Partida Rol por web

No era fácil discernir donde apuntaría la flecha en caso de que existiera, solo por la posición de las manos de la estatua pero sin duda era un punto de la casa. 

Posando su vista en los tejados se acordó de aquello que le dijo su hermano de que el antiguo ayudante de su padre, el padre de aquel chico, había sido encontrado allí en los tejados... mientras buscaba... ¿un recuerdo? ¿Qué haría allí aquel hombre? 

En la tumba profanada Murron, cegado por el dolor, no dudó en abrir el sarcófago y ver el cadáver de su padre. Fue una visión espantosa. ¿Estaba dispuesto realmente a coger algo de su cuerpo, como ese anillo con un gran óvalo negro que portaba en una mano y que producía, aún si cabe, aún más terror que los restos de su anciano hacedor? 

La niña pelirroja se puso triste y negó con la cabeza

​- A lo mejor la casa no arde con fuego, hermana, pero va a arder... Ojalá puedas acompañarme en este caballo el día que eso pase y salgamos galopando de aquí...

El enorme libro corre el peligro de deshacerse en pedazos si es sacado de la habitación así que no queda otra que irlo descifrando poco a poco, día a día... No obstante, aún hay tiempo para que Harold empiece poco a poco a traducirles, abriendo el gran libro secreto de la historia de Green Arrow por un párrafo que le ha llamado la atención. 

"La noche antes de la boda, Mary Knight celebró con su prometido el triunfo de la luz sobre las tinieblas, habían conseguido destruir a Harry... o eso pensaban. Creyendo que con conseguir aquella reliquia escocesa y clavarla sobre su féretro le habían eliminado de la faz de la tierra, se dispusieron a celebrar su amor. Pero el mal habría de reír el último sobre aquella última noche que pasaron juntos mis padres. Solo se puede destruir a Harry en la noche porque solo desde el reino de los muertos se puede acabar con otro. Al día siguiente Harry atestó a mi padre un golpe mortal sabiendo que mi madre no esperaría a la noche para intentar salvarle y que se suicidaría para que en el último tránsito entre la vida y la muerte intentara acabar con él. Poco sabía el Conde Sangriento que ese último acto de amor de Mary habría de cambiar el rumbo de los que aún seguíamos vivos y que décadas después, podríamos acabar lo que ellos empezaron..."

Todo se hizo según mandó Eleanor, aprovechando la ausencia de Edwards de hacerse de esa manera con el control del servicio de la mansión durante unas horas vitales que servirían para mandar un encargo al exterior. 

¡¡Adelante Harold!! -Apoyó a Jesse y a Jeanne en sus ánimos para que el chico abordase aquel libro.

Jesse, yo también creo que por las fechas, Julius Alistair-Knight podría ser el hijo de Mary. No obstante, conociendo las circunstancias de la muerte de aquella mujer, debió darle a luz antes de perpetuar su matrimonio, pues según contó la vieja Tata, Mary se quitó la vida el día de su boda. Quizá pensaron, como habéis sugerido, que la unión Alistair-Knight fuese la clave para dar muerte a Harry... pero eso me hace dudar si cualquier unión es válida.... Mi abuelo John se casó con vuestra madre y esa unión daría lugar a una descendencia Knight-Alistair... Por lo que sabemos hasta ahora, todos los que han logrado dar muerte a Harry se apellidaban en primer lugar Alistair, incluido Julius... Me pregunto, en caso de que la unión de familias Alistair - Knight sea necesaria para dar muerte a Harry, si además sería  preciso que ésta se produzca entre un varón Alistair y una mujer Knight, de forma que el apellido predominante de aquel que deba darle muerte sea "Alistair" - Elizabeth se escuchaba a sí misma pensar en alto y lanzar hipótesis que a ella misma se le antojaban rocambolescas, pero su cabeza necesitaba dar sentido a todo aquello- Quizá el abuelo asumió la responsabilidad de volver a dar los pasos adecuados, es decir, que se sacrificara abandonando a su familia original para poder generar una rama Alistair a la que traer de vuelta a Green Arrow, sabiendo que él no lograría desterrar el mal, pero quizá con la esperanza de que pudiera fraguar una nueva unión Alistair - Knight... o Knight-Alister, (quizá el orden sea indiferente), que lo lograse en el futuro...

