Partida Rol por web

Asenti luego de las palabras de Fanah que tampoco dejaba de intimidarme. Era una de las pocas mujeres que debia mirar hacia arriba. Esperaba con eso que el tema quedara concluido y asuse a Varia para que se levantara de una vez y recogiera las cosas.

Luego mire a Greta tratandole de dar a entender que no habria resentimiento si todo seguia su curso. Estabamos llamando mucho la atencion y eso tampoco era bueno. Asi me fui apartando hacia Nerva esperando que Greta hiciese lo mismo. Ya habria tiempo de que nos hiciera la vida imposible, o tal vez solo a mi, pero esa noche habiamos ganado nosotras.

Si tenia una hija le podria Fanah, estaba segura de ello.

   La vida era dura y los entrenadores se esforzaban en recordarselo en cada ocasión. Asherah sufría como las demás, pero su falta de forma física y su poca costumbre en el ejercicio le hacía que todo pareciera más dificil para ella. Y pese a que intentaba no dar muestras de debilidad, los jadeos de cansancio y los quejidos de esfuerzo eran su nuevo idioma. Carreras, peleas. Azotes. Cuando la hacían golpear estafermos de madera con sus manos y sus nudillos desnudos, siempre golpeaba con debilidad y siempre recibía azotes, golpes del sarmiento y del látigo. Hiciera lo que hiciera terminaba herida, bien sus nudillos desollados, bien su espalda marcada. Pero poco a poco iba aprendiendo. Poco a poco se hacía más resistente y soportaba los castigos con mucho más estoicismo y resignación. No obstante, ¿qué podían hacer si no?

   Asherah decidió tumbarse después de comer lo poco que le daban. Aprendió que la comida había que atesorarla y no comer con avidez y gula porque, justo después de grandes esfuerzos, su estómago devolvía todo cuanto le echaba, y allí la comida, por escasa que fuera, era un lujo que no se podían permitir desperdiciar. Después de la comida, la fenicia se había propuesto descansar pero había movimiento y ruido. Algunas esclavas habían salido en defensa de otra de las esclavas y se había montado un pequeño gallinero. Asherah se levantó y fue a ver qué pasaba junto a las demás.

   - Titania tiene razón. - Dijo poniendo una mano sobre uno de los hombros de Fanah, la esclava de ébano. Su toque pretendía ser tranquilizador y su voz no se alzaba demasiado para no alimentar la hoguera de la ira y la furia. Además, solo conseguirían hacer enfadar a Greta y que ésta castigue más severamente a la pobre Varia, o que haga que castiguen a las gladiadoras, o quizás ambas. - Guarda tu rabia para la arena.... Y para el momento propicio. - Dijo la esclava con un susurro dirigido a Fanah pero también a las demás.

   Su mente urdía fantasías que no había contado a nadie. Quizá fueran reales y posibles, quizá solo fueran los sueños febriles de una esclava. Pero no confiaba en sus compañeras lo suficiente como para contarles nada. Quizá no odiasen tanto a los romanos como para asesinarles a la menor oportunidad que tuvieran. Y no iba a decir nada con Greta y esclavas del servicio delante.

Cuando todo parecía más tranquilo y sosegado, donde sólo debíamos esperar la reacción de Greta, el resto de las gladiadoras comenzaron a acercarse y a dar sus opiniones cuando ya no se necesitaba hacer mucho más. No entendía a que venían ahora sus palabras y sus críticas. Podían haber esperado un poco, no me importa que digan que me he equivocado, pero no tan cerca de algo resuelto. Por Odín! Que Greta se aferró a la figura de Elektra para hacerse más fuerte y reprender a Erja!

Escuché en silencio las protestas de las demás gladiadoras, cada vez más enojada. Lo estáis empeorando vosotras... Le estáis dando más poder e ideas a Greta y es algo que no tiene sobre nosotras. Cualquiera vale para servir. Para matar es otra historia. Susurré a las que me rodeaban. Miré fijamente a Greta. Decídete antes de que vengan los celadores y nos castiguen a todas por tu indecisión.

