Partida Rol por web

Primero, baja Cassia a la Sala Común, en busca y captura de un chivato o cotilla dispuesto a hablar. La Sala está vacía. No hay nadie. Bueno, es hora lectiva, es bastante… normal que a esas horas no haya nadie ahí. Detrás de ella, bajan las otras tres chicas del equipo de Sly Bitchies. Toca salir del entorno seguro y dirigirse hacia donde haya “gente”. El grupo femenino tarda un poco en encontrar a alguien y un poco más, en localizar a alguien “útil”.

-¿Por qué os iba a contar nada?- les responde la chica Ravenclaw, de muy mala gana. Pero al final, todas acaban cantando nada más ver el combo April-Stevie (especialmente a la enana rubia, los rumores del retorno de la Bestia a la escuela han corrido como la pólvora). Eso, junto con la idea brillante que se le ocurre a Stevie, gracias a algo que dice April. Entre ambas, proponen de ir a mirar a… la clase de Astronomía. Y efectivamente, cuando asoman el hocico por el aula, ahí está él, atendiendo a clase, como si no pasara nada.

Joder, de los peores sitios en los que podía estar le ha dado por ir a clase. Saco la cabeza al pasillo de nuevo, sacudiéndome el pelo con fastidio. ¡Si es una clase de pega!

— ¿Quién tiene una pluma? O un lápiz, o lo que sea —les pido a las chicas, buscándome trozos de pergamino en los bolsillos. — Hay que hacerle salir como sea, y si es tan "herramienta" como dice ser, saldrá a alguien que le reclame con el símbolo de la Orden. Mierda, si tuviera el broche encima... Bueno, le citamos en un aula vacía de esta planta y le emboscamos, ¿suena loco? Es loco, pero... somos cuatro malas perras. Algo sacaremos. A lo mejor la próxima vez que desaparezca Jules no vuelve.

Sorpresa la mía que April me ofrece su propio broche (aunque se asegura de aplastarlo en mi mano, con la aguja por debajo). A parte de que así puedo hacer un buen dibujo al pie de la nota que preparo, seguro que Reed se confía más si me ve con él.

"Sal ahora mismo. Hay un aula vacía al final del pasillo, a la izquierda"

Escribo en la nota, dibujo abajo el símbolo de la Orden, la doblo y la cuelo en el resquicio lateral de la puerta para que vuele hasta Reed.

[MAZMORRAS: Equipo Sigma]

El nuevo profesor de Herbología, Azrael Lippton, que está de misión enviado por la Dirección, se queda mirando a las tres chicas. Al principio le parece la excusa más absurda del mundo: ¿tampones? ¿Peeves (Y ¿qué demonios es un Peeves?)? ¿tapones para la nariz? No entiende nada. Aunque claro, hace escasos días que ha llegado a la escuela y desconoce muchas cosas.

-Ehm...- está por soltar una regañina a modo de protesta, pero se lo piensa mejor. Es tan absurdo que probablemente sea verdad –Sois de… Hufflepuff, ¿verdad? - recuerda de repente algo que le comentó la señora Sprout.

- Vale. Iros a clase o donde sea, pero no la lieis. No soy la señora Sprout…- frunce el ceño y se marcha, siguiendo con su misión de encontrar al alumno perdido.

[Mazmorras: Equipo Julian]

Ups. La primera en la frente.

-Ei Hermano- me adelanto a Julian y Levi -¿No deberías estar dando el callo en clase?- le pregunto, intentando desviar su atención. Sé que la estrategia con él no puede ser soltarle una mentira absurda, porque no se la va a creer. No es idiota. Y me conoce demasiado.

-Cierto. Pero falta un alumno desde esta noche. Flitwick, el nuevo profesor y yo estamos buscándole. Haríais bien en volver a las áreas principales. Hoy no es buen día para rondar por aquí solos- responde el joven profesor de Defensa y primogénito de los Lefay.

-Ya. Bueno, sólo queríamos ir a una sala que hay, pasado el pasillo de las Morning Star, para discutir algunas estrategias de quidditch. Ya sabes, hay partido este domingo y apenas hemos entrenado y Jules está histérico y paranoico con ese tema- vale, es lo primero que se me ha ocurrido que pudiera colar y que suscitara suficiente interés en mi hermano como para dejarnos ir.

-Y ¿el resto del equipo? ¿No debería ir también a esa reunión? - pregunta, extrañado de que sólo sean tres.

