DIA 1

Al terminar la cita con Emma, Sam tuvo un rato de descanso para refrescarse y cambiarse de ropa si quería. Susie, que habia estado pedaleando como una leona por orden de la nonna, estaba un poco agotada. Necesitaba una ducha, habia sudado, por supuesto su sudor olía a rosas, pero entre la lluvia que habia caido, y el fango que tenia en el calzado deportivo, la mocatriz no veía el momento de entrar en la casa y relajarse.

El equipo de James Cameron estaba repartido entre la granja de Sam y de Evon, puesto que Emma ya habia subido al jeep camino a la granja del vecino. ¿Qué pasaría a partir de ahora? ¿Tendrían Mac y Susie alguna conexión o se llevarían como el perro y el gato?

Emma habia disfrutado de un bonito paseo a caballo. Veríamos que plan tenía reservado el granjero para la mocatriz de Nueva York.

Esta señora no va a poder conmigo. Por favor, esto no es nada en comparación al hambre que pasé cuando fui Miss Nueva Jersey. No podía comer donuts, pizza, todo lo que me gusta.– se repetía Susan mientras dabas vueltas y vueltas como una tonta con la bicicleta. Muy bonita eso si. Le contó toda su vida a la nonna de Mac. Hasta donde alcanzaron los veinte minutos y su aliento, porque lo estaba dando todo como Lance Armstrong, sin doping, que conste.

-¡Se ha acabado el tiempo de la cita! Dejamos de grabar – gritó un cámara terminando la agonía de Susie. En su vida habia pasado por un interrogatorio tan heavy. En esos minutos previos a que la tortura diese su fin, la morena se planteó que hacía ahí dándole explicaciones a esa señora cuando ella no estaba interesada en su nieto. Nunca se enamoraría de alguien tan feo. Es la pura realidad.

Ay, Steven, te odio por haberme convencido para venir a este sitio. – todo por la fama. Pero la mujer tenía claro que no se iba a entrometer entre Emma y Sam, sería simpática con el granjero, que para eso habia sido Miss Simpatia en 2007. Vale, hace mucho tiempo pero es que Susie era simpática por naturaleza. Y sino que llamen a Sor Clarins y le pidan que les hable de ella. Las trastadas que hacia en el colegio mayor y como la monja al final se apiadaba de ella y no le pegaba con la regla en los dedos, aunque fuese una revoltosa.

-Adiós nonna Giulietta, ¡ha sido un placer! – dijo bajándose de la bici, sonriendo encantadora como una verdadera Miss y corriendo adentro de la casa para cambiarse de ropa. Como el terreno estaba un poco embarrado, esta vez fue precavida, y se agenció un par de botas altas por lo que pudiera pasar. ¿Y si Mac la llevaba a limpiar mierda? Habia visto que en otras temporadas las pretendientas sufrían por ese motivo. Pero claro ella que tenia una madre de Texas, no se iba a achantar por un poco de mierda. ¿Por qué seria solo un poco, no? No la iba a tener los veinte minutos limpiando la caca de sus animales. ¡Sino vaya granjero romántico!

Como Susie no quería enamorar a Sam... porque si se vestia como una diosa lo iba a enamorar a la primera… se decantó por seguir en la misma línea de mujer Decathlon, sexy, vestida con ropa deportiva.

-¿Que tal McFly? - le dijo bromista cuando el equipo de cámaras la guio hasta la puerta de la casa donde esperaba el granjero. -Tu nonna me ha tenido muy entretenida... no me va a dar tiempo a engordar. No es que yo coma cosas que no deba. - risita nerviosa mirando a cámara un segundo. A ver si ahora la tomaban por una mocatriz que se ponia fina a donuts y todo lo que pillase. Que era así, pero Susie quemaba mucho con el spinning. -¿Bueno y que me has preparado para nuestra cita, Mac? Ha hecho un poco de mal tiempo pero ya parece que ha escampado la lluvia. - ella no tenia nervios, estaba tan tranquila. No sentía mariposas en el estómago ni de coña. Si fuese un hombre atractivo... pues si que tendría nervios. Pero que va, Mac no era Atila.

La cita con Emma había sido un desastre, un auténtico desastre, solo comparable a una ley seca o a que el alzheimer de la nonna le impediera recodar su receta de la pasta amatriciana o los cannoli. Era tan bonita que le hubiera gustado ser más romántico, o más sexy, pero aquello no era lo suyo, Sam era un buen hombre, cariñoso y leal pero era de los que no entraban por los ojos, sino que se iba colando poco a poco, como se filtraba el agua en las cuevas y se formaban las estalactitas, con paciencia, de forma más lenta pero mucho más profunda, así le había pasado con su esposa, pero en ese concurso, realitychow o lo que fuera no había tiempo, solo dos citas y a casarse, y así no era como funcionaba Sam.

Se fue a la ducha y empezó a darle cabezazos a la pared de frustraciones, soltando tacos en italiano, todos dirigidos hacia él mismo. Casi la había matado, me había metido la cabeza en los pechos, le había lamido un muslo, le había tocado el culo y la había besado, todo en la primera cita. Un auténtico desastre, si lo hubiera hecho a propósito no lo habría hecho peor y encima ahora iba a visitar al vecino. Evon era la otra cara de su moneda, encantador y guapo, pero tal vez les hubiera alquilado la granja a los del equipo por un fajo de billetes y estuviera allí el tal Romeo, sería una suerte, Romeo parecía ser el típico panoli que ha visto demasiadas telenovelas y que el exceso de productos capilares le habían reblandecido el cerebro. Si era Evon, bueno, no podía decir mucho, no se llevaban demasiado bien, así que había empleado la consigna de que buenas vallas hacen buenos vecinos y la suya estaba electrificada de ese lado del rancho. Pensar que ahora Emma debía estar camino del encuentro de otro hombre le dolía como una patada en il panetone, ma, no podía hacer niente, tenía que dejar que ella se diera la cuenta de que le ofrecía Sam era algo romántico, duradero y auténtico, no una aventura. Sam le ofrecía cumbres borrascosas y tejas verdes en lugar de las 50 sombras de Grey.

Suspiró mientras se ponía algo cómodo para trabajar. Unos vaqueros, una de sus sempiternas camisas de cuadros y unas botas altas de piel de borrego, duras por fuera, suaves por dentro. Le hubiera gustado tener ropa elegante, como la que había usado para Emma, pero no tenía más, su vestuario se basaba en camisas de cuadros y, de todas formas, se pusiera lo que pusiera no podía estar a la altura de Susie. Ella era una mujer hermosa, seguro que había sido una estrella de Bollywood, o de algún sitio de esos donde se hacían las películas, y debía estar allí por algún motivo extraño, tal vez para inspirarse para una película de granjeros. Estaba allí, fuera cual fuese el motivo, y nada más llegar le había llamado algo extraño el primer día, McFly, que no sabía lo que era pero allí había internet, a ver si se creían esos estirados del norte que no sabían allí en el sur lo que eran las nuevas tecnologías. A través de su modem de 14400 y su windows 95 descubrió que McFly no era algo cariñoso, no, al contrario, McFly era algo humillante, era un tío al que le daban collejas porque no tenía huevos y que ser un mcFly se había convertido en algo así como un sinónimo de panoli.

Sam sonrió de forma divertida mientras buscaba una cita adecuada para su glamourosa visitante. Se iba a enterar, podría ser de pueblo pero nadie le llamaba panoli, ni siquiera una beldad de Bollywood. Iba a quitar mierda por un tubo, que decía él, por un tubo no, por una tubería, a ver de que estaban hechas las chicas de ciudad. Le iba a demostrar quien de los dos era un McFly, aunque fuera lo último que hiciera. La vio en chandal, un evidente intento de ocultar sus atractivos, no fuera a ser que la chepa se le contagiase, y le volvió a llamar McFly. La sonrisa amistosa de Sam se ensanchó mientras mostraba todos los dientes y le decía

"McFly?, oh, que divertida, Sue. Así que has conocido a la nonna, eh? Es todo un carácter, pero no se lo tengas en cuenta, está perdiendo la cabeza. Así que te ha hecho la prueba del giro de Italia, eh?" dijo quitándole importancia "La pobre, era muy seguidora de Pantani y querría que mi esposa tuviera capacidad pulmonar para llamarme de un lado a otro del rancho sin necesidad de móviles, urlando a sotovocce" - McFly, te ha llamado McFly, no seas blando, no seas blando, se tiene que enterar de lo que vale el peine de un calvo. Con una sonrisa inocente y una mirada arrobada dijo "Te he preparado una cita fantástica, maravillosa, te va a piacer molto porque no hay nada más romántico que compartir las obligaciones y las dichas como uno solo, e, questa matina toca limpiar los establos. Mira, allí tienes un mono y unas botas adecuados para el trabajo" La miró con una sonrisa apreciativa, fingiendo que estaba totalmente subyugado por su figura y pose "Un mono azzurro y unas botas altas para evitar que, bueno, que los tropezones te manchen la colección prette a porter primavera 2020" Prette a porter del mercadillo del pueblo de al lado, te vas a enterar, que como te pongas estupenda aun te pones a hacer de mamporrera.... McFly, te voy a dar McFly.....

La cogió de la mano con ternura una vez vestida y la llevó a la puerta de un establo. Estaba limpio para ser un establo, pero algún orín de caballo y pastelito de chocolate había, que sus caballos eran muy límpios pero no iban al water ni andaban estreñidos, así que, había merda man non troppo. Con gran atención le dijo "Es un trabajo molto facile e divertente, básicamente es coger la paja sucia y sacarla del establo para meterla en aquel contenedor que lleva al deposito de biocombustible con el que se alimenta la caldera de la granja. Este tenedor grande de aquí" dijo señalando el rastrillo "se utiliza para coger la paja, se coge por este mango" dijo poniéndole las manos y sonriendo con picaría "y se pincha con los dientes del tenedor. Facile, veritta? Bueno, no lo es tanto, mis caballos son muy temperamentales, pura sangres de carreras, y tienen sus gustos. No toleran a nadie en las cuadras, especialmente ese" dijo señalando a Goliath, que después de la carrera con Emma echaba espumarajos por la boca y estaba más caliente que la culata de la moto de un hippie "ese adora la música, pero no cualquiera, le gusta la ópera, pero odia los gallos y que alguien desafine, pero me dijeron que eras cantante, no?. Así que será fácil. Por cierto, vigila sus patas de atrás, son fácilmente reconocibles, si tiene cola, cuidado.... Andiamo, que si tenemos tiempo tendrás un premio. Esta mañana veré como te entiendes con nuestros caballos"

Había metido en el horno de leña una pizza con la que agasajarla si se portaba bien. Ya empezaba a oler a masa tostándose para los olfatos desarrollados, para los que no, era difícil escapar al olor de futuro biocombustible.

