Partida Rol por web

Saghira descubre ante su propia sorpresa, que al llegar hasta el sitio que le indica el mapa nadie se encuentra por sus cercanías, pero tampoco hay rastro de pisadas ni animales que hayan podido transportar a su hermano así que según parece ella se ha adelantado más de la cuenta esta vez...

La Fortaleza que se alza frente a ella es colosal, y el hecho de que esté construida en roca maciza de color negro impone y sobrecoge todavía más. Lo curioso es darse cuenta de que no hay juntas, parece cómo si hubiera sido esculpida sobre el mismo bloque de piedra enorme, lo cuál no parece tener demasiado sentido... A menos que realmente sea un lugar maldito cómo insiste en decir todo el mundo.
Algunas banderas y tapices desgastados y desgarrados ondean en las ventanas y terrazas, destacando debido al contraste de sus colores rojos.
Para llegar hasta la puerta doble principal, hay que subir unas escaleras que forman un puente por encima de un precipicio que parece interminable, la pregunta sería si el viejo "puente" será lo suficientemente resistente todavía.

Saghira aguarda y espera, poniéndose nerviosa por momentos hasta que al cabo de aproximadamente dos horas se acerca otro camello montado por su hermano.

-¡Saghira! Por Alá, creía que te había vuelto a perder, menos mal que el muchacho de los establos me informó de tu partida...- Ardashir baja de su propio camello y se acerca a su hermana dándole un abrazo que no dura demasiado, girándose de inmediato hacia la imponente fortaleza que mira ceñudo.

-Así que aquí es... No me extraña que todos afirmaran que el lugar está maldito, ¿estás preparada?- mira a Saghira y avanza unos pasos, deteniéndose para observar la daga del tiempo, distinguiendo en su empuñadura un símbolo que se repite en algunos de los tapices y banderas que ondean en los torreones y terrazas. Sin duda algo debe tener que ver con la maldición, y está dispuesto a averiguarlo.
Avanza con decisión por el puente, ascendiendo hasta la puerta metálica que empieza a abrirse sin motivo aparente cuando ya se encuentra a mitad de camino, "invitando" a entrar.

Vaya hermano, pense que habias salido antes de lo que yo habia salido, por eso sali rapidamente para intentar cogerte...lo siento...

Saghira va detras de su hermano, parece que la maldad inunda la construccion, tengo un plano del castillo, quiza nos sea util para encontrar lo que andemos buscando, que buscamos exactamente?

-Ese es precisamente el mayor problema, no sé exactamente que buscamos...- se detiene un instante cuando la puerta empieza a abrirse pero enseguida continúa el camino, seguido de cerca por ti misma.
Ante vosotros se abre un inmenso hall con escaleras a izquierda y derecha que suben hasta una balconada con cortinas del color de la sangre ondeando... Sin embargo bajo las escaleras, detrás de ellas, hay otros dos pasillos que conducen a algún lugar indeterminado del inmenso lugar.

Ardashir chasquea la lengua con fastidio y algo frustrado también.
-Es difícil decidirse... ¿ascendemos?- te mira con toda la dirección de dirigirse al balcón superior, pero espera tu opinión antes.

Quiza debamos de buscar algun tipo de santuario o algo parecido, si es algo asi lo mas normal es que este en la parte mas interna de la fortaleza, las partes de poder de una zona se suelen poner a buen recaudo para evitar su destruccion por un ataque, tiene sentido empezar a buscar por arriba, por mi de acuerdo...pero vamos no te creas que vas a llegar antes que yo, una mirada picara dirigida a su hermano como antaño, renace viejos recuerdos...

-Esto no es una competición cómo cuando éramos niños, hermana- responde el Príncipe con una sonrisa afable que dedica a pocas personas además de Saghira.
Ambos ascendéis por las escaleras con facilidad, atravesando la suave cortina para seguir avanzando por largos pasillos de piedra grisácea, iluminados pobremente por algunas antorchas, pero aún así resulta sorprendente que sigan encendidas cuando el amplio lugar parece desierto.

Giráis por varios lugares y creéis que cada vez estáis adentrándoos más en la fortaleza pero por desgracia es difícil estar seguros del todo en un lugar cómo ése.
-Espera, ahí hay alguien- murmura tu hermano impidiendo que avances deteniéndote con su brazo y agachándose.
Os encontráis en una especie de puente superior desde el cuál podéis ver el piso de abajo, dónde hay tres hombres cubiertos con harapos sucios y raídos, de ojos extrañamente brillantes aunque tienen un aspecto similar al de unos bandidos.
-Sus ojos... se parecen a los del demonio que me estaba persiguiendo- murmura desenfundando su plateada espada con lentitud.

