Partida Rol por web

La antigua estación de La Naja es el lugar acordado. Es una estación perteneciente a Renfe Cercanías, en pleno centro de Bilbao y con vistas a la ría y al Teatro Arriaga, pues se encuentra lindando con la rivera opuesta. La última remodelación de la red ferroviaria, que hizo recorrer los trenes de Renfe por un semicírculo que posibilitaba la creación de varias estaciones céntricas en la villa acabó por relegar las instalaciones de La Naja al olvido. Aún hoy en día nadie ha puesto sobre la mesa un proyecto para aprovechar una localización como ésta.

Bueno, alguien sí que la aprovecha.

Encontráis los accesos abiertos, así que entráis con calma. El lugar está protegido. Habéis detectado varios mendigos en la zona que, por su actitud, os ha dado la sensación de que controlaban el lugar. Estáis seguros de que si un turista o un grupo de chavales intentaran entrar sin permiso, no tardarían en reaccionar.

Aún no os habéis habituado al nuevo aspecto de Koldolak, que al parecer dedicó todo el tiempo de que dispuso la noche anterior para realizar ciertas alteraciones en su cuerpo alienígena. No ha dejado de parecer un monstruo, no obstante, así que en el fondo tampoco ha cambiado tanto.

El interior de la estación es oscuro, sucio y húmedo. No dudáis de que los Nosferatu estarán a gusto en un lugar así. Dudáis que se trate de su Parroquia -sería un lugar excelente si no tuviera acceso a la luz del sol durante el día- pero como punto de reuniones en su territorio no está mal.

De momento no parece que hayan llegado. El tal "mendigo" no vendrá solo esta vez, al parecer. Aceptó la cita para tratar de negocios, pero en esta ocasión los negocios no serán con él sino con el Ductus de su Cofradía. Parece que él también tiene interés en conoceros. No sabéis si acudirá la Cofradía al completo o solo una representación, solo sabéis que vosotros no estaréis todos. Algunos de vuestros hermanos están ocupándose de otros asuntos...

Si Hunter disfrutaba del paseo por las calles de Bilbao, nada parecía demostrarlo. Consciente del peligro, el antitribu Gangrel se mantenía alerta, con los sentidos en un saludable estado de paranoia. El Hambre, la Bestia, arañaba el fondo de la garganta del vastago, susurrandole a lo mas hondo de su alma condenada.

Solamente la ferrea voluntad de Hunter y las obligaciones para con sus hermanos, impedian que se alejase en pos de una presa a la que perseguir, cazar y devorar.

A pesar de todo, el cazador estaba levemente satisfecho. Reconocía calles y callejones, por los que había jugado al gato y al ratón con los sicarios de la Camarilla en las turbulentas noches del Jo Ta Ke. Sin embargo, ese era un placer secreto, que mantenía celosamente oculto a ojos de sus acompañantes.

No era una expedición de caza, ni una busqueda de placer o diversión. Se trataba de algo mas complejo. Hunter sentía un sano respeto por las llamadas ratas de alcantarilla, tanto por las que seguian siendo esclavas de la Camarilla, como por aquellos Nosferatu que habian jurado fidelidad al Sabbat.

"Y nosotros vamos a apretarle las tuercas a uno de estos tipos en su puñetera casa. Desde luego, va a ser divertido ver a Albret y a Steff chapoteando en un palmo de agua estancada y enmierdada."

Con una sonrisa en los labios, acomodó su paso al de sus compañeros, colocandose un paso por detras del señor Koldolak, mientras vigilaba a su ductus y disfrutaba de las vistas que ofrecia las noche bilbaina...

Esa noche hay mucho que hacer y lo primero que hago es recogerme el pelo en un moño bajo y maquillarme un poco para vestirme.

Botas, pantalones ajustados, un jersey de cuello alto azul oscuro y mi abrigo largo con mi arma oculta bajo el, como siempre absolutamente disimulada. La navaja en la caña de las botas Sonrio a mis compañeros como siempre aunque un escalofrio me recorre la espalda al ver el nuevo cambio de Koldolav. Tzismices, nunca estan agusto con su propio cuerpo por lo que parece.

