Partida Rol por web

Por eso necesitaban a alguien como él que sabía lo que costaban esas cosas, lanzó una mirada a Golan diciendo “Ves? Este tío sabe”.

-No es problema- dijo a lo del dinero –obviamente pensaba tirar de mi piso para muchas cosas, me refiero a hacer mudanza, en principio no quería venderlo pero ahora que lo pienso… desde que he vuelto he pasado en él cuatro días locos y tampoco es que lo eche de menos, además así saco más pasta y vamos más holgados. No se si tú querras conservar el tuyo, ahí no me meto, son tus cosas- sonrió a su chico queriendo decir que tenía total libertad y que no se molestaría si prefería seguir teniéndolo. –Tienes razón en lo del trastero, el espacio está pagado por un año y no está de más tenerlo ahí por si acaso, pero todo lo que tiene me lo traeré- incluido el poster… madre mía el poster… temía el momento en que Golan lo viera –Por supuesto que había pensado en tu minuta, leche, eso iba aparte del dinero que te había dicho, joder que aquí todos tenemos facturas que pagar- le guiñó un ojo –Con helipuerto me refería a pista de aterrizaje, osea que tenga lo básico si acaso para repostar y alguna reparación puntual, pero ya está, y la piscina pues no se si sería mejor acondicionar una de las azoteas en lugar de excavarla, me mola un huevo la idea de un techo de cristal pero claro… será caro de cojones y no se si sirve a nuestros propósitos de seguridad- estaba anocheciendo y le dio un poco de fresco, se notaba la diferencia de temperatura con respecto a la ciudad, las vistas ganaban puntos por momentos –por cierto a Golan le gusta mucho el arte urbano, enseñale las fotos…- le codeó para que le mostrara fotos de su casa –habíamos pensado que sería guay contratar un grafitero para que nos hiciera un mural chulo en los exteriores, eso sí, el cráneo se queda-  se frotó los brazos, con eso de que estaba con la regla empezaba a tener el cuerpo cansado, por eso tenía fresco, hambre y una necesidad imperativa de cambiarse la compresa.
-A todo esto digo yo que algo le podremos sacar a la emisora no? Me refiero a venderla, ganaría un montón de espacio eliminando la torreta…- el sitio empezaba a ponerse oscuro y ella estaba hasta los webers de andar en mitad de la nada –el sistema de vigilancia por descontado había pensado en ti y a quien llamar*… pues obviamente a la poli aquí no la quiero ni en foto, los tanques suenan bien- sacó la lengua bromista –oye chicos… si quereis seguir hablando… que os parece si vamos al Rex y seguimos mientras comemos?-

Solo cuanto las puertas del metro se cerraron tras nosotros y nos sentamos cerca de la salida pude relajar las nalgas. Me encontraba en un estado de vacío emocional. Igual era por sobrecarga, pero a ratos me importaba todo una mierda. Mary debió percibir esto y rompió el silencio.

- Me encantaría ver tu piso. Después de todo tú ya conoces el mio. - dije con media sonrisa. El sentido del humor era uno de mis fuertes aunque no todo el mundo lo supiera. Me ayudaba a tomarme las cosas con calma.

- Eres rápida... No había pensado en nada parecido. Me parece buena idea, seguro que por unos cuantos pavos les dicen lo que nos de la gana.

Debieron hacer trasbordo en varias líneas, hasta llegar a una zona deprimida de la ciudad. La gente no solía ir por allí, no a pie, excepto para comprar droga. De camino, vieron algunos videos de declaraciones de terroristas, tomando nota de cual era el típico mensaje que solían hacer para reivindicar atentados, copiando las fórmulas y oraciones que solían usar.

Eran las doce de la noche, y la actividad en la zona era poco recomendable. Prostitutas baratas, vigiladas por sus chulos, y pordioseros que dormían bajo cartones o se calentaban a la vera del fuego, a tiro de piedra de una solitaria playa. No era quizá la mejor hora para encontrar pordioseros, pero era mejor dar cuanto antes una versión sobre el suceso que la policía y la prensa se tragara a pies juntillas. Las agencias de prensa y periódicos trabajaban por las noches, para sacar los periódicos a la mañana siguiente. Se habían apuntado tres números en un papel: eran dos agencias de prensa de reconocido prestigio, y el número de la central de la policía.

