Partida Rol por web

Helen aspira el aire y siente a María, y junto a ella un ser de una esencia oscura y poderosa. Están dentro del aljibe. Los niños están afuera, sobre el pasto, durmiendo su sueño eterno como cuando los encontraron en la sala de sacrificio. Helen le dice a los demás su descubrimiento. Entonces es que todos sienten un olor a azufre que llega desde el propio cielo, ahora lleno de niebla.

Faltan cinco minutos para que termine el plazo.

A medida que asciendes notas algo, el cielo está cambiando de color. La niebla, que antes no estaba sobre el castillo, se encuentra encima y además hay un olor repugnante en el aire, un hedor a azufre que te hace pensar que quiere decir ello cuando faltan apenas cinco minutos para que termine el ritual.

Antes de perder de vista la cadena la disparo para liberarle Ahora haz lo que te salga de las narices subo,con cuidado y la neblina, olor a azufre....no lo comprendo si paramos el ritual, no tienen a los niños y el libro no esta. Algo se me escapa de mi.

Padre nuestro que estas en los cielos.... comienzo a rezar antes de continuar y salir al exterior.

Con un aullido desesperado me lanzo hacia el aljibe, intentando llegar hasta María, que parece ser la que está más cercana a los demonios.

Se acabó, parece que los niños están todos muertos. Sólo nos queda matar a los demonios, aunque haya que morir en el intento.

No miro atrás, no hace falta, sé que Kath y Moon, vendrán también, y con la misma determinación.

Sin pensármelo dos veces me lanzo a la carrera tras Helen, puede que los niños ya estén muertos, puede que la misión ya haya fracasado pero estoy dispuesto a dejarme la piel en la venganza, ya son demasiados los caídos por esta trama y no voy a dejarles escapar, sólo deseo atravesar su piel con mis colmillos, sentir su sangre recorrer mi garganta, devorar hasta el rincón más maléfico de su alma.

De nuevo mi aspecto vuelve a ser temerario, todo el pelo de mi cuerpo está completamente erizado, mi cola se mantiene en un ángulo plano con mi lomo, borbotones de espuma chorrean de mi boca, de la cual sólo salen gruñidos inhumanos cargados de rabia. Mis ojos brillan como ascuas de una hoguera.

Cuando ambos lobos están por ingresar al pozo, María salta desde él con la gracilidad que la caracteriza. Sorprendida, pero de buen modo, vé a Helen, Moonchild y Kate mirarla con asombro. Ésta última se arroja a sus brazos sollozando:

-Ha muerto!! ¡Mark ha muerto!

La niebla, amarilla, hedionda, con una estructura mucho más densa de lo que nunca antes han visto, se posa sobre el jardín. Faltan cuatro minutos para que todo termine. Los niños siguen recostados en el césped, sin señales de vida. Entonces la vampiresa recuerda al ser que yace abajo, en el foso y ahora liberado. Sea la decisión que sea, es hora de jugar las cartas.

Cuando me poso y miro a los que hay alli dejo que mis colmillos se retraigan. Me pilla por sorpresa pero la abrazo

Tranquila, todo saldra bien. los miro y luego al pozo. Sacad a los niños de aqui ahora mismo, me quedo a ver que pasa. Creo que hay cosas que aun no han pasado y que pasaran mas pronto de lo que nos imaginamos. Corred y no mireis atras

Con un profundo y rabioso gruñido denoto mi inconformidad para salir del lugar. No pienso moverme, ya he perdido demasiado y mis colmillos sólo piden sangre. La sed de venganza es la que hace latir mi corazón. Lanzo una furtiva mirada a Maria, demostrándole que mi intención es enfrentarme a lo que quiera que haya allí. Mi vida no tiene valor si ese demonio sigue vivo, prefiero morir a tener que soportar eso el resto de mi vida, ya no hay vuelta atrás.

Uno mis gruñidos a los de Moon, y miro a María. Con la cabeza señalo a Kate. El mensaje es fácil: Moon y yo lucharemos, que Kate saque a los niños. Mi juventud se enerva ante la veteranía de Moon, obligándome a seguir sus gruñidos y sintiendo la misma necesidad de acabar con algo que él. Sus pensamientos resuenan en mi interior y sé que tiene razón.

Si el demonio vence, nada valdrá la pena.

El monstruo sale del pozo gruñendo, se arroja hacia moonchild pero el lobo, un poco más rápido, logra evadirlo. El ser oscuro golpea contra el pasto y se alza nuevamente, sus ojos fijos en el grupo. De su boca cae un hilillo de baba blanca. La niebla amarilla ahora prácticamente cubre todo el jardín dificultando un poco la visión. En el reloj de María faltan exactamente cuatro minutos para que todo acabe. El gruñido del ser le hace volver a la realidad, estos pueden ser los minutos más largos de toda la vida. Finalmente, como testigos silenciosos del horror, los cuerpitos de los 3 pequeños permanecen en la hierba, con sus ojos cerrados a todo.

