Partida Rol por web

-Verdad,  verdad...

Contestó Stephen, sin darle tregua a la comida, solo haciendo pausas para darle algún trago al agua. Cuando despachó la comida, se limpió los labios con un pañuelo.

-Sin duda, lo mejor que tiene Golden Forest es el señor Garrow y su comida.

Añadió.

El segundo plato llega: unas deliciosas hamburguesas que se muestran de la siguiente manera:

Las mismas, dos por plato, son de un color pálido, bastante claras, acompañadas de tiras de cebollas fritas y una nueva salsa de color mostaza, algo líquida. Garrow explica la receta minuciosamente, dando muchos detalles bastante entusiasmado. Desde luego, se le notaba que disfrutaba cocinando. Las mismas se encuentran bastante sabrosas.

Posteriormente llega el postre, una auténtica compota de manzana que endulza una cena donde, de comerlo todo, acabáis bastante satisfechos. El tiempo ha pasado deprisa entre bocado y bocado, con alguna charla ocasional sobre vuestras vidas sin entrar en temas muy personales, trivialidades sobre Golden Forest y el frío que hace en Maine en invierno y el alto precio de la gasolina, hinchada de impuestos. Nada importante.

Finalmente, la cena ha durado más de lo esperado, y son aproximadamente las 21:45 h. Garrow se acerca de nuevo con una sonrisa mientras recoge los platos y los coloca en su carrito de metal. Tiene el delantal algo sucio, posiblemente de toda la faena que tiene montada en la habitación de al lado.

Caballeros, señoritas, espero hayan disfrutado de la cena. Naturalmente, les recomiendo algo de descanso en nuestra sala de estar. Tengo en el cajón de abajo de la televisión algunas películas que podrán visionar en uno de esos cacharros modernos, unos videos. (sin acento en la i) Hace una pausa. Luego, podrán irse a descansar. Mañana por la tarde noche es la Fiesta del Círculo, una festividad única en el año, y que servirá como estupendo colofón a su estancia en este lugar, pues al día siguiente a la tarde tendrán que marcharse. Comenta no con cierta reticencia.

La comida del Señor Garrow era de lo mejor que había probado nunca. Con esto de trabajar en casi todos los turnos me había acostumbrado a la comida rápida, esa que tanto había odiado anteriormente.

Sonreí satisfecha al terminar la cena. Todo ha estado estupendo, señor Garrow. Es un excelente cocinero, de verdad. Díganos, ¿en qué consiste la Fiesta del círculo? - pregunté, con algo de curiosidad. Realmente me interesaba pasar un buen rato después de lo que nos había ocurrido hoy.

El actor recibió el nuevo plato con los brazos abiertos. Reafirmaba lo que había dicho antes: lo único positivo que se llevaba de Golden Forest era la comida de Garrow.

Decidió que hoy tirar la casa por la ventana y tomar unas copas de vino, total, él lo tenía controlado, no iba a recaer por eso. Estaba seguro.

Asintió a la pregunta de Lydia.

-Eso, cuéntenos, ¿es como la fiesta de la fresa o algo así?

Garrow, que andaba recogiendo partes de la comida y limpiando el suelo, os mira con entusiasmo. Oh, desde luego. Es una celebración que hacemos todos los años desde la unfdación del pueblo. Al parecer, fueron ingleses que encontraron en la linde de este estupendo un bosque un lugar donde asentarse, creando una pequeña comunidad que ha desembocado en lo que somos actualmente. Hace una pausa y se agacha para recoger un par de pelusas. Pero eso es otra fiesta. Aquí siempre hemos sido muy devotos ¿saben? Es una manera de agradecer los servicios prestados a nuestra comunidad. Para ello, hacemos una fiesta donde comemos, bebemos, bailamos y pasamos una estupenda noche. Comenta con una sonrisa. Por eso siempre traemos huéspedes hacia estas fechas. Es un buen momento para conocer las bondades de Golden Forest. Sentencia con una sonrisa.