Ahora solo había que buscar quien pronunciara esas palabras a precio módico. Caminaban con tranquilidad, pues llevaban una bolsa con armas y explosivos. Quien creyera que eran dos primos fáciles de atracar se podía caer con todo el equipo.

Siguieron hablando sobre el proyecto, y dejaron todo bien atado. Una copia de las llaves para Zero, y el compromiso de ir siguiendo las obras. Habría que hacer muchas llamadas, pero más o menos quedó trazado qué es lo que querían. Pensaron en ir por partes. Primero, la casa. Y cuando fueran pasando los meses y acumulando dinero, se currarían los jardines, edificio anexo, etc.

El sistema de seguridad del edificio, empero, debía tener prioridad, por motivos obvios.

Se fueron a dormir, bastante cansados por todo el ajetreo y darle vueltas a la cabeza todo el día. Y amaneció al día siguiente en el motel de paletovilla, con un hombre dormido en la cama y la compresa que parecía el desembarco de Normandía.

Tío Gun, 7:45 a.m
Hwan, 1:45 a.m de ayer.

Mensajes privados:

Raúl: Chamaquita, desías que me ibas a llamar.
Raúl: Tengo una carrera que te puede interesar, es solo de bólidos de alta gama, no es triatlón.
Raúl: Es un amistoso. Son quinse mil por partisipar.
Raúl: El ganador se lleva 250.000 en metálico.
Raúl: Si te interesa llámame. Cambié mi número, ahora es XXXXXXXX

Wook: ¿Donde andas, tía?
Wook: Me he pasado por el piso y no estabas.

La cena estuvo bien, acabaron con la cabeza como un bombo de tanto fleco que había que atar y aunque iban a ser días de mucho teléfono, idas y venidas, esas horas de charla con papel y lápiz iban a ahorrar mucho trabajo y mareos. Al final, a los postres, estaban hablando de otras historias animadamente. Tenía muchas ganas de presentar a Golan a su gente, la familia… era algo más delicado.
Se despidieron con Queen pidiendo a Zero que transmitiera a los demás un informe de situación (aclarar el tema del “ataque terrorista”, su paradero, etc, etc, etc…).

Llegaron derrengados al bungaló, fue todo un detalle por parte de su chico quedarse con ella en lugar de volver a su cómoda casa. Sentada en la cama se vio abrumada, en cuestión de días había atracado un casino, había escapado a un secuestro, había asistido al velatorio de su padre, convertido en empresaria, se había prometido y acababa de comprar una casa ¿Qué sería lo siguiente? Daba vértigo, por suerte tenía a su hombre, su ancla. Se durmieron abrazados echando de menos a Shirkan hecho un rosco.

Como un zombi, al despertarse, lo primero de todo fue ducharse y cambiarse de compresa. Eso era una masacre y no lo del “Gran Muralla”. “Terroristas”… todavía se le escapaba la risa al recordarlo. Volvió a la cama y revisó el móvil mientras acariciaba el pelo de Golan.
-Mecawen! pinche puto…- se le escapó al ver los mensajitos de Raúl –mal rayo te parta cabrito…- rechinó entre dientes. Tenía ganas de echárselo a la cara, ese mierda seguro que sabía todo y ahí estaba haciéndose el tonto –Chamaquita tus muertos!- su novio se revolvió con tanto cuchicheo, ya iba tocando levantarse.
Guassup para Wook:
-Pfff
-locura total
-no pued volver al piso
-no t han contado?
-Como lo yevas?
-mens mal q Hwan t tiene al lado
-gracias tía

Guassup para Hwan:
-No vi tu llamada anoche
-como va todo?
-como stas?
-Hablams cuando kiers
-TQ

Antes de responder a Raúl prefirió devolver la llamada a su tío, se puso un poco nerviosa.