Y tú... dije a Titania según me giraba hacia ella. ¿Quieres quitarle el puesto a la griega? La pregunté con ironía por la pedazo de charla que nos había dado. Si no tienes nada bueno que aportar a una situación... No-te-me-tas. Sólo crearás confusión y más problemas.

La agarré con fuerza del brazo y me acerqué a su oído, olvidando que ambas podíamos hablar en un idioma minoritario. No te entiendo. A veces eres agradable y otras odiosa. No tienes termino medio. Centrate de una vez y elige que quieres antes de que sea tarde y acabemos todas dándote la espalda por tu actitud.

Crucé mis brazos y clavé mi mirada en Greta. Ahora mismo lo que más me importaba era que desapareciese de allí. Ya discutiría con mis compañeras luego si era preciso.

Miró furiosa a Nerva, acribillándola con la mirada.

-Oh, ese puesto lo pareces desear tú, con las lecciones sobre esclavitud que diste a la ama de esclavas. A no decir cómo te hiciste la mártir diciendo que tratarás tú de hacer que no nos metamos. Como si pudieras. -soltaba veneno, aunque la noche anterior hubiera sido benévola. Pero odiaba que se le cruzara, más aún cuando tenía razón.

Entonces, imitó el gesto de la esclava germana y se aferró a su brazo, acercando su boca a su oído.

-Te estás dando demasiado crédito. ¿Por cambiar un par de palabras te crees que me conoces? No necesito un centro, y no necesito elegir nada. Y si queréis salir con vida, cualquiera de vosotras, más os vale hacerme caso y no dar más poder al gordo ese asqueroso sobre vosotras. Hablar y mediar, y ser diplomática no va a hacer más que traer problemas... Ghermana. -la última palabra había salido a caballo entre "hermana" y "germana", con un leve exhalo al principio.

Siguió entonces la mirada de Nerva y volvió con los ojos en Greta.

-Sácala de una vez de aquí, antes de que alguna de ellas te mate. Procura no ser violenta, la próxima vez, cerca de mujeres que se entrenan para matar, y no contrariarlas. -su tono había perdido la neutralidad con la que se había dirigido a todas al principio. Restos del "duelo" con Nerva, sin duda alguna. Aún así, por momentos se mostraba más ... amistosa hacia sus compañeras que hacia la ama de esclavas. Oscilaba hacia el lado de ellas, muy por debajo, en lo hondo. 

Volvió a mirar hacia Nerva, con los ojos entrecerrados y gélidos. Se dio la vuelta, entonces, y volvió a su celda, a su cama. Se desentendía ya de todo ese asunto. Pero, desde su sitio, observaba la escena.

" ¿Que puesto tengo según tu estúpida esclava germana? Si realmente no quieres crear mas problemas ni confusión deja de compararme o calificarme sin ni siquiera conocernos un poco, evita esos comentarios irónicos por favor.

Cuando jaló a Titania para decirle el último comentario Elektra se acercó también para susurrar a Nerva:

¿En que momento y quien que te erigió como la portavoz o líder de las demás gladiadoras?

Greta oia todos los comentarios mientras miraba a la Niña. desd luego se enchía de gozo cuando Electra o alguna otra la daban la razon, hasta que llego ella. La negra.

Una montaña azabache ahora mas musculosa que cuando llegó. Realmente Fanah la daba mucho miedo, desde alla arriba mirando como un faro en la noche, tan solo con sus dientes blancos como luz... Y Fanah, no pareciea que fuera de las que sonreían mucho.

Greta temblo de arriba abajo cuando la mujer la sentenció. Simplemente asintio cuando Ejra y Fana la echaron una ultima mirada. Miro con odio a la muchacha pero no hizo nada mas. Recogio ella misma las sabanas del suelo y se marcho  del barracon la la cabeza baja. Antes de salir y cerrar la puerta, echo un ultimo vistazo de odio a las demas mujeres.

