Partida Rol por web

Dejó una caja de cerveza en el suelo, y señaló con el dedo, flipándolo mucho.

-Hostia, una cancha, tío. Vamos a echarnos un amistoso luego, ¿Eh? Unas canastillas y un ratito de piscina.

Truth se acercó finalmente a donde estaban, tras su periodo de meditación y autoconocimiento.

-Namaste -dijo, juntando las manos- El lugar está cargado de energía positiva, sin duda alguna. Te auguro un futuro feliz en él.

Sonrió brevemente, mirándola. Sabía que tenía motivos para seguir mosca con él, y no la culpaba. Pero la vida era así, y para él, el saldo era positivo. La incertidumbre y el peligro les había unido más, y ahora sonaban campanas de boda.

-He pintado parte de la casa, siguiendo mis visiones durante el viaje astral. Espero que te ayude a encontrar la paz, y a perdonar a éste viejo cascarrabias.

Sacó algo de una riñonera. ¿Quien llevaba riñoneras en 2015? Él. Era una bolsa de hachís de primerísima calidad, grande como una bolsa de cheetos.

-Acepta éste presente con la promesa de un viaje intenso.

-Ya vienen los VIP -anunció Dwayne.

Efectivamente, alguien se acercaba. Pero no venía por carretera, si no en helicóptero, inaugurando el flamante helipuerto. El helicóptero privado de Kendl y César, que aterrizó con elegancia.

Del helicóptero, pilotado por Mary, bajaron los pasajeros, que eran César y la tía Kendl, acompañados por el tío Gun y uno de sus escoltas. Él vigilaría mientras ellos disfrutaban de la fiesta. Un adelanto de lo que estaba por llegar en materia de seguridad.

Llegó finalmente, abrochándose la americana. Elegante, ante todo. Estrechó la mano de Golan y dió un beso a su sobrina.

-Espero que no te moleste que haya puesto un poco de dinero. Pero no me grites todavía, por que es tu dinero. Los beneficios de éste ejercicio fiscal correspondiente a las acciones conjuntas de tus padres y las tuyas propias, suman tres millones y medio de dólares. Solo he invertido unos 200.000 en ésto, el resto, espero que hablemos sobre cómo gastarlo. Hay una empresa que expandir, y problemas que solucionar.

Sonrió, haciendo un gesto como si careciera de importancia.

-Pero no hablemos de eso ahora. Preséntame a tus amigos, anda.

La saludó brevemente, dándole dos besos al estilo español. Luego le dió un cachete en el culo a su mujer, y habló a su hija que estaba apagando el motor del helicóptero.

-No te entretengas mucho con el aparato, mijita. Deja que te ayuden los chicos a cubrir las aspas.

Levantó el pulgar, recogiendo un delantal que le tiraba Dwayne.

-Yo tengo unas fajitas que preparar, y el viejo hará su chili con carne. La neta, es mejor que el de mi madre.

Estaban montando la barbacoa y cocina al aire libre en la zona de la piscina.

-¡Poneos el pinche bañador, que sigue siendo verano, carajo!

Estos hombres estaban hechos a este trabajo. El trayecto fue como la seda. Parecía que me llevaran de ruta turística porque conducían de manual; supongo que para no llamar la atención.

- Sí. Alguna cosilla he hecho; pero no parece que me haya cargado a nadie relevante...

Le escuché hablar. Lo que decía tenía sentido pero se salía de mis conocimientos. Cogí el fusil y me puse el pasamontañas.

- Lo que dices tiene sentido. Me muero de ganas de saber qué va a pasar ahora.

