pero Mack, contra todo pronóstico, saca su mejor esencia y se convierte en un GPS humano. Lo malo es que eso les hace perder más el tiempo, ya que no saben dónde puede estar exactamente ese pasillo de los tapices que Sigma vio.

Van dando tumbos. Aunque intentan seguir algo de lógica, como descartar los sitios ya conocidos, es complicado. Pero son chicas listas y con determinación y no desfallecen fácilmente.

Ambos grupos se toparon con algunos alumnos y algún profesor, que los miró con cara de confusión e incredulidad por verlos rondar tanto por allí. Por supuesto, a ninguno se le ocurrió decir que iba en busca del Tesoro. Pero entonces, Ashley se cruza en el camino de los Chicos Sly y el nuevo profesor de Herbologia, Lippton, con las Huffie Girls. Son dos de los profesores encargados de la búsqueda del alumno perdido, Lance.

-¿No estáis un poco lejos de las aulas?- dicen ambos, al unísono, cada uno en un pasillo distinto, ante el grupo con el que se han cruzado.

- Ya sabes. Aquí y allá -le contesté a April mientras le peinaba-. Esperando el juicio. 

Me quedé callada durante un momento que se me hizo incómodo. Pensé en mi padre y en Azkaban. Y en todo lo que vino antes. 

- Oye, mira, paso de mentirte -cambié de tema-. Cassia me ha dicho que un tal Reed te la tiene jurada, así que he venido por si nos damos de hostias con él. 

Me sabía mal por Cassia, pero a menos que April quisiera que le hiciera mechas, poco más podía entretenerla en la habitación. Además, la mejor medicina para subsanar sus desgracias con los LeFay eran darle una patada en el culo a alguien con rabo, estaba segura de ello. Había algo de catártico y de plenitud espiritual en ganarle una pelea a alguien. 

- La mejor defensa es atacar, así que yo digo que vayamos a buscarlo y acabemos con él. 

Sonreí. 

- A ver, no acabar con él de matarlo -corregí rápidamente-. Acabar con él de que no te vuelva a mirar en la vida cuando se cruce contigo en el pasillo. Un sustito, ya sabes. Nos tenemos que hacer respetar. 

Era imposible que se negara. Yo no lo haría. 

- Por cierto, Cassia está fuera esperando -informé, como si nada-. ¡Cassia! -asomé la cabeza a la habitación para que me oyera desde fuera- ¡Cassia, vamos a pegarnos con Reed! -tras el anuncio me volví hacia April- Venga, va, rapidito. Que sino se te caen los rizos. 

[Habitación Slytherin]

Y tal cual me quedé sola. Fils de pute.

Podría ir a la biblioteca a investigar para ver si había algo que pudiese sacar sobre la Órden, algún símbolo, algún... no sé. Lo cierto es que no tenía muy claro por dónde empezar, al menos hasta que fuesemos a San Mungo.

Suspiré, resignada, y decidí ir primero a la habitación para al menos dejar los libros y no tener que cargar de más.

Al llegar veo que hay fiesta. Cassia está justo fuera de la puerta del baño y según entré me había parecido oir algunas palabras que provenían de dentro.

- ¿Qué hacéis? -Voy directa a mi cama y dejo la mochila con los libros. Luego recuerdo los rumores sobre April que hay por la escuela. Aquellos a los que había decidido ignorar por mi propia salud mental.

- ¡Peeves! - exclamé, saltando como un resorte. Inventar excusas era para mí como respirar. A mi juego me llamaron.

- Le ha robado los tampones a Sigma - la señalé con el pulgar - y nos ha dicho que los repartirá como tapones para la nariz en la próxima clase de Pociones. Como se imaginará, profesor, Sigma los necesita. ¿Podría buscar a algún fantasma que vaya por el Barón Sanguinario para que Peeves entre en razón? Nosotros le esperaremos aquí mismo. - murmuro, barriendo el suelo con los pies y mordiendo mi labio inferior.

Levanto las cejas. Felicity está de mala uva, cuando duermes con una tía aprendes a distinguir estas cosas, pero no acabo de entender por qué. Parpadeo, cruzando los brazos todo lo que me permiten las costillas.
— Claro, tranquila. Hazle ojitos al compa de al lado y que comparta —le aconsejo, que una es buena amiga.