- No molestare mas... mis... disculpas.- Dijo avergonzada y salio  de allí.

Varia esperó a que Greta estuviera lo suficientemente lejos como para no oírla y entonces se giró hacia Ejra y Fanah. Cuando miró a sus rescatadoras, sintió una extraña sensación en el pecho, un calor que no había experimentado antes. Eran tan alta, tan hermosas... ¡tan gloriosas!

—Gracias —susurró ella—. Gracias por ayudarme. Greta es una cascarrabias y no lleva con mano muy dura y estricta. Creo que se fija demasiado en Vara. 

Mirando a las demas, tambien se la veía contenta. Sabia que muchas de ellas habrian intercedido por ella, pero el miedo aun estaba dentro del cuerpo. Al fin y al cabo todas habian sido sacadas de su hogar y estaban en tierras extrañas.

-No os sintáis culpables.- Añadió mirando a las demás. - Pero si aceptáis un consejo... intentar no pelear entre vosotras o pronto se darán cuenta y os pondrán a  luchar unas contra otras.  Si ven que lucháis entre vosotras, Balbo no se molestará en buscaros contrincantes fuera de Roma.

Mientras termina de hablar recoge las sabanas sucias y los restos de plumas de las almohadas rotas, que aún quedaban de la noche de chicas loca *. Luego , al levantarse mira a Ejra.

- He hablado con Gyda... Te aprecia. Quiere ser como tu... una luchadora. Ella no debería luchar. - Luego mira a Fanah- Nadie deberia luchar... Sé que entre vosotras alguna conseguirá ser libre.-Poco a poco se nota que Varia tiene mas confianza en vosotras, pero también que sus ojos se le humedecen por unas lágrimas a punto de salir. -¡¡¡ Por favor... Teneis que llevaros a Gyda de aqui!!! Prometedmelo!!!

Poco a poco, la muchacha se muerde el labio y sendas lágrimas caen por sus mejillas.
 

Me sonreí ante las palabras que me susurró Titania. Aquel gordo ya tenía poder sobre todas nosotras. Lo que no debíamos darle eran motivos para que nos pudiese castigar y alargar aquellos hechos mucho más tiempo, era contraproducente para todas. Al menos supo retirarse a tiempo y ya tan sólo me preocupaba Greta. En cuanto ella se marchase, fin del lío.

Elektra quiso su momento de gloria. Primero se lanzó a insultarme casi gratuítamente. Dime Elektra. ¿Por qué te diste por aludida con mi ironía?¿Acaso no hay más griegas entre nosotras? Mi voz era tranquila y serena. Así que, lo de estúpida, puse énfasis en esa última palabra, guárdatelo para ti y piensa... antes de insultar a nadie. Te digo más, continué sin alterar la voz para nada, no es de muy buena educación escuchar conversaciones privadas ni meterse en ellas. Se que el lugar es pequeño y demás, pero hablaba con Titania, no contigo. Así pues, si no quieres que nadie hable de tí... No des motivos para ello. Concluí con sonrisa maliciosa y clavando mi mirada en ella. Al poco se acercó a susurrarme. 

En el mismo instante que te convertiste en la diplomática que sirve de bastón de poder a Greta. Mantuve el mismo tono de voz anterior. Pero no con los títulos que me das, está claro que esos son los que tu buscas: ser líder y portavoz. Tranquila, serena. Sus palabras no me dolían, eran vacías y carentes de realidad. Todos tuyos, pero no cuentes conmigo. Respondí a la griega, la cual no parecía ver más allá de si misma y sus aires de grandeza. Cada vez estaba más segura de que quería ser el centro de atención y liderarnos a todas. Ya lo dijo anteriormente... "únamonos y luchemos contra ellos" o algo así... palabras vacías.

Además, no confiaba en ella, me daba la sensación de que, llegado el momento, sería capaz de arrodillarse ante Baldo y usar su enorme boca para complacerle cada noche, para así conseguir ser la única y protegida líder de las gladiadoras. Así su necesidad de ser el centro de atención, de ser superior y de tener el respeto de las demás, sería cubierto a cambio de.. unos minutos diarios de su vida.