Despertó con una sonrisa en los labios, no habían dormido tanto pero se sentía genial, en ese momento tenía todo cuanto quería: su chico, su gato, su nueva casa y la expectativa de un día sin preocupaciones. Le iba a dar un poco de pena dejar el bungaló, en él había chillado como una loca porque Golan la llamaba al móvil, se había vestido para su primera cita, y fue su retiro tras el desafío, pero estaba muerta de curiosidad y excitación por ver la casa y eso suplió a la posible pena. Tenía el día feliz, al mundo podían darle por culo.
Después del palizón del día anterior Golan le tomó el relevo al volante. Nada más ver la verja ya empezó a flipar, la mandíbula se le descolgaba por momentos, aquello parecía un programa de esos en los que te redecoran la casa por sorpresa pero a lo megabestia, porque de no ser por el enorme cráneo de vaca nada recordaba ni lo más mínimo a la antigua emisora. Lo de “Cuidado, loca suelta” le hizo reir –Cabritos- cogió de la mano a Fehr y corrieron al encuentro de… Zero y SU NOVIA! –Blanquita y pelirroja… te va lo exótico eh?... Vince?...- Zero se llamaba Vince!!!!! Demasiadas emociones para ser solo el principio –Dwaine y Jethro se sentirán menos solos JAJAJAJAJAJAJAJAJA- bromeaba con total naturalidad como si la conociera de siempre, más le valía irse acostumbrando –ya verás que somos las puñeteras naciones unidas jajajajaja. Va a ser un flash cuando te vean, estábamos convencidos de que eras una inteligencia artificial o un poster con un agujero- Zero refunfuñó y Queen le sacó la lengua.
Empezaron el tour.
-Emmm…- señaló sorprendida viendo la cancha –¡Que cabrones! La casa la habéis montado para vosotros y no para mi- le chinchó.
Un rincón tras otro el asombro iba en aumento acompañado de risas  hasta que llegaron a la armería, se sentía como batman, brincó dentro –Que caña, es más guay que la de Mirko! Cariño ¿Nunca imaginaste que tu chica tuviera un armero más grande que el vestidor eh?- sabía que el eso de las armas no le molaba e intentaba aligerar la posible tensión, sin embargo encontró que intentaba disimular la risa, los ojos tanto de su novio como de la parejita iban detrás de ella, se giró extrañada -¡HIJOS DE PUTA!- automáticamente se puso como un tomate. Allí estaba. EL POSTER. Lo habían enmarcado y todo los muy… -Si quieres te lo firmo- le dijo Golan poniendo esa sonrisa suya de guapo cabroncete, Zero estaba también medio roto de la risa –Mujer el famoso poster de las pajas no podía faltar- Queen abrió los ojos como platos, se la acababa de devolver por la bromita de la novia, se quedó igual que un ciervo deslumbrado por un camión en medio de la carretera, reaccionó poniéndose digna –lo… lo puse en el taller porque estaba harta de ver calendarios de tetas y culos y tu por entonces estabas de moda…- demasiado orgullosa para reconocer que era una fan –Sí, sí… hasta que un día se lo llevó a su casa y lo puso en su cuarto, que nos lo ha contado tu hermano- movió la boca sin saber que decir –esta te la guardo…Vincent…- rechinó entre dientes saliendo de allí tiesa como un palo.
Continuaron el recorrido, habían hecho un trabajo increíble en tiempo record, habían captado perfectamente sus gustos y necesidades y estaba todo lleno de detalles, se notaba que la conocían como si la hubieran parido.
Al final estaba sin palabras, y no en sentido figurado, no podía hablar, era mucho más de lo que nunca hubiera soñado y había tanto cariño puesto en ello que… alcanzó la masa crítica, rompió a llorar como una cría. Pero llorar! Una llantina de campeonato con los correspondientes morritos y manos en la cara–Gracias…- apenas llegaba a balbucir entre sollozos –Me gusta muchoooooooooooooo- lloriqueó abrazando por el cuello a los dos decoradores –es super guay!-
Los demás empezaron a llegar mientras Golan le frotaba la espalda para consolarla y ella se dejaba los ojos como un mapache al secarse las lágrimas. Dio varios saltos saludando con las dos manos, salió corriendo para ayudar. Jay se había mantenido distante a sabiendas que con la aventura del cubo la había jorobado pero cuando se acercó con su ofrenda de paz Queen cambió su primer gesto serio por otro más dulce, era su abuelo molón, no podía enfadarse con él! Le besó en la mejilla.
Wook y ella corrieron a abrazarse dando saltitos (para granregocijo del público) -Tíaaaaaa, por fin de fiesta juntas!!!- a Hwan lo cogió del cuello y le frotó la coronilla con saña -Esto por contar lo del poster de las pajas... hermanito...- cosas de hermanos...
Con la aparición del helicóptero terminó de flipar –Cariño… asúmelo, vamos a ser la sensación de la comarca- al principio pensó que era una vacilada de Mary pero cuando vio bajar a su tío y su tía comprendió. No le hizo mucha ilusión que viniera Kendl pero… hubiera estado feo no invitarla. Se acercó para recibirles.
Saber de donde había salido el dinero extra le tocó, en cierta manera sus padres (incluida su madre aunque fuera de un modo un poco rebuscado pero positivo) estaban allí. Estrechó las manos de Gun y sonrió asintiendo.
Las palabras de César la devolvieron al ambiente festivo con el que se había levantado. El día prometía -¡Prima! El último se queda sin birra!-

Los prisioneros salieron de la furgoneta. Costaba hacerles caminar, por que se olían lo que iba a pasar. Era como tratar de convencer al cerdo para salir del remolque en una matanza. Pero apuntarles con un arma era casi mágico. Alguien había potado dentro de la furgo, y sería menester limpiarlo luego.

