Partida Rol por web

Con algo de desgano y con un plan en la mente te diriges a los que entiendes es el cuartel de los sacerdotes, "El Templo" como pronto descubres le llama la gente del pueblo, al llegar a su ubicación, descubres que has caminado por no menos de media hora. Afortunadamente ya estas en la puerta...

Al llegar a la puerta, realmente no se que hacer. Durante unos instantes las dudas me asaltan y entró en pánico, por lo que comienzo a caminar de un lado a otro, no se si lo que hago es correcto, pero supongo que ya estando aquí no hay vuelta atrás. Doy unos golpes a la puerta y me dispongo a entrar. "Disculpe... con permiso... Me siento algo tonta por estar así, pero no lo puedo evitar "Deseo unirme al gremio Nada más al entrar intento tomar una vista del interior del edificio.

Abres aquella puerta y se abre un gran recinto, de techo muy alto, algo oscuro pero por los vitrales y ventanas del edificio se cuela la luz y crea innumerables patrones de formas y colores dentro del recinto.

Algunas personas regadas por el gran recinto, unas sentadas, otras de rodillas, otras en grupo o tras solas se encuentran en clara actitud de plegaria y logras notar que cada quien a su respectiva religión.

De inmediato se acerca un jovencito, de unos 12 o 13 años, vestido con una túnica Hola bienvenida al gremio de sacerdotes o al Templo como lo conocen el el pueblo. escuche que desea unirse al gremio?

"Esto... si, estoy interesada, aunque me gustaría escuchar más acerca del gremio, porque solo tengo una idea muy vaga, pero creo que es el lugar adecuado para mi" Sonrió al joven que viene en mi auxilio y le extiendo la mano "Mi nombre es Finne, muchas gracias por venir en mi ayuda, ¿te molestaría si te hago unas preguntas?"

El lugar es impresionante, me gusta la arquitectura de este, pero me hace pensar que quizás tenía una impresión equivocada, es posible que sea más solemne de lo que creo, aunque de tanto pensar me está dando hambre nuevamente, mejor preguntar que meditar por mi misma, si señor.

El chico extiende la mano, un gusto mi nombre es Jaime y si por favor pregunta lo que gustes... Acompañame hasta el jardín y hace una señal para que le sigas antes de iniciar el camino... 

Estrecho la mano de Jaime y le acompaño hasta el jardín del templo, por supuesto sin perderme la oportunidad de observar todo cuanto pueda de la arquitectura del lugar. Comparado al resto de la ciudad, este lugar es mucho mejor, al menos de lo que yo había podido apreciar. Una vez afuera comienzo a hablar nuevamente.

"Hace poco he llegado a este mundo junto a otras personas, por lo que pensaba que unirme a este gremio sería lo mejor,  pero me preguntaba si hay distintos tipos de sacerdotes en el gremio... no se como preguntarlo bien... mi memoria esta toda mala... también me gustaría saber que es lo que hace exactamente un sacerdote"

Sonrió algo melancolicamente al terminar de hablar, eso de no acordarme de nada me juega en contra. 

El joven te observa con rostro amable y apacible mientras hablas, al principio de tus palabras sonríe y asiente con su rostro, luego mientras vas avanzando en tu discurso su rostro se va tornando mas pensativo, demasiado maduro quizás para su corta edad...

No quería decir nada pero realmente el que has llegado recientemente se te nota bastante, si es por tus ropas me atrevería a decir que hoy mismo? y ya estas lista para unirte a un gremio y ni mas ni menos que a nuestra hermandad? pues sin lugar a dudas has de haber sentido el llamado de las fuerzas superiores...

Ah ver déjame responder a tus preguntas de la mejor manera que pueda, espero no se me quede nada por fuera.

Hace una pausa mientras entran al jardín, paseando y guiándote entre hermosas flores y personas agachadas cuidando de ellas...

Los sacerdotes tenemos... y con cara apenada se corrige... bueno tienen, yo apenas soy un aprendiz... tienen la responsabilidad de cuidar el balance de la vida, proteger y curar a los feligreses de los peligros del mundo y llevar la sabiduría de su dios, digo de su dios pues hay muchas doctrinas que se pueden seguir, las seis mas grandes son la escuela del ateísmo, también tenemos la escuela de budismo, la escuela del cristianismo, la escuela del islamismo, la escuela del judaísmo y la escuela del hinduismo, hay muchas otras pero tienen pocos miembros así que una ves te inscribas en el gremio puedes elegir alguna de estas. Si no me fallo la memoria te las nombre en orden de importancia y tamaño dentro del gremio. Y entre cada escuela las responsabilidades son las mismas aunque sus creencias tengan matices distintos, lo importante sobre todas las cosas es el deseo de servir a la humanidad y el respeto a las otras escuelas, se puede debatir claro esta pero siempre con respeto por mas que se caldeen los ánimos.

