Partida Rol por web

Gran Bilbao Sangriento II: La Serpiente Oculta

11- Anochecer para cazar

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11/11/2015, 12:04
Narrador

La oscuridad de la noche aún no ha dado paso a la primera claridad que anuncia la mañana. Queda tiempo, pero no para vosotros, no aquí, en territorio de los lobos. Apartados de las luces de la ciudad, los gruñidos y los aullidos os advierten de que vuestro tiempo ha llegado.

Steff, Hunter y Albret surgen de la oscuridad del túnel. Fuera, a la luz de las exiguas farolas lejanas, Jules y Luigi les salen al encuentro, seguidos de lejos por un lento pero enorme Koldolak aún en su forma de batalla. Ni rastro de Cagalli, pueden comprobar quienes salen del túnel. Tampoco es que les sobre tiempo, pues tras ellos se mueven en la oscuridad varios lupinos rabiosos, que surgen a la luz en sus formas bestiales, con ojos brillantes y mandíbulas apretadas.

Alguien enciende un cigarillo. Sobre la boca del túnel, en lo alto, apoyado en una roca de la ladera del monte, el andrajoso lupino de la ballesta ve iluminado su sucio rostro por la llama, antes de extinguirla. A su lado, la jovencita de piel pálida os apunta con su arco, una flecha bien situada cuya punta, inexplicablemente, brilla con un fulgor propio de luz blanca. Hay alguien más junto al tipo de la ballesta, al otro lado, pero está sumido en las sombras y no le reconocéis.

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11/11/2015, 12:12
Igor Agerian-egiak (Verdades-reveladas)

Es hora de abandonar nuestro territorio, sanguijuelas. -Os dice tras dar una larga calada al cigarro- El salvoconducto toca a su fin. Tenéis un breve espacio de tiempo para llegar a la carretera, montar en vuestros vehículos, y desaparecer para no regresar jamás. -Sus palabras se ven acompañadas del gruñido de varias bestias en la boca del túnel- Porque, si volvemos a veros por aquí, estaréis en nuestro coto de caza...

Quizás sí, quizás sea la hora de salir por patas...

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11/11/2015, 12:15
Narrador

Notas de juego

A partir de aquí, y salvo que queráis cometer alguna locura, interpretación libre mientras salís del territorio de los Hombres Lobo. Podéis poneros al día entre vosotros (hay cosillas que contar), decidir qué queréis hacer a continuación, planes para el futuro, ver qué pasa con Jules... Lo que queráis.

Pero la partida como tal, termina aquí.

Lo cierto es que, pese a su concepción relativamente sencillota, ha sido una partida difícil de seguir, con parones y demás. No se que impresión os habrá causado, pero yo no me siento especialmente orgulloso de ella. En seguida comenzaré a repartir vuestros más que merecidos Positivos, y creo que me tomaré un descanso del tema vampírico durante una buena temporada antes de empezar a preparar ninguna secuela.

Ha sido un honor teneros por aquí y haber disfrutado de vuestras grandes interpretaciones. Mil gracias y un fuerte abrazo.

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12/11/2015, 14:36
Hunter

El viaje de vuelta resultó largo y tedioso para el cazador. El sentimiento de haber fallado a la Cofradia resultaba insoportable para Hunter. Empaquetado en aquella lata de sardinas que era el coche, abria y cerraba las manos espasmodicamente, sin hacer caso a la suciedad encostrada en sus uñas rotas. El silencio reinante, roto unicamente por los ocasionales traqueteos del motor o de la palanca de cambio o por el chillar de las ruedas al tomar una curva a mucha velocidad, era opresivo. Angustioso.

- Falta Cagalli.- Hunter se expresó sin acritud, ni reproche. Tampoco fue una pregunta. Era la constatación de un hecho.- Y Jules no ha pasado sus rituales de aceptación.- De nuevo, el antitribu Gangrel se limitó a expresar la situación del motorista.
 

Notas de juego

Desmarco a Jules, porque supongo que nos sigue en su moto.

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12/11/2015, 15:24
Albret

Me siento o, más bien, me dejo caer en el asiento trasero del coche mientras emito un sonoro y quejicoso suspiro. A los pocos segundos, me llevo una mano a la cara y me rasco los ojos con gesto cansado.

- Menuda noche - digo para el cuello de mi camisa.

Escucho a Hunter constatar lo evidente. Giro ligeramente la cabeza para mirarle mientras arqueo ambas cejas y me encojo ligeramente de hombros en un silencioso "qué le vamos a hacer".

Vuelvo la cabeza al frente y miro a nuestra Ductus. Un pensamiento se me cruza por la cabeza y, con una maliciosa sonrisa, lo suelto sin darle demasiadas vueltas.