¿Por qué sonreía tanto Sam cuando le llamaba McFly? ¡Ay, claro! Es que estaba encantado de que le llamase así. Su sonrisa altruista significaba que al granjero le encantaba ese apodo de regreso al futuro. ¿Y a quien no? Por favor. Marty Mcfly era un chico adorable, un poco bajito, pero una monada. Susie sonrió igual de encantada al granjero romántico, feliz de hacerle feliz. Mira que bien, parece que vamos a hacer buenas migas. – pensó ella tan segura.

-Si, me ha hecho dar el giro d’ Italia. – respondió a colación del comentario sobre la nonna. -Pero como yo soy una mujer muy versada en el deporte… - evitó quitarse la parte superior de su chandal y enseñarle sus brazos tonificados de mujer que le pega al aerobic y su vientre plano para no enamorarlo al instante… - y en escenas de riesgo, pues… ha sido panetone comido ¿ca-piscis? – sabia que no quedaría bien mirar a la cámara en ese momento y aprovechar para venderse como una actriz de primera tonificada y sexy. Porque claro, los espectadores tenían que creer que ella sentía interés real por su granjero. Ahora tenía que centrarse completamente en Sam, por más feo y horroroso que le pareciese. -Ay perdona, que tonta. Capisci. – soltó una risita nerviosa, no por estar al lado de Sam, eh, sino por el error.

-Ha sido como… una experiencia nueva. Yo he estado en Sicilia, de donde es tu Nonna, me ha contado que vivía en Corleone. Soy tan fan del padrino. Es que me encanta el trabajo de De Niro, Al Pacino y el difunto Marlon Brando. Ese hombre era tan atractivo… - si, eso estaba genial, ir haciendo tiempo hablándole de su afición por el cine. ¿Le gustaría el cine a Sam? ¿Llegaría internet a ese lugar recóndito del territorio americano?

-Bueno… yo tengo mucha voz, la verdad. He cantado desde siempre. – dijo sin ninguna modestia. -Aunque lo de gritar no me gusta en absoluto, ni tampoco alzar la voz mientras mantengo una conversación. Detesto a la gente que tiene el tono alto, y come haciendo ruido con los cubiertos o masticando con la boca abierta como un caballo. – fíjate la de cosas que estaba contándole Susie.

Y abracadabra mierda de cabra, bueno, no, de caballos. Mac le indicó que su cita consistiría en limpiar la caca de los establos. Susie en un primer momento no se espantó porque ya venia hecha a la idea de que eso podía ocurrir. -Si, me parece correcto, yo no friego los platos ni cocino si mi pareja no hace lo mismo por mi, turnándose conmigo. – la realidad era que ella no había tenido nunca una pareja estable, pero bueno, los hombres con los que había compartido momentos de lujuria y se quedaban en su casa se repartían el trabajo con ella. Porque Susie no era ninguna esclava de nadie.

-Vaya, vaya, que sorpresa más… - dijo sonriendo con menos entusiasmo que antes, pero igual de Miss. -…inesperada McFly. Estaré encantada de ver tus caballos y ayudarte en lo que pueda. – Susie podía ser muy suave si quería. Y lo estaba siendo en ese momento porque entendía que siendo una invitada/pretendienta debían demostrar de lo que era capaz. Científicamente dejando claro que la mierda no le provocaba arcadas.

El mono era un mono, simplón y sin estilo, pero Susie se adaptaba a todo. Se vistió con él poniéndoselo por encima, muy obediente ella, se quitó sus botas y se colocó las de trabajo dándole un momento la espalda a Sam. ¿Por qué? porque no quería que se enamorase de ella.

Entonces llegó el primer contacto NO DESEADO. ¡Pero bueno, que atrevido ha sido McFly rozando mi mano al llevarme al establo! La morena le miró los dedos a la vista ásperos, manos de granjero y no sintió ningún agrado cuando la tocó. Era como el papel de lija. Ay, Sor Clarins, lo que daría por tener tu regla ahora y darle un buen “reglazo” a este pulpo. – vale, no era tan pulpo pero es que un hombre que te toca y no te gusta, para todas es un pulpo.

Entró en el establo mirando de no pisar ningún pastelito de chocolate nada más empezar, aunque ella era supersticiosa y creía que lo de pisar mierda daba suerte. Quizás también acariciando la espalda de Sam le tocase la lotería. Así que ni corta ni perezosa se apoyó en el chasis de su granjero, poniéndole con suavidad su mano sobre uno de sus omóplatos. Fue un par de segundos solo, para que no se emocionase demasiado.

-Que bonito establo McFly, los caballos se ven sanos y muy bien cuidados. – no, no estaba fingiendo. Escuchó como le explicaba el procedimiento de sacar mierda con el tridente de Poseidón y asintió. -Yo estoy fuerte, puedo con todo, excepto con pianos y frigoríficos. – levantar la pala era panetone comido, cargar al peso otros objetos pesados no, coño. -Mi madre es de Texas y esta herramienta me suena. – se refería al tridente eh. Porque Susie ni en sueños le iba a mirar la entrepierna a Sam. Otra vez le había tocado las manos sin permiso. ¿Pero este hombre que intentaba? Le había sonado fatal lo del mango.

Escuchó lo que le contó sobre sus caballos y especialmente prestó atención al caballo Goliath. -Así que no toleran a nadie extraño en las cuadras. – asintió observadora. -Si sufro algún percance supongo que tendré que quedarme fuera del concurso, y claro eso sería una pena con las ganas que tengo de conocerte McFly. – puso una vocecita… medio seductora, si, de fémina dulce. Se iba a ganar a la audiencia y él iba a quedar como un arrastrado, salido, sin ningún saber estar ni idea de tratar a las mujeres con delicadeza.

-¿Le gusta la ópera? Sei molto italiano, Goliath. And… molto carino. – dijo la morena mirando de reojo al caballito aguerrido.

Pobre Sam, decirle a ella que si tenían tiempo le obsequiaría un premio por el trabajo. ¿Qué pensaba que era Susie, una perra? Se rio por dentro pensando el ridículo que estaba haciendo, y ella tan lady.

Le pasó el tridente. – Sujétame esto que tengo que cantar para mi público equino. – A Susie le gustaba la ópera, pero solo algunas arias concretas y no estaba capacitada para cantar lirico, desde luego. Pero Sam eran tan provinciano que, no podía culparle por ser un paleto integral. Vamos a comprobar lo que hace tu caballo.

Se puso la mano frente de la boca a modo de micrófono improvisado y con toda su simpatía innata y tablas en el escenario, empezó a cantar con un flow flipante*.

Como una verdadera negra del Bronx o Will Smith en la intro del príncipe de Bel Air.

I said a hip hop the hippie the hippie
To the hip hip hop and you don't stop
The rock it to the bang bang boogie
Say up jump the boogie to the rhythm of the boogie, the beat

Now, what you hear is not a test, I'm rapping to the beat
And me, the groove, and my friends are gonna try to move your feet
See I am Wonder Mike and I'd like to say "hello"
To the black, to the white, the red and the brown, the purple and yellow

Sam no pudo evitar sonreír con las referencias a la nonna, sobre todo sabiendo cual era su modus operandi con las pretendientas, pocas que había tenido desde la muerte de su carissima esposa. Se pasó la mano por la frente con expresión divertida, imitando como si se limpiara el sudor por el esfuerzo mientras le decía "La primera vez hace la etapa de llano, para calentar, pero después suele hacer la contrarreloj, la etapa de montaña y luego el sprint final, así que es una suerte que seas deportista, pero non ti preocupare, hablaré con la nonna para que tenga pietà, como Michelangello" la miró por un segundo y aclaró "el escultor, no la tortuga ninja. Que una cosa es que haya sido panetone comido y otra que el panetone se quede cremato como el Vesubio"

Sam la miró con otros ojos cuando dijo que había estado en Sicilia, sonriéndole con aprecio mientras decía "Benne!, Ti piacce el padrino? Es mi película favorita, menos la parte en que arrancan la cabeza al pobre cavalino rampante, esa parte no me gusta y siempre tengo que cerrar los ojos. Mi piace más De Niro que Pacino, ma, va por gustos, es que es más fiel a lo que se ve en Sicilia. " Bajó el tono en plan conspirador para que nadie le oyera y le dijo "La nonna fue de la cosa nostra, e vero, pero no le digas nada, se enfada mucho cuando le recuerdan su pasado. Así que mucha voz, eh?, tienes un público exigente, así que mucha mierda, que diga, mucha suerte" Estaba claro que mierda iba a tener, a punta pala, bueno, a punta rastrillo, así que tampoco hacía falta desearle algo de lo que se iba a hartar. "Así que no te gusta cocinar, eh? A mi me encanta, es una de las cosas que más me relaja y no te preocupes por los platos, en Italia eso es cosa de hombres, además, sería una pena que se te estropearan, tus millones de admiradores se sentirían desolados"

Y es que Susie tenía la pinta de tener millones de admiradores, cientos de contratos y decenas de amantes. Estaba allí tan fuera de lugar como lo podría estar él en Bollywood, California, así que aquello solo podía ser algún tipo de broma para el especial inocente, inocente de aquel año, sino de que alguien tan famoso iba a estar allí? Él era un buen hombre, trabajador, romántico ma non era Eros Ramazzotti, así que decidió que lo mejor que podía hacer era quedar natural ante cámara, divertirse un poco y esperar a que volviera su cara Emma.

