Partida Rol por web

Fuego nocturno

Interludio 1: ¿Honor?

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07/02/2010, 08:55
Director

Dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto.

Simón Bolívar

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08/02/2010, 07:53
Director

La irreal figura de un hombre en armadura con yelmo completo aparece caminando por el sendero de concreto a la mitad del pequeño parque. Siguiendo la costumbre universal, el hombre mantiene las manos en el aire a modo de rendición.

Casi al momento una figura femenina cae a cuatro patas desde un árbol cercano y se mantiene inmóvil frente a la armadura, quien a su vez se detiene. Tras unos segundos de silencio y tensión la mujer se levanta exhibiendo sus garras a modo de amenaza contra el hombre de armadura y al mismo tiempo rodeándolo para darle paso.

Notas de juego

Bien, fue tiempo suficiente para preguntar dudas (que no paso) y gastar experiencia, asi que volvemos xD

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08/02/2010, 08:04
Lael

 

- Pero, qué demonios… ¿Cómo que se rinde?

Deteniéndose en seco el hombre mira incrédulo la escena a mitad del parque.  Conteniendo su enojo, el desconocido cierra los ojos y lleva su mano izquierda a la sien de ese lado. Abriendo de nuevo los ojos el hombre se encoge de hombros con uan sonrisa.

- Bien, creo que es verdad, terminamos con un prisionero. Por cierto, mi nombre es Lael.

Hablando mientras mira como la armadura sigue su camino seguida de la cainita con las garras, es difícil entender que te habla.

 

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08/02/2010, 08:09
Alfred Sven

 

Levantando una ceja todavía con su característica sonrisa en el rostro, el Tremer se acerca al filo de los arbustos.

- Bueno, al parecer es el ultimo, por lo menos en el parque. Aunque es una sorpresa que uno de ellos se rinda, ¡Ja!

Cruzándose de brazos el tremer te lanza una mirada rápida.

- Pues es una sorpresa, pero nuestro objetivo no se encuentra pro aquí. Me parece que el caballero ahuyento a nuestro compañero, pero algo bueno saldrá de esto, estoy seguro. Me acompañas.

 

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08/02/2010, 22:36
Albert Tydus

Mis ojos miran incrédulos el espectáculo... ¡Ese había sido el sonido metalico de antes!

¿Será ese el descenlace de la batalla que se estaba disputando allí?

A fin de cuentas, no estaba lo bastante crédulo para entender lo que pasaba alí, a fin de cuentas, parecía que los Reinos de la Noche se manejaban con poca cordura.

-E..Este... Albert...-

Mi tono es de la mas absoluta desconfianza, así que me mantengo al margen y trato de no comentar de más... Horace no me había hablado nunca de esta clase de locos que habitan por aqui...

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09/02/2010, 00:44
Asdís

Le mira a Sven

- Por supuesto, deseo ver quien osa llevar armaduras en los dias de hoy. Me parece curioso. Curioso en extremo - meditabunda "quien demonios ha espantado la presa" piensa molesta sin dejar caer su apariencia de niña fragil

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09/02/2010, 07:52
Director

La armadura continua caminando hacia el señuelo del parque, mientras esta liberada por fin del agarre de la tierra arregla su atuendo.

A pocos metros de la banca la armadura es detenida por la mujer con una mano. Siendo empujado hacia abajo, la armadura se arrodilla con los brazos a los lados relajando un poco su pose. Casi al momento de estar de rodillas, la mujer toca el yelmo indicándole que la remueva.

Notas de juego

Mientras no sea post general, mandar mensajes solo al dierector (o a su personaje), hasta nuevo aviso.

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09/02/2010, 08:11
Director

Mientras te indica que sigan a la armadura desde la franja del camino, tras los arbustos, Lael no deja de mirar al escena que se lleva a cabo a unos metros, y deja la conversación para otro tiempo. Sin entender a estas alturas de que se esconden, continúas caminando sigilosamente por la poca cobertura que existe en el parque.

Mientras la mujer le indica que saque el yelmo, desaparecen de la misma manaera con la que apareció. Como si nada hubiera estado por ahí, la armadura y las mujeres dejan de existir por un momento.

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09/02/2010, 08:12
Alfred Sven

- No debería serlo mucho, por lo menos después de que conozcas a sus “hermanos”. Confía en mi, pero, creo que querrás mantener tu actuación de niña buena. ¿O me equivoco?

Hablando seriamente mientras mira la escena y los movimientos del caballero, Sven se lleva la mano a la cabeza y lo pasa por entre el largo cabello castaño.

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09/02/2010, 16:42
Asdís

- Por supuesto - seca como si fuera evidente - No me preocupa el cruzado de la armadura. Me preocupa más saber dónde está el Koldun que pudo apresarnos... y detenerlo. No me gustan las sorpresas de última hora. Deberías saberlo Sven - advierte melosa

 

Su rostro infantil cambia a medida que se acercan al blanco rendido. En otra época, habría convocado a la oscuridad para humillar y terminar de tirar al hombre. En estos días que todo es incierto, prefería algo de precaución.

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10/02/2010, 00:15
Alfred Sven

 

Levantando una ceja mientras t e mira de reojo, el Tremer espera unos segundos, tras los cuales rompe en una carcajada.

- No me lo creo, que no es demasiado obvio. Estos tipos – apunta directamente a la armadura mientras camina lentamente hacia ella – son una orden de Kuldones, o por lo menos de eso presumen ellos.

Haciéndote una señal para que te acerques, el grupo de cainitas en torno a la armadura miran al ruidoso Tremer, mientras el caballero se alista para quitarse el yelmo asegurado.