- Decidme- les preguntó expectante- ¿Es demasiado locura lo que acabo de plantear?- Tras dejar su mirada perdida unos segundos observando aquel libro, concluyó- Será mejor que Harold nos dé las verdaderas claves, y como ambos decís, miró a Jeanne y a Jesse, no sólo demos con cómo matar a Harry, sino también qué hacer para que no regrese.

CENA EN EL GRAN COMEDOR

Poco a poco todos fueron volviendo al comedor para volver a cenar... Cada vez aquella mansión, ahora sin llaves, empezaba a desvelar más secretos. 

Edward por fin llegó después de estar todo el día ausente. Seguía algo contrariado y más cuando se enteró de lo que había pasado en su ausencia con el servicio. Pero lo tapó todo con su cordial sonrisa. 

- En un par de días nos enviarán alguien que reemplace a la inolvidable Mrs. Huxson... Esperemos poder apañarnos hasta entonces, señores. Lamento las inconveniencias

Lo decía como si de verdad lo que importara de todo aquello es que no tuvieran un ama de llaves en aquella mansión. 

Murron tragó saliva, lanzó un suspiro y se animó a coger el anillo. Luego se incorporó, lo miró detenidamente y se lo colocó en la mano. Al hacerlo, un escalofrío recorrió su espalda, algo normal teniendo en cuenta la terrible escena, aunque, por un momento, el cochero sintió que estaba provocado por el pequeño objeto en sí mismo.

-Mira- le dijo a Dougal, mostrándoselo-quizá pueda sernos de ayuda. Nunca se sabe.

Acto seguido volvió a tapar el ataúd y enterrarlo en la fosa. Para cuando terminó, el sol ya se estaba ocultando, y tocaba regresar a la mansión.

El cochero dejó la pala en el sitio donde la tomó, se quitó el polvo de la ropa torpemente y entró en el gran comedor. Tomó asiento sin decir nada de momento. 

—Ojalá Mary Jane... Ojalá.

Rhona entró en la casa de la mano de su hermana, pensando en las palabras que le había dicho. La seguridad que la pequeña había mostrado al decir que la casa ardería la había dejado estupefacta, pero más aún su críptico comenterio sobre que la casa podría arder sin fuego. ¿Cómo podría ser eso posible? La niña parecía convencida que el final de la mansión era ser reducida a cenizas y, a pesar de conocer las ensoñaciones de su hermana, Rhona sabía en el fondo de su corazón que Mary Jane tenía razón.

Sintió el agradable calor de la casa nada más entrar, sabiendo que cuando llegara la noche el frío la invadiría. Un frío sobrenatural que helaba el cuerpo y el alma. Un frío muy distinto al que se sentía en el exterior. Dejó los abrigos cogados de un perchero antes de dirigirse al comedor donde, poco a poco, el resto de los miembros que iban quedando de las dos familias se iban reuniendo.

Rhona se había olvidado de su dolor de cabeza, quizás debido a la frialdad exterior que la había aliviado o simplemente porque su mente se encontraba centrada en otras cuestiones pero, fuera lo que fuera, la molestia se había ido y aunque su estado de ánimo no era el mejor, de hecho iba a peor desde que había llegado a esa casa, se sentía algo más aliviada.

—Buenas noches. ¿Habéis encontrado nuevas pistas para acabar con el mal que se cierne sobre todos nosotros?

Si se hubiera dado cuenta de la floritura empleada en sus palabras, más propia de sus escritos que de su forma de hablar, seguramente se hubiera echado a reír, pero la pregunta que había lanzado era demasiado importante para fijarse en esos detalles.

- Hola Rhona, Mary Jane - les saludó desde su asiento - Sí. Murron y yo hemos estado en la tumba de padre. Padre.... bueno Murron encontró este anillo. ¿Recordáis si padre lo llevaba normalmente? 

Dougal les muestra un anillo poco discreto, con un gran óvalo negro en el centro. 

