Partida Rol por web

La príncipe escucha al Kiasyd atenta y con un rictus divertido, sin emitir ningún palabra ni ningún intento por interrumpir su punto de vista.

Al finalizar Jorge Lara con su discurso, Imelda Díaz Cien Fuegos se lleva el dorso de la mano a los labios para sostener un sonrisa mientras que le dirige una mirada a la arconte Agatha Amary sentada a su derecha.

La príncipe recompone su postura y sin perder el tono divertido en su rostro asiente con el mentón para darle la palabra al sheriff Emilio Rage quién no ha movido ni un sólo músculo de su cuerpo desde que mostrara su respeto a la cúpula de Regina.

-Querido Emilio... mi guardián más fiel y valeroso, ¿Qué tienes que decir al respecto?....- Imelda se lleva la punta del dedo índice a su labio inferior cambiando de idea en un último momento. -Mejor quisiera escuchar al cuarto implicado en esta terrible situación...- La príncipe levanta la mano y sin demora aparece el senescal ante su presencia.

-Senescal, encadene a este prisionero de cuello, muñecas y tobillos, hemos entrado en una terrible guerra de la cuál siempre estuvimos tratando de alejar a este magno dominus sin éxito alguno y como tal cualquier violento sospechoso de traición debe ser controlado hasta dictaminar su sentencia.- Ante la orden de la príncipe el senescal asiente y raudo y veloz desaparece por un costado de aquella estancia para en breve regresar con un juego de grilletes y cadenas de hierro negro con las cuáles cumple las órdenes de Imelda entregándole a Emilio el control de las mismas.

Una vez con el control de las cadenas Emilio se dirige respetuosamente hacia la príncipe para acatar sus órdenes.

-Como tú lo ordenes alta madre Imelda.- El Sheriff retira de un rápido movimiento el trozo de madera que se alojaba a un costado de un terrible agujero en el lado derecho de su tórax ocasionado por una bala expansiva de Emilio Rage.

Una terrible patada en la pantorrilla hace que el prisionero se doble hacia un costado para luego de un brutal codazo entre la espalda y la nuca por parte de Rage obligan al cautivo a hincarse en medio de un rictus entre enojo y dolor.

-Responde ante la cúpula de Regina en tiempos de guerra, tu nombre, tu clan y a que organización, grupo o secta perteneces...-

El cainita una vez que ha sido encadenado y luego de que le retiraran la estocada de madera tose una buena cantidad de sangre que salpica el inmaculado suelo blanco de mármol pulido.

El sheriff lo obliga a hincarse de muy mala manera y le obliga a responder ante la príncipe. Un gesto socarrón acompañado de una sonrisa ensangrentada levantando el rostro de manera retadora hacia la Príncipe hace que Emilio Rage le propine un fuerte puñetazo en la mejilla derecha para que salpique otra gran mancha sanguinolenta a un costado de donde se encuentra el Kiasyd.

El cainita se vuelve a medio incorporar sin borrar la sonrisa ensangrentada de su rostro, para exclamar ante la príncipe de Regina.

-Mi nombre es Travis, y no sé de que demonios están hablando... sólo sé que mis hermanos cuervos vendrán por todos y cada uno de ustedes y los abriremos en canal para que adornemos este lugar con sus hediondas y asquerosas tripas colgantes.- 

Emilio Rage se prepara para volver a golpear en la cara a Travis cerrando en puño la mano que le queda libre mientras que con la otra sujeta fuertemente las cadenas que lo aprisionan.

-¡Basta Emilio Rage!...- La príncipe levanta una mano  ante el intento del Sheriff de volver a dañar al prisionero.

Sin perder el tono divertido se dirige a la arconte Agatha Amary. -Estoy seguro que mi querida primogénita sentada a mi derecha tiene mejores y más delicadas formas de obtener información de ¿Como dijiste que te llamas?... ¡Ah, si!, Travis...- Con el mentón asintiendo levemente le indica a la agente del circulo interior que interrogue al encadenado.

No haría falta que se lo pidieran dos veces, la arconte se lo toma como un cumplido que Imelda le permita lleva a cabo este trámite, por lo que inclina la cabeza en gesto de agradecimiento y se levanta. Justo cuando lo hace, suena su teléfono, comprueba el nombre de la pantalla.

No es el momento. Cuelga.

-Travis, de la manada de los Cuervos. Se te ordena decir la verdad y nada más que la verdad ante nosotros y ante la excelsa mirada de nuestra alta madre Imelda. -avanza despacio con la vista bien fija en los ojos del sabbat, su mirada parece haberse vuelto tan afilada como la estaca que aprisionaba su pecho y era como si lo atravesara de parte a parte.

-Dinos tu nombre, tu clan y la secta a la que perteneces. Para empezar.

Aquel cainita cambia su actitud ante la altiva arconte, bastó una sola mirada para doblegarse y bajar la vista clavándola en los pies de Agatha, dejando caer los hombros y las manos en su regazo ensangrentado, dócilmente responde.