Pero a nada de irse Felicity por las escaleras asoma Steve y casi me deja sorda, porque estaba yo al lado y creo que esta se ha pensado que me he quedado en la primera planta. ¡Madre mía, mi pobre corazón no sobrevivirá hoy! ¿Está tonta? ¡Si nada más salga April al rellano y me vea vamos a rodar las dos escaleras abajo, nos llevaremos a Felicity por delante y entonces sí tendrá razones para estar enfadada. Y con lo débil que me siento, me partiré yo más de dos huesos.

A la que sí se la suda todo por su cara bonita para variar es Ivy, que llega también y entra como si no hubiera un dragón cabreado en el interior. Intento pararla, pero va bastante decidida.
— Eh... Creo que vamos a pegar a Reed, ¿lo he entendido bien? —ahora que lo digo en alto lo entiendo mucho mejor. Me asomo al cuarto ahora yo. — ¡Rubia, no sabes lo que dices!  ¿Me ves en condiciones de pegar a nadie?

Se me cambia la expresión en cuanto escucho el nombre de Cassia, pero... no puedo negar que Stevie Carson consigue toda mi atención en cuanto dice "nos damos de hostias con él". Sí, había olvidado totalmente cómo era Carson. Sonrío involuntariamente.

Me giro en la silla para mirarla cuando dice de acabar con él, aunque rápidamente se explica y casi me entra la risa.

— Ya sabes que yo soy de la opinión de que una buena maldición a tiempo quita muchas tonterías. —le digo, pensando que Reed sería un buen sujeto de pruebas de pociones y hechizos.

Y llama a Cassia. "Espera, ¿¡Cassia está aquí!?". Me levanto como un resorte y tan agobiada que hasta se me olvida mirar cómo me ha dejado Stevie. Pero la que entra a la habitación no es Cassia, sino Ivy... y Cassia detrás. ¿Me lo parece o evita hacer contacto visual conmigo?

Me cruzo de brazos y me quedo mirando a Cassia fijamente.

— Pues yo estoy en condiciones y deseando darle un buen par de hostias a alguien. —musito, con bastante rabia contenida.

Espero que arrancarle los pelos a Reed evite que se los arranque a Cassia.

- ¿Pegar a Reed? -Se me ilumina la cara. A ver, yo para pegar no sirvo pero...- ¿Vale también envenenar? -Miro de reojo mi baúl, recorriendo mentalmente las hierbas que tengo.- Contad conmigo. ¿Sabéis dónde está?

Joder, qué miedo... Me hormiguea la columna vertebral sólo con la mirada que me echa April al decir eso, que sé que es exclusivamente para mí. Ya, ya sé que he vuelto a cagarla; ¿podemos concentrarnos en matar a Reed y olvidarnos un momento de mí?

Yo, como Ivy, tengo otros métodos para lidiar con enemigos. Y como la destrucción social no parece que vaya a importarle al nórdico de dos metros, envenenarle y torturarle mágicamente no suena demasiado mal. ¡Uy espera, oportunidad para escaquear! 
— Voy a empezar a hacer pesquisas en la Sala Común, a ver si alguien ha visto hacia dónde ha ido después de clase. Os espero ahí —empiezo a bajar corriendo, sí, huyendo de mi mejor amiga.

April accedió y a la noble empresa no dudaron en unirse Cassia e Ivy, que no sabía de dónde había salido, pero cualquier ayuda era bien recibida. 

- Bueno, vosotras no os preocupéis -les dije a Cassia y a Ivy-. A las malas nos zurramos April y yo. Cassia, tú vigilas que no venga nadie. Ivy, tú puedes aturdirlo mientras le pegamos en los huevos. 

No sabía qué aspecto tenía el tipo, así que le pregunté a las chicas. Me dijeron que era muy alto, muy rubio, muy blanco. Acento marcado y media melena. Una especie de Thor con uniforme de Hogwarts. Vaya, sí que iba a necesitar de trabajo en equipo para darle su merecido a ese cabrón. La verdad es que ya no recordaba ni qué había hecho (y dudaba de si en algún momento Cassia me lo había contado, ahora que lo pensaba, me di cuenta de que no), pero era un cabrón igual. Reed, te has metido con las Slytherins equivocadas. 

- No sabemos dónde está, pero vamos a encontrarlo -le contesté a Ivy-. Hay que mantenerse juntas -dije, mientras bajábamos hasta la Sala Común, detrás de Cassia-. Si es un nórdico de baratillo no será difícil encontrarlo. Vamos a dar una vuelta por el Castillo.