-Hola. Te he llamado temprano, no se si te he molestado. No se exactamente donde andas, pero veo que no te va mal. Me he enterado de que te has comprado un sitio lejos de la ciudad. Me parece bien. Por experiencia propia te digo que vivir cerca del enemigo es un asunto complicado.

Hizo una pausa.

-Te habrás enterado de lo de mi hijo. Intentaron cargarle el muerto. Pero hicimos un apaño -no dió más detalles- Espero que no hayas descuidado tus planes. ¿Necesitas algo, estás bien? Hay mucho trabajo por delante. Verás... he localizado a tu madre, tengo gente que la sigue. Ahora está viviendo en el piso de uno sus amantes, un político. Estará preparando otro movimiento, claro está. He pagado a unos paparazzi para que le echen fotos, recolectando pruebas para el juicio. Pero tenemos que conseguir a alguien en la policía, o el gobierno, para que nos allane el camino.

-Buenos días… no digas tonterías, tu nunca molestas, es que me has pillado en la ducha. Que bien informado te veo… jeje. No os lo conté el día del velatorio porque en fin… la situación era la que era… pero la noche antes del asesinato de papá intentaron secuestrarme, así que como no puedo volver a mi casa ni a ningún otro sitio habitual sin hacerlo como un puñetero ninja… he pensado que mejor me vengo a vivir a un sitio que pueda controlar. Me da un poco de pena deshacerme del piso pero… en fin, es lo que toca…- se rascó la cabeza apoyando el codo en las rodillas -¿Y tu… que tal lo llevas? ¿Como están la abuela y el peque?... Sí, ya me han contado lo de Hwoarang, hace buen tándem con Mary, maniobraron de forma muy inteligente. No te preocupes por mí, por ahora voy bien, tengo algunas novedades que contarte pero mejor para cuando nos veamos- Golan se estaba desperezando y ella le sonrió –Ah, mamá… cuanto más tiempo pasa más de acuerdo estoy contigo sobre que hacer, se me revuelve el estómago solo de pensar en ella…- tragó saliva como si tragara hiel “el gobierno…” –emm… a lo peor es aliarse con el diablo pero… supongo que has oído hablar de Toreno, me lo he cruzado y bueno… tuvimos un intercambio de impresiones- ni puta ilusión de aceptar el trato con ese tío pero… -A todo esto… Raúl me ha ofrecido una de sus carreras haciéndose el nuevo, voy a aceptar- miró a Fehr, tenían que hablar de ese tema –por cierto, sobre la nueva casa… había pensado en pedirte unos cuantos hombres para la seguridad, no se como andarás de efectivos, si no… contrato una empresa privada pero… sinceramente confío más en ti que en unos desconocidos claro está…-

-Me parece bien, pero me tendrás que contar donde es, para visitarte. No me lo digas por aquí, mejor en persona. ¿Yo? Como siempre. Ahora, paradójicamente, más tranquilo. Parece que se están concentrando en vosotros, a mi ya me tienen ya muy intentado al parecer.

Se le escuchó sonreír.

-Si, creo que esos dos son algo más que amigos. Pero me alegro. A mi hijo siempre le han gustado las mujeres muy recatadas, asiáticas. Pero una mujer de carácter le conviene, y más una que sepa guardarle las espaldas.

Luego se puso más serio.

-Sí, he oído hablar de él. Es peligroso, por que además de para el gobierno trabaja para si mismo. No se si me entiendes. No conoce amigo, y traiciona cuando le conviene. Pero un hombre así tiene poder para allanarnos el camino con los políticos y la policía, para servirnos en bandeja a la organización china. Lo dejo a tu criterio...

Sobre lo de la carrera no tuvo nada que añadir. Era decisión suya.

-No hay problema. Siempre hay un par de brazos coreanos dispuestos a ayudarnos. Digamos que las guerras entre Chinatown y Koreatown son frecuentes. Así que no tendría que convencerlos de que te protegan. Lo harán encantados.