El camino es tranquilo pero al llegar reprimo el gesto de asco que me causa el lugar, en peores sitios he tenido que estar. Solo puedo contener una mueca mientras camino con las manos en los bolsillos. Espero con el resto en el lugar apropiado, hay que llevarse bien con los nosferatu, esas ratas saben lo que tienen entre manos.

Mi pequeña nueva boca se ensancha en una mueca similar a una tenue sonrisa, cuando contemplo la cercanía y facilidad de acceso del frío y oscuro agua de la ría desde esta estación ¿sí? -Nota mental: esta boca tan pequeña no me deja sonreír, hay que hacer algo al respecto- El agua ha pasado a convertirse en un inigualable aliado, en especial en una comarca que se encuentra dividida precisamente por un ancho río. Es una ideal ruta de escape, una sombra desde la que acechar. Y nosotros no necesitamos respirar, como los meros mortales, nonono, nuevamente estamos en ventaja. Debo conseguir una solución para la falta de visión, pero el resto de circunstancias han sido adecuadamente previstas. Mi piel es más resbaladiza y se desliza mejor en el medio acuático, mis manos y pies cuentan con membranas impulsoras, el resto del cuerpo ha sido adaptado también... Si es necesario escapar, el río será mi primera opción ¿sí?

Observo, no obstante, a mi alrededor. El lugar está sucio, pero estoy habituado a la suciedad. Los laboratorios del hogar del Maestro Sastre no eran mucho más aseados, nonono. Lo que me preocupa es la cantidad de ratas de cloaca que puede haber alrededor nuestro. No sabemos nada de estos Nosferatu, ni su número ni su poder. Ya puestos, no sabemos qué planes tienen, qué intenciones... qué lealtades ¿sí?

Perdona mi intromisión, mi Señora, pero ¿sabemos qué es exactamente lo que venimos a buscar, de esta gente?

Sonrio a la pregunta de Koldolav y le miro mientras espero  a que llegue el ductus de la mañana. Lo que me preocupa es que nuestro Lasombra se ha pasado todo el camino silencioso y sin lanzar ninguna de sus pullas. Me preocupa mucho, nunca se sabe que se trama en la cabeza de uno de ellos aunque claro puede que le hayan devorado las sombras lo que tenia por cerebro.

Informacion, buscamos informacion y tambien ser buenos vecinos. Aunque seamos de cofradias distintas, algun dia tal vez debamos luchar juntos para proteger nuestra ciudad de algun ataque lupino o de la camarilla que desee recuperarla.

Una sonrisa recorre mi rostro aunque dentro de mi algo me esta preguntando si estoy haciendo lo correcto, si esto es lo que se espera de mi como lider de la manada. ¿Que estas pensando ahora lasombra? 

Sin que Albret llegue a articular palabra, una voz quejumbrosa resuena en la enorme estación abandonada, creando ecos reverberantes en el lugar. Es una voz que denota cierta edad, y un carraspeo que antecede a una tos que jamás alcanza a llegar.

Si la Camarilla se atreve a atacarnos, seremos los primeros en dar la voz de alarma, hermanos -Os giráis hacia el otro lado de la estación, al andén opuesto a donde os encontráis. Allí, un ser repulsivo os observa cubriendo su piel grisácea y carente de bello con una pesada capa raída de piel negra. Su rostro, contraído bajo una calva brillante, os observa con ojos profundos mientras muestra una mueca de desprecio- Pero si los Lupinos atacan la ciudad, no contéis con nosotros para protegerla. Tenemos en alta estima nuestra bien ganada inmortalidad... Los míos me llaman Maestro, soy el Ductus de la Cofradía de los Ocultos. Lamento que nuestro Sacerdote no haya podido acudir, pero algunas circunstancias lo... -Sus ojos se desvían un instante hacia Koldolak, un instante revelador- desaconsejaban.

Giro la cabeza y le miro, cualquier otro de lso miembros de mi clan le mirarian con repulsa, pero bien se que la gente como el simplemente puede hacer que las cosas se inclinen hacia un lado u otro.