Salieron con las manos en alto, mirándoles sin saber muy bien si les iban a matar allí.

-Vamos, adentro. Tenemos un barco para vosotros.

Hwo se quedó detrás, vigilando que caminaran rápido y no hicieran ninguna tontería, como tirarse al agua y tratar de escapar nadando. Uno de ellos, en un descuido, lo intentó. Se lanzó al vacío, pero con la mala fortuna de que aterrizó sobre un embarcadero inferior, sobre el nivel del agua, partiéndose una pierna. Chillaba como un cerdo, y eso no les convenía, así que se apresuraron a hacer lo que tenían que hacer.

Una vez que pisaron el barco, sus hombres les metieron a empujones en algunos camarotes. Sonaron disparos. Los que estaban fuera quisieron escapar, pero Min les disparó con el AK, matándoles.

-Remata al herido -le dijo, conciso.

Sus hombres, enguantados, estaban sacando de las bolsas las armas que les habían confiscado antes, y disparaban con ellas al aire, o al embarcadero, para luego dejarlas en sus manos o tirarlas cerca de los cadáveres. Dentro del barco, había una bolsa con droga, y otras vacías, donde habían espolvoreado parte de la cocaína. Estaban fabricando un escenario del crimen, el robo de drogas a unos contrabandistas chinos.

El herido trataba de arrastrarse hacia el agua. Si llegaba allí, quizá no pudieran acabar con él. Era él o ellos.

Fiesta y barbacoa en la piscina. Litros de alcohol, risas, envidia de cuerpazos en bikini, ahogadillas, tomar el sol, combate de nerfs... Se lo pasaban como enanos, eran una piña. Así daba gusto estrenar casa. Hubo tiempo para siesta de borrachera, partidillo de básket, cenar con las sobras junto a los irreductibles que no querían irse hasta el último momento (ellos insistían en que podían quedarse en las habitaciones de invitados).

Cuando los últimos se fueron, eran las doce de la medianoche, y estaban tumbados haciendo el vago en su nuevo y flamante sofá, viendo la tele. Shirkan, ya más complacido sin tanto ruido, había decidido que el sillón le gustaba para hacerse un rosco y dormir.

Ella tenía la cabeza apoyada en su regazo, y él le acariciaba el pelo mientras reían viendo episodios de una de esas series de animación tan cabronas. Un montón de platos atascando el lavavajillas a pleno funcionamiento, y afuera, el silencio. Tranquilidad. El único habitante que no formaba parte de la "familia" era el escolta de su padre, que estaba vigilando las cámaras. Mañana vendrían sus compañeros y podría echarse un rato.

Pero aquella noche estaban seguros y tranquilos.

Las piezas fueron encajando rápidamente. La escena estaba montada y era bastante creíble. El único posible cabo suelto estaba intentando escapar como un perro apaleado y no podía permitirlo, así que disparé.

El mundo parecía un lugar maravilloso en compañía de los suyos, de su manada. Quien lo diría, personas tan “chungas”, “badass” o “mafiosas”, como las quieran llamar, haciendo las mismas chorradas que todo el mundo en una barbacoa. Hasta Hitler tenía amigos y un perro a los que quería y con los que pasaba buenos ratos ¿Tendrían eso mismo los Wu? Los chinos… son harina de otro costal ¿Pero quien piensa hoy en eso? Hoy era un día para comer como osos, hacer el mono en la piscina, reir, seguir comiendo, beber (más comedidamente de lo que les hubiera gustado) y bueno… “fumar” quedó pendiente para el reprise otro día, la presencia de invitados “VIP” les hizo cortarse un poco, un poco, lo justo.