-Si quieres nos vemos esta mañana y actualizamos la agenda, yo tampoco quiero hablar mucho por aquí, que ya se sabe... tu pones hora y lugar-

-Mmmmm. Entonces nos vemos a media mañana, en el Seoul Pavilion de Korea Town. No hay lugar más seguro en toda la ciudad para nosotros. Yo te invito a comer. ¿Las doce y media te viene bien?

De vuelta a San Fierro. Tenía que recoger su deportivo para el viernes, además de otras gestiones como las de la mudanza y similar. Así que el viaje no sería en balde. Golan tampoco podía estar tanto tiempo separado del piso, por que había cosas que también debía arreglar, entre ellas comenzar a pensar en una boda, y alimentar a un gato.

Lo dejó en su piso, y decidió ir sola a la reunión. Aquello era un encuentro entre chois, y aunque tenía ganas de presentarle a Golan a su familia, mejor hacerlo cuando no hablaran de matar a gente ni esas cosas. Lo suyo era una fiesta o similar. Un ambiente distendido.

Korea Town, también conocida como Little Seoul, era el tradicional barrio para los inmigrantes de ésta nación. Afortunadamente, el perfil del inmigrante coreano cambió a partir de los 80, de un currante que huía de un país dictatorial a un profesional de clase media-alta de una nación en continuo y espectacular crecimiento económico. Y eso había repercutido en que el barrio había mejorado bastante, además de contener las sedes de algunas de las compañías de tecnología y manufacturas por la que su patria chica era famosa.

Alejándose de las nuevas calles, de los altos edificios y las tiendas pijas, estaba el viejo barrio. El barrio de casitas bajas plagado de carteles de tiendas en coreano, donde viejas señoras barrían la acera y se vendían flores por doquier. Un barrio que olía a kimchi y vino de arroz.

Y allí se enmarcaba el mítico jardincillo de la pequeña Seúl en San Fierro, con su dragón y el templete. Su tío aguardaba de pie, mirando el parque donde los runners hacían sus kilómetros y las chicas paseaban vestidas a la moda de la madre patria, con un vaso de café en la mano (detalle, por otra parte, plenamente americano).

-Raúl: La carrera es el viernes, comiensa a las 12 de medianoche.
-Raúl: El sitio por confirmar, pero creo que serca Lake Vinewood en Los Santos.
-Raúl: La plata para partisipar mándamela a éste número de cuenta ( XXXX ).
-Raúl: Pero me la puedes dar en mano si quieres.

Wook: No va mal, pero con todo lo de tu padre un poco chof.
Wook: A ver si quedamos, que desde el velatorio no te he visto, tía.
Wook: Y nos tomamos una pizza.
Wook: ¿Sabes que aquí las pizzas saben saladas?
Wook: Y el pan sabe salado, es muy gracioso.
Wook: Es el país de las cosas saladas.

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Hwan: Cuando tu puedas, claro.
Hwan: Que hay que pedir cita, como a los médicos.

Tontearon un rato en la cama, maldita regla, se lo habría comido con patatas… en su lugar le obsequió con otra clase de consuelo, que ella tuviera la regla no tenía por que suponer  tenerlo a pan y agua.
Luego ya respondió al Frijolito haciéndose ella también la tonta, menudo diálogo de besugos… más tarde llamaría a su taxista para proponerle participar tambié, ella le pagaba la suscripción  y ganara quien ganara ir fifty-fifty.
Ains… tenían que volver a la ciudad, a la vida real, al riesgo… entre las ideas varias entorno a la boda, de las que hablaban mientras desayunaban en el bar de Otis, Queen propuso tatuarse los anillos, una cosa muy sencilla, una línea negra que dibujaba el nombre del otro, pero claro al ser él actor… debía meditarlo.

Guassup para Wook:
-JAAJAJAJAJAAJAJAJA
-welcome to America
-Síiii teng muchs gans d vert
-y echar un rato d cotilleo
-sient q t veas nvuelta n todo sto
-:(

Guassup para Hwan:
-No t chotees
-:(
-sta tard pueds?