Le hago una leve inclinacion de cabeza en reconocimiento de Ductus a Ductus.
Es un placer conoceros,  creo que uno de mis hermanos de cofradia se reunio con uno de vuestros hermanos, para cierta informacion y que teniamos la potestad de poder modificarla si fuera necesario.

Nos desprecia por lo que somos teniamos que tener un nosferatu para que nos aprobar a caso, me parece que no nos conoce lo suficiente.  Comprendo que tengais en alta estima la inmortalidad ganada, pero tambien debeis recordar que esas alfombras no os tendran en la misma estima y os buscaran para destruiros. Pero como ya os he dicho antes esta visita no es para simplemente la informacion. 

Un bufido de disgustó se escapó de entre los labios del musculoso vastago... "¡¿Información?! Donde están los bastardos que han violado la santidad de nuestro refugio... Esa es toda la información que necesito..."

Hunter giró sobre sus talones, encarandose con el Nosferatu y lanzandole una mirada ceñuda. Una sonrisa lobuna iluminó el rostro del cazador, al tomar conciencia de la estrategica situación del recién llegado... "Muy listo. Al otro lado del andén... Tendría que ser muy rápido para cazarle antes de que se esfumase en las sombras... Puede que Albret pudiera darle un susto pero..."

El antitribu inspiró profundamente, repentinamente consciente del temor que dimanaban las palabras de su "anfitrión"... "El señor Koldolak parece conocer a mucha gente... y muchos de ellos no se dejan engañar por su apariencia exterior..."

Con calma, Hunter buscó un banco al que encaramarse, mientras asistía, tan silencioso como de costumbre, al conclave entre los animales politicos. Sin embargo, la mención de los Lupinos, hace que al antitribu Gangrel se le enderezasen las orejas... "Eso es interesante... ¿Teme una ataque? ¿Con quien cuenta la ciudad? ¿Con los salvajes de Esmeralda? Mierda... Va a ser una noche muuuuy larga... Y me muero de Hambre"

Acuclillado sobre el banco, como una mefistofelica gargola, Hunter se relamió, hambriento...

Koldolak parpadea un par de veces, con unos párpados lechosos que no habíais visto aún. Visiblemente sorprendido, se queda sin habla, al parecer comprendiendo algo más de lo que revela ante las palabras que pronunciara el Ductus de los Ocultos al mirarle.

Casi al mismo tiempo, Albret se gira hacia el Sacerdote con una siniestra sonrisa de satisfacción...

El Nosferatu reacciona casi de inmediato a las palabras de Steff, como un anciano cascarrabias con demasiada prisa, que no quiere perder el tiempo.

Ya, ya, ya... Sabemos lo que hay que hacer cuando los lobos salen de caza, y cómo salir de nuevo a la superficie cuando se han marchado, muchas gracias. Pero dudo que estéis aquí para preparar planes de defensa frente a una invasión Garou, si los lupinos estuvieran planeando algo así nosotros ya lo sabríamos... -La suficiencia con la que alardea de su conocimiento resulta exasperante- Respecto a esa información... -El Ductus levanta un dedo como puntualización- Serán solo ru-mo-res. Nosotros no vendemos ni regalamos información falsa. Solo los rumores pueden ser inexactos, por error, omisión o para nuestro interés. Ese era el trato que hicisteis con "Mendigo", y sigue en pie. Uno de los míos os tomará nota de cuanto queráis alterar, cuando terminemos.

El "Maestro" levanta una mano a su costado, y os percatáis de la presencia de un hombre trajeado sentado en uno de los bancos metálicos de la estación, a varios metros a su derecha, con un portátil sobre las rodillas cruzadas. Parece un hombre bien parecido, elegante, de cabello rubio bien peinado. Sin embargo, cuando se gira hacia vosotros y podéis verle el rostro, comprobáis que la mitad de su cara está deformada y corroída, mostrando los músculos faciales, la mandíbula y el globo ocultar casi al completo.

El "Maestro" vuelve a cruzar las manos ante sí.

Al margen de eso, me habéis intrigado. ¿Qué otro asunto decís que os trae a nuestros dominios...?

Es realmente imdescriptible la belleza oculta en los detalles sutiles en las ironias de la vida. O mejor dicho, en las de la no-vida que, gracias a estos dones de Cain, somos capaces de contemplar y experimentar cada noche.

