Partida Rol por web

From the Ashes, We will Rise (Morituri Te Salutant)

Capítulo 4: The infame and the notorious

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13/06/2020, 22:30
Ian Green

Llego al Gran Comedor acalorado, con la camisa medio abierta y la corbata aflojada.

Noooo, ya sé qué es lo que vais a pensar. No, no me he desnudado y he corrido por los Jardines. ¡Eso es cosa de mi viejo yo! Lo que pasa es que he estado debatiendo con Descartes sobre el amor.

¿Qué es el amor? Amor. Cuatro letras. Al revés se lee Roma, quizá porque allí se hace mucho el amor, aunque se supone que la Capital del Amor es Francia o quizá es solo una coincidencia, no sé. Ehm... (¿y a qué venía esto?) ¡Ah, sí! El amor es sentirte uno con otra persona, querer lo mejor para él o ella, que en todo momento estás pendiente y tienes ganas de estar juntos, tocar y que te toquen... son mariposas en el estómago cuando te mira, te sonríe y te corresponde... ¿Eso no es egoísta? Es egoísta. Niegas todo tu amor por otras personas y sólo lo focalizas en una sola. Y además, no sé si es porque llevo bastante sin meterme setas ni fumar cristal, pero el discurso de Descartes es tan empalagosamente dulce y cursi que acabo fumándome un porrete de nada o quizá han sido dos L, pero la cuestión es que he recordado que Metho era bastante más afín a mis ideas y es que para él el amor es agarrar a quien sea que te mole, ponerla a cuatro y hmpf. Ese es el descaro que le falta a Descartes.

Y...... ehm...... luego me he comido una tableta entera de chocolate y me he fumado otro petilla, para hacer hambre y comer en el Gran Comedor.

Por eso llego tarde a comer. Pero que vamos, un par de costillas de cerdo, dos rebanadas de pan con bacon y huevo frito, tres kilos de ketchup y adentro.

Lo único malo es que luego tengo que ir corriendo al lavabo a cagar, porque me entra un apretón impresionante. Lo siento por quien entre en los lavabos después de mí, je.

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14/06/2020, 18:22
Nissa Park-Swann

Bajo a comer muerta de cansancio, arrastrada por las otras dos. Me animo al ver la comida y, ya con el estómago funcionando logro despabilarme un poco. Lechuza viene con la correspondencia y leo en diagonal la carta de los cisnes. La hago un bollo y la arrojo por encima de mi hombro, indiferente. Ya me encargaría de redactar una respuesta estándar y bien educada, que en este momento estábamos en una especie de tregua tensa que no me convenía romper. Me intriga más haber recibido otra carta porque nadie más que los Swann me escriben (Papá solo lo hace cuando Lechuza le envía una misiva de mi parte; aka nunca en la puta vida). No reconozco el logo ni el mensaje. Frunzo el ceño y estaba a punto de preguntarle a Sigma y Mack si les sonaba de algo cuando viene un chico nuevo y Blue nos lo deja a nosotras.

 

- Me intriga mucho que Hogwarts siga recibiendo alumnos nuevos cada dos o tres semanas. - bromeo en voz alta, sabiendo que yo misma había sido una nueva que entró tarde. Oh, Beauxbatons. La escuela de los finolis. - Soy Nissa, aunque no soy para nada demasiado sociable. - murmuro, mirando el P-E-L-A-Z-O de Niko. - Y... ¿costumbres? Ehmmm... - me quedo pensando unos segundos, pensando en qué información útil puedo darle - los Gry son los deportistas descerebrados, los Sly son los bad boys, los Raven son nerds y los Huffies somos the special one.- le resumo, para luego atacar un plato de salmón ahumado.