Guassup para Mary:
-Terroristas eh?...
-jejeje

Lifeinvader para Raúl:
-Okas
-Puffff
-Ando hasta arriba d preparativs
-No t pued asegurar kedar
-ya t cuent

Le costó un horror separarse de Fehr, se estaba malacostumbrando. Acudió a la cita con su tío en taxi, le inquietaba verse en un sitio tan abierto pero era cierto que Little Korea era el lugar más seguro.
Con mil ojos caminó hacia el templete
-Anyeoooong!
Saludó cariñosa en tono suave, no quería crispar a su tío que tan ensimismado parecía observando el paisaje

Hwan: Si, claro, podemos.
Hwan: Dime una hora y quedamos.

Mary: JAJAJAJAJAJAJAJA.
Mary: La neta, pinches terroristas, no te puedes fiar.
Mary: Te ponen una bomba en cualquier sitio.

Se giró a mirarla con una pequeña sonrisa. Su expresión era algo distante, pues él más que nadie seguía de luto. Su padre y él habían sido uña y carne desde que eran pequeños.

-Te veo radiante. No se que estás haciendo con ese hombre, pero te sienta bien. Me alegro por ti. Tu hermano también ha encontrado el amor, así que me alegro que la nueva generación tengáis el horizonte bañado por la luz del sol.

Sonrió un poco, por que tenía el ánimo fúnebre.

-Me he reunido hoy con mis aliados. Los pocos que me quedan, y otros cuya lealtad puede ser un tanto dudosa. Pero, en general, las organizaciones criminales de éste barrio nos apoyan. Tenemos un enemigo común, y Wu está intentando ganar terreno aquí. Pero todo su dinero no puede comprar lealtades que rompen sus matones con malos modos y tiroteos. Cada coreano que muere en éste barrio, a manos de un chino, decanta más la balanza a nuestro favor.

Sacó un cigarrillo y le ofreció otro del paquete.

-Wu se está cansando, así que pasará al ataque. Por eso es importante que nos cercioremos que la policía deje de apoyarle. Sin respaldo político o policial, sus desmanes se perseguirán como lo que son: actos delictivos.

Negó, despacio.

-Pero no podemos confiar en eso, no de momento. Hay gente que moviendo un dedo puede mandarles a todos a la fosa. Gente como Toreno. Pero lo que fácil se presenta, suele ser una trampa. Nosotros debemos comenzar a caminar por el camino difícil, el de la guerra abierta.

Dió una calada.

-Ya has dado dos golpes, pero han sido personales. Han sido hacia los Wu, como familia. Hay que dar golpes a su estructura de poder, a su sostén económico. Hacer que sus aliados se lo piensen dos veces antes de obedecer, por que sepan que hay quien se lo va a poner díficil. Que no es un paseo por el campo.

Parpadeó, mirándola.

-Os necesito a todos para un trabajo de altura. Para un golpe fuerte contra su organización. No se la fecha, pero hay que estar preparados.

Se giró para ver si les escuchaba alguien, que no era el caso.

-Los barcos que vienen de China, trayendo contrabando para los Wu, arrivan a San Fierro una vez al mes. Hay que interceptar el próximo barco, antes de que saquen la droga en alta mar, y hundirlo con todo su cargamento. Eso supondrá una sequía de estupefacientes en la ciudad, y otras mafias pasarán a suministrarlos. Gente como los rusos o los mexicanos. Y eso, mi querida sobrina, abrirá la veda. No seremos los únicos que se tirotearán en las calles con los chinos. Y es una situación de la que debemos sacar la mayor ventaja.

- Qué maravilla de sitio, ¿eh? - dije a Mary mientras nos adentrábamos en el lugar. - Buscamos a algún árabe, supongo... Tampoco podemos ponernos exquisitos.

El ambiente era deprimente. Mira que me había conocido "perlas" de todo tipo, pero esto era infrahumano. Como el low cost de la escoria de la ciudad. Al que se prestara a ayudar le iba a tocar la lotería...

Caminamos durante un rato, tratando de no llamar la atención. No demasiado, al menos, dadas las circunstancias.