Aqui, en medio de un lugar inmundo, rebosante de apestosa mierda, humedo, oscuro, lleno de herrumbre y ratas, rodeado de ocultos leprosos y acompañado por mis vengativos hermanos sedientos de sangre y venganza, justo aqui, en medio de tantos "horrores", presenciamos un espectaculo de belleza pura, oculto entre las sutilezas infames de la conversacion diplomatica en la que nos embarcamos con el Nosferatu.

Informacion.

De nuevo, intrigas, misterios, mentiras y traiciones. Un juego de redes que adoro y disfruto con toda mi condenada alma. En este caso resulta especialmente gratificante para aliviar el amargor picante que permanece en mi garganta desde la pasada noche. Ese mismo amargor que me ha mantenido callado frente a mis hermanos a lo largo del paseo por las calles que nos ha traido hasta este hediondo lugar.

Pero ahora el juego me devuelve la sonrisa al rostro.

No obstante, el mentado de nombres y reuniones que me son desconocidas me genera una sensacion ya familiar de necesidad de atar cabos. Todo a su tiempo. De momento, jugemos...

- Pareceis muy seguro de vuestra impunidad y astucia "Maestro". No os culpo. - Digo mientras mi cinica sonrisa se ensancha y levanto levemente mi zapato del suelo señalando con el indice de mi mano el limo marronaceo que resbala del el. - Pocos hay que disfruten descendiendo a estos pozos inmundos. - sacudo la el pie intentando en vano de limpiar los recien cambiados zapatos.

- No obstante, pese a vueso alarde, pareceis desconocer el motivo de nuestra visita... - Hago una breve pausa dubitativa y señalo al Ductus Nosferatu con el dedo, con el dedo, negando con un movimiento repetitivo del mismo - No me lo creo. Pienso que sabeis muy bien a que hemos vendio. Es mas, me atreveria a decir - mi sonrisa se amplia como un silencioso triunfo - que estais mas que dispuestos a ayudarnos.

Los extraños comentarios del nosferatu me hacen pensar que las ratas simplemente ocultan mas de lo que deben y no son leales nada mas que a ellos mismos.
Esos rumores que deben ser inexactos son los que tenemos en...saco de mi bolsillo un papel pulcramente doblado y escrito para entregarselo al escriba...
Simplemente atractivo, con un poco de imaginacion ni importa esa parte tan quemada incluso con un poco de maquillaje.

Miro a Albret con gesto serio, si esta mono con su nuevo aspecto, pero algo me dice que terminare por darle una paliza yo mismo si sigue con ese cinismo. Preferiria que siguiera calladito como hasta ahora. Carraspeo mirandole y luego al nosferatu

Lo que quiere decir es que estando tan informado seguro que sabeis que ha ocurrido en estas noches y quien de los nuestros se ha visto envuelto. Pero claro eso no me importa mucho mas que saber quien entro en nuestro refugio por que se llevo algo que me es muy apreciado. Una pequeña mentira para conseguir algo de esa ratita de cloaca.

El Maestro escucha los comentarios de Albret con cierta indiferencia, aunque el desconocido con media cara disuelta sonríe ostensiblemente con la parte de su rostro que aún tiene labios. No obstante, el Lasombra no obtiene respuesta alguna, y el Ductus Nosferatu se centra nuevamente en Steff.

De modo que venís en busca de más información ¿no es cierto? Bien... bien... -El repugnante vampiro une las yemas de sus dedos en un gesto de satisfacción, mientras piensa. Finalmente, echa una mirada enigmática alrededor, un gesto que os resulta incómodo- Nosotros también queremos cosas. Ya nos debéis algunos favores, y lo que voy a deciros se sumará a la cuenta. No creáis que no nos las cobraremos todas juntas... je je je...

El vampiro abre sus brazos, comenzando la explicación desde sus dedos huesudos y terminados en feas garras desgastadas y sucias.