Tras esto, se asoma a la única ventana que hay en esa sala. Ya es noche cerrada. Imagino que con el día tan desafortunado que han tenido estarán cansados. Comenta con seriedad. Les aconsejo que tomen un buen descanso en nuestras habitaciones. Mañana será un día de fiesta y hay que estar lo mejor preparado posible.

Asiento mientras me desperezo. Miro a los demás y hago un sutil gesto de despedida de la mano. Tiene razón, señor Garrow. Yo me despido ya, mañana nos veremos para desayunar. Miro a Yi-Jie. Hey Song, dejaremos eso para mañana. Espero que no te importe. Luego saludo a los demás y voy hacia las escaleras: estaba bastante cansada. Buenas noches a todos.

Disfrutó con la comida, y más aún al ver que su marido tambien comía con ganas. Todo aquello estaba delicioso, cocinaba mucho mejor que cualquiera de esos chefs que tienen tantos premios, a ella le encantaba la comida casera.

- Todo ha estado delicioso

Sentenció cuando se limpiaba la boca al terminar ya el último plato y escuchó lo que comentó el señor Garrow sobre la fiesta.

- Bueno.. seguro que es divertida..

Comentó en voz alta aunque en realidad pensaba todo lo contrario, por el pequeño encontronazo que tuvieron hoy. Sonrió al hombre y asintió.

- Buenas noches Eva.. ¿Nos vamos a la cama?

Preguntó a su marido.

Tras la explicación del señor Garrow, a Steve no le quedó muy claro qué era, pero no iba a seguir mareando la perdiz.

-Oh vaya, yo intentando quitarme de encima a esos...

Evitó decir una palabra mal sonante.

-...vecinos. Y tendré que encontrármelos en la fiesta.

Murmuró. Limpio la copa de un trago y se limpió los labios de nuevo.

-Buenas noches Eva, señor Song, Lydia, señor Garrow.

Se despidió de cada uno y luego se dejó llevar por su esposa hasta su cuarto, como si no recordara el camino.

Cuando llegué a la habitación, me senté un rato en la cama. Tenía la barriga demasiado llena como para irme a dormir ya, pero me dolían bastante los pies, así que tampoco me apetecía dar más paseos.

La comida había estado riquísima, como todos los días. Al principio fui reacia a comer hamburguesas, pero estas no tenían nada que ver con las que servían en los fast food, ni eran tan grasientas ni tenían tan mala pinta. Sin duda, echaría de menos la comida de Golden Forest.

En medio de mis pensamientos me fue poco a poco entrando sueño. Me puse mi ropa para dormir y me metí en la cama. Mañana iríamos a la Fiesta del Círculo... círculo... ¿sería aquel círculo de piedras del bosque el lugar donde se celebrara? Eso me recordó a Max... ¿estarían buscándole, le habrían encontrado ya?

Bostecé enérgicamente, me acurruqué en la cama para huir del frío y cerré los ojos.

-Buenas noches a todos, entonces- dije mientras veía que mis compañeros empezaban a marcharse del lugar, para descansar. Quizá sea lo mejor... hoy ha sido un día extremadamente raro y nada mejor que un buen descanso para pensar las cosas, que la noche de ayer tampoco fue la mejor...

-Ya nos veremos mañana a la hora del desayuno, señor Garrow, Song, Aisha, Steve, Eva... que descansen- sonreí levemente y empecé a avanzar para ir a mi habitación.

Se lleva a su marido cogido de la mano hacia su cuarto, le mira de vez en cuando y le sonrie, pero no dice nada. Espera a que estén en su cuarto para hablar, como si temiera que alguien más les escuchara, y en parte era así.. no quería que el dueño del hotel la escuchara. Una vez dentro, cuando se cerró la puerta le habló.

- ¿Te ha sentado bien la cena? Ha estado muy rica, ¿verdad?

Se acerca al armario y se quita la chaqueta para colgarla en su percha, después saca el pijama para cambiarse.

- ¿Sabes? Garrow parece el Sheriff del pueblo, parece que todos hacen lo que dicen.. Porque si no, ¿a qué viene que mañana vayamos a la fiesta? Dudo que nos miren con buena cara..

Dice mientras se cambia.