Emma - Suspiró -  Una cita y ya lo he estropeado todo, y eso que no ha conocido a la nonna, si la nonna le hace il giro d'Italia la mata.

Finalmente Susie se puso en disposición de trabajar y se dirigieron a los establos. Sam se rio al verla caminar como si estuviera en un campo de minas, tratando de no pisar nada que tuviera color chocolate como si la vida le fuese en ello. Sam entró con ella en el establo y al notar la mano de Susie se volvió a ella con preocupación. Le daría miedo el semental? Sería demasiado para ella? Sonrió para darle confianza cuando de pronto le volvió a llamar McFly, McFly el collejas, McFly el falto de carácter y la sonrisa de tierna se tornó en ligeramente irónica
"Sí, los caballos están cuidados son mi vida y mi passione y es una suerte que tengas experiencia, así acabaremos antes y podremos comer algo" La miró dubitativamente antes de decirle "porque, las super actrices coméis pizza, no? Pensé que después del trabajo te gustaría comer algo y que pudiéramos hablar con tranquilidad, la verdad es que me gustaría saber que trae a una superestrella a un rancho tan humilde pero, será después del trabajo, que Goliath se impacienta y per favore, nada de percances, bastantes he tenido ya hoy con...." recordó a Emma y la serpiente y enrojeció como un tomate al recordar todo lo que había hecho. Eso no era romanticismo, pero es que sino se hubiera muerto y a veces hay que elegir entre susto y muerte, bueno, susto no, amore, lo que sea, pero muerte no. Con una sonrisa tímida le dijo "Sí, sería una pena que te pasara algo antes de obtener tu autógrafo"

Susie se vino arriba, le pasó la horca y empezó a cantar como si hubiera metido los dedos en un enchufe. Que clase de opera era aquella? Que si hip que si hop, que si bujiri. La miró temiendo que estuviera teniendo un ataque epiléptico con preocupación pero parecía que no, que la canción era así. Goliath piafó irritado y le dio un culetazo que casi hizo que Susie cayera al suelo y cuando intentó repetir Sam se interpuso y le gritó
"No, es mi invitada, serás amable o te castigaré una semana sin manzanas. Cavalino malo. Cavalino malo. Capisci?" El caballo lo miró y bajó la cabeza mientras Sam miraba a Susie con preocupación y le abría la puerta del establo señalándole la puerta de al lado "Mejor te encargas de Luna, es una yegua muy mansa y está a punto de dar a luz, le queda una semana, sé buena con ella"

Se metió de nuevo en el establo de Goliath y empezó a trabajar con fuerza y pasión, echando vistazos casuales a Susie y sonriendo al ver sus comprensibles dificultades. Para amenizar el trabajo empezó a canturrear una canción  

Los caballos se relajaron, levantando las orejas muy atentos a lo que cantaba, mientras iba quitando los restos de sus deposiciones y renovaba la paja del establo. Miró a Susie que estaba sumida en su trabajo, se agachó y cogió un puñado de paja, amasándolo con cariño hasta hacer una bola sin consistencia. Miró como trabajaba, intentando no mirarle el culo cuando se agachaba, que uno era un cavaliere, riendo cuando un tropezón se escapaba de su pala. Sonrió y aprovechando un momento en el que ella le daba le espalda le tiró la bola de paja a la cabeza, dejándole su hermoso corte de pelo salpicado de briznas de paja. Se volvió indignado a Goliath mientras le decía "Cavalino malo, no se hace eso con las invitadas, aunque casi que así está más seductora, verdad?"

Sam le sonrió con una sonrisa de chupate esta, McFly lo será il tuo pappa. Divertido, ligeramente burlón, mientras esperaba como encajaría una broma Susie Grace, actriz, cantante, modelo, amada por millones y millones de personas. Estaba claro, que por muy guapa que fuera, alguien sin sentido del humor no tenía sitio en su granja

Pobre Emma… - pensó Susie al saber que la nonna ponía a pedalear a todas las pretendientas de Sam, en puerto de montaña, contrarreloj… Ella por suerte ya se iba a librar de cualquier otra prueba. El equipo de Cameron le explicó que solo le quedaban dos citas y una era con Evon, el vecino de la granja de al lado.

Enarcó las cejas cuando le habló de una tortuga llamada Miguel Ángel. -Sé quien es ese escultor y pintor McFly, también pintó la capilla sixtina, igual no lo sabes y solo bromeas con el chiste ese de la tortuga porque es lo único que conoces. – ay pobrecito. -En contra de lo que los hombres puedan pensar sobre las rubias y las Misses, muchas de nosotras fuimos a la escuela, al instituto, a la universidad… - le enumeró todas las opciones de educación posibles, como a un retrasadito. -Y no somos tontas. Es un poco discriminatorio encasillar el potencial y la inteligencia de una persona solo por su imagen. – también había estado en el Vaticano y visto de cerca “La pietá”. El garrulo jorobado la cagaba más y más. Pero ella seguía en su línea de lady británica. Más lady que Megan de Sussex. Sonrisita a Sam y guiño. Eres un campeón... quizás de pequeño estuviste en alguna clase "especial" o simplemente eres así de tonto por haber nacido en una granja dejada de la mano de dios.

Se acercó otra vez a ella y pensó que iba a hacer alguna estupidez. Que no tenga mal aliento, por favor… - pensó cuando el granjero se arrimaba para hacerle una confesión. Susie abrió la boca sorprendida. ¿Por qué no le extrañaba nada que esa mujer tan fuerte hubiese pertenecido a la cosa nostra? Quizás por ser hija de una tejana. -En Texas no hay cosa nostra, la cosa nostra se la montan los tejanos en su casa, con sus pistolas y escopetas, querido McFly. Si pisas terreno vedado estás muerto. - sonrió ampliamente, luciendo su encanto de Miss.

Con paciencia infinita respondió a su siguiente tonteria, segura de que el granjero tenia un nido de cerumen en las orejas, un nido donde las abejas estarían encatadas de anidar y vomitar más cera. No miró sus orejas para no encontrarse con todo el pastel. -Yo no he dicho que no me guste cocinar, he dicho que me gusta repartir las tareas, porque creo que es equitativo y nadie, por ser hombre o mujer, debe cargar más peso en las labores del hogar. – fuck yeah. Otro punto para la lady.

Si, mejor habla de tus caballitos Sam, mejorarás tu imagen cara a la audiencia. -Claro que comemos pizza, lo importante es que si comes algo muy calórico luego lo quemes para que no se convierta en grasa "mala" para tu cuerpo. – una sonrisa de Miss tonificada y responsable con el ejercicio, esta vez si, a cámara. -Estaré encantada de probar esa pizza. ¿La has hecho tú o la nonna? – la cita con el granjero estaba siendo insufrible, cada vez que lo conocía más, peor le caía. Así que por lo menos la pizza le quitaría el mal humor. Y ella como tenía tan buen apetito, pues... iba a quedar como una Miss super sana y comprometida con el deporte, comiendo una pizza natural y con ganas, no como una Miss que come un poco de lechuga y dice que está harta. -Que bien, claro, así podremos conocernos mejor y charlar tranquilos. Las superestrellas también se enamoran. - oh si, le apetecía muchísimo, sobre todo viendo lo cafre que era. 

No supo porque Sam enrojeció, pero en ese momento Susie sintió calor, calor de angustia y miedo, por si el granjero se enamoraba de ella seriamente. Sor Clarins si me estás viendo desde el convento, por favor reza por mi.

¿En serio? ¿Otra vez metiendo la pata? Pero que desastre de casting con el granjero romántico. -¿Ah, pero es que conoces mi trabajo cinematográfico? Debe de ser que si, porque si me pides un autógrafo supongo que será porque me admiras. ¿O te gusta coleccionar la letra de las mujeres porque si? Extraño hobbie McFly.– igual era de esos que coleccionaba bragas sucias de otras mujeres, posters de tias en pelotas y cosas muy creepys que Susie no podía imaginar. Dijese lo que dijese Sam, la Miss tenia la picardia suficiente para darle la vuelta a la tortilla y hacerle quedar mal.

Susie, a pesar de todo, seguía siendo una profesional y lo dio todo cantando hip hop. Su talento por desgracia no fue valorado por el caballo Goliath, acostumbrado a otro tipo de música. Ella desafinar no desafinaba. Era la hija de Miss Texas’ 84 y cantaba también como los ángeles. El culazo que le metió el caballo hizo tambalearse a la Miss que, acostumbrada a caerse con tacones y sin ellos, fue lo bastante rápida en sus reflejos para agarrarse a una de las paredes de los compartimentos equinos del establo.  

Miró al caballito estrechando los ojos y haciendo un gesto de negación con el dedo indice. -Mal, muy mal Goliath. El hip hop es poesía hecha arte. – Sam le aconsejó que limpiase la caca cerca de la yegua Luna. Susie pensó que era buena idea también. -¿Ah si, va a dar a luz? Nunca he visto el parto de una yegua, no en directo. Tengo Discovery Chanel en casa. – era impresionante como la yegua dilataba su donut y salia por ahí el pequeño potrillo.

Mientras se acercaba con cuidado donde estaba Luna escuchó a Sam cantar “O Sole mio”. -Vaya, tu dueño tiene voz de tenor. No lo hace mal. – compartió ese comentario con la yegua, en voz bajita. -Eres muy bonita, más que Goliath, el blanco es símbolo de pureza, por eso tu eres mas buena. ¿Verdad? ¿Te vas a portar bien? Solo vengo a limpiar la caca que hay alrededor tuyo para que estés más cómoda. Prometo no molestarte. – hubiese querido acercarse a ella y tocarla, pero no se fiaba nada, nada de que no le metiese otro culazo.

Se puso manos a la obra. Olia fatal pero intentó no pensar mucho en eso. Hubiese tenido que pillar una pinza y ponérmela en la nariz… - limpia caca, tridente, limpia caca, quitando la paja y amontonándola en un montón asqueroso, cuando de repente sintió un objeto solido pero blando impactar contra su pelo. Se giró hacia Sam y Goliath. -¿Quién de los dos ha sido? ¿Os parece bonito? - falcó el tridente contra el montón de paja de caca, pero con delicadez como una Miss. -¿He venido a ayudar y así me lo pagáis? - miró a los dos poniendo sus brazos en jarra alrededor de su cintura. Esperando una respuesta convincente.