La piscina dio mucho juego, Mary y Wook, vestidas solo con minúsculos bikinis tirándose agua , Kendal, sus curvas y su brillante piel se pusieron a tomar el sol, César se pasó el rato lanzando miradas matadoras a todos los hombres allí presentes y Audrey y Queen se solidarizaron la una con la otra por ser dos tablas de planchar. La pelirroja fue otra de las sensaciones del día, hubo por supuesto toneladas de bromas raciales, chistecitos sobre “Vince”, pique de hermanos en la cancha de baloncesto, corrillo marujil, percepciones shamánicas de “Jay”, Shirkan descubriendo que las tetas de Mary eran el mejor lugar de la tierra, fotos chorra y momento “película de mierda” con, posiblemente, el título más bochornoso de la filmografía de Golan. Por suerte se lo tomó con humor y si volaron dardos ese día no fueron para él si no para el bufón del reino (Frijolito), para la próxima encargarían una piñata con su cara.
Faltó el primo Hwo pero Gun zanjó el tema con un escueto “está ocupado con un encargo” que todos comprendieron.
Los “VIP” quisieron recogerse pronto llevándose consigo a César y Mary (que además tenía ganas de reunirse con su chico), y a partir de ahí fue un goteo de deserciones. Insistieron en que podían quedarse pero todos habían hecho pacto previo de dejarles esa noche y el día siguiente para que “estrenaran” la casa a placer.

De repente el silencio, el atardecer y un montón cacharros por medio. Les invadió una sensación curiosa y agradable mientras limpiaban, ahora sí que sí, estaban en su casa, de los dos. Miraditas, barrer, pasar la balleta, algún que otro beso, poner sillas en su sitio, risas tontas… si la vida cotidiana iba a consistir en eso Queen estaba dispuesta a abrazarla con entusiasmo, ir al super, fregar, ordenar los armarios, poner lavadoras… era guay entre dos. No entendía porque Michael no se adaptaba a una vida normal. Pensó también en Ladlow y en la abismal diferencia con la fiesta de la noche anterior…
Duchados y cambiados se tiraron en el sofá a no hacer nada, con el gato, que él también había tenido un día muy ajetreado dejando su olor por toda la casa. Momentos así valían su peso en oro. En agradecimiento puso una varilla de incienso.
Aún no podía creerlo, su casa…
-Cariño ¿Te he dicho ya lo mucho que te quiero?- respiró profundo -En serio, no se si te lo digo lo suficiente, porque… Sabes que no soy ninguna fan chalada ¿Verdad? que te quiero de verdad-
Golan sonrió -Es por lo del poster? Admito que tiene su gracia-
-No es solo por el poster- se incorporó para verle mientras hablaba -A ver… sí, es verdad, estaba loquita por tus huesos y me hacía unas pajas impresionantes pensando en ti. Las cosas como son- carraspeó atusandose una patilla  -Pero no fue con “La Momia” con la que me conquistaste, fue con “Resident Zombies”- se mordió el labio inferior -en la última escena, cuando te vas a encender el cigarro y sonries…¡DIOS! Estas para comerte! Tienes la sonrisa más bonita que haya visto nunca- tomó su cara entre las manos –Cuando me miraste en la fiesta sonreíste igual pero fue… fue… completamente diferente, porque la pantalla no tiene tu sabor, ni el tacto de tus manos, ni tu calor, ni tu barba rasposa ni tus ojos pardos mirandome… de un modo que…- se sonrojó –nunca me habían mirado así y cuando dijiste mi nombre… creí que me moría… Jamás pensé que usaras camisas de bolos– rio -En la fiesta, el hombre que me dejó sin aliento no fue “el famosillo”- hizo gesto de comillas -fue un hombre caballeroso y el que me enamoró fue el valiente con un corazón de oro que aunque encontró una pistola en mi mochila me hizo unas tortitas deliciosas y dijo que quería conocerme- le miró muy dulce -Lo que quiero decir con esto es que… te amo- parpadeó –nu… nunca he amado así a nadie, bueno es que… no sabía lo que era, nunca me había enamorado ni me lo había planteado, es más tenía alergia al compromiso- se rascó la cabeza pensando en lo picaflores que había sido, sonrió  -por eso no se si lo estoy haciendo bien- le tomó una mano - … nunca te veo poner mal gesto ni decir una palabra y mira que te lo pongo difícil…- le acarició la mejilla –todavía me pregunto que viste en mi, con la pinta que llevaba y lo palillo que estoy-  bajó la cara y le abrazó por la cintura descansando en su pecho. Después de un momento  alargó el brazo hacia una caja decorativa de la que sacó un estuche.
-Tengo un regalo para ti, no es gran cosa pero… espero que te guste- dentro había un llavero de acero mate con la forma de su corona –es… no se, se me ocurrió que así cuando lo vieras… recordaras que tienes las llaves de mi corazón. Si yo soy “reina” tú eres mi rey* Gracias por aguantarme cielo- 