Me resultan familiares...que son?? Los seres que te persiguen por la maldicion??? Puedo arreglarlo desde aqui..jiji, Saghira saca el arco y una flecha para apuntar hacia aquellos enemigos,desde alli arriba podria apuntar tranquilamente y detruirlos antes de que lograran entrar...

-Saghira, esto no es un juego...- murmura tu hermano con cierto tono de reprimenda que aún y así es suave debido al cariño que le inspiras.
-Bien, detén a los que puedas y yo intentaré encargarme de los que puedan quedar de pie, tendrás que ser rápida...- asiente y te mira con atención mientras preparas el arco y la flecha, apuntando bien y con precisión, al menos el primero disparo ya que tienes tiempo de sobra para ello, después tendrás que ser algo más rápida si no quieres que salgan corriendo.

Ardashir inspecciona alrededor y se mueve un poco hasta quedarse frente a una columna de piedra que desciende hasta el piso inferior. Si es necesario parece dispuesto a deslizarse por ella.

En cuanto Saghira cogio su arco, su cara cambio de expresion, una cara seria y de atencion a lo que tenia entre manos. la primera flecha es colocada con tiento, tardando un poco en dispara y apuntando al maximo, es el disparo mas peligroso ya que si fallaba tendria a dos enemigos moviendo en vez de a uno. ya que estaba desde arriba apunto directamente a la cabeza del enemigo para intentar atravesarle el centro neuralgico y dejarle en el sitio, en cuanto la primera flecha salio una segunda flecha fue colocada en el arco pero esta vez no apunto tanto y disparo para herirlo lo maximo posible

la primera flecha atraviesa la cabeza de uno de los extraños malditos con precisión, cae inerte pero cuando su cuerpo toca el suelo se "vaporiza" en una especie de arenisca dorada bastante extraña que acaba por desaparecer.
Los otros dos se alarman, miran alrededor y después arriba viéndoos, por lo que intentan ponerte a cubierto... Pero demasiado tarde, tu segunda flecha impacta en el cuerpo de otro de ellos provocando el mismo efecto que antes.

Mientras esto sucede, tu hermano salta sobre la columna y se desliza por ella con agilidad hasta llegar al suelo, desenfundando espada y daga para cortarle el paso al último de esos supuestos villanos.

El único bandido que queda en pie se queda un poco dubitativo al principio, pero después parece decidir que vale más la pena atacar al Príncipe así que eso intenta, avalanzándose sobre él con su cimitarra dispuetso a efectuar un corte preciso...

Haciendo uso de una gran habilidad Saghira se posiciona en un angulo de forma que si fallara no hiriera a su hermano de gravedad para quel tiro saliera en otra direccion... en ese momento suelta un grito hacia aquella pesona antes de disparar

-Ehh tu, quedate quieto o recibiras el mismo trato que a tus compañeros...vamos dinos porque nos atacas!!!!, Saghira tenia el arco bien levantado para que viera la flecha puesta y que no dudaria si se movia

Saghira se levanta decidida después de sus dos enemigos abatidos. Ofrece una imagen imponente y muy segura de sí misma, con el amplio arco preparado y tensado, su pulso es firme y apunta directa al bandido, el cuál decide detenerse... apenas por un par de segundos antes de continuar de forma casi irracional para atacar al Príncipe.

Quizá no sea muy listo o simplemente estaba dispuesto a morir por defender el lugar, pero la flecha de la Princesa le atraviesa con facilidad y su ropa cae sordamente al suelo, convirtiéndose su cuerpo en esa extraña arena dorada que queda en suspensión unos segundos... La daga de Ardashir empieza a vibrar bajo su mano, cómo si quisiera moverse o ése fenómeno la atrajera de una extraña forma incomprensible.

Veo como la flecha de mi hermana vuela directa hacia su objetivo y lo atraviesa conviertiendolo en... -¿Arena?-mi mano izquierda, que aún sostiene la daga maldita comienza a temblar. Un movimiento extraño se produce en el interior del puño cerrado, parece que la daga tuviera vida propia y quisiera algo de aquel cadáver.