Sam la miró con confusión. No sabía porque reaccionaba así pero si podía entender que lo estaba mirando por encima del hombro, como si él no valiera nada, confirmando que era una estirada de ciudad, que debía estar allí para cualquier cosa menos para pretenderlo y que, básicamente, se estaba burlando de él. Ligeramente dolido le dijo "Algunos no hemos tenido la suerte de ir al instituto o a la universidad. Mi padre falleció antes y tuve que ponerme a las riendas del rancho cuando tenía 15 años, así que no sé lo que se enseña en la escuela, lo poco que he aprendido ha sido de los libros." Bufó y la señaló con el dedo antes de mirar a la cámara y bajarlo avergonzado " No encasillo a nadie, pero sí sé cuando alguien es condescendiente y trata de burlarse de mi, como con lo de McFly, sé que McFly era el tonto, el de las collejas, el que no se atrevía y yo soy un hombre hecho a sí mismo, así que harías bien en respetar eso, aquí la imagen no cuenta, ni el color del pelo o el valor del maquillaje, aquí importan las personas."

Suspiró y las cámaras empezaron a revolotear en torno a él como aves de rapiña. Sam se movió incómodo y se preguntó por un momento como lo verían al otro lado de la pantalla, como le verían unos televidentes. Era un buen hombre, trabajador, cariñoso y romántico, pero aquella mujer era guapa y famosa, así que probablemente todos lo verían como zafio y poco refinado. Suspiró y maldijo a la mamma entre dientes por haberle apuntado a esa especie de tortura, donde chicas glamourosas, de sonrisa perfecta y modales refinados le venían a refregar por delante de su cara todas las oportunidades que no había tenido. Aquella cita se le iba a hacer muy muy larga y por un monento maldijo que la nonna no le hubiera aplicado la prueba de los Dolomitas.

Contestó con una ligera sonrisa a las referencias a las pistolas y escopetas, obviando el McFly y sabiendo que lo hacía a propósito solo por molestarle. Si sabía disparar tal vez tendría que decírselo a la nonna. Seguro que ambas se irían a hacer unos blancos y si hubiera un trágico accidente no pasaría nada, la nonna estaba perdiendo la cabeza, la vista le fallaba y las manos le temblaban, bueno, no era verdad, las manos no le fallaban y tenía una puntería que haría llorar a ojo de halcón de envidia, pero ante un juez era defendible, y si el juez no se avenía a razones los contactos de la nonna haría que se lo pensara otra vez.
"Benne, a mi no me gustan las armas, esa son cosas de la nonna. Tiene una colección de armas en su habitación y como seguro que le has encantado" dijo con un ligero sarcasmo "te puede dejar jugar con ellas si le dices que te gusta disparar"

Ninguna mujer en su sano juicio le gustaría disparar. Aquella actriz famosa resultaba ser una de esas personas agresivas que tenían kalashnikovs en casa por si los fans querían su autógrafo. Seguro que era de esas personas locas que disparaba al cartero, como el viejo McCormack, y salía al porche de las casas con pijamas ridículos mientras gritaba que no entraran en su propiedad. Pobre, la fama debe ser demasiado difícil de llevar y por eso se ha vuelto así. Era una lástima que una mujer tan bellissima tuviera el cuore tan nero, ma, la vita è molto cornuta magnifica.

Al menos parecía que si tenía estómago, aunque debía ser de esas locas que cuentan las calorías y montan un drama si engordan 100 gramos. Sam se encogió de hombros y le dijo
"Mientras estés en mi granja como invitada no tendrás que hacer nada, solo te estoy enseñando mi modo de vida, pero si es demasiado duro para ti puedes dejar de hacerlo. La pizza la he hecho yo, es especial para ti, solo espero que te guste, pero primero el laburo, laburo aunque sea duro, ese es mi lema". Se sentía estúpido. Le hacía sentirse estúpido. Había amasado la pizza con cariño y le había dado forma de estatuilla de oscar. Había recogido los mejores pomodori del rancho, había hecho la salsa a mano y si hubiera tenido bufalas las hubieras ordeñado en persona para darle la mejor mozzarella. Era un tonto granjero delante de una superestrella que le recordaba a cada comentario lo estúpido que era, lo poco sofisticado y zafio. Lo odiaba, la odiaba, solo esperaba que detrás de esa sonrisa de angel la gente pudiera ver como era. Le lloverían los papeles, Darth Vader, Freddy Krugger, Osama Bin Laden, era mala, cuore nero, doma pericolosa, attenzione.  "Sí, las estrellas se enamoran, claro..." no pudo contenerse y entre dientes dijo _{"di altre superstelle...".} Se forzó a sonreír, reuniendo hasta el último átomo de paciencia y amabilidad de su ser y le dijo  "No, no conozco tu trabajo, me gustan las películas clásicas, pero no te preocupes, creo que lo he pensado mejor y no será necesario, es un hobby muy extraño y lo voy a dejar. Grazie. Debes tener a todos los fans locos por ti"

Acarició a Goliath y le deslizó palabras cariñosas en su oído por defenderle de la arpía de Bollywood. Se encogió de hombros y le dijo "Es solo un caballo, no entiende de poesía, pero son sensibles y captan los sentimientos de las personas. Luna te dará menos problemas, siempre que no le cantes uno de tus poemas artísticos, aquí no entendemos de hip hop, no hemos ido a la universidad"

Parecía que con Luna el trabajo iba avanzando, despacio, porque no es que se estuviera entregando en cuerpo y alma pero estaba haciendo algo distinto a quejarse, así que, decidió hacerle una broma, una inocente. Le tiró una bola de paja, algo a lo que todos los chicos jugaban y que había visto en las películas románticas, pero en vez de hacerla reír había conseguido el efecto contrario. Allí estaba como una estatuilla de los oscars, brazos cruzados, tridente en lugar de espada, mirándole desde su atalaya de superioridad. Suspiró y dijo
"He sido yo, pensé que las superestrellas tenían sentido del humor, lo siento" Se acercó a ella con cuidado para quitarle las briznas de paja que le habían quedado en el pelo pero minimizando el contacto, y cuando se retiraba la yegua relinchó bajito y un líquido claro les mojó las botas. Sam miró las botas y rió al pensar que la yegua se había meado en ellos pero un inconfundible olor a primavera le sacó de su error.
Sam besó la grupa de la yegua y la acarició mientras le decía con ternura
"Ya viene? Benne, vamos a ver como está, pronto serás mamá"

El granjero se agachó y empezó a tocarle la barriga con una sonrisa de satisfacción hasta que notó algo que hizo que torciera el gesto a uno de preocupación. El potro venía de espaldas, no había tiempo para llamar a un veterinario, estaba él solo, él y bueno, las quejas que pudiera regalarle Susie. Necesitaba sus manos, no iba a poderlo hacer solo, así que la miró, la cogió de las manos y le dijo

"Susie, sé que no te gusto ni te caigo bien, va benne, pero necesito tu  ayuda. El potro viene mal, de espaldas, y si no hacemos algo rápido morirá la madre y el potrillo. Te necesito, tengo que girarlo dentro del vientre mientras tu estiras, no hay tiempo para veterinarios.... " Le sonrió dudando si querría estropearse la manicura en algo así y le dijo "Como en el National Geographic. Será divertido"

Ay dios mío, y ahora se pone sentimental…Sor Clarins podrías haberte ahorrado tus enseñanzas de mujer bienaventurada. – la monja era dura pero tenia un gran corazón y cuando Susie se portaba mal intentaba enseñarle con paciencia, aparte de darle con la regla.

-Lo lamento Sam. Mi padre no está muerto pero se divorció de mi madre siendo muy pequeña, así que también fue duro. – dijo aparcando el McFly que tan mal le sentaba. -McFly era también un chico valiente, que lo entregaba todo por su novia y su familia. Era una especie de héroe, recibía collejas cuando todavía no habia sacado el coraje que llevaba en su interior. – que Susie tuviera que estar explicándole que Marty McFly era un personaje de culto, tenia delito. -Si tanto te molesta no te lo llamaré más, porque mi intención no es hacerte sentir mal. – le explicó que él era un hombre que se habia hecho a si mismo, pues ella también había tenido que trabajar duro tres años después al ser mayor de edad y salir al mundo exterior.

-Yo fui a un colegio de monjas hasta los 18, luego me puse a trabajar y a los pocos años llegó mi gran oportunidad representando a Miss Nueva Jersey en el concurso de Miss Estados Unidos. Seguramente no te interesase ese programa. – o quizás igual hasta la habia visto desfilar en su momento por la televisión, quien sabe y no se acordaba de ella.

Hablando sobre las armas Susie negó con la cabeza, ella no estaba a favor de disparar a diestro y siniestro, pero un allanamiento de morada no era legal, ni que unos desalmados se metiesen en tu rancho a robarte el ganado como le pasó una vez a su pobre abuelo. -Yo no voto a Trump. – sabia que eso le cerraría puertas, pero en ningún sitio publico iba diciendo que ella disparaba y apoyaba el uso de armas para todo, ni tampoco a Trump. -Las armas son para los tejanos como su tercer brazo, mi abuelo tenia un rancho, criaban vacas y un buen dia unos ladrones se metieron de madrugada en sus tierras. Se llevaron a unas cuantas reses con un camión. Mi madre también fue Miss y se casó con mi padre, un hombre de negocios, se trasladó a vivir a Nueva York, y allí nací yo. En los veranos y navidades visitábamos a mi abuelo, así que el campo no me es tan desconocido. Podriamos hablar sobre el uso de las armas y la caza Sam. ¿Pero quieres hablar de eso? Entraríamos en un debate extenso sobre el consumo de carne, y otras cuestiones.

Aparte de no ser atractivo físicamente, Susie estaba viendo que era un hombre anticuado y poco puesto al día, quizás no fuese su culpa ser un poco lento. Pero lo dicho, si el físico no ayudaba, su personalidad menos, aunque se veía por como trataba a sus animales y el cariño con el que hablaba de su abuela, que era un hombre familiar y de buen corazón. Solo que con ella se estaba portando como un cretino.

