Partida Rol por web

Génesis

La noticia

Cargando editor
25/03/2015, 23:33
Andrea Wood

Vista la "amabilidad" con la que nos planteaban que abandonáramos el coche y sabiendo que no teníamos ninguna posibilidad de escapar de allí sin que aquella gente actuara, además que ¿dónde narices íbamos a ir?, no me quedó más remedio que hacer lo que nos pedían.

Era una mezcla de sensaciones las que me embargaban. Miedo, por supuesto, aquellos tíos con sus máscaras y sus armas imponían demasiado. Emoción, estábamos viviendo en primera mano lo que tantas veces había visto en una de mis series favoritas, Expediente X, y el hecho de poder emular al agente Mulder, me producía un cosquilleo de nerviosa inquietud. Y un poco enfadada también estaba, más que nada por el hecho de que nos hubieran pillado sin darnos cuenta de lo que estaba pasando, con toda aquella parafernalia de los aparatos encendiéndose y todo eso.

¡Los aparatos! Acababa de bajarme del coche cuando me acordé de la cámara y la grabadora. Mi pasta me había costado y no tenía intención de dejarlos ahí tirados a merced del primero que pasara por allí. Sólo esperaba que aquello tipos me permitieran llevarlos conmigo.

Notas de juego

Acompaño, acompaño ;)

Cargando editor
26/03/2015, 09:36
Nolan Braddock

¿Qué otra cosa podía hacer más que acompañarle? Nuestro anfitrión había preguntado con amabilidad, una amabilidad que desaparecía al instante en cuanto uno se percataba del fusil que portaba en las manos.

¿Una epidemia? Sonaba a patraña, pero no me iba a poner a discutirlo en este preciso instante. No con un hombre armado, acompañado de otros hombres armados.

¿El ejercito? Si el ejercito se había metido en esto el asunto debía ser más gordo de lo que pensábamos. Lo mismo hasta teníamos una noticia. Con la mente comenzando a serenarse empecé a darle vueltas a la forma de tomar fotografías sin que los militares se enterasen. La cámara iba a ser imposible. Tal vez con el móvil...

Notas de juego

Acompaño a nuestro "amable" anfitrión. Mejor que correr y recibir un tiro por la espalda siempre será.

Cargando editor
27/03/2015, 10:39
¿¿¿???

Nada más dar unos pasos hacia los vehículos de aquellos tipos, otro de los hombres con el trabjo NBQ se acercó a vosotros, con un aparato luminoso en su mano. Parecía un escáner, el cual comenzó a pasaros por encima de vuestra ropa, sin llegar a tocarla. Desde el cabello hasta los pies notásteis la presencia de aquella luz sobre vosotros. Por lo visto tomaban cuantiosas medidas de seguridad... Nada más acabar, hizo un gesto de asentir hacia el tipo que antes os había hablado.

El de la máscara continuó hablando entonces.

Por aquí, por favor -señalando hacia los vehículos parados unos metros más allá-.

Notas de juego

Nolan: en tu equipo no figura ningún teléfono móvil. No obstante, aunque así fuera, no estoy muy seguro que en el año 2002 hubiera algun móvil con cámara (que fuera incluso una cámara decente...).

Andrea: haz una tirada para guardarte sin que se den cuenta esos dos objetos, eligiendo un rasgo y dando una explicación convincente de la propia tirada. Quizá tu último rasgo pueda servir ;) (aunque si das una buena razón con otro rasgo es también posible).

Cargando editor
27/03/2015, 10:49
Director

Tras unos pocos minutos avanzando por la carretera, la comitiva de vehículos negros todoterreo se lanzó contra un camino, una vereda que salía de la vía asfaltada. El traqueteo comenzó a ser más incómodo, y supusísteis (los cristales eran oscuros y apenas se veía el exterior por la noche) que estábais en esos momentos cruzando plenamente Las Rocosas. En aquellos momentos podía decirse que estábais desorientados, ya no sabíais en qué dirección os dirigíais. La niebla no menguaba, pero los potentes focos de todos los coches no eran rival para la misma.

Tras unos minutos, el tipo de la máscara, que iba de copiloto, abrió su ventanilla para observar el esterior. Por supuesto, vosotros, intentásteis divisar qué "se cocía" ahí fuera. Percibísteis que el sendero por el que marchábais estaba lleno de huellas, y que estábais como cerca de un bosque, en pleno campo. Había como figuras moviendose en la noche, como tipos corriendo por doquier, junto a ese bosque...