Entonces vi como Greta se disculpaba, recogía las cosas y se marchaba. Suficiente para mi. Lo que no quería eran problemas mayores con ninguna esclava, bastante teníamos con los celadores y sus látigos y varas.

¿Ves? Al final fue la mujer de piel oscura quien solucionó todo. Directa a la raiz y sin causar malestar a ninguna compañera. Le dije a Elektra y miré a Fanah, asintiendo su gesto con la cabeza. La verdad es que aún no sabíamos bien el valor que se nos daba allí dentro, pues sólo recibíamos azotes, latigazos y dormíamos encadenadas en nuestras camas.

Iba a retirarme, era ridículo permanecer allí plantada más tiempo, hasta que la voz de Varia llegó a mis oidos. Me giré a escucharla. ¿Llevarnos a Gyna de aquí? ¿Volando? No somos capaces de ponernos de acuerdo en como defender y proteger a una niña... vamos a montar un plan de fuga. Ja!

Nerva dice:

¿Por qué te diste por aludida con mi ironía?¿Acaso no hay más griegas entre nosotras?

Elektra responde:

" De hecho me parece que no hay mas griegas, ambas somos inteligentes ... sabemos que te referías a mi y con lo que acabas de decir lo confirmas "

Nerva continua diciendo:

" Así que, lo de estúpida, puse énfasis en esa última palabra, guárdatelo para ti y piensa... antes de insultar a nadie. Te digo más, no es de muy buena educación escuchar conversaciones privadas ni meterse en ellas. Se que el lugar es pequeño y demás, pero hablaba con Titania, no contigo. Así pues, si no quieres que nadie hable de tí... No des motivos para ello "

Elektra le responde después de respirar hondo para templarse y dar una disculpa:

" Mhhh, en eso tienes razón, acepto que posiblemente me equivoque en reaccionar como lo hice, a veces me gana mi temperamento ... pero tampoco es de buena educación cuchichear de alguien que esta presente, es natural que me moleste si me siento aludida como paso "

Después Nerva le responde acerca :

" En el mismo instante que te convertiste en la diplomática que sirve de bastón de poder a Greta. Pero no con los títulos que me das, está claro que esos son los que tu buscas: ser líder y portavoz. Tranquila, serena. Todos tuyos, pero no cuentes conmigo "

Y Elektra le responde midiendo sus palabras por un momento pero en desacuerdo con la amyor parte de lo que dijo la germana:

" Bueno amiga, esa es tu errónea interpretación de las cosas, aunque no tendría que darte razones lo haré en esta ocasión solo para que nadie mas se confunda con tus ideas; realmente no sabemos que tanta ingerencia tiene Greta con Vara, Balbo y los celadores; así que yo intercedí en su momento entre Erja y Greta no fue para ayudar a Greta, sino tratando de apoyar a Varia y Erja después del enojo que ambas provocaron en la jefa de esclavas, mientras que junto a Erja ayudaba a Varia a recoger la ropa en el suelo, concuerdo en que la oportuna intervención de Fanah corto de tajo la discusión, solo espero que mas adelante no le traiga problemas a ella y en cuanto a ser líder de ustedes, solo me interesa dirigir o participar en su oportuno momento dentro de un plan de fuga de este lugar, pero para eso creo que es importante tratar de llevar las cosas calmadas aparentemente con ellos y si cuando tengamos una mínima oportunidad tu también te quisieras unir yo no tendría problema alguno en incluirte ... pero si tu como las demás no desean participar les pido por favor que sean discretas con mi intención "

Por Odín! Que mujer más pedante y vanidosa!

No eres el centro del ludus, Elektra. Respondí con un tono tranquilo, aunque por dentro comenzaba a ser molesta aquella mujer. Veo que no recuerdas que, aparte de nosotras, hay más gladiadoras en este lugar. Dije señalando el centro del ludus, donde nos reunían a todas para entrenar.