Bilbao era territorio de la Camarilla, como sabéis. Toda la comarca lo era. Pero no podían sostener su poder ellos solos. Hubo otros, los Independientes, que les ayudaron a controlar el lugar y defenderse de nosotros. Vampiros que afirman rendir cuentas a sus propios intereses, pero que al final siempre terminan enfrentados a nuestra causa, sirviendo a los mismos dioses caníbales que la Camarilla. Y cuando la Camarilla cayó, ellos cayeron también... ¿O no? Habéis puesto el pie sobre una piedra, y algo os ha dejado una herida emponzoñada. Yo diría que habéis topado con serpientes... je je je... Los adoradores del demonio egipcio, que buscan su despertar y la llegada de la Gehena, manejaban los hilos de la prostitución en algunas localidades de la Margen Izquierda, así como algunas iglesias evangélicas para obtener fieles fanáticos a través de la adoración a sus amos inmortales. Convertir un culto en otro no es nada nuevo ¿no es cierto?

Un recuerdo aflora a tu mente, una sensación de haber pasado algo por alto hasta ahora. Durante el ataque, cuando acudiste a detener la furgoneta para escapar con ella. El conductor... era gitano. Los demás eran árabes, pero ese era gitano ¿qué pintaba con ellos? Y ahora este Nosferatu habla de iglesias evangélicas... ¿Los gitanos no practican la religión evangélica? Dirías que sí...

¿como podeis pensar en favores cuando tal vez el destino del Sabbat en Bilbao este en peligro? digo sonriendo como contestacion, pero si, se que hay un favor que les vamos a deber si lo que nos dicen es lo adecuado y lo que necesitamos.

Le escucho mientras mi mente hilvana cosas, parece que si,esas serpientes estan detras de ellos. El pequeño objeto en nuestro refugio, el gitano que conducia la furgoneta.

Camino hacia el borde mirandole, esperando que me diga algo que no se o que me resuelva mas mis dudas
Obviamente, no es la primera vez que tampoco lo usemos nosotros para el beneficio de la Secta si fuera posible.   estiro las mangas de mi abrigo un poco para quitar arrugas invisibles para todos, menos para mi.

Una interesante informacion desde luego, puede que pronto no haya muchos de esos adoradores de la serpiente.  Hay algo que no saben muchos, pero me cabreo con bastante frecuencia si me tocan las narices con lo que no deben. miro de reojo a nuestro Lasombra, me da que tiene ahora en mente mas cosas de las que debe en su cabecita que se matan con las de conspiraciones para el poder.
Puede que no solo se dediquen a la prostitucion, sino tambien  a otras cosas que alimenten el cuerpo del ganado.

Hunter se desplegó en su improvisada percha, dejandose caer con gracia felina. Visiblemente irritado, comenzó a pasear a espaldas de sus compañeros, sin perder de vista a ambos anfitriones. Su humor empeoraba a ojos vista...

"Setitas... Bastardos manipuladores... Chulos y traficantes... Enemigos... Presas... Eso esta bien... Ya tenemos algo..."

El antitribu Gangrel giró de nuevo sobre sus talones, retomando su furibundo paseo, como si fuese un leon enjaulado... Un leon terriblemente hambriento y furioso...

"Fanáticos... Seguidores fanáticos... Entregados a su causa... Ciegos al dolor... Ciegos al miedo... Ciegos en su fanatismo..."

Paso tras paso, con el acompasado taconeo de sus botas como improvisado diapason, el cazador volvió a girar sobre sus talones, repitiendo su monotono paseo... Pero clavando su mirada en su Ductus...

"Bien Steff... Este es el momento de tomar decisiones... Decisiones importantes... Pagos importantes... Sabes que nos han humillado... Sabes que nuestros hermanos no tardaran en abalanzarse sobre nosotros, como zoras en un gallinero... Saboreando nuestra debilidad... Repartiendose nuestro territorio... Bailando sobre nuestros huesos... Bebiendo en nuestros craneos... Nuestra sangre..."

Hunter se detuvó justo detras de Steff, escasamente un par de paso a su espalda. El aroma que desprendía la vampiresa se abrio paso por entre la invisible miasma de olores del lugar... Sutilmente... Levemente... Salvajemente... Las fosas nasales de Hunter se dilataron, aleteando involuntariamente ante el implacable asalto del perfume de la vitae de la atractiva no-muerta...