 

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10/02/2010, 00:31
Asdís

- Por supuesto que es evidente que son una comanda de Koldun. No había mas que ver su manejo de las fuerzas elementales. No quiero sorpresas, ya estén contra nosotros o con nosotros, cosa que dudo - "y me pregunto que hace un Tremere de la supuesta, benevolente Camarilla, colaborando con alguien como yo. O más bien que hago yo colaborando con él. Quizás no sea para tanto. Tengo cosas que hacer esta noche. Tengo cosas que hacer en este mundo de frenesí moderno, por ahora admitire al idea que puedo colaborar con alguien... para mi beneficio, por supuesto. Necesito encontrar a mi Sire"

 

La niña camina metodica sin perder de vista al hombre del yelmo. Es evidente que el muy perverso la mascarada no la servia

- ¿Querrán también la reliquia los Dragones? - pregunta retóricamente, más bien para ella, casi sin esperar una respuesta de parte de Alfred.

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10/02/2010, 19:25
Albert Tydus

La Escena me seguía dejando perplejo... No había entendido bien que pasaba, cuando, unos pasos mas tarde, la escena se desvanece... ¡de la nada! Como si jamás hubiese estado allí...

Llamalo sexto sentido o qué, pero esa situación me advirtió de que algo no estaba tan bien como creía, por lo que me paré en seco, mirando caminar al Desconocido que se hacía llamar Lael...

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14/02/2010, 07:56
Alfred Sven

 

- No lo creo, pero veremos que se traen entre manos.

Hablando seriamente, el Tremer avanza ávidamente hacia la mitad del sendero, y el grupo se reúne formando un circulo incompleto mientras el caballero quita el ultimo seguro del yelmo.

- Como sea, tenemos un visitante mas, pero parece que el intruso es de la ciudad. Te recomiendo actuar como una niña asustada, aunque no estoy para darte consejos.

Sonriendo mientras camina, escuchas las palabras sin que los labios del cainita se muevan.

 

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14/02/2010, 08:10
Director

Lael continua avanzando in mirar atrás, hasta llegar a unos matorrales cercanos. Casi al mismo tiempo, más allá de l solitario banco del parque, un hombre de cabello largo sale de entre los matorrales.

Caminando con la confianza de un señor en su castillo, el hombre mira hacia donde debería permanecer el caballero, y tras el hombre una silueta pequeña sale de su escondite siguiéndolo. Lo que aparenta ser una niña, mira con curiosidad al hombre e intercambian unas palabras acercándose ella tras él, temerosa.

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15/02/2010, 23:50
Albert Tydus

¡Rodeado!

tal vez la idea de no bajar a las alcantarillas para no arriesgarme demasiado no había sido una buena opción. Ahora si bien nadie me estaba haciendo daño físico, de un instante a otro, por pasear por la plaza me veo rodeado de personas (¿vampiros?) extrañas, que pelean, desaarecen y vuelven a aparecer...

Pero yo sigo sin dar un paso mas desde que me paré cuando desapareció el caballero y la mujer que al parecer le había derrotado...

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16/02/2010, 00:26
Asdís

Asiente y se acerca a Alfred, tomándole de la mano. De camino a ver al hombre de la armadura, nota el Tremere como Asdís se va quedando detrás de el, hasta llegar al punto donde a su frente, la vieja cainita queda refugiada, mirando sólo a traves de su brazo

"Quien demonios eres y porque estas aqui... y lo mas importante.." dice para si aún con la apariencia frágil de una niña "... que tienes que ver con MI reliquia"

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17/02/2010, 08:08
Feliciana

 

- ¿Pero qué traes ahí Sven?

Mirándote fijamente al hablar, la mujer que antes servía de anzuelo cuestiona con la mirada al Tremer, al tiempo que pregunta con sorpresa. Colocado las manos en las caderas y con los brazos como jarra, la mujer habla con marcado acento ingles tras su cabello rojo suelto al viento.

- ¿Qué hacías?

Cruzando los brazos, sostiene su cuerpo sobre una sola pierna, mientras se inclina hacia delante, ignorando la escena del caballero.

 

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17/02/2010, 08:27
Director

Sacándose por fin el Yelmo, el rostro del caballero parece cincelado en piedra viva. Con las facciones duras y mirada salvaje, mantiene una expresión seria, pero, a pesar de su intento, denota brutalidad y violencia por cada poro del cuerpo. Pareciendo notarlo, la chica que le ha apresado endurece su expresión, y reacomoda su peinado corto.

Al dejar caer el gran yelmo “de torre”, en la armadura brilla un reflejo, una línea de luz, que recorre  desde la collera hasta la parte inferior del peto.

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17/02/2010, 08:34
Alfred Sven

 

Sonriendo mientras se mantiene en pie, dirige su mirada directamente al caballero, en lugar de la cainita.

- Me aseguraba de obtener más información, además no tengo que darte explicaciones Feliciana. Vamos, Gisber, sal de ahí, no te morderá.

Acercándose más al caballero, le sonríe a la mujer tras el caballero, quien continúa intentando acomodar su peinado con una cinta del mismo color que su cabello, negro como el carbón.

- De pie, no sé quien seas, pero, una armadura de esas no es muy común en estos tiempos.

Haciendo un gesto con la mano, hacia el hombre, hace una señal al grupo para que retrocedan. Otro cainita, sale de los matorrales a un lado del camino encorvado hacia delante. EL hombre podría pasar por un nosferatu cualquiera de no ser por la peculiaridad de sus brazos. Con más de un metro y medio de largo, imita el caminar de un gorila, a pesar de hacerlo más digno y se adivinan músculos enormes por debajo de la chaqueta vede oscuro.