Partida Rol por web

Todos los pozos profundos viven con lentitud sus experiencias: tienen que esperar largo tiempo hasta saber qué fue lo que cayó en su profundidad.

Friedrich Wilhelm Nietzsche

Cambiando rápidamente por las calles la gente les mira al pasar con curiosidad, a pesar de ser altas horas de la noche*, mucha gente extrañamente sale a las calles en medio del rocío nocturno.

Caminando más rápido de lo que acostumbras, sientes que estarías jadeando de no ser por tu nueva condición de vampiro, por lo que solo el movimiento es perceptible. Regresando a ese callejón donde encontraron a la rata, Horace busca hasta encontrar a su “amiga”

Mientras Horace se arrodilla frente a la rata gigante esta se levanta en sus dos patas como obedeciendo a un comando imperceptible.

Tras levantarse y acariciar brevemente a la rata el gangrel te mira con una mirada extraña en sus ojos.

- Tenemos una misión, al parecer Ulrich, el sheriff, algo… no sé cómo decirlo, pero su cuerpo está en las alcantarillas. Le han atacado.

Haciendo una pausa que se te antoja más dramática que necesaria continua.

- ¿Crees que estarías mejor aquí afuera? sea lo que se que le ha atacado puede estar ahí abajo todavía, o puede estar aquí arriba.

-Aquí fuera.. Aquí fuera? No entiendo a qué te refieres Horace...-

En realidad, sabía lo que quería decir, pero aún asi, muerto como estaba, no quería arriesgarme a sentir mas dolor... Pero casi al instante, respondí con amarga sinceridad al grangel:

-Qué va! No! No quiero bajar!-

Sabía que no estaba haciendo lo ncesario para que me acepten entre ellos, pero todavía quería saber en qué cosas me estaba metiendo...

- Bien no te culpo pero, regresa al refugio lo antes posible.

Mirando ala rata que se revuelve dando vueltas en su lugar, apurando al gangrel te mira de nuevo.

- Y ten cuidado, no sabemos que este por la ciudad esta noche.

Apuntándote con un dedo, el brazo musculoso de Horace se traspasa por la ceñida camiseta blanca mientras termina de quitarse la nueva camisa y te la entrega.

- Toma, no quiero ensuciarla.

Levantando sin esfuerzo una tapa de la alcantarilla camuflada entre las sombras y la basura del callejón, Horace te lanza una última mirada antes de poner la tapa otra vez y desaparecer en las alcantarillas.

Fuera, la llovizna cambia volviéndose mas violenta sin llegar a ser una lluvia, las únicas tres personas pasan ignorando completamente el callejón y a Albert siguiendo su camino en la madrugada.

Tomando la camiseta, y viendo al gangrel bajar, en medio de la llovizna sólo se me ocurre decir: "Nos vemos", antes de emprender la vuelta a "casa"

en el camino siento como la llovizna ya no es solo rocío golpeandome la cara, sino que se convierten en gotas pesadas y violentas que parecen tratar de aniquilarme (en sentido figurado) mientras camino...

-Obra del destino?... Del Clima?... De alguna entidad vampirezca?... De qué?-

Hablo en voz baja conmigo mismo, para mantenerme en compañía solitaria, en medio de esa noche tormentosa, mientras avanzo metro a metro...

Recorriendo el camino de vuelta a la casa abandonada usada como refugio por Horace caminas rápidamente y sin problemas a través de la ciudad. Tras muchos viajes por las calles en compañía del gangrel o algún conocido suyo, conoces la ciudad y sus callejuelas mejor que antes, orientándote fácilmente en el laberinto de calles escoges la vía más rápida y menos conflictiva.

Avanzando sin apenas ver gente en al ciudad, debes cruzar un parque, pero algo te lama la atención. El parque de la dimensión de una manzana tiene arboles frondoso y hierba crecida que bordea el camino de pavimento que lo cruza dando elegantes curvas. Casi a la mitad del parque y sentada en una banca una chica mira un cuaderno mientras mueve la cabeza suavemente con un ritmo desconocido.

Antes de que el sentido común te aconseje dejar de lado la paranoia, sientes la mirad penetrante del hombre que pasa frente a la chica en dirección tuya.

-Y esa chica? Qué hace un día como este por aqui?...-

Pero antes de que tratara de idearme cosas, noto una figura que se acerca hasta donde me encontraba, seguramente no de casualidad, ya que notaba perfectamente sus ojos clavados en mi...

Decidí seguir de largo, aparentando que todo estaba bien, pero sin embargo, prepararme por si surgía algo "inesperado"

Acercándose a ti, te corta el camino mientras niega con la cabeza.

- Créeme, esta noche no querrás pasar.

Hablándote sin miramientos, el hombre te toma del hombro para girarte.

- Además, esta zona esta cerrada, deberías atender a los mensajes del principado.