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14/06/2020, 19:42
Levi Montblanc

Luego de tomarse una ducha rápida, vestirse, perfumarse, peinarse y colocarse unas cuantas cremas, Levi bajó a almorzar, preguntándose si vería a Dariel y hacia dónde se habría marchado con la chica nueva. No había empezado a hincar el diente a su almuerzo cuando llega Atalanta con correspondencia. Para cuando acabó de leer, estaba deseando que un agujero se abriera debajo de él y lo tragase. Se había olvidado por completo del proyecto que había querido iniciar con Brandon. En su defensa, habían sucedido demasiadas cosas en muy poco tiempo, sin contar con lo que había pasado con Dariel. Tendría que hablar con el irlandés, a ver si se podía avanzar con lo de la exposición.

 

Se sentía complacido porque su padre hiciera buenas migas con los LeFay, pese a que su intención inicial al irse con Dariel no había sido precisamente el beneficiar a su familia. Sentía curiosidad por la última parte, pero no conocía de nada a los Blackwood. De repente, escucha a Dariel sentado cerca suyo y se sobresaltó: no lo había escuchado llegar. - ¿Uhm? - murmura, distraído , sin hacerle mucho caso. - Oye, ¿conoces de algo a los Blackwood? - pregunta a Dar, mirando un folleto anarquista que el chico tiene cerca suyo. - No me dirás que intentas afiliarte a este movimiento. - intenta que suene como una pregunta más que como una acusación. Lo cierto es que era algo raro que un miembro de una familia sangre pura quisiera romper el status quo, pero lo cierto es que el chico siempre había sido algo rebelde.

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17/06/2020, 10:18
Julian Crautchin

Había estado echando vistazos rápidos a Cassia mientras comía algo y comentaba la revista de quidditch con Stevie, y sé que más que comer está dándole vueltas a la comida de su plato. Eso, sumado a como ha buscado un rincón de la mesa para aislarse, es lo que me hace levantarme de mi sitio justo en el momento en el que Levi pregunta por los Blackwood. Buen momento para esfumarme, sí.

-Nos vemos en clase, chicos - les digo, sonriendo después a Stevie - Quédatela y ya me la devolverás cuando termines de echarle un ojo - le digo respecto a la revista. A mi no me corre prisa.

Así, me acerco a donde está Cassia para sentarme junto a ella, con tranquilidad. 

-Hola - la saludo - Como le sigas dando tantas vueltas a la comida, la vas a marear - intento bromear, aunque sé la seriedad que hay detrás de su problema con la comida; y no es sólo que se esté quedando en los huesos - Sé que ambos tenemos un poco difícil cuadrar el horario para vernos antes de la hora de cenar pero ¿nos vemos después de la cena en el Gimnasio? - le propongo, pues hace tiempo que no entrenamos juntos y la verdad es que me gustaría pasar un rato con ella y charlar.

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17/06/2020, 10:33
Sigma Ward

Maldito Okazaki.

Aún sigo cabreada con él cuando salgo de la Lechucería, habiéndome tomado mi tiempo para responder la carta de mis padres. Todo muy breve y superficial porque ¿qué iba a contarles? “Mamá, papá: soy vidente y creo que se avecina un nuevo fin del mundo mágico”. Eso es demasiado frío y directo, hasta para mi. Así que he preferido decirles que todo va bien, las clases bien, los compañeros bien y blablabla... Hasta que me he aburrido y me he despedido.

Iba a volver al Gran Comedor pero lo cierto es que no me apetece demasiado así que decido salir a los jardines e irme directa a la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas. Es por el camino que me encuentro a Glackstone fumándose un cigarro y el olor del mismo hace que me apetezca horriblemente uno, así que haciendo acopio de una valentía digna de un Gryffindor me acerco a ella. Esta es otra que anda metida en no sé qué líos, algo he oído por los pasillos, como O`bhrendel, pero lo cierto es que eso a mi me importa más bien una mierda. Ni siquiera me he enterado bien de lo que ha ocurrido y además, los rumores terminan siendo la mayoría de veces sólo eso: rumores.

-¡Hola! - la saludo. No sonrío demasiado porque no es que ella sea precisamente la reina de los risueños, tan sólo mantengo una expresión neutra - ¿Te sobra uno de esos? - señalo el cigarrillo que se está fumando.