Al cabo de un cuarto de hora aproximadamente, llegásteis a un claro repleto de luces y actividad. La imagen os sobrecogió, pues aquella escena es algo que habíais vivido claramente en multitud de películas del cine. Era como si allí, en mitad de la nada, se hubiese levantado una pequeña ciudad.

Notas de juego

Os dejo que habléis y luego os describo más profundamente todo.

Cargando editor
27/03/2015, 12:19
Ludovico Di María

Aprovechó que estaban todos en el vehículo para cerrar los ojos y analizar la situación con calma. Acababan de ser ¿apresados?¿reubicados? por un grupo militar y/o científico armado hasta los dientes, escaneados por si llevábamos armas?¿radiación quizás? encima... y el secretismo era absoluto. Lo único que se le vino a la mente ahora era el saber como estaban sus compañeros de trabajo, ya que eran prácticamente su familia ahora.

- Nolan, Andrea... ¿estáis bien? no os dejéis llevar por el nerviosismo... - dijo Ludovico en voz baja.

- Igual estamos de suerte y no nos hemos dado cuenta aún - tras decir eso miró de nuevo al frente.

Lo siguiente que se le vino a la mente al maduro catedrático era que de haber sido una molestia, el grupo había sido eliminado de un tiro limpio en la cabeza, con lo cual el hecho de estar vivos ahora daba un poco de margen para husmear con cortesía.

- Disculpad señores - dijo dirigiéndose educadamente al piloto y copiloto.

- ¿Es que ha ocurrido algo grave? Estoy preocupado por todo lo que está aconteciendo y mi familia vive en el pueblo cercano... como abuelo que soy tengo derecho a saber al menos si mis seres queridos están bien -

Cargando editor
28/03/2015, 21:30
Nolan Braddock

La negrura de la noche nos había envuelto con sus brazos y no se veía nada más que oscuridad. Los cristales tintados del todoterreno tampoco ayudaban mucho a facilitar la visibilidad. Sólo cuando el copiloto bajó su ventanilla pude comprobar que no estábamos sólos.

- Tranquilo, Ludo, ya estoy mejor - digo para que no se preocupe. A veces se comporta como un padre con nosotros. En ocasiones es de agradecer. Otras no tanto.

- No he podido coger la cámara -digo entre dientes, - y no sé porqué me da en la nariz que aquí está nuestro Pulitzer.

Cuando Ludovico pregunta por su familia "ficticia" no puedo evitar sonreír. Bien jugado Ludo, bien jugado.

Notas de juego

Ups, perdón, no recordaba que era el año 2002. Obviamente, aunque hubiese tenido un teléfono móvil habría sido un ladrillo sin cámara.

Cargando editor
30/03/2015, 01:18
Andrea Wood

Preocupada por mi aparatos, esperé pacientemente a que terminaran aquel examen, o lo que fuera, con la lucecita sobre mí y, cuando se centraron en el resto de mis compañeros y, al ser yo la que me encontraba más cerca del coche, en un alarde de agilidad que para sí quisieran muchos deportistas, intenté recoger tanto la cámara de vídeo como la grabadora. Di gracias por dos detalles que podían ayudar a que mi acto tuviera su recompensa. Había dejado los aparatos en el asiento así como la puerta abierta cuando habíamos salido del coche. Si lo conseguía, si era capaz de cogerlos sin que se enteraran, tendría alguna oportunidad de grabar todo lo que nos estaba pasando.

Y lo que nos pasaba era que nos metieron por caminos boscosos donde no se veía casi nada, hasta que llegamos a... aquello... ¿un campamento? ¿Un pueblo? No tenía mucha idea qué podía ser, pero una vez más me vinieron a la cabeza las imágenes de mi querido agente Mulder en sitios parecidos a esos.

-Sí Ludo, estoy bien.

Abrí los ojos como platos al escucharle hablar, con aquella patraña tan pillada por los pelos pero, quizás por ser tan inocente, aquellos tipos se la creyeran.

Bueno... A ver con qué nos salís ahora.

-No sé si el Pulitzer pero, si salimos con vida de esta -algo que todavía no tenía muy claro al ver toda aquella gente armada- seguro que mantendremos el trabajo.
 

- Tiradas (1)
Cargando editor
31/03/2015, 18:10
¿¿¿???

Tras la breve exposición de Ludovico, el copiloto habló, sin dejar de mirar aquel cuartel improvisado en medio de las montañas Rocosas. El coche atravesó a su vez la entrada al recinto una vez que la valla subió y la comprobación se efectuó.

Por favor, no se preocupen -insistió el tipo de la máscara-, deben acompañarnos por su propia seguridad.