Sonrió por lo que decía. Las explicaciones. No eran necesarias, aunque se agradecía la sinceridad, decir todo aquello de manera abierta y sin complejos. La miró mientras hablaba con interés, casi podría decirse que con gran curiosidad, como si estuviera descubriendo en ella cosas nuevas que le gustaban mucho.

-¿Que qué me ha gustado de ti? Pues es muy sencillo. He vivido toda mi vida rodeado de gente que esperaba que yo hiciese tal o cual cosa, gente superficial, cortada por un patrón parecido. Es lo que me pasó con mi ex. Ella era, bueno... como dicen aquí, blanca -a él esa diferenciación le parecía una chorrada muy gorda- Así que para ser novios, o follaamigos, todo bien. Pero no podía plantearse algo "serio", pues se supone que debía casarse con alguien parecido.

Se pasó la mano por el mentón sin afeitar.

-Yo he terminado harto de eso. He escogido la diferencia frente a la similitud. Si fueras igual que yo, vaya coñazo, ¿No? Creo que somos complementarios... tu me aportas cosas que yo no tendría si hubiera seguido con mi vida, tal y como la llevaba. Por eso me has gustado desde el primer momento, por que he visto en ti cosas que me gustaban. Cosas que yo había perdido, o que quería tener. Y eso me sienta bien. Tú me sientas bien.

Le dió un beso, y luego cogió el llavero. Le hizo un chiste sobre eso.

-¿La corona? Madre mía, ¿Soy otra muesca en tu cinturón?

Le hizo cosquillas.

-¿!A quien se le ocurre liarse con blancos!? Tienen la cabeza llena de pájaros- Negó con la cabeza como si fuera un colega, de forma desenfadada, notaba que el tema le dolía. A ver… tenía ya 40 años, siendo una persona afectuosa y con ganas de formar una familia… no debía ser plato de gusto que te utilizaran como mero entretenimiento, le abrazó y lo hizo más fuerte cuando empezó a hablar de ella, de ellos. Quedaba claro que fue el destino el que cruzó sus caminos ”he visto en ti cosas que me gustaban. Cosas que yo había perdido, o que quería tener”… “enemigos mortales, carreras ilegales, tiroteos, intrigas, mafias, organizaciones gubernamentales secretas, asesinatos…”  –Te va el peligro eh?- sonrió, la había emocionado.

Cuando abrió el estuche esperó intrigada, era un regalo de compromiso pero a su manera, todo el mundo regala relojes, no iba a hacer ella lo mismo! Debió quedarse muy pillado porque las cosquillas parecieron una forma de ganar tiempo o de disimular su desconcierto. Las cosquillas la enloquecían y Fehr lo sabía, entre grandes chillidos y risas Queen se revolvió pataleando incapaz de zafarse hasta acabar jadeante, con el pelo desordenado y las mejillas sonrosadas, tumbada sobre las rodillas de su novio. –Tonto- dijo aun recobrando el aliento -¿Pero te gusta o que?- le observó desde su posición con intensidad –Eres el amor de mi vida. Ya quisieran esas muescas llegarte a la suela de los zapatos- se humedeció los labios pensando en que eran muchos, que de la gran mayoría ni se acordaba y como eso la acercaba peligrosamente a su madre  –no, tú no eres uno más, tu eres el único. Solo tú me complementas, me equilibras. Sin ti me habría vuelto loca del todo- suspiró, el sol ya se había ocultado del todo dejando la habitación en penumbra, se giró quedando recostada de lado –Así que supongo que tú también me sientas bien aunque…- sacó cadera –podríamos sentarnos mejor… mutuamente…- paseó un dedo por su pecho, rio divertida y se incorporó para sentarse en su regazo –Cielo… lo único que quiero es hacerte feliz. Pídeme lo que quieras, soy tuya y de nadie más- y le besó.

Las balas salieron del AK con el retroceso habitual. Dos de ellas impactaron en su espalda, al tiempo que caía al agua. Esperó a que saliera de ella, pero tardó, quizá demasiado. Sonaban sirenas de la policía, y aquello no iba a ser seguro de un momento a otro.

