Partida Rol por web

Familia Skallargërs

No somos una familia tal y como la gente común, corriente y vulgar entiende aquél arcaico y patético concepto. No nos guiamos por lazos tan banales y vacíos como la ciega confianza y el amor. No, nosotros somos un clan. Un Clan tan antiguo como lo es el fuego, la tierra y las estrellas. Nuestra sangre es tan oscura como fueron en su momento las primeras noches sin luna, y nuestra sombra es tan extensa y poderosa que nos hemos convertido en el verdadero motivo por el que los hombres temen a la oscuridad.

Pero permíteme que te explique nuestra historia, nuestro antiquísimo y desconocido origen. Porque si, sé que no nos conoces, sé, que nuestro apellido no aparece en los libros de historia en los que inmortalizáis a vuestro antojo los sucesos del paso del tiempo y a sus protagonistas, porque nosotros, como Clan, como familia, somos la historia.

Provenimos de las frías tierras escandinavas, por aquél entonces, cuando el primero de nosotros apareció, aquellas tierras yermas y frías no tenían un nombre más allá de la que algún que otro forastero le quería otorgar. Aparecimos cuando las tribus eran el sistema de gobierno, cuando la traición era cobrada con sangre, y la muerte, solo una forma honorable de pasar a una vida cerca de los dioses, cualesquiera fueran estos.

Sé que no nos conoces, que nuestro apellido y linaje te es completamente desconocido y de ahí proviene nuestra longevidad en el tiempo, por eso seguimos en pie cuando muchos otros han caído. El poder, solo es poder cuando nadie puede arrebatártelo, y es ahí donde nuestro secretismo, donde el desconocimiento de nuestra identidad juega a nuestro favor. Jamás hemos sido una amenaza porque a ojos de los que libran las batallas no hemos existido. Pero somos mucho más reales de lo que cualquiera pueda siquiera imaginar.

Fuimos nosotros quienes alentamos a Herpo a crear el basilisco, o, mejor dicho, quienes marcamos las páginas que debía leer a conciencia para crear lo que él consideró su creación. Tan joven por ese entonces, tan idealista y oscuro, fue un juguete perfecto para nuestros planes. No me malinterpretes, poseíamos el poder para crear a tan hermosa y terrible criatura, pero de haberlo hecho nosotros, ahora todo el mundo conocería nuestra existencia. Hemos sido los culpables de cada alzamiento tenebroso, el susurro en cada idea oscura de los magos oscuros más famosos hasta la fecha. Hemos sido la idea, el apoyo y la mano ejecutora de quienes, orgullosos y arrogantes, se creían especiales y mejores que los demás.

Los egos son algo tan fácil de manipular. Y gracias a este don, gracias a nuestra sabiduría y ansias de oscuridad hemos perdurado, prevalecido donde otros han caído, porque nos hemos mantenido como peones al tiempo que la reina y el rey del tablero se han movido a nuestro son.

Somos asesinos, sádicos y malévolos, puristas a pesar de tener entre nosotros a vampiros y licántropos que nos hacen más fuertes y temibles, somos el mal encarnado. Pero quedamos tan pocos a día de hoy. La vida eterna jamás nos ha interesado, pero hay que reconocer que Tom se nos fue ligeramente de las manos. Por eso mismo, mientras alguno de los nuestros luchaban a su lado, la otra mitad de los nuestros se escondieron entre las filas de la Orden del Fénix, así sedujimos a la ratita de Gryffindor para delatar a los Potter… Tan buenos que parecíamos ser, y tan apto que parecía ser Tom para ese entonces. Un fastidio lo que sucedió con ese muchachito.

Pero no todo fue una pérdida de tiempo, muchos murieron por nuestras manos, muchos otros escaparon porque así lo quisimos, todo con tal de regresar… porque como siempre, volveremos para llenar este mundo de sombras oscuras y sangrientas.

Nuestras esperanzas han sido puestas en Erik, el más joven de nuestro linaje al que decidimos ocultar en un orfanato muggle. ¿La razón? Es tan obvia que hasta un sangre sucia podría deducirlo, lo escondimos en el único lugar donde nadie buscaría a un mago tenebroso, donde ni el mismo conociese su destino y esencia hasta que alcanzase la edad suficiente como para seguir con nuestro cometido. De todo haber salido como lo habíamos planeado ahora sería uno de los nuestros, pero ha tenido que ser criado como un muggle, y después de todo no ha salido tan mal. Nadie desconfía de él, nadie sospecharía que tras ese muchacho que no parece tener nada de especial, se esconde el mal encarnado.