Partida Rol por web

Claro. Afirma el labrador, parándose a un lado de una de las puertas. Esta primero! Shhh.
Damarcus, abre de repente la puerta, tratando de sorprender a quien quiera que se encuentre en la habitación. El labrador porta las dos excelentes armas, y se muestra muy ansioso de probar su calidad en algún esqueleto...o en la propia bruja.

 Un grupo de esclavos permanece formado en esta habitación. Tan pronto como os ven entrar levantan sus armas y os atacan.

Damarcus, observa a los espantosos muertos vivientes. Recordando la espantosa trajedia vivida en su infancia, sus ojos casi lloran lagrimas de furia, al verse a si mismo, tan solo un niño, sin poder salvar la vida de su pequeña mascota, el conejo Torulo.
Nooo Torulooo! Grita en su mente, al recordar vividamente como los zombies se arrojaban sobre el pequeño roedor de pelaje blanco y ojos celestes.

Damarcus, se lanza aferrando el contundente flagelo, y lo estampa con furia en el pecho del esqueleto, hundiendo por el fuerte golpe las costillas hacia adentro.

"-No te acerques demasiado Damarcus, dejamelo a mi y a mi fé"

Como ha pasado ya las ultimas veces, las armas de Alexia siempre seran los muertos vivos, la cleriga observa a los esqueletos mientras levanta el simbolo sagrado del Dios Morrow.

"-Regresen de donde vinieron, criaturas del infierno, Dios Morrow dame tu fé para combatir a estos esqueletos y proteger a mis amigos"

 Uno de los esqueletos, cae fulminado ante la plegaria de Damaris, sin embargo, el resto se mantiene en pie, dispuestos a seguir el combate.

 Allá voy- grita Tik mientras se abalanza con su "arma" (una llave de metálico) y golpea con fuerza al esqueleto de Damarcus, logrando romperle los huesos de los pies, cayendo este fulminado.

Unglar no dudaba de lo que tenía que hacer.
En su carga da un terrible golpe en un costado al revivido, por supuesto este golpe como cualquier otro del semiorco podría acabar con la vida de cualquiera en un instante. De todas maneras parecía más medido en su golpe no utilizando toda su fuerza en esta carga.

Deberé contenerme hasta que llegue el verdadero enemigo.

me acerco con espada y escudo en mano al esqueleto que no se encontraba siendo atacado por unglar y le ataco fieramente con mi espada con la fe de que la justicia cayera sobre aquella criatura

de seguro este encuentro tan repentino nos traera mas problemas luego

 Unglar logra asestar un duro golpe al esqueleto, acabándo con él en el acto. Por el contrario, Eliader falla su ataque.

Manes, murmura una serie de palabras mágicas y sale un proyectil mágico de sus dedos impactando en el esqueleto de Eliader.

 El esqueleto que queda con "vida" intenta golpear a Eliader, pero este logra bloquear su ataque con alguna dificultad.

Unglar se mueve intentando golpear al enemigo que quedaba más los pasos precavidos que da el semiorco no parecen ser su modo de combate.
Terminando de pararse cerca del elfo da un golpe con su espadón pero golpea en un costado al revivido sin causarle daño.

Maldición.

Damarcus da un largo rodeo, tratando de esquivar los peligrosos golpes del esqueleto. Este parece más concentrado en Eliader, y el labrador logra rodearlo y estampar el contundente hierro forjado en la espalda huesuda del muerto viviente.

 Tik se mueve de nuevo, intentando, sin mucho éxito, golpear al esqueleto,

 Manes se limita a esperar a que el resto de sus compañeros acaben con el esqueleto. No quiere malgastar los hechizos ante los posibles combates que puedan faltar.

usando el impulso producido por el golpe contra mi escudo, lanzo un rapido ataque hacia el esqueleto delante mio, el cual ya se encuentra rodiado por mis compañeros de grupo.
A pesar de que el enemigo se encuentra en desventaja, mi ataque carese de presicion y pasa a unos cuantos centimetros del craneo, un notable gesto de angutia y furia se ve en la cara del paladin