Cargando editor
31/03/2015, 18:10
Director

Finalmente el coche se detuvo del todo, también la comitiva entera de vehículos. Nada más bajaros (Andrea se había guardado sus aparatos discretamente) otro tipo os escaneó con un aparato similar al anterior, como aquel escáner. Piloto y copiloto se habían bajado, y el segundo extendió la mano.

Por aquí, por favor -dijo secamente-. Nadie más habló con vosotros. Tampoco parecían tener ganas de contestar pregunta alguna. Entonces anduvísteis entre los módulos montados. Aquello parecía una especie de cuartel mezclado con tintes de laboratorio. Allí, en medio de la nada, una verja doble metálica hacía de perímetro, y cada pocos metros una torreta de viglancia estaba ubicada. Todo ello rodeaba el recinto, que a ojo trendía unos 10.000 m2 repletos de casetas prefabricadas. En el centro, una estructura de andamios cubiertos de lona escondían algo a unos treinta metros de alguna. Estaba bien tapado y nada se veía: en su parte inferior, la base, parecía más ancho que por arriba.

Ya caminando por el interior, veíais gran cantidad de hombres armados, vestidos de blanco por todas partes. Había además vehículos blindados como los que os habían traído aquí, y en un extremo otra verja independiente, lo que parecía un improvisado heliopuerto. Acto seguido os instaron a entrar en una de las casetas. Una vez dentro, el copiloto, que no se había separado de vosotros, se os quedó mirando. Allí dentro había una espcie de megáfono colgado del techo, una vitrina blanca y de cristal justo enfrente de la puerta de entrada y unos cubos. El megáfono os habló.

Desnudáos -os dijeron-. Dejad la ropa y todas vuestras pertenencias en esos cubos.

El copiloto tenía su arma en las manos. No os apuntaba. Aún.

Cargando editor
31/03/2015, 19:16
Ludovico Di María

Por un instante Ludovico tuvo ganas de gritar que qué demonios estaba pasando allí, pero su cordura le hizo mantenerse en silencio mientras asimilaba que debían desnudarse allí. Aquel tipo de protocolo tan solo podía significar que había algún lugar en cuarentena por un virus o por radiación y que ellos podían ser portadoras ¿pero porqué tomarse tantas molestias si nos dirigíamos hacia la zona en vez de venir de allí?

- Colaboraremos... pero algo de información al ciudadano no estaría de más... ¿se trata de algún tipo de fuga o escape que pueda suponer un riesgo biológico? - él no desistía en intentar sonsacar más información mientras iba quitándose el reloj lentamente haciendo tiempo. No le gustaba desnudarse y mucho menos delante de los chicos, pero mientras ellos llevasen armas él no iba a hacerse el héroe. Aquí tan solo había dos vías, o descubrir las cosas por las buenas haciéndoles caso o intentar armar mucho jaleo. Si Ludo tuviese 30 años menos otro gallo cantaría...

Por respeto a su compañera Andrea intentó evitar cualquier contacto visual mientras indicaba a Nolan que hiciese lo mismo... aunque una parte de él temía que alguno de sus compañeros no iba a poner las cosas tan fáciles.

Cargando editor
05/04/2015, 20:19
Andrea Wood

Sólo esperaba la mínima oportunidad de despiste en nuestros amables "captores" para poner la grabadora y la cámara en funcionamiento, pero esa tarea se hacía imposible, por no decir que muy peligrosa viendo la cantidad de personas que había armadas. Algo muy importante, o muy peligroso, tenían que estar custodiando para semejante despliegue.

Pero lo peor vino cuando nos obligaron a entrar en aquella caseta para que nos desnudáramos y, lo que más me jodía, dejar todas nuestras pertenencias. Ahora sí que no tenía la más mínima oportunidad de seguir con mis queridos aparatos escondidos. Eso era lo que más me dolía.

Bufando y de mala gana, me di media vuelta quedando de espaldas a todos los tíos que había en la habitación mientras me iba desnudando.

¿Nos vais a dejar así o tendréis la amabilidad de darnos algo de ropa que ponernos?

Como siempre que estaba nerviosa o tenía miedo, el tono de mi voz era de enfado total y absoluto, sólo esperaba que no me cerraran la boca de un golpe.

Cargando editor
08/04/2015, 21:04
Nolan Braddock

Con los ojos como platos recorrí todas aquellas instalaciones. Montar algo así sin que nadie se entere no debe ser tarea fácil. Para levantar todo ese andamiaje han debido traer aquí varios camiones, sin contar en la cantidad de vehículos que han tenido que movilizar para traer a toda esta gente.

