Partida Rol por web

Cuando te preparas para disparar unos vapores se hacen presentes y no te dejan distinguir si el disparo surtio efecto.

-Mierda, mierda, mierda-susurro bajito al ver mi fallo.

Es evidente que Fudo está ayudando desde algún punto y que Clark es el blanco del payaso maldito. Lentamente vuelvo a levantar el x-rifle y trato de tranquilizarme para poder acertar está vez. Paso mi mano por mi pelo, limpio el sudor que cae por mi frente y apunto tratando de respirar despacio para centrar el tiro.

Apunto alto, a su cabeza, deseando darle y que deje en paz a Clark y que podamos salir de alli.

Mis dedos se cierran sobre el gatillo y apretan éste cuando veo que le tengo dentro de mi punto de mira.

Sorío.

El destello de luz que desprende el arma de David se hace presente, el Ronaldniense no hace caso a tal cosa y sigue caminando pero después de un momento siente algo extraño y su cabeza comienza a hincharse y al final cuando abre la boca, toda su cabeza explota salpicando todo a su alrededor con su masa cerebral y la sangre que sale como si fuente se tratase. El cuerpo del obeso alien cae al suelo de rodillas para que al final la restante masa que le quedaba toque tierra.

Todo cae en un suspenso mientras el vapor ocasionado por los fluidos del Ronaldniense se dispersan y desaparecen dejan ver que Clark esta enfrente del cadáver inerte del objetivo. David sale de su invisibilidad para hacerse presente visualmente con una sonrisa en la cara por su triunfo. De la parte derrumbada del edificio Fudo se deja ver alzando el rifle en señal de victoria, al parecer todo había acabado ninguno de los aliens sale por ningún lado y el obeso no se cree que sea capaz de volver de la muerte.

En un momento cuando Fudo se prepara para juntarse con sus compañeros su cuerpo comienza a desaparecer y poco a poco toda su humanidad desaparece del lugar dejando a David y a Clark en ese lugar.
Ante el asombro de la desaparición de Fudo rápidamente Clark sufre el mismo destino desapareciendo de cabeza a los pies completamente. Al final de todo David también es abducido y desaparece del lugar con un poco de miedo ante tal acontecimiento, pero todo vuelve a la normalidad, salvo que hay un edificio derrumbado, un restaurante con daños a la propiedad y sobre todo mucha sangre regada en el asfalto.
Así ocurre otra noche en New York, la ciudad que nunca duerme y que cada noche es distinta.