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17/06/2020, 17:59
Dariel Lefay

[El Gran Comedor]

Ahondo más en el periódico de clara tendencia radical al notar la mirada perforante primero de Stevie y luego de Levi. Miro mi plato, apenas he mordisqueado lo que fuera que me había servido al sentarme hace un rato.

-Leer no es afiliarte, es informarte- gruño en voz baja –Me gusta estar informado, sólo eso.

Sigo leyendo (y escondiéndome detrás del periódico) hasta que cala la pregunta de Levi en mi cabeza, LA VERDADERA PREGUNTA. Bajo el periódico de golpe.

-Todo el mundo conoce a los Blackwood. Son… jet set- reniego a media voz -¿Para qué quieres saber quiénes son los Blackwood? ¿Ya estás planeando uno de esos negocios para contentar a tu padre?- vale, sí, no estoy de muy buen humor. En pocas horas he pasado de la intriga, al buen humor, al High total y como todo, el bajón y la hostia que me he pegado contra el suelo. Ahora mismo estoy justo en ese estadio, el de “estar aplastado contra el suelo por la caída fatal e inevitable”.

-En serio, deberías dejar de intentar ser tan buen hijo… No sirve de nada- me encojo de hombros e intento retomar la lectura, pero con escaso éxito.

Aunque pensándolo bien, igual debería imitar a Montie si quiero conseguir cierto tema con Padre…”. Me quedo pensativo. “Tengo que estudiar su técnica más a fondo...

Miro de reojo a Stevie, que está absorta leyendo una revista de quidditch. Me intento hundir otra vez en el periódico. Nada. Leo la misma frase cuatro veces y es como si estuviera en otro idioma, no cala. Al final me rindo y dejo caer el tabloide sobre la mesa.

-Venga, suéltalo. Si me dices para qué los quieres, te los presento- digo con indiferencia, pero mi sonrisa maliciosa me delata.

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17/06/2020, 19:23
Nikodemus Wolf

[GRAN COMEDOR]

La explicación de Nissa sobre la compartimentación social de adolescentes me horrorizó. Me sentí como si estuviera dentro de una película de John Hughes, con un guión horrible escrito en menos de una semana y con faltas de ortografía. Hogwarts se asemejaba más a un instituto estadounidense cliché que a una escuela británica valorada. ¿Acaso era aquello mi infierno? ¿Un batiburrillo de todo lo que odiaba?

- Sans blague? -creo que mi cara denotaba terror, pero Pierce siempre decía que era un tipo poco expresivo. Cara de acelga, solía llamarme a veces. No entendía qué tenían de malo las acelgas: eran muy nutritivas.

No obstante, esbocé una media sonrisa cuando Nissa informó que en Hufflepuffs éramos los especiales

- Ohhh, somos unique.

Lo que me faltaba, ser un special snowflake. Casi podía escuchar las risas de Pierce desde la distancia, desde su mesa llena de "chicos malos". 

- Mi primo Pierce es Slytherin -le conté-. Están allí, ¿verdad? -señalé la mesa con las banderolas verdes-. Creo que voy a ir a verlo. Seguro que le gusta lo de bad boy -le guiñé un ojo a Nissa-. Gracias por guiarme, amiga Nissa -le hago una reverencia algo teatral, casi torpe debido a mi altura-. Espero que nuestros caminos se crucen pronto. 

Anduve a zancadas largas hasta la mesa de Slytherin. O Pierce se estaba descojonando de mí o llegaba tarde a la comida, porque no lo veía. Me paré frente a un chico rubio que no me hubiera importado que fuera mi guía, un emo y la bestia que le había tirado los libros al pobre niño de antes. 

- Pardon -empecé a decirle al rubio, que parecía el más accesible-, estoy buscando a mi primo Pierce. Es, euh -dudo, recordando el nombre de la casa-, Slytherin. ¿Lo habéis visto?

Notas de juego

Interactúa con Levi.