Lo peor llega cuando nos meten en una tienda y nos obligan a desnudarnos. La mano en el arma del copiloto que nos ha acompañado hasta aquí me dice que no es buena idea no obedecer. Ludo me insta a hacer caso y asiento nervioso con la cabeza. El temor vence a la vergüenza de desnudarme delante de Andrea y cuando ella se da la vuelta para quitarse la ropa yo hago lo propio. Hasta que me quedo en paños menores. No digo ni una sola palabra durante todo el proceso.

Cargando editor
12/04/2015, 21:38
¿¿¿???

No hay de qué preocuparse -insistió el que os custodiaba con el arma-. A su debido momento os serán explicados estos sucesos.

Oh si. Mucho mejor. Al menos no había de qué preocuparse. Las caras de "póker" de Ludovico y también Andrea eran evidentes. El miedo se hacía notar en el rostro de Nolan. Justo en el momento en que estábais únicamente con la ropa interior, la pared junto a la vitrina (y enfrente de la que albergaba la puerta a ese espacio) comenzó a moverse, como a resquebrajarse.

Cargando editor
12/04/2015, 21:38
Director

Fue entonces cuando la pared comenzó a moverse, se abrió hacia un lado y dejó al descubierto algo que no habríais imaginado: una sala mucho más grande, ahora toda ella recubierta de cristales blanquecinos como el anterior. El tipo, una vez desnudo, os invitó a pasar a ella. A través de los cristales veíais a gente observándoos, personas que parecían médicos o científicos por los atuendos blancos. Os dísteis cuenta que estábais en una especie de pecera, un receptáculo ahora transparente por todos sitios excepto el suelo y el techo.

La pared que se movió volvió a cerrarse y ahora estábais dentro, atrapados. El tipo que os custodiaba quedó fuera. Fue entonces cuando un torbellino de aire invadió el receptáculo, saliendo de alguna abertura superior prácticamente imperceptible. Eran gases. Diferentes gases, de extraños olores y raras percepciones. Después de éstos, volvió a salir aire.

Por favor -dijo la voz del megáfono, ahora procediendo de una rejilla empotrada en las alturas-: péguense a la pared derecha. Apoyen los talones y la cabeza en dicha pared.

Cargando editor
12/04/2015, 21:51
Ludovico Di María

Ludovico no pudo creer que lo veía. En el momento que se resquebrajó aquel "telón" para mostrar la realidad le entraron ganas de abalanzarse contra aquellos cristales y golpearlos, gritar y maldecir hasta quedarse afónico. Poco tardó en darse cuenta de que seguía estando en una situación de "ligera" desventaja. Ahora tan solo podía seguir órdenes, preguntar cualquier incertidumbre tan solo iba a servir para recibir negativas o alguna excusa protocolaria. En resumen: estaban jodidos.

Apoyó su cuerpo tal y como explicaron a la vez que un escalofrío le recordaba que ahora su piel desnuda estaba manteniendo el contacto con una superficie poco agradable. Cuando ya empezaron a salir los gases su primer instinto fue mantener la respiración ¿pero para qué? su capacidad pulmonar era nula así que se resignó e inhaló los gases de la manera más discreta posible rezando internamente para que no le diese un patatús o se le generasen tumores internos en sus órganos.

Su vida había cambiado drásticamente; de tener una misión sin futuro a verse en vueltos en una especie de sala de inspección cual cobaya con sus compañeros. Era por ellos por quienes más lo lamentaba, eran muy jóvenes para tener que vivir una experiencia así...

Cargando editor
13/04/2015, 18:52
Andrea Wood

¿Que no había de qué preocuparse? ¿Acaso pensaban que, por un solo instante, iba a creerles? Mis temores se acrecentaron cuando nos hicieron pasar a la sala acristalada. Me sentía indefensa y desprotegida, sobre todo cuando noté las miradas de los que nos observaban del otro lado del cristal sobre mi cuerpo casi sin ropa.

Y mis temores se acrecentaron cuando comenzaron a gasearnos. ¿Qué pretendían? ¿Matarnos? No me podía creer nuestra mala suerte, para una vez que nos habíamos dado de bruces con una noticia que nos podía asegurar la continuación en la revista, resultaba que nos habíamos metido en la boca del lobo. Lo que aún no me quedaba claro era qué pretendían hacer aquellos hombre con nosotros ya que, una vez terminaron de salir gases de donde fuera que salieran, se pudo respirar con normalidad. ¿Nos habrían contaminado con aguna rara toxina o simplemente estaban experimentando?