-Es que J tiene miedo de que haya filtraciones, así que le dije que lo mejor era en… grupos pequeños y separados. Como en esas pelis muggles de espías que le gustan a Padre- contesto, sonriendo levemente. Intento aparentar la máxima naturalidad posible. Una verdad mezclada en una mentira o una mentira que roza la verdad. Eso siempre funciona. Si no te haces un lío en el proceso, claro.

-Está bien. ¿Vais, a la sala de las armaduras rotas?- pregunta, finalmente –Bien pensado. No es mal plan. Espero que sirva para que ganéis el partido del domingo. Sería una fea deshonra si perdiéramos el primer partido de la temporada- esboza una sonrisa sincera. Deja pasar a los tres chicos.

-Dar, me alegro de que por fin te tomes algo en serio. Estoy muy orgulloso.

Y continua con su búsqueda del alumno perdido.

[AULA DE ASTRONOMIA]

La profesora McKendrick ni se da cuenta de que una nota entra en el aula y vuela hacia un destino incierto. Bueno, en realidad no tan incierto, porque cae de forma perfecta en manos de Reed. El joven norteño se queda extrañado de recibir semejante nota. La lee con detenimiento. Al principio le parece algo sospechosa, no es el modo habitual de contactar con él. pero igual es cosa de Él. Claro. Debe ser eso. Levanta la mano, con educación.

-Prrofessora…

-¿Sí, Reedanon?- para su explicación para atender la posible pregunta o duda de un alumno.

-No me encuenntrro muy pbien. ¿Podría irr al bañyo?

-Oh. Es por el ataque que recibiste de la señorita Glackstone, ¿verdad? - dice, muy preocupada. El chico afirma con la cabeza, un par de veces.

-Esa chica es el mal, es una suerte que nunca venga a esta clase ya- murmura, aunque las primeras filas consiguen escucharlo con bastante claridad y lanzan algunas risillas por lo bajo.

-Claro, claro- accede la profesora, finalmente -Por favor, ve y si ves que no se te pasa, ve a la enfermería, ¿de acuerdo? ¿Quieres que te acompañe alguien?

-No hace falta- responde éste.

-Yo le acompaño Profesora McKendrik- dicen al unísono las gemelas Bowie y se levantan de su sitio, sonriendo. La profesora de Astronomía se queda anonadada con el tema, pero al final cede y los tres salen del aula, por el bien del alumno asaltado, de forma vergonzosa, por April Glackstone.

Mira a Dariel. - No creí que fueses tan bueno mintiendo. O que tu hermano te creyera esa patraña del quidditch. - resopla, burlón. Eso había estado cerca, aunque se preguntaba por qué demonios no pedían ayuda al profesorado. O al menos al profesor LeFay, que al ser hermano de Dariel quizá podía darles una mano sin que la información que tenían se hiciera pública.

[Aula vacía]

No entendía qué hacía April con un broche de la Orden, ni por qué Reed iba a acudir raudo y veloz por simplemente ver el símbolo. Me lo iban a tener que explicar después de haberle dado la paliza al nórdico, y desde cuándo estaban implicadas en todo esto. 

En cuanto la nota de Cassia salió volando, fuimos al aula del final del pasillo a toda prisa. Estaba cerca, pero nadie escucharía a Reed chillar (o tirar sillas hacia nosotras, también había que tenerlo presente) después del hechizo que hice para insonorizar la sala. Los últimos años me habían enseñado a tomar las precauciones necesarias. 

- Cassia, tendrías que quedarte fuera vigilando -le pedí. Otra precaución-. Si viene alguien que no sea Reed, entretenlo. 

Cass era la más encantadora de las cuatro y conocía a todo el colegio. Además, no quería que Reed le tocara ni un pelo. 

- Cuando venga, vamos a por ese cabrón. Esta no va a ser una pelea limpia -les dije a las chicas-. ¿Preparadas?  

[MAZMORRAS: Equipo Huffie]

Esto es un maldito laberinto, y nunca me he llevado bien con ellos. De cría, nunca conseguía resolver esos acertijos muggles del periódico de los domingos que compraba mi padre y siempre incluían uno. Me enfadaba tanto que acababa tirando esa página a la basura tras desahogarme tachándolo todo con el bolígrafo.

Por suerte para nosotras, Mack parece que se aclara. Sí, Mack, que normalmente parezca que viva en su mundo ajeno en el que las personas somos las diferentes pelotas de Quidditch dependiendo de nuestra personalidad. Pero todo lo que tenga que ver con mi poder de Adivinación la motiva y la verdad, se lo agradezco, porque aunque sé que Nissa también trata de ponerle ganas, me da la impresión de que no llega a creérselo del todo y al final se deja llevar por agradarme.