Mientras estabamos allí me fijé en la estatua del cementerio. El día de la gran nevada ya me resulto extraña su posición pero hoy lo he visto claro. ¡Es un arquero! La postura no da lugar a dudas, pero la escultura no está completa. No sé si le falta o nunca lo tuvo: Le falta el arco en sus manos. El arco... ¡Green Arrow!. - Dougal parecía entusiasmado, o al menos no tan abatido como en las últimas horas - No queda claro hacia dónde apuntaría con la flecha de estar la estatua completa pero podría ser los tejados de la casa. ¿No encontraron allí el cadáver de alguien hace tiempo? No recuerdo bien...

Cuando llegó al gran comedor Elizabeth buscó a su hermana Eleanor para devolverle la cadena prestada. – Hermana, esto es tuyo. Tu lo encontraste y te corresponde tenerlo. Esta cadena te eligió a ti. Aunque no ha servido como llave, seguramente pueda tener otros usos… En esta casa quién sabe…-

Dirigiéndose al resto comenzó a relatar parte de sus hallazgos – Habéis de saber que Jeanne, Jesse, Arthur, Meghan, Harold y yo hemos podido presenciar algo insólito. Jeanne dio con la clave para activar el mecanismo oculto tras aquel orificio en la pared del salón de baile y gracias a ella hemos hecho un gran descubrimiento. Colocados cada uno en una baldosa y con ayuda de los maniquís, pudimos presenciar cómo el suelo cedía ante nuestros pies y se abría una puerta secreta que permitía acceder a un habitáculo donde se encontraba un libro antiguo. Está escrito en latín por un tal Julius Alistair-Knight, hijo de Mary Knight, por lo que nos ha dado tiempo a averiguar. Afortunadamente Harold ha estudiado latín y ha podido traducir un fragmento. Habrá que ir descifrándolo por el día, poco a poco, ya que está tan ajado que no se puede sacar de esa habitación.

¡¡Pero lo más interesante del libro es su título!! – Dijo mientras miraba al resto de sus acompañantes en el gran salón invitándoles a que fuesen ellos quiénes continuasen el relato de su descubrimientos y de las conjeturas que unos y otros habían ido configurando en sus cabezas.

Jeanne llegó al comedor justo para escuchar a Elisabeth contar lo que habían descubierto en el Salón de Baile. Sonrió al verla tan animada y se sintió mucho más orgullosa de su hijo Harold por saber traducir el texto de aquel libro escrito en latín que de haber descubierto ella misma el mecanismo que habia abierto aquel pequeño habitáculo.

Entró en silencio, saludando con una inclinación de cabeza a los presentes, y esperando a ver quien era el primero que picaba en la invitación de Elisabeth y preguntaba abiertamente cual era el título del libro. Había muchas preguntas por responder y, sobre todo, a ella se le planteaban muchos interrogantes. Por eso siempre prefería escuchar a hacer ella misma conjeturas que solamente la perderían más. Escuchar, hacerse una composición de lugar y sacar conclusiones. Así le gustaba más. Pero lo que sí era cierto es que desde que había caído en la cuenta de que no sabían nada de como había resucitado Harry tantas veces, más sentia que en ese detalle estaba la verdadera importancia de estar ellos allí. La historia no debía repetirse.

Se acercó a Mary Jane y le acarició el pelo-¿Cómo ha ido hoy, Rhona?-le preguntó a la Alistair-¿Cómo lo ha llevado la pequeña? Os hemos echado de menos en el Salón de Baile, a Mary Jane le gusta aquello, y bailar...-le sonrió a la pequeña-Sí, hemos encontrado algo. Un libro muy antiguo, con una historia que no esperábamos escrita. Harold lo está traduciendo... -le dijo, sonriendo, orgullosa.

Miró a Elisabeth y asintió, expectante. Estaba deseando ver quien era el primero que le seguía el juego a su prima e intentaba adivinar el titulo. Pero era muy dificil, demasiado. Aunque no por ello menos interante. Estaba deseando seguir leyendo y conociendo todos los secretos que tenía escondidos y que esperaban ser leidos.