En ese momento ves pasar a un hombre con una armadura pesada (Full plate) con un yelmo con penacho amarillo bajo el brazo que se dirige a un anciano que al ponerse de pie cuando menos le iguala en altura, con un rostro firme y tosco como pocos has visto... que recuerdes...

Tenemos problema, Sir Roderick esta mal herido, necesitamos tu mejor curador. Al escuchar aquellas palabras el hombre se pone de pie, toma un báculo con una gema en su punta que de inmediato comienza a emitir una tenue luz y a expulsar un ligero humo, de inmediato todos en el jardín comienzas a verse las caras y notas que incluso el joven que conversa contigo pone rostro de preocupación por un instante...

Al ver la escena que se desenvolvía delante de mi por unos instantes olvido la explicación que me acaba de dar el joven, hasta el momento había pensado en esto como una especie de juego, pero ver a aquel hombre herido me hace recapacitar fuertemente sobre mis acciones. En un principio pensaba nada mas escapar de mis responsabilidades por el camino fácil, pero veo que esto de luchar contra monstruos de seguro no es para nada tan simple como me lo esperaba...

"Ese hombre... esa armadura... ¿hay algún hombre, algún sacerdote que luche por dios?" Le consulto mientras en mi mente sigo pensando "Los chicos puede que me necesiten, si son heridos ¿morirán? no me gusta el dolor, ni menos que otros mueran... no soy la mas inteligente pero hasta yo puedo comprender eso..." Empuño mis manos preocupada por el hombre que esta recibiendo tratamiento, por la reacción de todos parece ser alguien importante, lo que me hace sentir impotente al no poder hacer nada. 

EL joven te ve, nota la preocupación en tu rostro y te toma por las manos...

No te preocupes el gran sacerdote seguro curara a Sir Roderick... luego guarda silencio y como sopesando su respuesta continua... todos luchamos por dios a nuestra manera, con nuestras plegarias le pedimos fuerza para curar o para luchar, nuestra especialidad no es el combate, pero tampoco somo inútiles en el campo de batalla al fin y al cabo mínimo debemos ser capaces de defendernos a nosotros mismo... luego con una pausa y hasta un dejo de admiración en su mirada continua... por otro lado están los guerreros sagrados como Sir Roderick, Paladines de dios tan devotos como los sacerdotes pero mucho mas fieros en el campo de batallas aunque no tan hábiles en el arte de los milagros...

Vas caminando, llevaras unos 5 minutos caminando sin rumbo planificado cuando una niña pequeña se te queda viendo, te detienes un instante y te dice ayudame para acto seguido salir corriendo a toda velocidad, lo que te pilla de sorpresa eh instintivamente aunque con algo de retraso sales atrás de ella, varios cruces, unas 4 o 5 calles la persigues pero cada cruce es mas lejos, finalmente das un cruce y ya no la tienes a la vista, pero frente a ti un gran portón de madera y acero se encuentra abierto a un amplio patio, lleno de caballos y guerreros con armaduras luchando, diferentes armas y armaduras, como norma general logras observar que utilizan 3 tipos de armamento, algunos llevan un gran espadón a dos manos otros utilizan maza y escudo y los que te parecen mas tradicionales aunque no recuerdas porque, utilizan espada larga y escudo, todos ataviados con armaduras metálicas de diferentes diseños y estilos, lo que te sorprende es que, aunque estas observando como se dan de hostias como si de una batalla campal se tratara, el silencio donde tu estas es absoluto...

Como hipnotizada por aquella danza de destrucción que te transmite paz, caminas sin darte cuenta hacia el portón hasta que finalmente lo cruzas, al cruzar por la puerta sientes como si una calides envolviera tu cuerpo y de inmediato te abruma el sonido de las luchas de entrenamiento que se están llevando a cabo en el patio, el chocar de metales, los gritos de fuerza o dolor todo se agolpa en un instante en tu mente, por algún motivo que desconoces fuera del recinto no se escuchaba esto...

De inmediato te aborda una chica, sin darte tiempo a reaccionar a pensar, bienvenida, eh de suponer que vienes pues deseas unirte a las filas de escuderos? te dice con una voz que suena pacifica y tranquilizadora, calma un poco tu mente de aquel golpe de sonido que recibiste al entrar...

La chica te parece familiar, estudias su rostro por apenas una fracción de segundo y podrías jurar que es la misma chica que perseguías, pero esta tiene claramente unos 8 años mas al menos...

Miro a mi alrededor y sin saber muy bien por qué me siento segura, sonrío a la niña y digo Si, pero...recuerdo lo que le ha ocurrido a Yami y algo dudosa le pregunto Pero sois de los buenos no? Justo al momento de preguntarlo me doy cuenta de que era una pregunta un tanto estúpida pero algo me decía que debía cerciorarme de estar en el lugar correcto Quiero decir que yo jamás lucharía por algo que no fuera bueno o necesario, no soy ...mala... .Esperaba realmente que mi instinto no me fallara y que derepente no entrara un hombre con un hacha más grande que mi cuerpo y me mataran.