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17/06/2020, 19:45
Stevie Carson

[GRAN COMEDOR]

El gesto del Capi casi hace que quiera abrazar la revista y no soltarla jamás. No como a Dariel, que le pegaría una hostia y le cruzaría la cara. Me debato entre la ira y las ganas de meterme debajo de la cama y quedarme ahí el resto del año, descansando y relajándome, comiendo ranas de chocolate y leyendo The Seeker Weeklys regaladas por Julian

La vocecilla que antes me acusaba de intrusa ahora se pregunta por qué mis amigos, a los que hace casi un año que no he visto, me ignoran por completo. Todo este tiempo deseando volver, imaginándome cómo sería volver a reunirme con ellos, ¿y al cabo de medio día dejo de ser la novedad para pasar a ser noticias de segunda mano? 

Me dan ganas de decirle al canadiense que se calle. Que nadie entiende sus farfullos y algarabías. Que su acento es de paleto. Pero me callo, porque a Dariel le cae bien, y al fin y al cabo es sólo un satélite más de los muchos que han rodado a Julian, Cassia y Dariel desde que empezamos en Hogwarts. Y quizás podría haber estado calladita y mansa si no hubieran mencionado a los Blackwood

Mi primer impulso es ir a buscar a Werd. Siempre ha sido una alfa metomentodo, pero por lo menos siempre tenía la delicadeza de no ignorarte. Tampoco de meter gente en el círculo que no necesita estar ahí. Es un extranjero, por el amor de Morgana. A nadie le interesa alguien de las colonias con los humos subidos. Más allá de las islas sólo hay barbarie. 

Apoyo el codo sobre la mesa, adelantándome para mirar a Monty, apoyando el mentón en mi mano. 

- No le hagas caso -le digo al rubio-. A los Blackwood les encantan los buenos hijos. 

Mi otra mano, escondida bajo la mesa, ha elegido un destino diferente: la pierna de Dariel. A cada palabra, voy subiendo. 

- Serás mucha mejor compañía e influencia que nosotros -sigo, refiriéndome a Dar y a mí. La mano sigue trepando por la pierna del francés, lentamente. I knew the game and played it-. Werd te va a adorar. 

Alguien lo suficientemente bueno o tonto como para dejarse manipular siempre había sido su tipo. El Capi cubría el primer adjetivo. El canadiense tendría que conformarse con el segundo. 

- Si quieres te la presento yo -le sonrío al rubio, como cuando Werd quería hacerse la bestie de alguien. Años de aguantarla tenían que servir de algo-. Somos amigas desde pequeñas. 

Para cuando digo la última frase, ya le estoy rozando a Dariel el paquete. Aprovecho que un tipo de dos metros que también parece tener una polla en la boca metida le pide no sé qué a Levi para quedarme mirando a Dariel con una sonrisita socarrona. A ver si ahora me hace caso. 

 

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17/06/2020, 23:07
Levi Montblanc

A Levi no le parece coherente con la información que tiene de Dariel que sea un chico al que le interesase mucho la política, pero no dice nada. Tampoco dice nada cuando comienza a hablarle mal. Prefiere esperar a que se le pase, y no tarda mucho. Aunque por la sonrisita que esbozan sus labios, parece estar tramando algo. - Creo que ya se nos ha pasado el enojo. - murmura con sarcasmo, aunque obviamente está bromeando. - Mi padre me ha hablado de ellos en su carta. - blande el pergamino arrugado en su mano. - Parece que pasaremos con ellos la Navidad. No dice mucho más. - frunce el entrecejo. - Por otro lado, no he visto que te lleves demasiado mal con tus padres cuando fui a tu casa. - se sonroja levemente al recordar que tampoco había hecho demasiadas migas con el resto de los LeFay precisamente. Dariel portaba un enorme letrero de "Oveja negra de la familia", pero Levi no lo veía tan así. Una vez más, una punzada de ansiedad le atravesó cuando se le recordaba que tal vez no conocía tanto a Dariel. Tampoco es que él fuese alguien precisamente accesible, pero allí todos parecían saber más de él que el rubio. - Quizá la tal Werd sepa más del asunto... - murmura dubitativo a Steve, justo cuando un chico les interrumpe preguntándoles por un tal Pierce con un acento francés aun más exagerado que el suyo. - No lo conozco. - murmura en tono de disculpa, sin hacerle mucho caso y disimulando la irritación que le producía el que se hubiese metido en una conversación ajena. - Yo también soy nuevo en Hogwarts. - añade, excusándose por no poder ayudarle. Se preguntaba cuándo podría estar a solas con Dariel. La chica nueva parecía no querer despegarse de él. Se preguntaba si había algo que se estaba perdiendo.

