Partida Rol por web

mientras ella estaba en el baño, el valaco comenzaba a vestirse, la ropa era extraña y no la entendia del todo, los pantalones le quedaban perfetos, a pesar de su tamaño, parecia que habia cogido de su tamaño, lo que no comprendia era la camiseta... ¿porque estaba rota?... se la puso, pero algo no cuadraba, por el centro del peho estaba rota... y luego, el trapo negro...(corbata) para que era eso? no entraba en ningun sitio.... que gente mas rara... pensando en como ponerse el resto, la chica salió del baño dejando al vampiro voquiabierto... su mirada se fijó en ella, de frente, con el trapo negro en la mano izquierda... se quedó paralizado... pero porfin, pudo pronunciar una palabras

mm. .. ce am ajutor?

Lo observo y me río bajito. Realmente me alegraba que estuviese algo vestido. Dejo la toalla a un costado y me pongo los zapatos antes de acercarme a el y hacerle extender los brazos para colocarle la camisa. Se la abrocho tranquila y le pongo la corbata alrededor del cuello y se la anudo. Haciéndole bien el moño y dejando que caiga sobre su camisa. Realmente le quedaba perfecto. Se veía mas atractivo de lo que era. Respiro profundo y desabrocho su pantalón para meter la camisa dentro y luego vuelvo a abrocharselo. Para que el traje quede bien. Lo observo, dando una vuelta alrededor de el, admirando el cambio.

-Has quedado bien...-

Le digo tomando el cepillo y comenzando a cepillar su cabello.

-¿Cual es tu nombre?-

Le pregunto tranquila.

se quedó quieto mientras la mujer le arreglaba, se quedo con la copla de la camiseta, parecia que las cosas habian cambiado mucho desde su entierro, inmovil, con el trapo que le coloco al cuello no se quedó, se perdió en cuanto hizo todos esos movimientos. mientras le cepillaba el cabello, oyó como la mujer hala, pero no sabía que contestar. le gustaba lo que estab sintiendo en ese momento, el cepillo recorriendo su cabello le relajaba... pero de un salto, recordó que la espada se encontraba en el baño y corriendo fue a recogerla, cuando salió del baño, salia con ella en la mano izquierda

mi pare rau ... eu nu pot pierde ...*1

volvió a colocarse para que siguiera cepillandole el palo...

Propunere ... eu nu sunt prezenti ... Numele meu este baltrek, baltrek a vlach

Meneo la cabeza, mientras continuo cepillando su cabello.

-Así que Baltreck... Es un nombre extraño...pero lindo...-

Le digo tranquila mientras recojo su cabello en una coleta. Atándola a la altura de la nuca. Realmente había quedado bien con ese traje. Tal vez debería quitarle la corbata y presentarlo mas informal. Me levanto y me paro delante de el, con las manos en la cintura. Observándolo y le quito la corbata. Viendo como queda, sin decidirme, lo tomo de la mano y lo paro frente al espejo de pie, para que el decida. Le muestro como queda con corbata y sin corbata. Y levanto el dedo pulgar, como hacia el cesar, para que me diga si esta bien o mal lo que le muestro.

el Valaco se queda miando el espejo, mirandose a si mismo, nunca se habia recogido el pelo, no le quedaba mal, pero toda esta pantomima no le gustaba... lo malo que ya no estaba en su epoca, todo habia cambiado, deberia acatar con las reglas, aunque luego se las saltase como siempre hizo, pero primero tenia que aprender. parecia que sin el tapo al cuello le gustaba mas la ropa, ademas, era muy incomoda a su parecer, miró a la mujer y sonrió, intentando dar a entender que le gustaba sin el trapo. acto seguido, se acercó a la espada y se la colocó en la espalda y volvió a mirar a la mujer

1*Asa ca acum, ca?-su mirada se volvió algo mas seria, pero sin pretender dar miedo, para algunas cosas le gustaba divertirse, pero para otras, habia que estar serio - emos jucat destule vreau sa vad ca prezenta la cirma ...*2

Lo observo y dejo la corbata a un costado. Sentándome en la cama a cepillar mi cabello.

-Es de día Baltreck... no podemos salir hasta que anochezca... Ahora deberías descansar...por la noche iremos a ver al Príncipe. Además tengo a un compañero que buscar...- Le digo dejando el cepillo y volviendo a la puerta – ¡Arnold! ¡Ven aquí!-

Lo llamo mas apresurada mientras vuelvo a la cama, a sentarme cansada. Y apoyo la cabeza en la cabecera. Observando a Baltreck. Era extraño estar con el en la habitación. No le causaba miedo, pero tampoco comprendía que hacia ahí.

el valaco vió la cara de cansancio y comprendi que se iba a quedar dormida... entonces, ¿para que tanta pantomima?... algo decepcionado, se quitó la espada de la espalda pero no la soltó, se sentó al otro lado de la cama, sabia que si se tumbaba se quedaria dormido, pero se lo tendria bien merecido, estaba siendo una noche larga y dura, habia caido dos veces incosciente, luchado contra guerreros fuertes... la imagen de Dalaras saltó en su cabeza y de un salto se lebantó desenvainado el espadón, apretando on fuerza el mango, su cara cambió por completo, se podia ver como el odio por Dalaras salia por cada poro de su piel... pero al recobrar la conciencia, recordó que estaba con una dama en una habitacion... mierda!.. pensó envainado de nuevo el espadon y volviendo se a sentar en la cama... paso el tiempo y el cansancio empezó a dominarle, on lo que se acomodo mejor en la cama, comodo y algo alegre, se tumbó boca arriba con el espadon apollado en su pecho y mirando a la dama

Imi pare rau ...