La Bestia se retorció en el interior del alma del antitribu Gangrel, aullando silenciosamente por la sangre de la Ductus. Cada fibra de Hunter se unió al coro que imploraba, suplicaba, amenazaba, rezongaba, pedía, maldecía y gritaba por una sola gota de su sangre. El cazador notaba como las naturales reticencias de su naturaleza, de su fidelidad y de su juramento se tensaban, retorciendose ante el implacable asalto del Hambre... Con esfuerzo, consiguió pronunciar una sola palabra... una sola pregunta...

"¿Steff?"

Espero, espero respuestas, deberia haber venido con otra ropa, siempre esperan de nosotros que seamos glamurosos y que terminemos extasiados, pero a mi solo me extasia la sangre derramada de mil heridas de bala.

Siento el paseo nervioso de Hunter a mis espaldas, eso puede poner nervioso hasta a mis acompañantes y mis interlocutores de esta noche. Sigo sonriendo mientras mantengo la compostura.
Me giro y miro a Hunter cuando pronuncia mi nombre. No digo nada solo clavo mi mirada.
Parece que ha recordado algo, pero su mirada es demasiado animal, demasiado...excitante, puede que incluso en otra epoca...Me vuelvo a girar al nosferatu, es hora de que diga su precio.

Cuando llegue el momento os pagaremos por esos favores, siempre y cuando sea lo adecuado. Puede que incluso nosotros pronto tengamos informacion que os sea util y deseeis que la intercambiemos.
Vuelvo a mirar de reojo a Hunter, puede que vayamos a empezar a tener un pequeño problema en breve y no quiero que lo sepa nadie.

El Nosferatu parece a punto de responder algo de mala gana ante la pregunta de Steffanie, pero finalmente guarda silencio. Al parecer, parece interesado en la actitud del Gangrel. Durante un instante, parece ladear la cabeza hacia un costado, como si tratara de escuchar algo.

Bueno, pues si eso es todo, creo que me retiraré -Dice el Maestro mientras juguetea con sus manos entrelazadas- Oh, se me olvidaba. Hay un detalle que posiblemente os sea útil. Durante la noche del Jo Ta Ke, un par de manadas acudieron a todos los refugios conocidos de los setitas y los locales bajo su posesión financiera, siguiendo los informes que les transmitimos. Cayó alguna serpiente, aunque menos de las esperadas, y muchos ghouls. Sin embargo... -El Maestro permanece unos instantes meditando sus palabras- Hubo un local, el Xtreme, que olvidaron visitar. Se encuentra en la carretera entre Santurtzi y Zierbana, jeje. Casi puedo comprender su descuido ¿sabéis? Jejeje... -El Nosferatu se gira y comienza a caminar hacia una puerta del interior de la estación. Su risa se convierte en un eco grotesco, pero aún tiene tiempo para deciros algo más- Es territorio lupino, jajaja...

El Maestro desaparece en las sombras, y los ecos de su risa van apagándose lentamente. Quedáis solos en la estación, con la silenciosa compañía del Nosferatu del rostro medio desfigurado, que espera con el portátil encendido a recibir vuestras indicaciones. Parece que la reunión ha terminado.

Voy a cagarme en la madre que pario a todos los prepotentes y arrogantes sabemos siempre lo que pasa Nosferatu
Sonrio mientras se macha, me encanta que nos oculten cosas, asi que terreno lupino, tendremos que negociar con ellos un paso hasta alli para poder acabar con esas serpientes o simplemente mandar a un grupo de humanos a acabar con ellos.

Sonrio al que nos queda y me acerco para decirle algunas cosas que debe modificar para bien en mi pequeña historia, no mucho solo lo necesario para que es verdad o mentira.
Me alejo y espero que el resto haga lo mismo antes de marcharnos.
Siempre es un placer hacer negocios con vosotros.
Hago un gesto para irnos, creo que aun tenemos tiempo para poder hacer algunas visitas pero lo que importa es otra cosa.
En una calle me paro. Albret, Koldolak adelantaros un poco, tengo que hablar con Hunter ahora.
Le miro a los ojos seria. ¿que querias decirme dentro?