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18/06/2020, 18:33
Dariel Lefay
- Tiradas (1)
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18/06/2020, 19:27
Julian Crautchin
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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18/06/2020, 21:28
Nikodemus Wolf

El chico rubio tenía un acento sin duda familiar, y sus formas eran casi francesas: las excusas comedidas y educadas que me gritaban claramente que no conocía a Pierce, que no le interesaba conocer a Pierce y que si lo hubiera hecho probablemente no me lo hubiera dicho para que dejara de molestar eran rasgos muy propios de Beauxbatons. De no ser porque tenía buena memoria, hubiera jurado que nos habíamos cruzado allí el año pasado.

- Oh putain -me quejé, haciendo un ademán con la mano-. Gracias de todas formas. Y buena lectura -añadí, con un tono cómplice, dirigiéndome al chico moreno (Dariel), que tenía sobre la mesa un ejemplar de La Hoz y la Varita. 

Chasqueé la lengua y me fui por donde había venido, volviendo a sumergirme en la búsqueda de mi primo, que ya se me antojaba el principio de una epopeya. O una tragedia, según qué excusa pusiera Pierce a no estar esperándome nada más llegara. Tenía ganas de mirar al cielo y pedir ayuda a gritos. O eso o sentarme en una esquina a leer un libro. 

Me decanté por lo segundo. Encontré en una esquina de la mesa de Hufflepuff mi nuevo hogar temporal y saqué mi ejemplar de Chomsky Sobre el Anarquismo, esperando paciente mientras picoteaba de vez en cuando algunas zanahorias asadas y un poco de zumo de calabaza. 

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19/06/2020, 16:43
Dariel Lefay

Duh? Levanto la mirada al escuchar la voz del chico desconocido que pregunta por Pierce, aun sujetando el periódico. Me cambia la sonrisa maliciosa por una de intriga. Un uniformado de tejón preguntando por una serpiente. Eso lo he vivido antes. Y a la inversa también.

-¿Dawton? No le he vist…

ME CAGO EN SU PUTA MADRE AHORA QUE NO ME OYE. Bajo la mirada, me arde la cara y creo que me pongo rojo (como cuando tenía 13 años, Diosa, que humillación personal). Le lanzo una mirada fulminadora a Stevie por lo que acaba de hacer, ¡lamadrequelaparió!

Bajo una mano, sutilmente, hacia debajo de la mesa y cojo la mano de Stevie por la muñeca y la aparto “gentilmente”, colocándola en su regazo. Joder con la niña, como ha vuelto de “revuelta”. Apenas consigo prestar atención a lo que están diciendo Levi o el chico nuevo. Otro franchute. OTRO. ¿Qué cojones está pasando?? Antes YO era el franchute de la escuela y ahora soy ¿qué? ¿¿Un franchute más?? ¡Esto es indignante, tengo que protestar a la Directora por ello!

-Ehmmm… pues ya es mala suerte- es lo único que soy capaz de decir porque no me he enterado demasiado de lo que decían ambos. Enarco una ceja cuando se despide el nuevo haciendo referencia a mi lectura. ¿Qué le pasa a todo el mundo con lo que leo o dejo de leer, en serio? DEJADME VIVIR, COJONES.

-Claro, enana, preséntale a Werd, anda. SÉ BUENA- le lanzo una sonrisa fría a Stevie, de cabreo contenido. Si fuera un gato, tendría todo el lomo erizado y la cola más tiesa que un palo de escoba.