-Mi nombre es Travis Vermont, 12va generación del clan Brujah no alineado (Antitribu) pertenezco al Sabbat.-

Me quedo callado mientras comienza el interrogatorio a Travis para que cuando el consejo interior de la Primogenitura se encargase de ello me vuelvo a hincar una rodilla en forma respetuosa y bajando mi rostro igual que mi mirada para decir lo siguiente: -Su Excelencia, si me permite continuar con el relato que aun faltan detalles por decir, pero además de ello, debó de advertir que por todas las situaciones que pase me encuentro un ¨poco¨ sediento de sangre y al ser ¨invitado¨ de la Arconte Agatha resalto que desde que nos encontramos no tuvo la amabilidad de preguntarme si necesitaba beber sangre, admito que estoy manteniendo la bestia a raya gracias a mi autocontrol y mi increíble fuerza de voluntad, así que solicito como ¨invitado¨ que soy de la Arconte poder beber sangre para que lo peor no pueda pasar. Sabía que la situación era muy tensa y que estaba tirando de hilos muy delgados pero las leyes dentro del Eliseo se debían de hacer cumplir como sea lugar y para agregar mas picante a la situación agregue: -Además de ello, solicito Santuario dentro del Eliseo dado que aún no poseo dominio propio dentro de la ciudad. Por todo lo que había aprendido hoy en día no es usual pedir refugio dentro de los Eliseos pero si hubo siglos donde los mismos daban esa hospitalidad a los extranjeros que llegaban a la ciudad hasta que pudieran poseer un Dominus propio el cual controlar. Y es capaz que la Príncipe no estuviera acostumbrada a que se le solicite refugio dentro del Eliseo pero también era una ley dentro del Eliseo que aquel vástago que lo solicitase se le daría Asilo dentro del Eliseo.

Una carcajada de la príncipe resuena en aquel recinto producto de la petición del Kiasyd en medio de un intenso interrogatorio.

Imelda levanta una mano nuevamente para que Agatha detenga su cuestionamiento y luego la príncipe mueva ligeramente los dedos para que el senescal haga su rauda aparición.

- Tome nota mi querido senescal...- Baja la mano hacia su regazo y luego dirige la mirada hacia el gran ventanal por el cuál se puede observar el horizonte incendiado, luego añade sin quitar la mirada de la ciudad en llamas.

-Declaro a este Kiasyd Jorge Lara descendiente de Marcos, vástago non grato en todo el dominus de Regina por lo que le doy una misericorde ventaja de una hora para que salga de cualquier territorio, plano, universo, aliado o enemigo de Regina, decretando una caza de sangre para todo aquel que a partir de la hora señalada lo encuentre en su camino y de no cumplir con mi sentencia el castigo con la muerte definitiva será marcado para cualquiera que tenga intenciones de ayudarle de cualquier manera.- Una mirada de hastío dirigida a Jorge Lara recibe acompañada de unas palabras en señal de despedida.

-Adelante Jorge Lara chiquillo descendiente de Marcos, anda a alimentarte, tienes una hora, y no hay necesidad de solicitar asilo a este Eliseo a menos que quieras enfrentar a tu destino.- Esta vez la intensidad de la mirada de la alta Ventrue se hace pesada y maléfica chasquea los dedos en alto para que una docena de sombras ingresen sigilosamente seis por cada lado rodeando a la comitiva presente al trono.

El senescal termina de escribir el edicto y luego dobla con sumo cuidado el papel el cuál se lo guarda en uno de sus bolsillos para extenderlo cuanto antes a la rata para su expedición y difusión a todo el dominus.

Luego se dirige hacia el Kiasyd ignorando a las sombras guardianas del Eliseo. De manera educada le señala con una mano la salida a Jorge Lara.

-Como ha escuchado a la magna Príncipe Imelda, usted tiene la oportunidad de salir dignamente por esa puerta antes de que sea obligado por las mismas guardianas de este Eliseo con métodos muy poco ortodoxos que si bien no se admiten armas si son bastante doloroso y poco dignos para nuestros invitados non gratos.-

El Senescal le vuelve a señalar la salida con la mano mientras las filas de guardianas del Eliseo permanecen inmóviles atentas a cualquier indicación de la Príncipe Imelda Díaz Cienfuegos.

Me levanto e inmediatamente después de eso hago una nueva reverencia,y salí por la puerta del Eliseo,me volví a colocar la mascara, y salí del Eliseo,era momento de comenzar la caza y solo después de hacer esto,antes que se acabara el tiempo me metería al portal. Había formas de sobrevivir a la caza de sangre y con la guerra que se inicio de 4 puntas estará muy ocupada la Príncipe para vigilarme correctamente. El juego acaba de comenzar.

Una vez Jorge ha salido, Agatha dirige una inclinación a Imelda en señal de respeto por su decisión. Lo cierto es que ese vástago empezaba a ser un grano en el culo, tanto exigir cosas y no aportar nada...

-Si lo desea, alta madre Imelda, podemos continuar con el sujeto.- el tiempo apremiaba de manera que, si la príncipe daba su permiso, Amary se vuelve hacia el prisionero y da vueltas entorno a él, irónicamente, como un cuervo.

-Háblanos del resto de los componentes del sabbat que se hayan en Regina.