La chica extrañada mira a un lado y a otro para luego mirarte amablemente a los ojos y con una sonrisa preguntarte...

Ah ver cariño, te noto algo perdida, sabes siquiera donde estas?

Me pongo roja al instante y me tapo la cara con las manos Oh! Lo siento...no tengo ni idea....se nota mucho? Digo avergonzada 

La chica sonríe abiertamente... pues la verdad si que se nota...

Luego se pone a tu lado y te coloca una mano en el hombro... A ver te presento el lugar, estas en el cuartel general del gremio de paladines, los guerreros mas valientes del imperio, los guardianes del pueblo y protectores de la humanidad...

Luego te mira a los ojos... suena bonito verdad? Bajando la voz continua pues la verdad es que son una panda de guerreros seguidores de alguna religión de los viejos monjes de aquí al lado dice mientra señala a la pered izquierda del patio de entrenamiento, para luego retomar el tono de voz anterior... y pasa que justo hoy es la inscripción para escuderos que es la única manera de unirse al gremio. Te interesa?

Al escuchar "guardianes del pueblo" y "protectores de la humanidad" se me abren mucho los ojos y siento que mi cuerpo se estira ante lo importantes que parecen, aunque de religión no entendía mucho, me gustaba la idea de ser alguien que formaba parte de algo bueno, o eso parecía aquel lugar. Claro que me interesa le digo sonriente.

Excelente, ya era hora de que nuevos escuderos se unieran a las filas, sígueme para que conozcas el proceso... y bienvenida...

Dicho aquello, comienza a caminar hacia la edificación interna, cruzando todo el patio, logras ver que entrenando se encuentran tanto hombres como mujeres en igualdad de condiciones, finalmente entran pon una pequeña puerta lateral y se adentran por una serie de pasillos, como al 4° o 5° cruce perdiste la dirección y ya no tienes claro de como salir de aquel sitio sin que alguien te guíe...

Finalmente llegan a un jardín interno y aquí puedes observar a unas 20 personas aproximadamente, sentadas plácidamente ne el suelo rezando o meditando, finalmente tu guía se acerca a una mujer con la intención de tocar su hombro y antes de que pueda tocarla esta se incorpora y la joven retrocede, todo muy tranquilo y sin sobresaltos...

- Cuéntame en que te puedo ayudar...
- Tenemos un nuevo recluta responde el chico mientras baja la mirada con gesto de respeto...

De inmediato la mujer levanta la mirada hacia tu y sientes una mirada que te desnuda el alma, sientes que a esta persona no puedes ocultarle nada aunque quisieras... Es una mujer de rasgos fuertes y duros, cabello corto y mirada inocente y penetrante...

Bienvenida, mi nombres es Brianne, cuéntame que te lleva a querer unirte a esta vida de sufrimiento?...

Aquella mirada sincera y apacible, penetra en tu mente y cala en tu alma.

Me sentía petrificada ante aquella enorme mujer pero quería demostrar mi valía a pesar de que yo fuera tan grande como su brazo. Hola, encantada digo inclinando la cabeza en señal de saludo y respeto Me llamo Ainam y la verdad, me gustaría unirme para servir de ayuda a quién lo necesite. Sé que no soy gran cosa añado mirando mi cuerpo Pero tengo mucha determinación, no me rindo fácilmente y no soporto las injusticias. Podía decir más cosas, tratar de que aquella mujer viera mis ganas de formar parte de algo así, pero algo me decía que con solo una mirada de ella podía conocerte mejor que tu propia madre.

Noto sinceridad en tus palabras y mas allá de un físico impresionante un espíritu inquebrantable es lo que importa para ser un buen Paladín, el físico es primordial para los guerreros, pero en este sitio importa es el espíritu... la mujer se acerca, prácticamente te dobla en altura, se agacha ligeramente y pone su gran mano en tu hombre...

Quédate y conoce el patio, en un rato comenzaran las pruebas... luego se voltea a ver a la chica... Donde están los demás aspirante? creo que eran 4 o 5 mas correcto? 

La chica da como un respingo, y sale corriendo... Ya te los traigo.

Me sentía muy pequeña en aquel lugar, mucho más cuando la mujer puso su mano en mi hombro. Intenté erguirme lo máximo posible, pero era inútil. En cuanto me dice que me quede y oigo la palabra "prueba" un hormigueo me sube por el estómago. Miro a mi alrededor muy nerviosa. No tenía ni idea de lo que tendría que hacer y, sobre todo, de como debía hacerlo. Trato de observar con atención,para  ver si algo me daba una pista de lo que podría ocurrir a continuación, mientras daba una vuelta por el patio.