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19/06/2020, 16:44
Cronista anónima

-Ya te he dicho que estoy ocupado- se oye una voz masculina.

-Y yo que me debes una, me lo debes, Dawson de los cojones- refunfuña una voz femenina.

-Tsk- chasquea la lengua, con fastidio, pero mucha calma.

En el Gran Comedor entran un chico y una chica, discutiendo entre sí, ajenos al resto del planeta, como casi siempre.

-Oye, comamos y luego lo hablamos- dice Pierce, con toda la tranquilidad del mundo.

-Está bien- gruñe Nana, enfadada –Pero me seguirás debiendo una. Y sabes que no perdono las deudas.

Ambos se dirigen a la mesa de Slytherin, hacia la zona donde se suelen sentar.

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19/06/2020, 16:44
Pierce Dawton

-Oh. Estás aquí- le dice Pierce a Niko, que está todavía de pie, despistado, buscando a saber qué. El joven Sly mira con detenimiento y curiosidad la vestimenta de su primo.

-¿Huffie?- hace una leve mueca –No sé si me sorprende realmente. Bienvenido a Hogwarts, Primo.

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19/06/2020, 16:45
Nana Morgenstein

Nana se queda mirando a Niko, sin moverse del lado de Pierce. Sonríe torcidamente y clava su mirada en el recién llegado a la escuela.

-Ganas tenía yo de conocerte. Creo que tenemos negocios que hacer…- su sonrisa torcida se convierte en una maliciosa mientras el signo de la libra brilla en sus ojos.

-Soy Nana, por cierto.

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19/06/2020, 21:35
April Glackstone

Me sobresalto. No esperaba que nadie se acercara y encima me hablara. Miro a la chica peliazul con una expresión de ligera sorpresa, enarcando una ceja. ¿En verdad debo hacer un cartel físico que ponga "lejos de mí, coño"?

— No. —le respondo, simple y llanamente porque sí. — Pero toma.

Rebusco en mi bolso y saco la cajetilla de tabaco, dándole un piti a la chica del pelo azul. Que yo sé lo que es tener ganas de fumar.

Me la quedo mirando con curiosidad, pero no digo nada durante un par de segundos porque lo último que necesito es más gente que me odie. Peeero... es que tengo mucha curiosidad y estoy aburrida y bastante sola.

— ¿Puedo preguntarte algo? ¿Por qué llevas el pelo azul? ¿Eres lesb...? —me interrumpo y pienso en Cassia, dándome una bofetada por hacer la pregunta de esa manera. Así que reformulo: — ¿T-te gustan las chicas?

Tengo entendido que hay chicas... ehm... ¿homosexuales? (¿Es también lo correcto para las chicas?) que se pintan el pelo de colores para llamar la atención y dejar claro sus tendencias. Aunque esta chica no me parece de ese tipo. Pero pensándolo bien, Cassia tampoco y no lleva el pelo pintado.

Por cierto, ¿qué hago pensando yo en esa idiota que ni siquiera se digna a pedir perdón por hacer que toda la escuela se entere del secreto que le has contado en máxima confianza, después de varios años callándolo justo para evitar que pasara esto mismo?

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20/06/2020, 18:49
Cassiopea O'Bhrendel

Me sorprendo al oír a Julian, claro, pero no me voy a quejar. Sonrío un poco y dejo de "marear la comida" para que deje de comentar al respecto; no es la conversación que quiero tener, y es cierto que no me entra nada en el estómago justo ahora. Lo siento duro como una piedra, no precisamente por una sesión de abdominales cortesía del Capi.

¿En el gimnasio? Dime que no vas a matarme a flexiones, porque no sé si llegaré con fuerzas... —le confieso, señalando mi plato. — Hoy no lo hago a propósito, de verdad, supongo que lo entiendes.