Eleanor se preparó para la cena y bajó al comedor. Algunos ya están allí, otros llegando. Se sentó y colocó la servilleta en su regazo. Edwards está claramente molesto aunque intentase disimularlo. Pero a la viuda de Molv Knight no le importaba puesto que creía que ya estaba bien de que se descubriesen los secretos más oscuros de la familia para dejarlos expuestos a los ojos del servicio y que ellos no pudieran saber nada. No veía porqué el hecho de haber preguntado a los criados por sus familias tenía que ser peor que sacar a la luz, para la observación de toda la servidumbre, la canallesca actuación de su abuelo sobre una pastora inculta y demasiado joven para entender lo que estaba ocurriendo. Eleanor suponía que el servicio habría disfrutado de sus horas de comidilla y cotilleo a costa de sus señores, así que no se sentía, en absoluto, culpable por haber indagado en sus vidas.

Después de tomar un par de sorbos de agua, la mujer comenzó a exponer a sus compañeros de mesa qué había estado haciendo durante el día.

-Me he reunido con el servicio y les he preguntado por su familia. En general, todos ellos proceden de familias del pueblo y no están relacionados para nada con esta casa o su historia... salvo nuestro querido Edwards, aquí presente, y la añorada señora Huxson. El resto del servicio duerme fuera de los límites de la propiedad, lo que por otra parte me parece muy adecuado en vista de los últimos acontecimientos. Como digo, las dos únicas excepciones son Edwards y la señora Hudson y ambos creo que comparten una procedencia peculiar. Si no estoy confundida, los dos provienen del Orfanato de Saint Luke. ¿Es así señor Edwards? Espero que no le moleste que lo comenté aquí, doy por supuesto que después de conocer usted nuestras miserias sobre el abandono a nuestra abuela o como nuestro abuelo se aprovechó de una jovencita en Escocia, no le importara demasiado compartir también su historial familiar con nosotros-

Por fortuna, Elisabeth y los demás tenían descubrimientos interesantes que compartir y con los que desviar la atención de este tema. El descubrimiento de los hermanos Alistair peculiar pero lo que contó su hermana, quizás por ser su hermana, le resultó aún más interesante. A Eleanor le hubiera encantado participar de su emoción y lanzar alguna conjetura sobre el título del libro, pero no lo hizo. Se limitó a sonreir de manera casi imperceptible y a esperar a que alguien lo intentase o los interesados se aburrieran de esperar y lo dijesen.

Cuando Dougal mencionó el anillo, Murron levantó la mano para mostrárselo al resto. Hizo un intento para sacárselo, por si alguien quería verlo más de cerca, pero no pudo. Dio varios tirones, pero fue imposible. De hecho, con el último sintió una punzada de dolor.

-Vaya, se ha atascado. Intentaré quitármelo esta noche con algo de jabón-dijo en un susurro.

Luego escuchó con atención lo que contaban el resto de los presentes. No dejaba de asombrarse con la cantidad de secretos que ocultaba la casa. ¿Estarían cerca de dar con una solución para acabar con Harry?¿O apenas habían rascado la superficie del misterio? Sea como fuere, volvía a caer la noche, y eso significaba que bien podría ser la última para cualquiera.

- Me resulta curioso, señora Knight- dijo paladeando la palabra "curioso"- que alguien de su alta cuna tenga interés en mirar bajo mi cuna baja pero en efecto, soy hijo de un hospicio sin que sepa el verdadero origen de mis padres. Entenderán, por tanto, que siempre tuviera interés y aprecio al señor John quien me acogió como si fuera de mi propia familia

"Lo verdaderamente importante" pensaron algunos "es por qué tuvo interés John en que su servidumbre fuera toda de ese orfanato. ¿Sabría que el origen de esos criados era importante para sobrevivir en Green Arrow" 

Nerviosos fueron todos a dormir. 

Harold y Rhona se despidieron en el descansillo como cada noche. Ardían en deseos de dormir el uno junto al otro pero reprimieron sus ganas con el anhelo de que en un futuro tal vez eso pudiera producirse. 

Tal vez.