Partida Rol por web

El retorno a la ciudad te toma en pleno mediodía, la ciudad bulle de actividad y apenas te ven llegar el anciano sale a recibirte. Junto con él llegan su hijo y una esclava que recuerdas haber visto durante la fiesta.

- Veo que fue algo accidentado. Encárgate de los hombres y las bestias - dice a su hijo - que sean tratados y puedan descansar. Tú ven conmigo que Laetitia se encargará de tus heridas mientras me cuentas lo sucedido - dice dirigiéndose a ti.

Jovu te dirige nuevamente hacia su casa y en la misma habitación donde dormiste la esclava comienza a curar tus heridas, primero con un lienzo mojado y luego con un empaste de hierbas. Parece saber lo que hace.

- Qué sucedió? Dieron con ellos por lo que veo y no fue un encuentro agradable. Cuál es el veredicto?

Se dejo llevar por toda la atension sin decir una palabra a nadie. Cuando fue depositado al cuidado del curandero de la ciudad miro a Jovu.

El prisionero fue entregado, pero no cayeron en la trampa. dijo acortado. Pude encontrarlos en una montañas que vigilan bastante bien, pero no algo que escudos bien puestos y una caballeria rapida no puedan pasar.

Con una sonrisa Debemos realizar el ataque lo suficiente rapido para que no se escapen. Tengo en el mapa marcado el lugar, podria mardar a algunos de mis hombres a investigar los alrededores por si hay otra entrada a ese paso. fue explicando el plan que tuvo tiempo de pensar en su vuelta a esta ciudad.

- En las montañas? - dice para si mismo mientras medita sobre la situación - Conozco algunos hombres que se llevan muy bien con las montañas, les encanta cierta clase de hongos que crecen aquí cerca pero en la altura y se pasan más tiempo escalando que caminando. De seguro estarían dispuestos a hacer un reconocimiento si les prometemos suficiente cobre o algunas bestias para sus familias. Déjame ver el sitio donde se esconden, quizás haya alguien que conozca esas tierras si no están muy lejos. 

Saco el mapa y se lo dio para que viera donde estaba marcado, basandose en sus calculos de donde habian avanzado.

Cuanto le tardara todo esto? Interrogar a los montañenses y conseguir la informacion? pregunto calmado aunque llevaba para volver a agustar cuentas con el bandido.

- Poco, viven aquí en la ciudad. Te aconsejo que te lo tomes con calma sin embargo, no creo que estés en condiciones de combatir. Puedes ir y organizar la estrategia pero si tuvieras que entablar combate esas heridas te podrían jugar una mala pasada. Además te podrían dar fiebres si no te cuidas. Préstanos a tus hombres y deja que nosotros nos encarguemos del combate. Mi hijo está más que dispuesto a ir tras los bandidos, es joven y enérgico, además le servirá la experiencia.

Ahora que se habia ido la adrenalina del cuerpo empezaba a sentir mejor mis heridas, tenia razon en sus palabras habia tomado mas de lo que debia. Suspirando con pesadez decidio comprometer.

Tiene razon respecto a mis heridas,pero mis hombres seran comandados por alguien de los mios. le dijo casi en orden al anciano. Ellos no respetaran a su hijo por su joventud, asi que prefiero que salga todo bien.

Primero debemos conocer la informacion y les ayudare con la estrategia y mis hombres.

- 2 comandantes no van a dar más que problemas. Si las fuerzas de Albidón responden a un comandante y los de Maro a otro entonces va a haber problemas, y dado que nosotros tenemos más fuerzas creo que será mejor si ordenas a los tuyos que obedezcan a mi hijo. De otra forma no habrá consenso entre los comandantes y terminaremos perdiendo hombres sin lograr nada. No veo problema en asignar a alguno de los fieles a Albidón para hacer de segundo al mando, pero el comandante de las tropas debería ser mi hijo. 

Jovu te habla con tono pausado y calmo aunque firme.

La mujer, terminando de vendar la última de tus heridas sale de la habitación dejándoles solos.

Al regresar al interior de la ciudad el ambiente es bastante tenso. La noticia de que podrían atacarles se ha esparcido y con Lorenzo se fue la mayoría de los soldados realmente capaces. No son pocos los que parecen creer que deberían de enviar un mensajero en busca de Lorenzo para defender la ciudad y dejar a Maro con sus problemas de bandidos para sí mismos.