-¿Ah si? Pues muchas gracias. – dijo con una sonrisa sincera cuando Sam le aseguró que habia preparado la pizza para que ella la disfrutase. -Es todo un detalle, y no, no pasa nada, puedo ayudarte en el establo, el olor es fuerte pero es un olor que me es familiar por el rancho de mi abuelo.

Escuchó por lo bajini el comentario de Sam sobre las superestrellas que se enamoran también de superestrellas. Susie quiso responder y desmitificar ese pensamiento, pero aunque pensó en grande matrimonios del cine como Angelina y Brad, Rita y Orson, o Bogart y Bacall, no halló en ese momento un matrimonio que no fuese “famoso” por partida doble. Quizás más tarde pudiera darle algún ejemplo a Sam.

Tal y como ella pensaba el granjero no conocía su trabajo cinematográfico, si no conocía Regreso al futuro, por favor, como iba a conocer su super éxito con Keano Rivas, Speed Bus. Pero al menos dijo que le gustaban los clásicos. -¿Y cual es tu película favorita Sam? ¿Casablanca? – esa era de las mas famosas, quizás la habían proyectado en el cine de Tooscaloosa. -¿Tenéis televisor en la granja? ¿Internet? – le extrañaba mucho que el granjero tuviese tan pocas nociones de cine actual. -No te preocupes por no conocer mi trabajo como actriz, he traído un dvd de Speed Bus. Es una aventura de velocidad, como fast & furious. - ¿para que me molesto en explicarle esto si no tiene ni idea?

Sobre su esplendorosa actuación en vivo y en directo…

-Pues no ha captado mis sentimientos al cantar el hip hop de buen rollo, eh Goliath. Deberías escuchar otro tipo de música, abrir tus orejitas a otros géneros y no solo la ópera.

Cuando Sam le confesó como un niño que habia sido él quien le tiró la bola de paja a la cabeza, Susie se quedó un momento muy seria, mirándolo como una jueza a punto de dictar sentencia. Pero mientras él le quitaba las briznas de paja de su melena, ella aprovechó y le revolvió su pelo rizado devolviéndole la jugada. -Así estamos en paz. Creo que te he empeorado el peinado. – rio por la broma.

Sin esperarlo Luna soltó un liquido extraño mojando por encima sus botas. Pensó que era orín, pero Sam le comentó que estaba de parto y que el potrillo venia en mala posición. -¿Cómo dices? Pero… pero, los de producción podrían ir a buscar a un veterinario… y… – comentó preocupada observando a la yegua. -¿De verdad crees que puedo hacer de comadrona? - por primera vez se mostraba nerviosa de verdad.

Observó los ojos de la yegua, negritos y brillantes, y no le cupo duda de que estaba entendiendo lo que ocurría, y que solo deseaba que su pequeña cría estuviese bien. Aquella escena enterneció por un momento a Susie. -De acuerdo Sam, solo necesito que tu me guies y me digas lo que tengo que hacer. Tiraré, estoy fuerte, es panetone comido. – se arremangó el mono de trabajo sin ascos a tocar directamente a la cria, el líquido amniótico o lo que saliese de ahí.

Parecía que la cita con Sam iba un poco mejor. Empezaron mal, con pullas y ahora al menos se trataban con respeto. -Si McFly, pero es mejor no hablar de cosas tristes. – dijo ella en un tono más melancólico recordando que criarse sin un padre en casa que luego se casó y formó otra familia, dejándola de lado, no fue fácil. -Sor Clarins era mi monja favorita, la amaba tanto como la odiaba. Que Dios me perdone si me está viendo por la tv. Me pegaba con la regla de estudio en las manos, y no era una regla pequeñita, media un metro. – una sonrisa genuina de admiración hacia la monja surgió en sus labios. -Es que era un poco mala en el colegio mayor, me saltaba algunas clases, coqueteaba con chicos… - vale, Susie, no des más información.

¿Hola? ¿Sam estaba siendo simpático con ella? Si, todo indicaba que si. Susie se sorprendió por su cambio de actitud. -La sonrisa en una Miss siempre es importante, igual que pedir la paz en el mundo, aunque luego los políticos no nos hagan caso. – bromeó.

Al hablar sobre la pizza a la Miss se le hizo la boca agua. Se le notaba con los ojos abiertos e interesada cuando Sam hablaba sobre esa maravilla culinaria. -¿Ah si, tiene una dedicatoria? – preguntó sonriendo sorprendida. Vaya, vaya con el granjero, si no va a ser tan cafre después de todo. Seguidamente le habló sobre sus películas favoritas y le comentó que aparatos tecnológicos tenían en la granja. -A mi me gusta Audrey Hepburn, ya sabes, Vacaciones en Roma, My fair lady. “La lluvia en Sevilla es una maravilla” –imitó teatralmente la famosa frase de la violetera pobre que no sabia hablar y era instruida por un lingüista. -También he visto otros clásicos, Un tranvía llamado deseo. – le estaba enumerando pelis románticas. ¿Eso significaba que Susie en el fondo era romanticona? Puede ser. -Las mujeres de esa época eran todas unas divas. ¿Así que te gusta Miss Agente Especial? Si, me dicen que me parezco mucho a Sandra Bullock. – rio nerviosa, por supuesto esa Bullock no tenia nada que hacer a su lado. -La verdad es que yo habría interpretado muchísimo mejor el papel al ser una ex Miss. – ay, Sam le habia dicho que era natural y guapa. -Muchas gracias por el cumplido. – volvió a sonreír, intentando que no se le notase mucho que el piropo le habia gustado. Chan, chan.

-Vaya, es que la tecnología de hoy en día es un poco perjudicial para la salud, según en que personas. – dijo a colación de lo que le explicó sobre la nonna y las ondas del wifi. -No, tranquilo, tengo datos ilimitados en el móvil, si necesito navegar por internet puedo surcar esas olas desde el iphone. – oye, que Sam le iba cayendo mejor. -Por supuesto, mira si quieres en nuestra segunda cita si no hay un plan mejor vemos Speed Bus o hablamos más de cine. – Susie es que no sabia por donde tirar con el granjero, la desconcertaba. Primero un borde, luego amable, le habia preparado la pizza con dedicatoria, eso quería decir que tenia buenas manos para amasar, y quien amasa bien, hace otras cosas bien. Que sería lo siguiente, ¿le sacaría el anillo de bodas? Ella no le iba a cantar y el anillo pa cuando, pero es que con este hombre, era imposible saber por dónde iba a salir.

Pero todo aquello quedó en un segundo plano cuando ambos se centraron en el parto de Luna. Sam le ayudó a tranquilizarse, poniendo en ella su confianza, y pidiéndole esa ayuda que nadie más podía darle. Bueno, los cámaras si, pero estaban grabando. Susie le miró un poco asustada, finalmente asintiendo. -No, no te odio. – le dijo ella en voz bajita poniendo gentilmente una mano sobre su hombro. -Simplemente hemos chocado al principio pero ya creo que nos estamos entendiendo mejor. ¿Verdad? – le guiñó un ojo cómplice.

-Ninguna madre y cría se merecen morir, el potrillo tiene que nacer y vamos a ayudarles. – que le estaba entrando la emoción. ¡A Susie! Ay, por favor, como siguieran así iban a montar los puentes de Madison ahí mismo. Una versión alternativa claro.

Susie se quedó pasmada observando a Sam, viéndolo como si fuese George Clooney en la serie de Urgencias pero con su yegua. Le estaba pareciendo todo un profesional en ese momento, no era guapo como George, pero esa seguridad que proyectaba era genial. Le hacia parecer muy masculino y lo del parto era primitivo, asqueroso para algunos, pero para ella era interesante verlo de cerca. -Oh dios mio, como está metiendo la mano ahí, hasta el antebrazo. Y no le da asco. – eso era un hombre. En la ciudad no habia tios así de duros. -Sam estás siendo todo un héroe.  – dijo para animarle mientras ella se atrevía a tomar la iniciativa de acercarse a Luna y poner una mano sobre la grupa dándole unas pequeñas caricias. -Tranquila, que ya casi está y vas a ver a tu cría muy pronto. No te preocupes… estamos aquí. – Susie tenia 35 años y estaba en esa edad critica que si no te animas a ser madre se te pasa el arroz. Así que toda esa experiencia le estaba calando planteándose el tema de la maternidad, pero sin Sam. Porque no, no se iba a enamorar de él.

Se llevó una mano al pecho observando igual de anonadada al granjero, manipulando su vientre para ayudarla, hasta que tocó la hora de tirar. -Si, vale, a la de 3 tiro con todas mis fuerzas. Que se note el ejercicio aeróbico de los brazos. – y entre los dos tiraron sacando a la pobre cría que venia cruzada. El impulso al sacarla hacia fuera hizo que Susie cayese sobre Sam y notase su cuerpo… ¿escultural? Al parecer debajo de la camisa de cuadros el granjero escondía una buena batería de músculos fibrados. -Por dios, perdona, perdona. – dijo ella evitando mirarle directamente a los ojos, en todos lados decían que mirar a los ojos era peligroso para el amor. Se echó para un lado, un poco sofocada al recordar que vivió una escena parecida con Steven, su manager, en un hotel rural.

Se levantó ligeramente sonrojada y actuó como si nada. -Ha sido increíble, nunca habia visto un parto equino de cerca y no creo que pueda olvidar la experiencia. Luna parece estar bien y la cria también, todo gracias a ti Sam.

La marea que había bajado estaba empezando a subir bajo el influjo de algo misterioso que no era capaz de situar. No era amor, ni atracción física, aunque, para que negarlo, Susie tenía todo lo necesario y algo más para volver loco a cualquier hombre que le gustaran las mujeres hechas, a sí mismas, por supuesto. El sentimiento era algo así como una corriente de simpatía, de entendimiento, basado en las experiencias comunes y por ver que, aunque muy diferentes, la vida es parecida por muy famoso o desconocido que puedas ser.