Miro los restos del último desgraciado que se ha cruzado en mi camino y me pregunto si no sería culpa mía que ese monstruo, ahora muerto, fuera un simple pastor o un simple hombre con familia y casa a la que ya no volverá jamás. Guardo la espada y miro la daga bajo mi mano. Dudo entre atender a su petición o resistirme y salir huyendo de allí. Doy un paso tímido hacia la extraña arena flotante hacia la que me guía la daga.-Bien hecho hermana-digo casi como un zombi mirando atentamente mi puño.

Ardashir da un paso adelante, acercando un poco dubitativo la daga a la arena suspendida, la cuál es de inmediato absorbida por el arma del tiempo con un ligero destello, recobrando su estado normal entonces y dejando de moverse.

Tras el extraño sucedo, el suelo empieza a temblar ligeramente, y unos pasos agigantados se perciben a cierta distancia pero acercándose hacia vuestra zona. El aire se oscurece y se enfría a medida que esto ocurre así que sea lo que sea lo que se acerca no parece en absoluto nada bueno...

Saghira suelta un suspiro que tenia incrustado en su pecho, su mano empezo a temblar porlo que habia sucedido, todo era muy extraño y en juego habia algo mas que sus vidas si no tambien su salvacion eterna...

En ese momento el suelo comienza a temblar y el ruido empieza a inundar todo...

Tenemos que refugiarnos en un lugar mas pequeño y que podamos defendernos de lo que sea...rapido hermano!!!

Aún observo la daga con interés tras el extraño fenómeno cuando un temblor bajo mis pies me advierte de que algo está ocurriendo. Miro a mi hermana que sugiere que nos escondamos en algún lugar pequeño.-Debe ser algún tipo de maquinaria, un sistema de cadenas y contrapesos que realicen ese temblor. Es imposible que sea una criatura tan grande y pesada.-Digo estas palabras pero no estoy convencido ni yo de lo que estoy diciendo.

Miro de nuevo mi mano y siento una extraña fuerza en la daga, siento como... como... como cuando la cogí por primera vez.-Está bien-cedo ante mi propio rechazo a mis anteriores palabras-Escondámonos y aguardemos lo que se nos viene encima.-Echo a correr en su dirección intentando buscar un sitio donde esconderme o llegar hasta donde está ella rápidamente.

Parece ser que la única forma de reuniros va a ser subir nuevamente pro la columna por la que bajaste o que Saghira decida bajar, aunque a ella no se le dan tan bien esas acrobacias... De todas formas los pasos ya están demasiado cerca así que el Príncipe decide agazaparse en un rincón entre unos escombros, es casi imposible verle, ni siquiera su hermana puede distinguirle ahí metido.

Una de las paredes estalla en rocas y polvo, provocando que la sala tiemble y Saghira de un traspiés.
Una monumental y oscura criatura de ojos brillante entra en su interior, propagando el frío y el miedo por igual mientras mira alrededor.
Recuerda al demonio abatido en las afueras de Jerusalén pero es mucho más grande e imponente.
Su cabeza se fija en el conjunto de rocas donde se agazapa Ardashir a pesar de que Saghira es mucho más visible, y unos tentáculos surgen de su espalda cogiendo al Príncipe de una pierna y lanzándolo con tremenda violencia contra otra de las paredes.

Resulta doloroso pero hay algo positivo en ello: volvéis a estar en el mismo pasillo superior.

Me agacho entre las rocas y creo haberme escondido bastante bien, sin embargo, aquella bestia me encuentra y me agarra por la pierna. Otro de esos tentáculos extraños que tienen estos seres. Parece que hay algunos especiales y no son todos aldeanos. Aquel que maté esta mañana poco tenía que ver más que su posible procedencia y la similitud en su ataque, pero sin duda este es mucho más fuerte.

Me lanza con violencia por los aires y tras un par de vueltas acabo aterrizando espalda contra pared para luego volver a pisar suelo firme. Levanto la cabeza y veo a mi hermana. Unos metros más abajo está la bestia que me ha lanzado hasta aquí. Me levanto y me sacudo la ropa.*cof* *cof*-toso un par de veces debido al golpe, acabo de recuperar la respiración-volvemos a estar juntos.

Miro a la criatura y luego a mi hermana-¡Vámonos!-insto a mi hermana a que salga corriendo para ir yo detrás suya siguiéndola de cerca. Si coge a uno de los dos, que sea a mí.

No me gusta nada en absoluto...ese monstruo es demasiado grande como para perderlo de vista, deberiamos de dejarlo enganchado en algun sito...jej, creo tener una idea, dime que tienes una cuerda , segun digo esto empiezo a correr para sacar algo de distancia a aquel mosntruo y buscando una columna bien firme...