Lo dejo que se acueste a mi costado. El también debía estar cansado. Pero me sobresalto y alejo un poco cuando se incorpora con la espada.

-¡Pero Baltreck! ¡Vas a matarme de un infarto!-

Le digo algo alterada. Mientras me vuelvo a acomodar. Tenia que mantenerme despierta hasta que Arnold llegara. Apoyo la mano en la cabeza de el, acariciando su cabello y cantándole bajo. Cualquier canción lenta que recordara. Tal vez lo ayudara a dormir. Mientras aguardo.

la melodia era relajante, como si de una droga se tratara, el cuerpo del valaco se relajaba hasta un punto en el que no habia retono, miró a la mujer a los ojos con una sonrisa, recordando su epoca de paz... lastima que este tan cansado... loso ojos se le cerraron quedando dormido, mientras la dama susurraba una melodia y acariciaba su cabello.....

Me quedo a su lado. Sonriéndome al ver que se duerme con el canto y me acuesto. Relajándome. Para dormirme. Estaba cansada y ya que Arnold no aparecía iría yo misma a buscar a Volgo cuando despertara. Era un chico inteligente, seguramente ahora estaba a salvo. Pero no podía dejarlo solo.

Despertando en primer lugar Katarina con el sueño más ligero, la noche es fría y tranquila.

Sin más sonidos que los de la ciudad de noche – un auto sonando el claxon por allá, una ambulancia y demás detalles – el cuarto permanece en la misma calma que antes.

Con el espadón del valaco en su lugar y el cuarto impeturbable el reloj marca las 8 pm. En el cielo las densas nubes negras no dan lugar a luz, y el alumbrado público es el único brillo en la ciudad.

Me levanto, algo sobresaltada por la hora. No podia creer que me habia quedado dormida. Observo al vampiro durmiendo a mi lado, tan debil y vulnerable. Suspiro y me levanto, haciendo poco ruido y saliendo de la habitacion. Bajo las escaleras, descalza todavia, buscando algun rastro de mi familia.

"Tengo que ir a buscar a Volgo...no tengo tiempo que perder..."

Estoy algo inquieta y preocupada. No me gusta el silencio de la casa, y menos la hora que es y que mi compañero nosferatu este en la calle.

Bajando a la primer planta de la mansion, escuchas personas conversando. A medida que bajas las escaleras notas las voces, una pontente y jubiolsa voz conversa con la de Raphael, mientras que otra mas suave y hermosa solo hace una aclamacion.

- ¿Entonces no pudieron detenerlos? -  la solemne voz de Raphael tiene tonos de preocupacion

- Lo intentamos, pero tenian ventaja, no sabiamos que pasaba les acompaño como si fueran conocidos. - la potente voz resuena

- El hecho de que no se detuviera a tiempo para saludar me preocupo - de nuevo la voz suave, juvenil incluso hermosa pasa como una melodia

- Fue cuando se reconcimos la marca. Fue un tiro de suerte que en ese momento quedara ala vista, pero solo pudimos capturar a uno, los demas escaparon.

Me acerco a donde estan las voces. Extrañada. ¿con quien estaria hablando? Solo reconocia a Raphael, aun estaba descalza. Respire profundo y fui hacia donde el se encontraba.

-Raphael... ¿Esta todo bien...?-

Le digo apareciendo donde el este, para ver a nuestros invitados. Lo bueno es que estaba bien vestida todavia.

despierto despues de haber descansado, hacia muchisimo tiempo que no dormia en una cama, en sus ultimos años, con la guerra, el valaco no disponia de camas donde dormir, la guerra debasto muchos territorios y no disponian de lugares donde descansar en condiciones... se levantó de golpe al ver que katarina no estaba en la habitacion ¡mierda! sin pensarlo, se colocó la espada a las espaldas y salió por la puerta siguiendo el camino que se disponia a seguir cuando se encontró con katarina

Sentados en torno a la mesa puedes ver tres figuras en los sillones blancos. Uno de ellos un hombre maduro estira los pies hasta quedar por debajo de la mesa, de hombros anchos, musculatura marcada a través de la camiseta negra, el cabello negro le cae en la espalda.

Mirándote Raphael viste un traje gris oscuro y camisa blanca, este esta sentado frente al gigante.

- ¿!Katarina!?, estas aquí, estas bien.

Levantándose con tono de urgencia ves preocupación en el rostro del ventrue, mientras el gigante te mira sin demostrar emoción.

El tercer individuo sentado mirándote directamente inclina la cabeza a modo de saludo, enfundado en su gabardina negra contrasta con el color café de su cabello.

Los observo y me acerco a mi padre con porte y elegancia. Depositando un beso en su mejilla. Miro a los individuos y les hago una inclinacion con la cabeza.

-Estoy bien padre... ¿Tu estas bien? ¿Donde esta Arnold? - Le pregunto apresurada – Le necesito con urgencia... A proposito ¿Quienes son los caballeros que nos acompañan...?-

Le digo con voz fria, y ahora si les hago una reverencia, como la que hacia en mi epoca. Mientras vuelvo a mirar a mi padre, sonriendole con cariño.