Partida Rol por web

Jackie se termina su mojito y mira con los ojos como platos a Eneas...¿Estaba borracho? 

Por Zeus que lo estaba...

Se llevó la mano a la cara y mira como Eneas se cae en el trayecto para allá y va haciendo "eses". Jackie se ríe, aunque sabe que el chico no debía haberse bebido él solo todo eso. 

-¿Estás bien, rubiales?-pregunta aún sabiendo la respuesta.

-Me destornillo contigo Eneas-. Me termino el mio de un sorbo aun recostado-. Esto no durara mucho... mejor aprovechar mientras aun podamos- Murmuro para mi ya serio. Luego sonrio-. No sabes lo que te has perdido Jaqueline.

Levanto a Eneas, y le obligo a sentarse.

-Vale ya amigo. Suficiente por ahora. mañana no habrá quien te aguante y esta noche hay que buscar a Prometinto... Digo... Prometeo. Eso Prometeo.

Me levanto escuchando a Jackie y con un cambio radical digo -Mejorrr que nunca preciosssa, voy a pppor esa coca cola...-

-Nnno... voy yo, quédate ahí Jjjohanm

Después de un rato se la traigo y se la tiendo, llevando yo también otra de esas estrañas bebidas para mí y otra para Johan.

Coge el botellín de Coca-cola y le da un trago.

-No deberías beber más, Eneas.-le dice seria. 

Se acerca a él y le quita la copa.

-Cuando se te pase la borrachera te lo doy, ahora túmbate en tu toalla y quédate quietecito, ¿vale? Y tú deja de beber ya, Johan. No quiero tener que encargarme de vosotros dos. 

-Tranquila Jackie- Frunzo el ceño-. Jaqueline... no te gusta que te llame por el diminutivo ¿verdad? Perdona... voy a devolver las copas y a pagar. Cojo mi copa la de Eneas y las devuelvo en la barra. Me quedo un rato hablando con los de por ahí.

Cuando me dice que me tumbe la miro a los ojos y suelto -T-tienes unos ojoss increibless, aunque ttú eres increeeible Jackie- Contesto antes de tumbarme pero en su regazo, como un niño pequeño en vez de en la toalla.

En realidad, sí lo había dicho y hecho por el alcohol, pero era algo que deseaba decir y hacer y el alcohol me había dado valor.

-Gracias, Johan.-dice agradecida. 

Mira al chico, apoyado en su regazo y se ríe. 

Si se viera...Que dolor de cabeza va a tener mañana...

Le acaricia el pelo con dulzura, juguetea con sus mechones rubios mientras le da un trago a su coca-cola. 

-Gracias borrachín, tú también lo eres-suelta una carcajada. Le hace gracia esa situación-¿Estás mejor, rubiales?

Me giro ante su pregunta acercando mi rostro a sus manos para que me lo acariciase -Ss-í, aqquí esstoy mmuy bien- Digo cogiéndole su otra mano y cerrando los ojos, no quería moverme de ahí por nada del mundo.

Jackie se ríe y acaricia el rostro de Eneas. En circunstancias normales, seguramente al chico le hubiesen dado tres infartos. 

Pensaba que se estaba aprovechando de la situación haciendo eso, pero mientras el chico estuviese tranquilo y no hiciese el tonto...

-Me refería a la borrachera, idiota. Que si se te ha bajado un poco-sigue riéndose y se tumba boca arriba; aunque deja su mano acariciando al chico. 

-Puess, no sse, un poco...- Digo después de un rato pensando en sus palabras, miro a mi alrededor y observo que se ha ido Johan ¿qué estará haciendo ese...?

Me acomodo, moviendome con un poco de esfuerzo tumbándome junto con Jackie y mirandola a la cara, acariciándole la mejilla -Tieness arena a... ahí...- Termino con una sonrisa, lo de la arena era verdad.

-Oh, gracias.-se toca el sitio donde Eneas había apartado la arena y sonríe.-Tú tienes arena por todos lados, por la caída de antes, torpe.-se ríe y le quita un poco de arena que tenía en la cara. 

Se acomoda poniéndose de lado, apoyando la cabeza sobre un brazo y alejándose un poco del rostro de Eneas, quería evitar aprovecharse aún más de la situación. 

-Ains...qué voy a hacer contigo, rubiales...-dice moviendo la cabeza mientras se ríe. 