¿Qué te apetece escuchar conversaciones privadas y darte por aludida en cada una de ellas? Por mi perfecto, pero no vengas luego molestanto e increpando de que si te hemos llamado o si hemos dicho algo sobre ti, cuando ni sabes por quien era y has puesto la oreja donde no debías. Dicho esto me di la vuelta, regresando a mi celda para descansar un poco.

Nunca seguiría a nadie que va pregonando sus planes a los siete vientos, sin mirar quien la escucha y quien no. Tras esto me acomodé en la cama y cerré los ojos, con la vana esperanza de que aquella mujer no me replicase más.

-Cunnus! Por ser griega y germana, ¡habláis más que yo! ¡Y eso que es mi lengua! ¡Dejadlo ya!-se asomó en ademán aburrido, con una mano colgando perezosa por la "cabecera" imaginaria de su cama -es decir, donde tenía la cabeza, hacia la salida.
-El problema ha terminado ya. A mi también me encanta mi voz y hablar y oírme hablando... Pero estamos en una arena, no en un teatro...
Decidió al final volver a levantarse. Se mantuvo alejada, apoyada en una pared. La verdad era que se sentía abatida.
-Y no contéis conmigo para eso de escapar. Tampoco voy a ir gritando que queréis iros, pero... -susurró lúgubre.

" No me interesa quedarme en el centro del Ludus, siquiera no por mucho tiempo, como acabo de decir y no repetiré prefiero estar libre afuera del mismo como la mayoría de nosotras, solo que para poder conseguirlo deberemos hacer muy buen teatro como gladiadoras por un largo tiempo en el centro de la arena para poder distraer al público "

Dijo la ahora esclava griega al par de gladiadoras que la interpelaban con un tono mucho mas moderado pero seguro con una lengua latina un poco mas clara que antes y mientras que se acercaba a Fanah para darle la mano como señal de agradecimiento termino por decir al otro par antes de regresar a su celda un tanto molesta por la terca e hipócrita declaración de Nerva, quien insistía que ella se refería a otra persona cuando todas las que estuvieron presentes, incluyéndola saben que no se refería a nadie mas que a Elektra, entonces termino por decir:

" Parece que tienes un problema de tiempo y espacio Nerva, posiblemente sea nuestra interpretación de la lengua latina, pero ni tu dijiste tus dichos en privado, ni yo los he dicho con otro público que no sean ustedes, las gladiadoras esclavizadas al mismo tiempo que yo y a las que les propongo nuevamente esperar el momento indicado para intentar organizar un plan de escape ... respeto si Nerva, Titania y alguna otra dicen ahora que no les interesa, o no lo consideran posible, pero si mas adelante existe la oportunidad aceptaré también que cambien de opinión "

Sonreí ante la reacción de Titania. Lo cierto era que, pillado el punto, realmente era mucho mejor de lo que ocultaba ser... o eso era lo que yo pensaba... Pero aquella otra voz... Por Odín! ¿Qué he de hacer para silenciarla? ¿Cortarla la lengua?

Me senté en la cama y la miré mientras hablaba. No pude evitar la reacción. Alcé mi mano derecha y comencé a moverla, mientras decía bla, bla, bla... y poní cara de aburrida y poco interes a las palabras de aquella mujer que no cesaba en su intento de demostrar bajo su verborrea que era la mejor, la más sincera, la más únida al resto, la más valerosa, la más lista y un largo etc.. más que bien me servirían para conciliar el sueño una noche de esas en vela.

Que si... que si... lo que tu digas. Dije ya cansada de escuchar su voz en mi cabeza. Me volví a tumbar en mi cama y me cubrí la cabeza con la almohada, a la espera de que semejante mujer se diese cuenta de que su boca y garganta estaban completamente secas y deshidratadas por la cantidad de saliva desperdicia en tantas majaderías que al final sólo la importan a ella.