Sam negó con una sonrisa. Nada de conversaciones tristes, pues la tristeza solo hay una manera de superarla en Irlanda, doble malteado, envejecido en barrica durante 12 años y de un trago, sin hielo ni tonterías que eso del On the Rocks era lo que se venía llamando una mariconada en el sur. Así que la tal Sor Clarins le pegaba, eh? Hubiera pagado por ver la escena, por ver como era Susie Grace antes de estar de vuelta de todo, sus primeros chicos cuando todavía debía creer en el amor. Sonrió y le dijo

"Debiste ser una pieza de colección de joven. Io no me quejo, solo te diré que tengo alguna marca de perdigón en zonas no visibles de visitar a chicas a las granjas vecinas" dijo con una sonrisa maliciosa "ma, io non tengo culpa de que a las chicas les gustará la opera, solo les llevaba mi arte" suspiró con melancolía y le dijo "Aunque después de aquello solo ha habido una, bueno, tal vez dos, depende de lo bien que pidas la paz en el mundo" dijo bromeando antes de sonreír con camaradería y decirle "Yo por una sonrisa como esa la hubiera dado, son sonrisas que te quitan las ganas de pelear... fijate, me has sonreído y ya no tengo ganas de pelearme contigo. Eres buena en lo tuyo, ve Sor Clarins? Hizo una gran obra con esta mujer" Sonrió a la cámara con naturalidad y relajado, al estilo de Susie, antes de decirle "Haremos un trato, tú me enseñas una película moderna que te guste que no conozca y yo hago igual con una antigua, pero fuera de cámara, no quiero perder el tiempo con ese tipo de cosas. Además, quiero que conozcas a alguien, bueno, a algunos, sería muy bonito que pudieras explicar en que consiste ser un famoso y que les aconsejaras. " Sonrió de forma enigmática pensando en sus chicos.

Luna se puso de parto y Susie le reveló que no le odiaba. La miró de reojo para ver si se reía de él y asintió mientras palpaba el vientre del animal. Emitió una risa corta y le dijo "Eso está bien, yo tampoco te odio, pero no sé como comportarme con alguien tan famoso. Me cuesta ser yo mismo pero ya me empiezo a sentir más cómodo." Le sonrió con afecto y le dijo "La vamos a sacar, es panetone comido e lambrusco bebido y nada de héroe, somos un equipo, la vamos a sacar entre los dos, tú serás como la heroína de Speed Bus. A la de tres. Va a salir todo bien"

Tiraron y el potro salió mientras ambos caían de espaldas, Susie sobre él durante un instante. La miró a los ojos con una profundidad y dulzura que salían de su corazón y durante un segundo estuvo tentado de cerrar el abrazo, un latido de corazón de duda, pero en esos ojos no había amor, había algo que parecía miedo, algo que no sabía que era pero creía que no era para él. La dejó levantarse con una sonrisa, mirando como el potro se levantaba. Parecían las dos tener la misma encantadora torpeza al darle la bienvenida a un nuevo mundo, la cara de Susie había cambiado, parecía conmovida, aunque sabía que aquello no era para él. Se levantó y le señaló una pila de agua clara y le dijo

"Para comer hay que levantarse las manos, no hagas que llame a Sor Clarins"

Mientras Susie se limpiaba las manos Sam puso unas balas de paja frente al establo de Luna para poder ver al potro. Se fue a lavar las manos señalándole los asientos que acababa de hacer para ella con la paja y con una sonrisa le dijo

"Asientos de primera fila para una mujer de primera fila. Aspeta, que viene lo mejor...."

Se fue al horno, sacó la pala de pizza y la sacó del horno. Estaba perfecta, aunque le parecía que quedaría cursi o infantil, o las dos cosas pero no había tiempo de hacer otra así que la cortó en taglios pequeños, lo justo para poder comerla con los dedos sin comer a lo guarro y salió con una sonrisa para anunciarle

"E per la bella signorina la pizza speciale dei giorno. La pizza oscar, buon apettitto"

La pizza era una reproducción de una estatuilla de oscar. El pie negro hecho de bresaola, el queso brillante y abundante, el tomate fresco y la albahaca dándole aroma. Era una pizza sencilla, con pocos ingredientes, pero en el centro, escrito con pequeños trozos de funghi porcini e prosciutto estaba escrito "A la mejor actriz principal"

Se sentó a su lado, hombro con hombro mientras contemplaban al potro y le dijo con una sonrisa

"Mejor que national geographic, vero?" Sonrió mientras mordía la pizza y, sin mirarla confesarle "Debo decirte algo Susie, no sería un caballero si no lo hiciera y es posible que me reste posibilidades pero he besado a Emma. Bueno, también casi se me muere, fue una cita intensa.... Solo quería que no te enteraras por otras personas, no sería correcto"

Era genial que la pequeña cria se fuese a llamar Susie. -Es un buen nombre. – dijo ella contenta. La cita con el granjero estaba siendo simpática así que ella no se negaría a volver a ayudarle en alguna labor de la granja, o como en este caso habia plateado Sam, aconsejar a algunas personas, suponía adolescentes o niños. Susie sonrió perfectamente metida en su salsa. -Descuida Sam, será todo un honor. Así que te gustaba visitar las granjas de otras granjeras, quien lo diría. – bueno, tampoco es que tuviera una visión muy amplia del granjero, que había hecho con sus amores y tal. No podía clasificarlo en un grupo de panolis solo porque tuviese cara de tímido. -¿De ahí viene tu gusto por la opera? Interesante. – si, le pegaba cantarles “o sole mio” y que ellas disparasen con la escopeta pensando que hacia un loco romántico en su propiedad.

-Una sonrisa es mas efectiva que un balazo. Desarma sin necesidad de causar sangre. – y por supuesto que sonrió en ese momento. Sor Clarins que rezaba por la paz en el mundo debía estar orgullosa de ella. -Que dios la guarde, Sor Clarins, algún día pasaré por el convento a verla. – dijo hacia la cámara un segundo.

-Vale, parece un buen trato. – realmente no sabia si el programa les permitía verse fuera de cámaras, ella pensaba que no, pero no iba a decirle a Sam que eso estaba prohibido, y quitarle la ilusión de la sesión de cine comentada.

Por la gloria de Speed Bus, el lambrusco, y el panetone comido todo había salido bien y la cría estaba en perfectas condiciones.

Hubo una pequeña conexión gracias al parto de la cría, pero se esfumó rápidamente cuando Susie se apartó del granjero rodando sobre la paja sin mantenerle la mirada, esa mirada a pocos centímetros que muchos aseguraban que creaba una conexión de almas o de atracción. Aunque Susie recibió con cariño la mirada dulce de Sam al incorporarse, y le conmovió su forma de traer al mundo a la cría, aquel mundo al que él pertenecía era muy distinto al suyo. ¿Podría funcionar una relación así? Ella estaba hecha para el mundo del espectáculo, no para encerrarse en una granja y vivir una historia de amor como Ana de las Tejas verdes. Ese papel encajaba con Emma.

Al levantarse tenia otra vez el pelo un poco alborotado, estaba mona, campestre, y era simpática. Nadie podía negar que Susie era una mujer simpática y cercana en las distancias cortas. Pero no parecía que su lado estuviese al lado de Sam.

-Ahora mismo pareces Blancanieves pidiéndole a los enanitos que se laven las manos antes de comer. – bromeó haciendo esa referencia cinematográfica al cine infantil de Disney. Es que era actriz, evidentemente tenia conocimientos sobre cine. Susie metió las manos en el agua, y usó un poco de jabón en pastilla. ¿Todavia hay gente que usa estas pastillas? Pero si es que estoy en una granja… Seguro que esto huele a jabón de Marsella. – tenia toda la pinta porque el jabón era de color crema.

Ya con las manos limpias volvió su atención a Sam. -Oh, Mcfly me estás sorprendiendo muchísimo. – lo decía de corazón. Le había montado unos asientos de paja en primera fila. De repente se habia vuelto un hombre muy atento y ahora tocaba la pizza, seguro. Ay, por dios, que estampa más bonita, comiendo pizza, se lo estaba imaginando y viendo los primeros minutos de vida de Susie junior junto a su mamá Luna. -Eres un hombre muy romántico. ¿Te lo han dicho alguna vez?– le preguntó mientras se iba a por la sorpresa. Vino con una sonrisa y la pizza caliente cortada en trocitos manejables para comer.

A Susie se le abrieron los ojos como a una niña que ve una piruleta. Se levantó del asiento de paja y saludó jugando e interpretando que era una actriz galardonada con el Oscar. -Gracias, gracias, quiero dedicarle este premio a toda la gente que me ha apoyado a lo largo de mi carrera… Y a ¡Sam! por brindarme esta maravillosa pizza a mejor actriz principal, que vamos a degustar sin dejar ni una sola miga. ¿Ca-piscis?- bromeó sonriéndole amistosamente.

-¿Cómo te dio por apuntarte a este concurso? – le preguntó ya sentada a su lado, mientras comían y observaban a Luna y su cría. -Esto está buenísimo, deberían nominarte a mejor maestro pizzero. -no imaginaba que le fuese a contar que habia besado a Emma, pero se alegraba sinceramente por ambos. Susie habia observado que Emma estaba muy dispuesta a enamorarse, era una chica tímida e inocente, le pegaba la vida en el rancho. -¿De veras? No te preocupes Sam, quiero decir… no hay ningún compromiso. Si es lo que sientes está bien. Yo he venido a… - ahora se sentía fatal por haber hecho caso a Steven, aunque no se arrepentía de estar compartiendo esos minutos de camaradería con el granjero porque era una persona amable. Pero tener que mentirle le costaba después de todo. -No sabia quien seria el granjero que me tocaría, claro. Y… bueno, quería conocer a alguien diferente. Probar otro tipo de relación con una persona de campo. – si, esa respuesta parecía estar bien, no la delataba demasiado como una interesada en relanzar su carrera profesional como actriz.