-¡Vámonos! -dijo Min.

Era más fácil de decir que de hacer. La policía se disponía a bloquear los accesos al embarcadero, impidiéndoles una huída fácil con los vehículos.

La vida se empeñaba en preparar su agenda.

A pesar de que no quería más que hacer vida "hogareña" con Golan, había unas obras que paralizar. Así se "disfrazó" convenientemente y se fue a dar una vuelta por ahí, teniendo el mente el famoso plazo, que ahora era tan solo de una semana. Esperaba que le sobrara con eso.

Se trataba de una zona céntrica de San Fierro, en el distrito del puerto deportivo. Por lo tanto, estaba concurrida y había cámaras en varios edificios colindantes, sobre todo en la parte que daba a la avenida principal: sucursales de bancos, establecimientos de comida rápida u hoteles, sin contar con las cámaras de tráfico, que estaban grabando las 24 horas del día.

Era el paisaje habitual de una obra a gran escala. La empresa parecía muy metida en el trabajo, adelantando en aquella primera fase todo lo que podía para presentar un "fait accompli". Dos zonas diferenciadas: la fase 2 de los cimientos, donde trabajaban las hormigoneras y excavadoras, y el alzado. Ya había construído el entresuelo y el primer piso del edificio en un 50%, por lo que volar aquello sería complicado. Había que saber bien donde colocar las cargas en los pilares maestros, y utilizar algo más que explosivo convencional. Carga hueca, quizá. Eso lo aprendió en el ejército: nada mejor para destruir el cemento que un proyectil perforante, de los que estaban pensados para atravesar un carro de combate. Una carga "tandem" o "antibúnker" como las que usaba en las maniobras militares manejando el lanzacohetes.

En esos pensamientos estaba cuando se dió cuenta que la obra, como era de esperar, tenía además un puñado de guardias de seguridad vigilando el perímetro. Tres, que ella pudiera ver.

Golan se merecía unas vacaciones, por eso Queen lo aparcó todo durante una semana.

El domingo pasó romántica y tranquilamente pero a partir del lunes ya hubo que ponerse con compras, turnos de limpieza, cocina, colada… el excitante comienzo de su vida juntos. Hicieran lo que hicieran Queen lo abordaba con entusiasmo y su chico empezó a entender por qué comía lo que comía, de otro modo no podría mantener semejante ritmo. Por las mañanas practicaba taekwondo para mantenerse en forma y pensó que sería buena idea entrenar con su novio (que solía terminar con erótico resultado), y por las tardes inició una nueva costumbre, meditar, aunque Fehr fuera su contrapeso ella también debía hacer por donde de equilibrar su vida. La llantina de después de la carrera no podía repetirse, estaba asomándose peligrosamente al abismo, necesitaba procesar los acontecimientos no solo para mantener la cordura si no para ver también las cosas con claridad. Se sorprendió a si misma del giro espiritual que estaba dando su vida, nunca se había parado a pensar tanto sobre cuestiones tan profundas, familia, deber, origen del sufrimiento, el amor…

A parte de aprender a convivir no se olvidó del futuro, de intentar sentar las bases del mismo, y para eso hablaron largo y tendido sobre como reconducir la carrera de Golan. Hubo también algún que otro café con Gun para sentarse a hablar de Gozushi y cruce de mails con Lester para que su tío pudiera beneficiarse también de las ventajas de tener una cuenta en un paraíso fiscal. Finalmente invitaron a la abuela y al pequeño Kwan para completar la ronda familiar, contar con la bendición de la matriarca era sumamente importante, después de eso ya podían poner fecha a la boda.

Al segundo lunes Queen se disfrazó para ver el lugar de su siguiente golpe, comiendo sushi de un puesto callejero dio una vuelta a la zona. Se notaba que estaban apretando las tuercas al personal para levantar aquello en tiempo record, pero por suerte estaban en los USA y no en China, así que no había turnos nocturnos y por tanto la estructura era aún muy básica y baja. Lo tuvo claro, reventando los pilares adecuados el edificio colapsaría sobre si mismo, todo estaba prácticamente a la vista así que no sería complicado. Se quedó con el nombre de la empresa de seguridad, tenía que averiguar cuantos efectivos tendría desplegados durante la noche aunque lo normal es que solo uno hiciera la ronda.
Terminado el almuerzo continuó andando para no despertar sospechas y ya en una de las calles anexas llamó a un taxi que le llevara donde Mirko, nadie mejor para darle lo que necesitaba.