Cuando hemos descartado ya algunas salas y pasillos (no logro encontrar los tapices que vi en mi visión), Lippton se topa en nuestro camino. Ahí, le dejo el “trabajo sucio” a Nissa porque sé que ella es mejor y más rápida para soltar alguna mentira más o menos creíble.

…Casi me llevo la mano a taparme la cara cuando escucho la excusa de los tampones y Peeves. En lugar de eso, sólo puedo sonreír al profesor con vergüenza fingida. Y parece que cuela porque nos deja seguir nuestro camino sin ponernos trabas.

-¿No se te ocurrió otra cosa que tampones? – le digo a Nissa, aunque algo divertida – Sigamos, anda… Ya hemos descartado varios sitios así que tarde o temprano tendremos que dar con él… Digo yo – suspiro – Además, sería genial ganar a los chicos Sly, ¿no? – intento motivarlas un poco más con eso.

[MAZMORRAS: Equipo Sly]

Sé lo que buscamos (más o menos) pero no tengo ni idea de cómo llegar a ello. Es Dariel el que tiene la información privilegiada y el que mejor se mueve por la Mazmorras así que simplemente me limito a seguirle. Al fin y al cabo, a mi Okazaki me da lo mismo, pero si está ligado a lo que me pasa, habrá que encontrarle. Me gustaría pillar a Reed con las manos en la masa pero dudo que tengamos tanta suerte y tampoco sé si sería adecuado porque le tengo muchas ganas y dudo que pudiera controlarme.

Al aparecer Ashley y soltarle Dariel lo de Quidditch, espero a que se vaya para esbozar una sonrisa ladeada: ese es mi colega, y obviamente era el más indicado para soltarle la excusa a su hermano.

-Si no sabes que Dariel es un crack mintiendo, es que no le conoces – le digo al rubito, sin inmutarme demasiado – Además, lo que ha dicho no es una patraña: si yo no estuviera ocupado con otras cosas, perfectamente podría hacer reuniones secretas de cara a los partidos de Quidditch así que la mentira ha sido el combo perfecto al mencionar mi paranoia con las filtraciones – encojo los hombros – Sigamos.

Iba a responder a Levi que soy una especie de mentiroso compulsivo, pero Julian, my bro, me salva de soltar una verdad como un templo. Poco bonita, pero real como la vida misma.

-Mi hermano me conoce demasiado. Si le hubiera soltado otra cosa, nos habría cazado. El quidditch es su orgullo, sabía que eso le tocaría la fibra y nos dejaría en paz. Está tan… orgulloso- casi me da asco soltar esa palabra- de que al fin esté en el equipo que cualquier cosa que reboce con eso, se la creerá- me encojo de hombros. Sí, se me da bien mentir, que le voy a hacer. Es mi mejor truco.

[Pasillo del Aula de Astronomía]

Reed no protesta ante la compañía inesperada de las gemelas Bowie. Los tres salen del aula, ante la atenta y preocupada mirada de la profesora de Astronomía. Desvía su mirada y su paso hacia el lado indicado por la nota. Revisa su “vestimenta” y su varita.

-No tienes dolor de cabeza, ¿verdad?- suelta Felicity una risilla por lo bajo. Reed sonríe torcidamente y niega con la cabeza.

-Oooh que chico más malo eres…-responde Alice, con la misma risilla por lo bajo que su hermana. Ambas se cuelgan de un brazo cada una de Reed. Lo primero que ven es a Cassia, afuera, en el pasillo, esperando y vigilando. Reed enarca una ceja y las gemelas se la quedan mirando.

-¿Qué hace ella aquí?- dicen ambas al unísono.

Reed se lleva el dedo índice derecho a la boca, en señal de silencio. Ambas se callan a la vez.

-Aszí que al finnal ess una embosscadda. Qué decebpción. ¿Es cosa de tu amiga la… enana?- dice éste.

-¿Glackstone no ha atacado ya a suficientes alumnos? Me sorprende que no la hayan expulsado por algo así- dice Alice, ante la mirada de reproche de Felicity –¿Qué? Es una vergüenza, ya sé que compartes habitación con esa arpía, pero es un peligro y encima siempre se sale con la suya. Es una consentida de mierda. ¡No es justo!