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20/06/2020, 20:16
Stevie Carson

La sonrisa de Dariel me recuerda a la mirada que una madre le dirige a su hijo cuando se comporta mal en la calle, que te dice "ya hablaremos en casa" y a la que temes más que al posible azote que vaya a continuación. Se zafa de mi mano con cierta delicadeza poco esperada en una situación así; pero yo ya me he enamorado de la sensación de ser deseada. Es demasiado tarde, Dariel

Los juegos secretos de debajo de la mesa hacen que no preste casi atención a lo que dice Monty, aunque si lo hubiera hecho tampoco es que me hubiera enterado de mucho. Ojalá se hubiera ido con el gabacho de antes. Capto palabras sueltas: Blackwood, Navidad. 

- Siento arruinarte la fiesta, Monty, pero los Blackwood invitan a cualquiera que tenga una cuenta en Gringotts más grande que la media. A veces ni eso -le informo. Otra persona hubiera sonado mezquina; para mí es el tono medio para gente ajena al círculo de confianza. 

Miro a Dariel de reojo, esperando que reafirme lo que he dicho, pero no es así. Supongo que no me queda otra que hacer de puta casamentera versión amistad entre los dos herederos. Me arrepiento tanto de haberme ofrecido y, sobre todo, de que no hayan entendido de que era únicamente para reírme de Levi. Aunque, ahora que lo pienso, Dariel probablemente lo ha comprendido y este es mi castigo por haberlo sobado en medio de la comida. 

La cosa es que al final siempre acabo recibiendo yo. 

- Bueno, como comprenderás no te puedo ir presentando por ahí sin más. Hasta yo sé eso. Iré a hablar con Werd como avanzadilla. 

Me giro ligeramente hacia Dariel, como preguntando si ya está, si así me libro de su estirón de orejas después, en privado. Por cómo me devuelve la mirada, entiendo que debo poner más de mi parte. 

- Y supongo que tiene que ser ahora

Bufo y me levanto, cogiendo un panecillo de la bandeja y guardándomelo en el bolsillo de la túnica, como si me lo fuera a comer por el camino. Choca contra la caja de tabaco, la carta hecha añicos de Addie y la esperanza ya podrida de pasar un día con mis putos amigos, que parecen haber olvidado que no me han visto en todo el puto año. 

Me inclino hacia Dariel antes de irme para susurrarle entre dientes:

- Sigo siendo yo. 

Me yergo y le doy un empujón que fingía ser cariñoso a Levi

- Luego te digo cosas, ¿eh, Monty? 

Empiezo a recorrer el pasillo hasta el Hall. Por el camino me topo con el mismo chaval del Hall, con los mismos libros. Podría haber enmendado mi acción anterior, redimirme en pequeña escala; es hora de olvidar los errores pasados... y cometer nuevos. Así que le tiro de nuevo los libros de un manotazo. 

- ¡Eh! 

- ¿Todavía no te has acostumbrado? 

Le enseño el dedo corazón mientras lo dejo atrás. Werd, es hora de un reencuentro como los dioses mandan. 

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20/06/2020, 20:53
Stevie Carson
Sólo para el director

Pero, antes de intentar arrinconar a Werd para acabar siendo yo la arrinconada, me voy un paseo hasta la Lechucería. No picoteo del panecillo guardado antes en el bolsillo: si me llevan hasta Azkaban, quizás me metan en la celda sin revisarme, lo que significaría algo de comida que no sean dos cucharadas de gachas y agua sucia. 

Si nos siguen poniendo por orden alfabético o mi celda todavía no ha sido ocupada, mi padre seguirá al lado, con los huesos de las mejillas marcados y la piel tirante y ceniza, como si fuera un esqueleto, y podré dárselo a él. Se quejará de que sea harina. Los primeros hombres se alimentaban de bayas y frutos silvestres, lo escucho decir si me quedo muy callada y sin respirar, en el bosque, con las manos rojizas. Cuando sueño con ello nunca sé si es sangre o residuos de las bayas. Es casi como volver a los orígenes, kiddo. 