Sam negó con una sonrisa dulce mientras sus pensamientos volvían al pasado, a las manos grandes y fuertes de un padre. Lo hubiera podido dibujar de haber tenido papel y carboncillo, mandíbula orgullosa, pelo revuelto y rebelde, una sonrisa presta y una voz potente que siempre le había cautivado. Más para él que para ella le dijo "No, fue por mi padre. Mi padre siempre le cantó a los caballos y yo lo hice también". Sonrió con algo más de malicia al recordarlo y le dijo "Luego descubrí que las chicas estaban más prestas a compartir un beso después de escuchar una canción romántica y, afortunadamente, heredé algo de la voz de mi padre, no todo, porque mi padre era..... único. Yo hubiera sonreído, pero los padres de las chicas no eran de los de la paz en el mundo, eran más del dedo en el gatillo" dijo riendo divertido "pero nunca tiraron a hacer daño, usaban cartuchos de sal....unas recibían reglazos, otros cartuchazos de sal gorda"

La cita estaba avanzando por términos tranquilos, distintos de los inicios tumultuosos pero no mucho más allá. No era que no le gustara, Susie era hermosa y divertida, simpática mejor dicho, pero no era el tipo de mujer que pudiera quedarse a vivir en una granja. Era una gran actriz, famosa, y que iba a hacer? sacrificar su carrera para vivir en una granja? No tenía sentido, por eso no se creía que ella estuviera allí por él, aunque no sabía porque estaba. Se lo preguntaría, pero después de comer, todo el mundo está de mejor humor después de comer pizza. Con una sonrisa le dijo

"Romántico? Bueno, tengo mis puntos pero no puedo competir con aquellos que saben poesías, libros y esas cosas. Mi románticismo es más sencillo, no hay el glamour de las películas aquí pero..." dijo dando un par de golpecitos a la bala de paja sobre la que sentía "lo hay, hay románticismo para los ojos que quieren mirar. Disfruta de la pizza, te la has ganado por tu trabajo"

Sam rio con el discurso de Susie, estando seguro que no es la primera vez que lo pronunciaba. Aplaudió divertido y le dijo

"Brava, Bravissima!!! Otroooo, oooootroooo, oooootro. Grazzie, grazzie, la verdad es que" dijo mirando de reojo a las cámaras "no esperaba estar aquí pero aquí estoy. La mamma me apuntó al concurso porque cree que ya es hora de seguir adelante." Miró hacia delante para no verla y dijo "Soy viudo, mi esposa murió hace siete años y le prometí que no me quedaría solo." Sonrió y movió la cabeza negando "Ya sé que no hay compromiso, y si te digo la verdad, no sé lo que siento. Yo, " dijo dudando "Solo quería que no se muriera, que estuviera bien. Necesitaba que estuviera bien, no sé porque la besé y seguramente para ella no ha sido tan importante o, por el contrario, debe pensar que soy un calamaro... Veremos que pasa en la última cita." Le guiñó el ojo divertido antes de decirle "Pero no te relajes no vaya a pasarte lo mismo que le pasó a Julia Roberts en Notting Hill"

Sam la miró extrañado y negó con la cabeza sin entenderla y así lo verbalizo

"Este no es tu sitio Susie, tú eres una estrella, por qué ibas a enterrar tu brillo en un sitio tan apartado como este? No tiene sentido. Sabes? Cuando me dijeron que venía alguien tan famoso no me lo creí, y después de verte, tan bellissima y divina, pensé que era algún tipo de broma, ya sabes, algo tipo inocente, inocente o jackass. No creo que sea tú lugar, no porque no crea que tienes un buen corazón y merezcas que te quieran, al contrario, enamorarías a las piedras y todos los granjeros a 50 kilómetros a la redonda lo darían todo por ti" dijo sabiendo que esa completamente cierto "pero no serías feĺiz, tú has nacido para brillar" dijo antes de reír con picardía "pero no con el hip hop, eso no es lo tuyo"

Siguieron hablando un rato, contemplando como la yegua amamantaba a su cría y pronto el director dijo que habían grabado suficiente. Susie se marchó y Sam se quedó sentado en su bala de paja preguntándose que podía hacer por aquella mujer que tenía aquella mirada tan triste. Entonces lo decidió. Le iba a hacer reír, le iba a enseñar al mundo lo que brillaba y le importaba un peperoncino si para ello debía hacer un poco el ridículo.

Escena finalizada

La grabación se había acabado sin que obtuviera una respuesta y Emma se había ido, sin decirle ni si ni no ni todo lo contrario, y pintándole un cuadro desolador para su pobre corazón. No tenía padre a quien pedirle la mano, su madre estaba enferma y ella estaba de vacaciones en el programa, tal vez para hacerse famosa y pagar las facturas del hospital, sí, debía ser eso, al igual que en el casting habían metido un granjero que no esperaba salir le debían haber puesto pretendientas que no pudiera pretender. Miró el anillo que había tejido con las manos y lo tiro con una mezcla de rabia y tristeza a la hoguera antes de echarle arena y apagarla por completo. Con la frustración de un hombre al que le han rechazado se fue a la cama y apenas pudo dormir.

A la mañana siguiente le esperaba Susie y no sabía que hacer con ella. Sabía que podía ser simpática y que podían chocar y que la cita podía ser una calamidad, aunque a este paso le iban a conocer como signore calamità, por dejar que mordieran a una de sus citas, hacerla huir posteriormente y la otra obsequiarla con un parto en directo. No, no iba a casarse ni loco, ni con Emma ni con Lucy, lo tenía claro, si se casaban con Evon o se iban a su casa eso era cosa suya, no de él, y por lo menos la mamma le dejaría de tocar los uovos durante una temporada. Suspiró. Como si fuera tan fácil olvidarse de ella. Sabía lo que venía. Sabía que lo iba a pasar mal pero era mejor que se marchara si no lo tenía claro, era lo mejor que les podía pasar a los dos, lo tenía claro.

Se puso una de sus camisas de cuadros más cómodas y unos vaqueros mientras pensaba en que hacer con Susie, y al salir a fuera y escuchar los gritos de los niños lo supo. Se había apuntado en el concurso para dar a conocer su granja y su centro de equinoterapía y no había chupado cámara, así que, esa iba a ser la cita, que Susie conociera a los niños y dar a conocer su trabajo de una forma divertida, realzando su condición de estrella y pidiéndole que enseñara a las chicas como se modelaba, como era la vida de famosa y todo eso. Les iba a encantar a los niños, estaba segura, porque no se atrevería a ser borde con niños, no? Bueno, estaba casi seguro así que allí estaba todo preparado para una sesión de publicidad de su rancho y para llevarla más alto en su carrera, era un win-win de manual.

Esperó pacientemente que llegara en el coche con un ramo de flores, sin magia esta vez, y le abrió la puerta caballeroso mientras con su mejor sonrisa le decía "Bienvenida de nuevo a mi rancho Susie, hoy te voy a presentar a los críticos más despiadados del mundo pero estoy seguro que te vas a divertir. Por aquí, sígueme.... que tal, como te ha ido con Evon? o a ti te han enviado a otro sitio? Sea como sea espero que te lo hayas pasado bien porque aquí se viene a sufrir, como decían en Fama, la fama cuesta y este es el primer paso para lograrla...."

La guió con una sonrisa hacia la escuela desde donde salían gritos alegres de niños. Con una sonrisa le hizo un gesto para que esperara en la puerta y entró diciendo

"Buenos días cowboys, como estáis está mañana?" La clase lo recibió con cariño y necesitó un minuto para que sus pequeños admiradores guardaran silencio. "Esta mañana tengo una sorpresa increíble, pues nos visita una estrella de las películas de verdad, que ha venido a visitaros y ver lo que hacemos en la escuela. Su película más famosa es Speed Rivas con Keanu Bus, y la veremos al final de la clase, con palomitas, por supuesto y ahora. Dadle un gran aplauso a Susie Grace Adams, la estrella"

Le hizo un gestó con la mano que entrara y cuando entró hizo gestos a los niños para que aplaudieran. La ovación fue atronadora, probablemente la mayor que había tenido en su vida y en los ojos de aquellos niños vio una veneración nunca antes vista.

Pues muy bien, todo genial en la granja de Sam. Ya se llevaban bien, o eso pensaba Susie. Después de comerse una pizza y traer al mundo a Susie junior no había excusa para no ser cordiales el uno con el otro.

Lo que no esperaba la mocatriz era que lo lloviese una sorpresa tan increíble como que el programa le trajese a Steven, su manager, a declararse en directo de las cámaras. Mientras Sam se quedaba sin una respuesta clara de Emma, la Susie recibía un pedrusco en su anillo anular, aceptando y dándose cuenta de que Steven más que un simple empleado, era… EL HOMBRE. De sus sueños quizás no, porque nunca habia soñado con él de esa manera, pero estaba buenísimo y fibrado como las galletas fontaneda digestive, era inteligente, un poco cabroncete que eso siempre le daba vida a una relación, y muy eficiente, ordenado, limpio, virtudes que ganan puntos.

Estando juntos, trabajando codo a codo, que si te traigo un café jefa, que si tal y cual. El roce hace el cariño.

La morena llegó el en jeep transformer del programa, muy bien arreglada, con un vestido estilo “payaso micolor” que podría ser un diseño vanguardista de Agatha Ruiz de la Prada. Ya sabia que algo de vanidad tendría que sacar a relucir en su charla a las personas que había comentado Sam el día anterior. Y así se presentó como un pincel colorido de rosita, verde y naranja. Muy mona, fresca, con un estilo desenfadado en sus ondas rebeldes de mujer treintañera estilosa.

Sam la recibió con un ramo de flores, muy caballeroso esta vez y más tranquilo que la primera vez que se vieron. Ella sonrió amablemente tomando el ramo y colocándoselo como un niño sobre el brazo. -Que bonito detalle Sam, muchas gracias. Yo no te he traido nada, excepto mi sonrisa. - sonrió enseñando todos sus dientes, que se notase el blanqueamiento dental. -Pues la verdad es que no sé si puedo contarte con quien he estado, pero ha sido una sorpresa muy grata, ya lo creo. – en ese momento no llevaba el pedrusco de anillo porque el programa quería mantener el secreto para Sam. Todo el equipo tenia claro que el granjero suspiraba corazoncitos por Emma y Evon no era interesante para ponerlo con Susie. Pero Steven… oh, cayó del cielo justo a tiempo, cuando ya pensaban que la trama de la mocatriz y Sam no tendría ningún enganche para el publico después de haberse reconciliado y ya no lanzarse pullas. -¿Tu cómo estás? parece que no has dormido muy bien.