Fuera lo que fuera lo que quisieran hacer con nosotros, y a pesar del miedo que me invadía, no podía dejar de sentir cierto enfado por lo que estaban haciendo con nosotros. Ahora entendía mejor a los animales del zoo o los que estaban en los laboratorios, pues así era como me sentía yo en esos momentos.

Cargando editor
15/04/2015, 07:53
Nolan Braddock

Cuando la pared comenzó a abrirse pensé que aquello parecía una película de espías o de ciencia ficción barata. Nos hicieron entrar en un pequeño corredor, acristalado, para cerrar la pared tras nosotros. Me sentía como un conejillo de Indias, observado por científicos tras el cristal.

Antes de que me pudiese dar cuenta comenzaron a gasearnos. Era como esos tediosos procesos de descontaminación que tienen que hacer los científicos que tratan con agentes biológicos peligrosos, como el ébola, pero en menor medida. ¿Sería verdad que habíamos entrado una en zona contaminada?

Para más inri, al finalizar aquellos gases que no pude evitar respirar, nos ordenaron pegar los talones y la cabeza a una fría pared de cristal. Esto no tenía marcha atrás, lo mejor era hacer de tripas corazón y tragarse el miedo.

Cargando editor
28/04/2015, 19:20
Director

Desnudarse no iba a ser sino la menor de las pruebas. Tras ser rociados con aquellos gases, la voz de megáfono os recordó que siguiérais en la misma posición, pues "no habían acabado". Desde el techo se abrió otro orificio, y de allí salió una especie de cañón que os apuntaba. Parecía un arma. Sin embargo, lo que explusó  presión fue un tremendo chorro de líquido rojizo y ligero (nada espeso); un rojizo casi negro, que parecía realmente sangre.

Ludovico resbaló y Andrea y Nola se apoyaron contra la pared para que no les pasara lo mismo. Estaba realmente frío y enseguida vuestros cuerpo se tiñeron de aquel líquido. Acto seguido, el chorro acabó, y a través de él salió otro líquido: ¡agua! ¡Os rociaban con agua templada! El líquido rojo, entonces, comenzó a diluirse de vuestra piel.

Por fin, tras unos minutos de ducha y horas de dudas, el cristal que os separaba de los científicos con bata se hizo un lado con alguna especie de rodamiento interno. Comprobásteis que uno de los tipos estaba sentado en una silla y algo inclinado hacia un micrófono. Era el que os hablaba.

Notas de juego

Podéis hacer alguna tirada que explique algo relacionado con la química, con productos químicos, líquidos, gases. Etc.

Cargando editor
28/04/2015, 19:21
Científico

Os pido disculpas, señores -dijo amablemente-. El proceso ha terminado. Luego se levantó, se acercó a vosotros y os señaló una puerta lateral que había en la misma habitación donde os habían rociado doblemente (junto a la de entrada). El tipo extendió la mano como invitándoos a pasar.

Cargando editor
28/04/2015, 20:13
Ludovico Di María

Ludovico había perdido la paciencia, aún en el suelo y con el cuerpo entremezclado de agua templada y restos de aquel líquido rojizo se debatía entre si lo que estaban padeciendo era alguna locura víctima de un viejo general aburrido que había visto en ellos alguna amenaza o sujeto de investigación.

Su ceño estaba fruncido, el sabor de su paladar era extraño porque no puedo evitar "degustar" parte de esos productos químicos, pero lo que más le aterraba era como les trataban con la educación digna de un protocolo normalizado, como si todo fuese normal para ellos y como si nosotros no tuviésemos ningún tipo de sentimiento, solo el propósito de ser un rebaño.

Parecía que habían terminado su primera fase de experimentación, aún seguía en el suelo puesto a que se negaba a colaborar más. Estaba cansado.

Por su mente intentó pasar el recuerdo de experimentos biológicos anteriores, quizás durante la guerra fría o durante otros sucesos de riesgo biológico donde se pudiera lanzar aquel tipo de sustancias químicas... quería saber qué es ¿un esterilizador?¿un marcador?¿o algún tipo de suero cutáneo?

Dejó de pensar en cuanto apareció por la puerta el científico invitándonos a pasar. Ludovico se mantuvo en silencio, como un crío de 8 años cuando le dicen que suba para casa para ir a comer y él quiere seguir en la calle. Acababa de comenzar la rebelión de la tercera edad.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He puesto una tirada oculta, no sé si mi paso como catedrático de historia puede servir en algo jaja, ¡pero se intenta!