Partida Rol por web

Swen comienza imaginar como su amada Randan atenaza la mente el árbol despertado, como constriñe sus pensamientos, mientras se desplaza lentamente apartándose del árbol y dirigiéndose al templo.

Me quedo paralizada mientras veo moverse al roble. Intento reaccionar y me doy cuenta de que no tengo armas para combatir, pero el grito de Aldar me da una idea y usando algunos leños de los que llevamos para hacer fuego por la noche decido hacer una fogata. Nerviosa amontono la leña e intento encenderla. Cuando veo que aparece el humo suspiro mas tranquila.

-He hecho fuego! Los que no tengais armas ayudaos con el!-mirando a mi alrededor busco algo que pueda usar para encenderlo y arrojarlo al arbol. 

Miro atonito el roble, esto no pinta nada bien, saco una de mi hachas arrojadizas intento apuntar pero.. es un arbol no tengo la menor idea de donde apuntar asi que miro al frente y la lanzo con todas mis fuerzas. despues me cubro con el escudo intentando evitar su ataque aunque no estoy seguro de como atacara, seguramente sus ramas seran como brazos.. me preparo para coger mi maza, si hace falta le rompere una a una sus ramas para que no pueda atacarnos. 

Desenfundo mi espada y me lanzo al ataque

Crixus es el único en lanzarse al combate cuerpo a cuerpo contra el árbol. Con un grito, propina un fuerte espadazo que se estrella contra el tronco, haciendo saltar pedazos de corteza por todos lados; Desgaraciadamente, el golpe no ha sido suficiente para el roble y éste contraataca con sus fuertes ramas que s emueven con torpeza pero con una fuerza sorprendente. Crixus logra desviar una de ellas con su escudo, pero a pesar de eso golpea su pierna y le dobla el tobillo en un ángulo muy feo. Crixus cae. Mientras tanto, los esfuerzos de los demás no sirven de mucho: Kenvent, Aldar y Kilder fallan sus conjuros, Erikand no logra clavarle su hacha y Loranda, mientra stanto, logra encender una buena hoguera.

Bien hecho loranda pienso maldita sea crixus, no te arriesgues tanto, Uso proteccion sobre crixus y luego corro hacia loranda para intentar prender una rama y usarla como arma. Espero que crixus aguante hasta que llegue..

Con mis armas no puedo aspirar a hacerle mucho daño a esa monstruosidad. El fuego es nuestra única oportunidad, pero para hacerle verdadero daño, necesitamos aceite, o algún otro líquido inflamable. Empiezo a registrar las cabañas.

- ¡Voy a buscar algo para que eso arda! -grito, mientras entro en la primera edificación.

-¡Rayos! -exclamo al ver la potencia del ataque del árbol monstruoso y la facilidad con la que tumba a Crixus. Me seco el sudor frío de la frente y empiezo a hacer aspavientos para atraer la atención del roble hacia mí. Con eso espero dar tiempo al resto para poder atacarle con aceite ardiendo y alejar al monstruo de Crixus. -¡Eh, tú, roble podrido! ¡Ven aquí! -grito agitando la espada-. ¿Quieres bailar conmigo un rato? -añado sin dejar de cubrirme con el escudo mientras me aparto del resto de mis compañeros y trato de situarme justo más allá del alcance de sus ramas.

Observo a mi pobre compañero en el suelo, y le lanzo el hechizo de curación:

-Crixus, levántate y anda, noooo, levántate y lucha, mejor dicho, esta noche la cena nos la prepararán con la leña de este árbol.

- No se si funcionará lo que voy a intentar... dormirlo. Si funciona será necesario que no lo ataquéis. Podremos embadurnarlo de aceite tranquilamente...

Swen sigue apartándose hacia el templo mientras entona un cántico -parece dilatarlo hasta que sus compañeros actúen-.

Justo antes de que Swen abra la boca para entonar sus canticos cojo un tronco y le prendo fuego, luego lo lanzo con todas mis fuerzas hacia el arbol esperando que arda de una maldita vez. 

Sintiendome recuperado de mi herida y reforzado por el conjuro de Erikand me levanto y ataco de nuevo.

Con Crixus por el suelo y kenvent llamando su atención, el árbol monstruoso decide cambiar de adversario. Afortunadamente para vosotros, sus ramas son fuertes pero torpes y no logran alcanzaros.

El ataque de Crixus fracasa, al igual que la extraña magia de Swen y el árbol no sufre ningún daño a pesar de los esfuerzos de Loranda por alcanzarle con el fuego.

Aldar, mientras tanto, ha encontrado bajo el cobertio del herrero un aceite inflamable que éste usaría para prender el fuego de su forja que podría ser útil, aunque está en un recipiente de piel que obliga a acercarse al árbol para usarlo efectivamente.

Con cara de circuntancia por haber fallado el hechizo anterior, intento concentrarme todo lo que pueda, ignorando a los demás copmpañeros, comienzo a realizar mi cántico incinerador.

Abro los ojos de forma desmesurada, y como si lanzase un empujón con las dos manos, el árbol comienza a arder.

-¡¡¡Jajaja, arde, arde!!!

Otra vez vuelve el brilo en mis ojos al ver fuego.

Descubres que el árbol es directament einmune al sueño, asi como a cualquier intento de posesión, desmoralización y en definitiva, a todo lo que ataque a la mente o la Inteligencia.

El fantasma que ha ido al templo t econfirma que hay varia spersonas en su interior, pero no te revela nada más sobre sus intenciones o emociones.

ostras, ¿entonces pongo la descripción y luego hago una tirada en otro post?

En un principio no he hecho trampas, el juego es el juego, como me dijiste que pusiee intensidad 10 para hacer algo de daño.

También entiendo que si fallo un conjuro con intensidad, pierdo todos los puntos de magia de la intensidad, ¿correcto?

Salgo de la fragua con la bolsa de piel llena de líquido inflamable firmemente sujeta contra el pecho. Avanzo agachado viendo como se desarrolla el combate a mi alrededor. Afortunadamente, parece que no llamo la atención del monstruo y me sitúo lo bastante cerca como para arrojarle el recipiente.

- ¡Arde, maldito monstruo! -susurro, mientras lo lanzo con todas mis fuerzas.

Blasfemo mientras la bolsa, de todo menos aerodinámica, pasa de largo y cae más allá del árbol.