Al hablar de Fama se imagino a la prota dando vueltas sin control con la ropa sudada. -Sam, eres la wikipedia del cine. -del que conoce, claro- se rio. -Si, la fama cuesta, como no convertirte en un tonel si comes mucho, hay que sudar fama y ejercicio, las dos cosas. A ver estoy intrigadísima eh. ¿Que me has preparado, quienes van a ser mis oyentes/críticos?

Esperó en la puerta conteniendo un poco el aire. Miró sus tacones y se humedeció los labios. Y de repente un aplauso cálido, alegre, como si estuviese subiendo la escalinata del Dolby Theatre de Los Angeles recogiendo el oscar a mejor actriz. Un oscar que si no llegó por Speed Bus ya nunca en la vida iba a llegar, pero estaban los aplausos de esos niños inocentes que al escuchar la palabra estrella se quedaron prendados. Eran como los jubilados o la gente de pueblo, que se vuelva loca con las estrellas de segunda.

-¡OH DIOS MIO! gracias, gracias pequeñines. - saludó como una Miss pero sin pedir la paz en el mundo porque esos niños eran ya angelitos. -¡HOLA A TODOS! ¿que tal estáis, bien? os veo muy animados por aquí. Sam os ha dicho que soy una estrella, y es verdad, pero para ser una estrella hay que trabajar mucho. No os penséis que una estrella nace en el cielo y ya lo tiene todo hecho. - le guiñó el ojo a uno de los cámaras que le pasó el dvd de Speed Bus. -Mirad aqui está mi mejor película, una superproducción estupenda. Tiene velocidad, riesgo, drama, amor. - enseñó el dvd a los críos. -¿Quién de vosotros está interesado en actuar? ¿A alguien le gustaria participar en una peli Disney o en una obra de teatro? ¿Qué queréis ser de mayores? - ala, habia abierto la caja de pandora así de free, ahora a ver que iban contestando los peques.

No esperaba que le trajera nada, de hecho no esperaba ni que viniera porque estaba seguro que tendrían material suficiente para el inocente, inocente con la primera cita pero allí estaba y ya que había sido maja ayudándole con Susie, bien podría ser amable con ella aunque estuviera allí por motivos poco claros. Correspondió a su sonrisa con otra y fingiendo estar deslumbrado por la sonrisa y le dijo

"Suficiente regalo para esta humilde granja. Ya me lo contarás cuando acabemos, aunque le tendré que pedir una cita a tu agente supongo. Yo. Bueno. No, no he dormido demasiado, Emma, en fin, creo que moriré siento un solterone devorato por los cavalinos.... iba todo perfecto y luego, puff.... y esta vez no le picó ninguna serpiente" Se encogió de hombros y dijo "Pero hoy estás aquí y no voy a dejar que nada nos estropee la cita, bueno, lo que sea que sea esto. En fin, te he preparado algo muy especial, algo que te va a hacer sudar más que una temporada de fama, más que una Spartan Race y más que cultivar en un invernadero en agosto, pero no tienen mala intención, solo son críticos, pero no lo hacen a propósito, ven conmigo, que después de esto la prensa te va a parecer panetone comido"

Los niños aplaudían mientras Susie entraba, con gran intensidad pero sin mirar en realidad hacia ella. Realmente le estaban prestando muy poca atención por estar mirando a las cámaras, a Sam, por la ventana, pero aun así aplaudían de forma disciplinada como una máquina bien engrasada de aplausos en lata o como los jubilados que van a los concursos *, que se rompen las manos por 5 dolares y el bocadillo. Las preguntas de Susie parecieron caer en saco roto y la clase empezó a aplaudir a Sam, como si Sam fuera el famoso

Sam se puso rojo y empezó a mover los brazos intentando pararlos mientras decía

"No, a mi no, yo no soy la estrella, Susie es la estrella..."

Los aplausos cesaron y una niña de primera fila con tirabuzones rubios y unos ojos azules despiertos le dijo, sin mirarle, por supuesto

"Mac, si ella es la estrella por qué las cámaras te enfocan a ti?"

Sam titubeó antes de decirle

"Es que ella es una actriz muy buena y sale más barato enfocarme a mi, si la enfocaran a ella tendrían que pagar muchos millones pero solo con la voz sale más barato. Bueno, escuchadme bien, Susie Grace no solo es actriz de éxito, también es modelo y fue Miss Nueva Jersey, a que es increíble?"

Las niñas de la clase rebulleron en sus asientos de excitación mientras los niños empezaron a ignorarla por su poco interés. Con una sonrisa pícara dijo "Ahora Susie nos contestará unas preguntas. Jugaremos a los periodistas, vale? Tenemos una estrella de verdad y vosotros seréis unos periodistas muy importantes, como los de las revistas. De acuerdo?" - Miro hacia Susie pidiendo permiso y la invitó a sentarse apartándose para dejar los focos mediáticos a su invitada. Por un momento se hizo el silencio hasta que un niño con gafas al fondo de la clase soltó

"Susie Grace, Susie Grace, tienes las tetas de silicona?"

Aquello pareció desatar una tormenta que Sam no pudo contener mientras las preguntas, cada vez más comprometidas se iban sucediendo

"Susie Grace, te has acostado con George Clooney? Susie Grace, sabes bailar la danza del viente? Mi padre tiene una asistenta del hogar Iraní y le baila la danza del vientre mientras mamá va al psicólogo. Susie Grace, como puede ser alguien una estrella siendo tan vieja? Susie Grace, canta algo! Eso, Eso" empezaron gritar todos los niños "Que cante algo...que cante algo"

Al entrar en aquel sitio y ver las caras de los niños mirando a Sam, se dio cuenta de que se enfrentaba al publico más exigente que había conocido en su dilatada carrera como actriz. Los aplausos no iban para ella, sino para el maestro. No entendía pues que hacia ella delante de los niños si ninguno de ellos la conocía.

Sam tomó la batuta y fue guiando a sus alumnos para que le hicieran preguntas. ¿Bueno esto va a ser panetone comido, no? – porque a ver, tan hijos de puta no podían ser unos niños discapacitados. Susie tenia la idea de que los niños con dificultades no se enteraban mucho de la película, de ninguna en general. Pero parecía que aquellos angelitos se habían convertido en pequeños monstruitos guiados por la mano que mece la cuna, Sam. -¿En serio? – se giró hacia él cuando escuchó las preguntas salidas de tono. Giró la cabeza hacia los niños y se quedó mirándolos con una cara de… ahora os vais a enterar. Porque hablo el mismo idioma en que me estáis hablando. - no habia reto que se le resistiese a la mocatriz.

Si hace esto conmigo, que le hará a Emma si no quiere casarse con él. - FACEPALM.

-Tu, el de gafitas. ¿Crees que tengo las tetas operadas? – se pusó de costado para que se le viera el tamaño. -Yo te digo que no, que si las tuviera operadas las tendría así. – hizo un gesto con las manos como si cogiera dos melones imaginarios.

NEXT.

-George Clooney es un hombre muy guapo y estaría encantada de que me hiciese un Nespresso what else¿? En la cama, pero no, no me he acostado con él.

NEXT

-He intentado bailar la danza del vientre en alguna ocasión, como Shakira, pero se me da mejor el hip hop y Celine Dion.

NEXT

Estaba claro que los chavales de Sam necesitaban gafas, y el que tenia gafas, necesitaba una revisión oftalmológica urgentemente.

-¿Tu crees que soy muy vieja? ¿Dirias que me pongo botox en la frente y las patas de gallo? No soy más vieja que las estrellas que hay en el cielo. Esas estrellas algún día dejarán de brillar y su luz se apagará, pero hasta entonces brillan en el firmamento, como yo en… el espectáculo de Tina Turner. – que embarazoso hablar de ese musical y no de sus próximas películas en Hollywood. Guiones que esperaba empezasen a caer a partir de este programa.

-¿Qué cante algo? – jajajaja, le entró la risa vengativa por dentro.- Muy bien pequeños. ¿A todos os gusta Disney verdad? – miró de reojo a Sam. Le pega el jorobado de Notre Dame.

-Bueno, bueno, como estáis con tantas ganas de escucharme, voy a cantar una de Quasimodo. Imaginais que soy Clopin, y Sam el jorobado.

Se giró hacia el granjero. -Por favor encórvate un poco y cierra un ojo como si estuvieras mal, gracias. Es para la actuación.

Susie se aclaró la garganta y levantó los brazos teatralmente. -En París, existía un jorobado al que todos llamaban Quasimodo. Era un hombre deforme, asustaba a los niños, a los mayores, excepto a sus amigas las gárgolas. ¿Quién pensáis que podría amar a un hombre como él? – se acercó a uno de los cámaras pidiéndole que le buscasen la música de “del revés”.

-Quasimodo se sentía solo en su granja, cof, cof, perdón, en su campanario. Y un buen día decidió pasar de las gárgolas y salir al exterior a que le diese el sol pisando las calles de París, cruzando la mirada con sus vecinos a los que espiaba como un jodido Stalker desde lo alto de la catedral de Notre Dame. Hacia figuritas de madera tallando a todo el pueblo parisino. Ese día conocería a la mujer de sus sueños… Emma, cof cof, digo, Esmeralda. Pero antes, debería pasar por el suplicio de la burla y el escarnio público al desobeder a su malvado amo, Frollo...

¡3, 2, 1 ACCIÓN! Susie se tragó a Clopin y cantó.

Una vez al año hay fiesta en la ciudad
y París se vuelve loca de verdad
cada hombre es un payaso en libertad
y un payaso hoy va a ser el rey.

Hoy el diablo es el que mueve nuestros pies
porque en este día todo esta al revés
Ya en la fiesta nadie es nadie si no es bufón.

¡Todo esta patas arriba!
Es locura colectiva
Hoy la escoria es un tesoro, pues
es el día de todo al revés

(...)