- Pero quie...-

Aparto la mano del hombre de un sacudón, mietnras trato de continuar lo que quería decir...

-Pero quién te crees? Principado? Vete a tomar por...-

Trato de evitar al tipo para seguir camino al refugio en medio de la noche...

Antes de poder seguir, tu cuepro se detiene sin seguir tus ordenes.

- Idiota, que seas inmortal no significa que puedas desobedecer ordenes. Al final es por tu bien.

 Mientras te mira, algo le distrae y mira por el lugar donde llego. Mientras tus musculos no responden, él da la vuelta regresando pro su camino unos pasos haciendo una seña que nadie ve.

 Y volviendo contigo, te da un ligero empujon hacia un lado.

- Tú, vamos escondete, casi llegan.

El cuerpo, poco a poco, comienza a responder... Tendido sobre la hierba, doy un rápido vistazo hacia el hombre que acababa de  ¿hechizarme? para finalmente poder arrastrarme a algún lugar cercano...

-¿Pero quién? ¿Qué me esconda? ¿Quién llega?-

Aún sin respuestas, busco algunas matas o arbusto lo suficiente tupido para esconderme y espiar desde allí...

- Silencio, la distracción funciono, vamos te explicare nen cuanto terminen.

Hablando rápidamente mientras trota tras unos arboles se detiene junto a un gran árbol, tal vez el más grande del lugar.

- Vamos, si no estas con ellos, estás con nosotros.

Haciéndote un gesto con la mano extendida te urge a ir con él.

-¿Con E-e Con ellos? ¿Con quienes? ¡Ni siquiera sé quien eres!-

Pese a mi negativa por seguirlo, comienzo a acercarme al arbol hacia donde está el tipo que me embrujó

-¿Me escuchas?-

Y allí estaba yo, en cuclillas, parado a metros del arbol, esperando una respuesta a mis preguntas...

- Claro que te escucho, pero baja la voz un poco. Mira...

Apuntando en dirección a la chica, puedes ver como un poco lejos los arbustos se mueven, mientras nadie parece notarlo.

- Alla comenzó la pelea, me encargo de mantenerte a salvo son ellos quienes traen el caos, así que mantente cerca.

Hablando rápidamente mientras mira los arbustos donde se lleva a cabo la pelea, el hombre parece tranquilo y concentrado.

- Te lo dire de la siguiente manera, estoy contigo, y ellos no.

-¿La Pelea? ¿La pelea? ¿qué Pelea?-

Me hablo a mi mismo mientras observo hacia la zona donde los arbustos parecen ocultar una pelea que desconozco quienes participan...

-Un momento,tío... ¿Quiénes son ellos y qué te hace pensar que TÚ estás de MI lado?-

- ¿Me estás diciendo que estas con ellos?.. eso no tiene sentido, si estuvieras de su lado no me dirías lo que me estás diciendo ahora, seria estúpido que me revelaras que estas con ellos… a menos… que en verdad estés con ellos pero me digas esto para hacerme creer que lo que dices es mentira, siendo que es cierto. Tambien se puede tratar de una confusion, aunque me dijeron que confiara en mi criterio... ¿quien lo dijo?... cieeerto...

Lanzando reflexiones mirándote intensamente, el hombre cambia su pose varias veces, casi reprimiendo el impulso de caminar para ayudar a su reflexión. Haciendo ligeros cambios de entonación y ritmo en sus palabras, parece como si discutiera con otra persona.

- Pero, tengo más posibilidades – llevándose la mano a la barbilla mira el cielo oscuro – de que no estés con ellos, aunque viendo nuestra superioridad… naaaaahhhh, en fin, como dice Kasi “Dispara primero y pregunta después”

Encogiendose de hombros, te encara de nuevo y se acerca realizando un arco hacia tu derecha, lejos del camino principal con un paso ligero. (*)Sin poder moverte solo ves como el hombre saca una navaja y se dedica a cortar una rama cercana, cortandola de un tajo energico se acerca otra vez a ti.

Tumbado en el suelo, sin poder moverme, solo atino a tratar de arrastrarme moviendo los dedos de las manos, sin exito...

Lo veo acercarse, y como veo la navaja en su mano, se me ocurre hacer algo para irritarlo...

-¡Eh!¡EH! ¡¿Qué coño haces?!-

Tal vez acabase peor, pero uno nunca sabría hasta que lo intente...

- Asegurando el terreno, si eres un enemigo no despertaras después – presentando la rama frente a ti, continua caminando mirándote – y si eres residente de la ciudad,  comprenderás que no debo dejar de tener duda.

A menos de medio metro de tu lugar, el desconocido se detiene en seco y voltea al tiempo que una ráfaga de viento estremece las hojas y los arboles enteros. Sentándote de un movimiento rápido, te alejas casi instintivamente del hombre, quien lanza la rama y corre de nuevo al árbol.