El mismo barrio poco recomendable, el predicador de la iglesia evangélica vomitando consignas en contra de la masturbación, los videojuegos y todo lo que, básicamente, molaba. Pero ella pasó, oliendo el local de kebabs que acaba de abrir. Pero primero los negocios, y luego el placer.

Picó a la puerta y nadie contestó. Luego recordó que había que dejarle un mensaje de texto en el móvil. Lo hizo, y esperó como dos o tres minutos. Luego la puerta se desbloqueó y entró como la otra vez. En la puerta de seguridad de dentro estaba esperándola la rubia, vestida de estar por casa.

Tenían un numero nuevo de la revista Mercenaries en la sala de espera.

Les habría pillado haciendo algo, aunque fuera deporte. Por que estaba un poco despeinada, y se había hecho una coleta de aquella manera.

-Ey, hola. Te echamos de menos en la fiesta. Aunque se volvió todo un poco rollo cuando Raúl me comenzó a tirar los trastos. Como si me fuera a enrollar con ese, a saber si me pega algo.

Hizo un gesto como de asco, muy gracioso.

-Voy a por Mirko, espera un poco aquí.

Subió las escaleras, y se dió cuenta casi de casualidad. El leggin le hacía cameltoe por que no llevaba nada debajo. Subió arriba, sonido de folleteo. Cinco minutos mirando una película de guerra, silencio. Cinco minutos más.

Venía vestido con un chándal. Pero sin camiseta. Solo el pantalón y la parte de arriba del chándal, con la cremallera un poco bajada. Pero poco. Se arregló el mechón de pelo sudadillo que tenía en la frente. Todo era muy evidente, pero él tampoco disimulaba. Tenía los ojos como dos canicas, belladonizao perdío.

-Me alegrro mucho de verte otra ves. Perdona, yo tenía asunto muy importante. Yo siempre terrmino lo que empieso, honor de cosaco.

Bajaron las escaleras hacia la armería, y pegó un chiflido para que bajara ella. Necesitaba las dos llaves para abrirla. Un momento de espera, un poco tonto y tenso.

-Fiesta del otrro día no estuvo mal. Perro mejor estuvo cuando salimos a una discoteca del pueblo. Muuuuy diverrtido, todas las danesas, borrachos como cubas, terrminamos cagando en un parrque, y escapamos de la polisía.

Se río como un niño travieso, mientras ella bajaba, ahora sin con bragas por debajo del leggin, y abrió la puerta con cara de fastidio. No le gustaban los rapiditos, excepto cuando estaba muy muy cachonda. Entraron en el sitio.

-Bueno, tu dime. ¿Que nesesitas ésta ves? Tengo oferrta 2x1 en grranadas de fragmentasión por un error de envío.

La peste a sexo tiraba para atrás, no era ninguna remilgada pero había cosas que no necesitaba ver o, peor, imaginar.
"¿Echado de menos? ¿En que sentido?" Ahora se sentía sucia pensando en que querían meterle mano, aunque dbeía agradecerle la amabilidad, cosa rara en ese mundillo -Chica lista- respondió con una risilla, el patetismo de Frijolito era tal que le daba grima hasta a lo más pasado de rosca -lo que no se es como todavía no se le ha caído la picha a trozos- después de follarse a su madre sobre todo...
Se sentó y ojeó la revista, la polla, había novedades guapisssimas eso o intentaba abstraerse de la banda sonora porno de fondo. Pasó de darle la mano cuando bajó, a saber donde había estado metida en la última media hora, así que hizo gesto informal.
-Perdon, debí avisar antes, se me pasó- más valía ser simpática -tenía asuntos pendientes así que me tuve que recoger pronto, acabé de coche hasta las narices jaja, me quedé con ganas de conocer el sitio- se echó un chicle a la boca y les ofreció, esta vez eran de fresa -Hmmm- la oferta del 2x1 no estaba nada mal, además le recordó a la coña esa de los "muñecos que saludan y bailan como idiotas" -pues a ver... basicamente quiero reventar unos pilares maestros y una cimentación así que... había pensado en algo del tipo antitanque, ya sabes algo que perfore más que que explote. Practiqué con ello en Corea pero me dejo guiar por tu sabio consejo- se cruzó de brazos miroteando los armarios, lo quería todo