-Entonces no hace falta más presentación...- respondió Ragnar -No te vi en el torneo... ¿hace cuánto trabajas para mi padre?- preguntó mientras continuaba la marcha por la oscuridad. Álvar parecía no hacerle mella, pero él se sentía nervioso ante esa situación.
Si la Dama envainaba, recién ahí colgaría el hacha y el escudo... mientras tanto, estaba listo para todo.
Ya hablaremos, padre...