Steve estaba algo callado esa noche. Particularmente callado. Estaba un poco en su mundo, y el sabor del vino aun le bailaba en su boca, trayéndole viejos recuerdos. La voz de su mujer le hizo despertar y mirarla. Se acarició la tripa con la mano.

-No lo sé, estaba riquísimo pero...supongo que lo averiguaremos.

El actor se quitó el jersey y la camisa, la dobló sobre la cama y luego hizo lo mismo con los pantalones. Esa noche prefirió dormir algo más fresco, en ropa interior. Guardó la ropa en la maleta.

-Tal vez, muchos hablaban de Garrow como algo aparte al pueblo.

Steve, agachado delante de la maleta, dejó todo lo que hacía y arrugó el ceño.

-No puedo evitar pensar en el tipo del bigote. Él decía que nos fueramos, pero no ponía demasiado énfasis ¿sería un aviso? Si quiero que alguien se vaya de mi pueblo, lo normal es asustarle.

Se encogió de hombros, no sabía que decir ni que pensar de todo aquello.

- Su mirada era extraña, como si lo dijera por decir.. no sé si me explico

Se sentó en la cama con las piernas recogidas y se hizo una coleta mientras le miraba.

- De todas formas, no nos cruzaremos con ellos, intentemos evitarles mañana. Habrá que asistir por no hacer ese feo.. pero no hablaremos con ellos. Me dan escalofríos pensar en la cara de la mujer..

Arrugó la nariz y el ceño al pensar en la cara de la mujer. Se estiró para coger el botecito de crema y se colocó de nuevo como estaba sentada para darse la crema en la cara.

- En vez de hablar de nosotros.. de dedicarnos a nosotros.. el tema de la gente y del pueblo ocupa nuestra conversación.

Rie, cierra los ojos para darse bien la crema por todos lados.

- Buenas noches - comento, mientras me levanto y me pongo las manos en los bolsillos con los hombros caídos. El aire dejado, monótono, distante y serio de mi voz se hace incluso más patente que de costumbre, mostrando con claridad mis deseos de poder descansar y poder disfrutar de la capacidad de dejar de existir, por momentos, en el resto del mundo. A pesar del buen sabor de la cena, los malos pensamientos y las preocupaciones no habían parado de azotarme desde entonces. Realmente, ¿estaba mereciendo la pena haberme alejado de mi esposa por unas supuestas vacaciones que necesitaba para desestresarme? De momento sólo había disfrutado, irónicamente hablando, la pérdida de un hosco y envejecido guía, además de aquel encontronazo con aquellos individuos del antro con los que no querría coincidir otra vez en mi vida y a los que seguramente vería en el festival otra vez. Todo esto me estaba desanimando, al igual que el hecho de pensar que en apenas 2 días volvería a ver de nuevo a ese cretino de Joe y a mi existencia condenada a un trabajo eterno sin descanso y sin recompensa.

Desde luego, no sé que clase de ente más miserable he tenido que ser en otra vida anterior para estar sufriendo todo esto que me incumbe. Esperando al menos tener unos dulces sueños, marcho a mi habitación para darme una ducha, ponerme ropa cómoda e irme a dormir.

Stephen sonrió y le dió la razón a su mujer.

-Lo sé, no ha sido buena idea venir.

El actor se puso en pie y se acercó a la cama, cogió su libro de la mesilla y se metió bajo la sábana, miró a Aisha y luego sonrió, le extendió un poco la crema con sus dedos y luego limpió los mismos en la nariz de ella, como si fuera la nata de un pastel. Se le escapó una carcajada y luego volvió la vista al libro de Tai chi.

-Mañana ya nos iremos, no te preocupes.

Rie por lo que le hace y deja el bote en la mesa. Le sigue con la mirada y ve que se pone a leer.

- Tu mujer está a falta de cariño.. ¿y tú te pones a leer?

Bromea y le quita el libro escondiendolo detrás de ella.

- No se te ocurren mejores cosas que hacer..??

Dice con una sonrisa pícara.

Cerramos escena y continuamos. Tanto Aisha como Steve están en la maravillosa Suiza hasta el 16 de Marzo.