- Steff, ¿Qué tal un buen revolcón para aliviar las penas de esta noche? -

La mirada severa del sacerdote se cruza con la mía por un momento, pero la aparto rápidamente ante el más que probable reproche con el que irá cargada. Así que mis ojos vuelven a posarse lascivamente sobre las sinuosas curvas de la Ductus. Una visión infinitamente más placentera que las grotescas formas de Koldolak...

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13/11/2015, 11:36
Jules

No ha sido la mejor noche, la verdad, ni para mí ni para la manda y mucho menos para la Barbie... esta manada necesita mucho más autocontrol y mano firme para saber trabaja como la manada que debería ser.

Los malditos pulgosos nos hacen saber que seguimos en su territorio y que no somos bienvenidos, que salgamos y no volvemos por aquí.

Y no tengo intención de ello, si puedo evitarlo.

Llegamos al punto de partida y arranco mi moto, esperando sobre ella con el ronroneo del motor recorriendome el cuerpo y miro al resto de la manadan, especialmente a Koldolak, esperando una indicación por su parte...

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19/11/2015, 16:43
Luigi

Echo a correr mientras preservo en mi mente lo sucedido atrás en los vagones, la reyerta, el golpe, las heridas, la huída, el fin de una vida que debió terminar hace mucho. El empoderamiento del nuevo, sujetando el brillo del arma de un caído.
Pasé mis zapatos sobre las cenizas; no valen nada, quizás me hube precipitado en la valoración de mi hermana de manada. Sí. Si terminas cenizas es porque cenizas quisiste ser.
Espabilo cuando oigo el aullido y el aroma a perro mojado que despiden aquellos "hombres lobo", esas bestias malolientes rabiosas hasta el tuétano. Se acababa el límite de tiempo y a medianoche seriamos calabazas y ratones.

- ¡Mueve el culo vaffanculo! -grito a Sombrero Jack, con esa pose de pistolero que no lo abandona nunca.
Cuando por fin llegamos con el resto, la nueva amenaza salta a la vista; miro mi reloj comprobando que queda poco para el fin del pacto. Sigo a la manada y subo en el vehículo previsto para nuestro escape.
Ha sido un total desastre.
Steff ha llevado esto, a casaccio...

Poca organización, disputas personales, información escasa, falta de previsión... a la Ductus hay que dare in pasto ai cani, el fracaso de su liderazgo tan sólo podría verse una vez estuviéramos ante la cofradía.

Ya van dos, dos veces.

La voz de Hunter y el comentario de obviedades, me roban finalmente una expresión cansina.

- Está muerta -respondo secamente como si fuera una nimiedad, aunque finalmente para mi, lo era un poco. Si hubiera sido otro... no lo hubiera soportado.

Tratándose de Cagalli era una pérdida aceptable, hubiera preferido que se llevaran a la bellisima Ductus, pero quizás fuera pedir demasiado.

- Sam pistolas ha estado bien -respondo secamente refiriéndome a Jules, mirando por la ventanilla. Viniendo de mi eso ya es un cumplido. Puedo decir mucho más de las acciones de Jules que las de Steff.

Sí, estoy cabreado. Lo admito.

Y la actitud de Albret me cabrea más - ¿Qué tal si cierras la puta boca? -lo miro a los ojos, con MIS ojos, los ambarinos sibilantes- ¡Stronzo! ¿No tuviste ya suficiente revolcón allá fuera? -le di una última mirada asesina y regresé la vista al sinuoso paisaje de la ventanilla.

Si. Definitivamente no estaba de humor para estupideces.

Lo que necesitamos es un cambio de timón y rápido, ya me encargaré de ello, de poner orden en este caos. Solo tengo que colocar a cada quién en...

El móvil sonó, otra vez tenía señal.

Bien, bien, ahora solo quedaba asegurarme de suavizar cualquier daño colateral.

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20/11/2015, 03:27
Hunter

Hunter se removió, molesto. La burda insinuación de Albret había sido la guinda que coronaba una noche mala, en la que nada le había salido bien y en la que, según Luigi, Cagalli había encontrado la Muerte Definitiva. 

- No tenemos tiempo para esto.- La profunda voz de Hunter se hizo oír por encima del ronroneo del motor sin demasiado esfuerzo.- Necesitamos un refugio seguro desde el que atacar a nuestros enemigos.

El cazador hundió la barbilla en su pecho, meditabundo. A despecho de si mismo, tuvo un momento de debílidad, recordando a los caídos de la Cofradía del Corazón Ensangrentado; Danny, el gigantón leal y Cagalli, la pequeña bravucona. "Graves pérdidas... Jules es una adquisición notable, pero no puede llenar el hueco el sólo."

- ¿Ductus?- Hunter interpeló a Steff a despecho de otras opciones, consciente de que había sido él quien había propuesto a la fría cainita para el cargo que ostentaba.- Hemos cumplido. Toca devolver el golpe.