Cuando se aleja puedo ver perfectamente su rostro, ni siquiera me acuerdo de mi timidez, y por alguna razón tampoco pienso en que ella es mi amiga -L-lo que quierass- Susurro, sin duda algo que no hubiera hecho nunca, sí, era verdad y lo sentía pero de ahí a decirlo iba un gran trecho... al menos para mí.

La abrazo pegándome a ella, pero no era un abrazo como los que antes nos habíamos dado, era bastante distinto. Aunque dejo un espacio pequeño entre nuestras caras para poder verla bien, lo que por alguna razón me hacía sonreir.

Se ríe, aunque le sale más una risita tonta que su risa normal.

Si supieses lo que quiero...

Lo tiene tan cerca que podría contar una a una sus pestañas. Libera uno de sus brazos y, tras quitarle arena de la frente, la besa dulcemente y suspira. Esperaba que el chico se diese por satisfecho, si no solía dar abrazos, los besos eran menos comunes aún.

-Definitivamente, no sé que hacer contigo, Eneas-confirma riéndose, esta vez algo más parecido a su risa tranquila y resuelta. 

Nunca me había besado, nunca... intenté ver en su mirada algo que no podía ver y sin embargo ese beso había significado para mí mucho menos que el abrazo de antes en el agua.

Desde luego, aunque había cogido mucho valor había algo que no me atrevía a hacer así por las buenas, aunqeu lo deseaba. Olvidando las peticiones y los deseos de Jackie se lo dije -Quiero bessarte... de v-verdad...- Recalco esto último, poniéndome algo rojo a pesar de mi estado.

¡Qué demonios! Ella también quería besarle, llevaba mucho tiempo muriéndose por hacerlo. 

Pero no. No quería que su primer beso fuese así. No ahí ni en ese momento. 

Quería besarle, era cierto...Pero quería besar a Eneas, su mejor amigo, el ingenuo y dulce de Eneas...no a su versión borracha.

Suspiró y abrazó a Eneas. 

-Mejor en otro momento, ¿vale?-le susurró. 

-Eres... una chica fanntasstica, no... fantastica no... la mejor- Le contesto devolviéndole el abrazo, creyendo saber sus intenciones.

En el abrazo aproveché para acariciar su pelo, algo que nunca había hecho pero aunque me pareciera una tontería, deseaba hacer.

Se rió en su hombro:

-Meh...lo sé.-dijo con falsa fanfarronería-Pero por detrás mía, muy, muy cerca, estás tú. Es más, creo que eres mejor que yo.-concluyó en un ataque de sinceridad. Probablemente no se acordase después...

Le gustaba que acariciase su pelo, nunca lo habían hecho antes y era agradable. Cerró los ojos y disfrutó de esa sensación. Intentando olvidarse del estado de embriaguez de Eneas, de lo que sentía por él, la misión, la advertencia de Afrodita...De todo. En ese momento solo existían ella, Eneas, el calor de su cuerpo y las caricias en su cabello.

-Creo, que siempre tendré Brasil en mi memoria- Contesto totalmente sincero a sus palabras mientras la mano que tenía libre acariciaba su espalda, las yemas de mis dedos se paseaban rozando su piel, que al contacto estaba cálida, no había sentido en mis manos algo tan suave. Ni el tacto de las plumas de las flechas, estuve ahí, disfrutando de esa sensación... sólo esperaba que, una vez pasado el efecto de la bebida, no se fueran mis actos con él.

-Yo también, Eneas.-contestó. 

Las caricias de Eneas creaban sensaciones extrañas en la chica. Le gustaban y le ponían la piel de gallina. De vez en cuando la  espalda de Jackie se arqueaba levemente en contra de su voluntad, intentando facilitar el camino de los dedos. Se puso roja ante esas sensaciones. 

-Ojalá no estuvieses borracho, rubito...-se rió con algo de pesar en su pequeña carcajada. 

-Quizás, cuando se me pase... no vuelva a ser el mismo...- Al menos si recuerdo todos esos momentos, siempre decían que el alcohol borraba la memoria, solo esperaba no haber bebido tanto como para olvidar eso, mis dedos no se apartaban de su piel incluso los pasé por su cuello, después los acerqué a su pecho, sin tocarlo pero es algo que antes me habría matado de tan sólo pensarlo, después los subi a su mejilla y dejé mi mano ahí apoyada.