Lo miro fijo sin importarle sus heridas.

Vos mismo has dicho que le falta experiencia a tu hijo y en otras circustancia habria dicho que este seria su momento para conseguirla pero... miro hacia la puerta, no necesitaba que nadie escuchara esto. Estos son mis hombres, desde la epoca de mi padre peleo junto a ellos. No los voy a dejar que se mueran bajo un mando que puede no sepa responder cuando llegue la hora de la verdad. comento algo inquieto aunque traba de no moverse por el dolor que le producian las heridas.

Los miro intensamente. Su hijo comandara todas las tropas y uno de los mios sera el segundo al mando, pero l plan de batalla estara a cargo mio.

- Muy bien, estoy de acuerdo. Haré buscar a los hombres que te comenté y a mi hijo para discutir el plan. Podemos hablarlo en mi despacho, espera aquí que haré que te pasen a buscar.

Dicho esto el anciano desaparece por la puerta dejándote solo con tus heridas en la habitación.

Una hora más tarde te encuentras en el despacho de Jovu, la habitación es del mismo tamaño que aquella donde dormiste pero esta se encuentra amueblada por un escritorio de madera y varias sillas. Hay a su vez un armario que ahora mismo se encuentra cerrado.

El mapa con la marca que hiciste con la ubicación de los bandidos se encuentra sobre el escritorio sostenido por una daga de bronce en cada esquina. Jovu, su hijo y un hombre de unos 30 años con aspecto fuerte y varias cicatrices se encuentran allí contigo observando el mapa.

El hombre, quien aparentemente conoce la zona ha marcado algunos caminos alternativos al desfiladero. Según sus palabras ir por el desfiladero es una estupidez ya que hay varios caminos que llevan hasta los lados por encima del desfiladero haciendo que quien pase por allí pueda terminar enterrado por las rocas.

Observo con atension las rutas alternativas que mostraba el hombre.

Hay alguna ruta donde pueda pasar la caballeria? pregunto al montañense.

Aun se encontraba adolorio, pero no podia quedarse pasivo con todo esto. Ya parecia todo resuelto a excepcion de algunos detalles.

- Deberían de poder, aunque dudo que logren combatir montados allí. - te responde - Hay algunos caminos por los que no podrán pasar más de una o dos personas juntas y se les haría muy difícil maniobrar. Las más amplias son más fáciles de encontrar, quizás puedan combatir a caballo pero sería raro que esos bandidos no las conocieran si están allí hace mucho tiempo.

Asinte comprensivo.

Entonces mios soldados acompañaran a los de tu hijo a pie. comento cierto desagrado.

Lo mejor sera llevar a unos montañeses como guias para el ejercito y luego dividirlos por las distintas rutas que se puedan realizar a pie. Cuando lleguen al campamento de los bandidos, estos terminaran rodiados y sin salida.

Miro al hijo de Jovu El jefe de ellos, es sujeto de mucho tamaño. Mejor no lo ataques solo porque es probable que te mate.

Tocando una de sus heridas, recuerda algo Deberan ir cargando un escudo cada uno, por si vuelven a atacarlos con piedras mientras tratan de llegar al lugar.

- Rodearlos? - pregunta el joven - Si hay tantos caminos no creo que logremos cubrirlos todos como para rodearlos. Con cuántos hombres contamos? Yo podría reunir unos 500 hombres aunque la mitad no serían más que pastores y agricultores. Maro no es una ciudad muy militarizada.

Me conto tu padre, por eso necesito que lleves solo a los que sean lo sufiente competentes para pelear bien y obedecer tus ordenes. comento serio Es mejor tener una buena calidad de hombres, que una cantidad con mucha inexperiencia. Afirma como si le estuviera enseñando al chico.

Si no podemos cubrir todos los caminos, debemos cubrir algunos que no esten en la misma direccion. se rasco la barba pensando Podriamos cubrir cuatro puntos norte, este, sur y oeste.  sugirio.

- Serían 250 entonces, más lo que Albidón pueda proveernos. De cuánto estamos hablando finalmente?

Todos mis hombres, menos los cinco que me acompañaron. 25 hombre muy bien entrenados para la batalla. respondio rapido.