Partida Rol por web

La señorita de rececepcion sonrie y asiente.

-Claro, cuantas habitaciones has dicho querida?

-Y ya que estamos... yo me pondría con Johan si a él no le importa... me debe un par de explicaciones- Comento.

Miro a Holden y le pregunto:

-¿Con la chica o sin la chica?

Escucho a Johan y digo:

-No fue para tanto, como vi que desarmado no podía con él, y Holden tampoco pues hice lo que pude para llevármelo de allí. Después nos encontró el sátiro.

-Dos habitaciones dobles y una triple, por favor-pide amablemente a la recepcionista.

Disimula su cara de exasperación con una sonrisa cándida y dulce.

Mientras el niño me deje dormir....

-Ya veo... Aun así dice mucho de vosotros.- Meto las manos en el bolsillo nervioso.- Lo que daría por un poco de chatarra...

-No me digas que tu tambien has traido látigos Eneas...

Ella asiente y entrega las llaves.

Primer piso habitaciones 105, 106 y la triple la 112

-No, me temo que Hades no me lo ha dado pero me debes un par de conversaciones y lo sabes- Cotesto.

-De acuerdo, muchísimas gracias-coge las llave y las sostiene en la mano.

Se separa del mostrador y va con el grupo.

-Está bien...Ahora decidme quienes van en cada habitación, hay dos dobles y una triple. A mi me da igual con quien dormir, mientras me deje hacerlo, claro.

Me encojo de hombros.

-No sé, mientras no haga ruidos raros por la noche me parece bien - Sonrío - Pero vamos, no los ha hecho durante el día, a si que supongo que durante la noche tampoco lo hará.

-Y lo del minotauro no fue para tanto, lo tenía controlado de no ser porque medía como tres metros ¿no podía venir un minotauro más bajito? Es que no es justo que tenga que enfrentarme contra alguien que no sea de mi talla.

Me giro hacia la chica - ¿Yo puedo llamarte así o yo tampoco? Aunque si lo prefieres puedo llamarte "Jasu".

Me cargo mi mochila a la espalda sorprendido de que nadie vea las espadas.

Le preguntaré a Sulli luego...

-Yo y Holden, contigo, si quieres, vamos... - digo, encogiéndome de hombros.

-La de tres para Alcander Eneas y yo, la doble para ti y Damian y la otra para Holden y Lukas. ¿Conformes?

-Pues ale...- No me hacía gracia ir con alguien que no conocía apenas como Alcander, además no sé si Johan hablará de ese tema estando su medio-hermano ahí.

- No tengo problema sobre con quien compartir dormitorio, metedme con quien querais.

Jackie sonríe ante la petición del niño. Ese chico hacía que se ablandase un poco, era muy tierno y divertido.

Puso la mano en la barbilla como si pensase y dijo:

-Bueno, si quieres llamarme Jasu, hazlo.-sonrió y le revolvió el cabello.-Bueno...de acuerdo.

Reparte las llaves:

112: Eneas, Alcander y Johan

105: Lukas y Holden

106: Damian y Jackie

-Genial entonces-recoge sus cosas y se dirige al pelirrojo-Más te vale dejarme dormir, guerrero.

Cojo las llaves y digo:

-Bueno, hasta mañana supongo, yo tengo sueño - digo, tras el día tan largo vivido - mañana será otro día, que duerman bien. Vamos Holden.

Me dirijo ya hacia la habitación contento porque voy a poder dormir bien.

Sonriente sigo a Lukas por el pasillo.

-Hasta mañana a todos, y procurad dormir bien, un sueño reparador y un buen desayuno es la base de todo chico que quiera crecer - Digo parafraseando lo que siempre le decía mi madre a David, conmigo no le hacía falta, no recuerdo una noche en que no haya podido dormir, de hecho incluso a veces estaba deseando acostarme nada más cenar y mi madre no me dejaba.

Asiento y cojo mis cosas.

-¿Entonces dormir y mañana investigar? Me parece bien.- Voy tirando para la habitacion.- ¿De que quieres hablar Eneas? te advierto que tengo poca experiencia con el sexo opuesto.

Al escuchar la frase de Johan resbalo por las escaleras y caigo de nuevo al piso inferior -¡AU! ¡¿Por qué todo el mundo piensa lo mismo?- Respondo subiendo con gran vergüenza de nuevo.

¿Y tu que crees Alcander?- Sonrio y le tiendo la mano a Eneas- Venga hombre que te tomaba el pelo.

Abro la puerta, dejo pasar a Holden y lanzo mi mochila a la primera cama que veo.

-Bueno, ya tengo la cama por la que pagaba hace diez minutos... ¡qué sueño!

Me desvisto, me pongo el pijama y dejo las espadas en la mesilla de noche. Dejo la ropa en una silla, ya que ni la ropa interior está sucia. Y el neceser encima del montón de ropa. Me tumbo en la cama y me arropo con el edredón.

-Buenas noches, a no ser que te apetezca hablar.