Me empieza a costar respirar. Siento un peso en el pecho que casi me hunde los pies. Recuerdo a Addie enseñándome a respirar para no cansarme tanto. También para no echar a llorar. Mi hermana no tenía ni diez años y casi parecía una adulta. Inspiré por la nariz y exhalé por la boca varias veces, sin dejar de andar, intentando fingir normalidad. Mi padre me había adiestrado en cómo sobrevivir en el mundo, pero Addie me había iniciado el difícil arte de sobrevivir a mi padre: no hablar cuando estaba enfadado; quedarte quieta y sin quejarte cuando te pegaba con la porra envuelta en un paño húmedo, porque sino te daría más fuerte; no preguntar nunca por mamá. Si queríamos hablar de ella, lo teníamos que hacer en código, como si fuera un secreto sacro. Al principio papá creía que sólo decíamos chorradas. Luego se dio cuenta, pero no dijo nada: así podía conocerlo todo sobre lo que él probablemente calificaba de fechorías clandestinas. 

Cuando llegué a la torre, el olor a heces de lechuza me devolvió a la realidad. Cogí papel y pluma. 

Querida Addie

Espero que el viejo Hayward te cuide ahora con la misma intensidad con la que te ignoró hasta que te llegó la edad de casarte. ¿Todavía cree que será Ashley LeFay al que le enlacen la mano junto a la tuya? A veces se le olvida que no somos perros sino lobos, y que un lobo no es ninguna mascota. 

Cuando mi padre me pegaba con la porra, Addie siempre me daba la mano y se quedaba a mi lado. A veces la porra le rozaba también a ella. Suspiré y mojé la pluma en el tintero antes de seguir escribiendo. 

Algún día seremos libres, Addie. El viejo Hayward lo sabe, y por eso nos pone correas y no hace nada por papá. Pero yo sí que lo estoy haciendo. 

Stevie x

PD: Me he liado con Dariel pero ahora pasa de mí. ¿Qué hago? Send help. 

¿Podía acaso vender a Monty y a Werd? ¿Podían ser mi pase para salvar a mi padre? Probablemente sería la puta del Ministerio hasta que muriera en alguna cuneta sucia, pero no había que desechar ninguna idea. Enrollé el pergamino en la pata de una lechuza y, al verla salir volando y perderla de vista, cogí otro trozo de pergamino.

Querido Bash

Dudé y lo taché.

Querida Bash

Esta vez quería empezar con buen pié, pero con eso podía cagarla. Volví a tachar.

Bash

Siento con todo mi corazón mezquino y ruin cómo te he tratado antes. Quiero enmendarlo mandándote mis más sinceras disculpas y, si accedes, a hablar de nuestros términos y condiciones bajo las gradas. ¿Puedo abusar de tu poder y de tu confianza haciendo que sea de noche? Ya sabes que el vandalismo juvenil es una costumbre muy fea y también muy difícil de abandonar. 

Espero que podamos sacar de todo esto, a parte de una relación beneficiosa, una bonita amistad. 

Siempre tuya,

Stevie

PD: ¿Con quién se está liando Dariel?

Repetí el ritual el proceso de atar la nota a la pata de una lechuza. Esta vez, el pajarraco fue en dirección al castillo. 

Me sacudí la túnica, quitándome trozos de paja y de comida de pájaro, y salí de la Lechucería arrugando la nariz por culpa del olor a mierda. Un día fuera y ya te has aburguesado, me diría Theo Farran, el auror irlandés que me había escoltado en el tren, y al que parecía enternecerle que fuera casi una niña. Cuando su compañero le dijo que le había roto la mandíbula por cuatro partes al tipo que me había capturado en Europa Central se negó a darme las grajeas que me había prometido al inicio del trayecto. 

Probablemente Werd no habría pedido grajeas sino información de la oficina. Siempre había sabido cómo embaucar a la gente con esa belleza que inspiraba temor y compasión a partes iguales. Diosa, dame fuerzas, pedí mientras me encaminaba de nuevo al castillo con la intención de buscarla y hablar con ella. 

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