Aunque mis pertenencias quedaron atrás, y con ellas el revolver, sobre mi cuello de lobo aún reluce el rosario de plata. Me lanzo ciega de rabia contra el monstruo y clavo mis colmillos en él. Notó su sabor, ácido y desagradable, pero parece que he conseguido dañarle.

Con un frenesí desbocado encaro al demonio recién salido. Todo parece moverse más lento entre él y yo, como si todo quedara en un segundo plano, con el gruñido y el sonido de los colmillos de Helen al clavarse en su carne, explota finalmente toda la furia que me quedaba y me lanzo a la carrera, casi sin darme cuenta me encuentro enganchado por mis mandíbulas en el cuerpo del demonio, junto a mi compañera, la manada es una, yo también quiero unirme al festín mientras la sangre comienza a manchar mi hocico.

Sujeto la daga, asi que aprovecho el momento en que los lobos atacan para atacar yo tambien. Golpeo con fuerza con el arma, espero que haga daño, lo suficiente como para alejarle de nosotros, no se ni que es, pero algo me dice que moriremos aqui.

Pero resbala en su dura piel mientras me siento impotente pero solo un segundo antes de decidir mi proximo paso, sera mi aniquilacion o su muerte.

El ser trata de sacarse a los dos lobos de encima que le están haciendo bastante daño. Ruge con furia. De pronto nuevamente se oye un temblor que repercute en cada pared del castillo, en cada poro de tierra del jardín y hasta en la propia niebla, que parece vibrar con el ruido.

 Entonces tanto Helen como Moonchild salen disparados y María prácticamente se cae en el pozo. El temblor es tan fuerte que el ser, que se estaba tratando de incorporar, no puede más que caer nuevamente al pasto.

Faltan 3 min 50 seg...

María, desde el suelo ve su reloj, faltan dos minutos y medio para que esto acabe aunque ya no sabe cómo. Vé que el ser oscuro vuelve a atacar a Helen y Moonchild, esta  vez con una mezcla de ira y desesperación. Toma a Moonchild y lo arroja por el aire hasta que cae cerca de Kate, que por primera vez reacciona y grita:

-¡Vámonos de aquí mientras podamos!!

Entonces se siente un segundo temblor, más intenso que el anterior. Uno de los sacudones de la tierra, arroja tanto a Helen como al bicho dentro nuevamente del fozo.

SAcudo la cabeza, me ha dejado medio ida todos los golpes asi que decido contratacar ahora. Ha caido con Helen dentro, tengo que sacarla, tengo que hacer que pueda salir y tengo que acabar con todo esto.

Mis colmillos salen por primera vez en mucho tiempo mientras sujeto con fuerza la daga, mientras mi determinacion es mayor si cabe, mientras decido lo que tengo que hacer. Comienzo a rezar en mi idioma, en español, pero no es el español que todos conocen, sino en el que me enseñaron en la iglesia cuando comence, cuando me naci, cuando di mis primeros pasos. Cierro los ojos mientras me subo a la parte de arriba del pozo y salto con la daga por delante para clavarsela en ese ser, para acabar con todo esto, para que por fin sea lo que tiene que ser, una pena que no pueda decirle que no le odio, sino que mas bien le tengo que dar las gracias por lo que me ha pasado por lo que me esta pasando.

María salta con la gracia vampírica que le caracteriza, llega hasta espaldas de la criatura y le inserta el filo de la hoja en uno de los dorsales. El ser grita y suelta a Katherine. María toma a la chica y sube nuevamente fuera del fozo. Del otro lado, Moonchild se recupera y se yergue lentamente sobre sus cuatro patas. Helen se sacude algo de tierra y polvo que le ha llenado el pelaje al caer al suelo y también reacciona. Los cuatro están nuevamente a punto. Los tres cadáveres de los niños siguen a un costado del alijbe, durmiendo sobre el césped el sueño eterno.

María vé su reloj. Falta exactamente dos minutos para que todo termine. La daga, que sostiene en sus manos, chorrea la sangre oscura del monstruo que estaba abajo. De todas maneras la vampira no está plenamente segura de que lo ha matado ya que no es un demonio blanco y con él la daga es sólo una daga.

Todos se miran, cada segundo ahora no tiene marcha atrás. El destino está jugado.

Un último ataque al monstruo, que parece estar siendo derrotado, pero que no podemos dejar al azar. Me lanzo sobre él clavando mis colmillos y notando el repulsivo sabor de su sangre en mi boca.

Ha sido un movimiento desesperado por mi parte, y cuando recupero mi posición, jadeando mis ojos están desorbitados, mirando en la dirección de María. ¿Lo habremos conseguido? ¿Se irá el demonio?

Me levanto aturdido y a pesar de mis ganas de dañar definitivamente, mi movimiento no parece ser muy diestro, errando por poco el cuerpo del ser. Ya no siento el cuerpo, sólo el leve jadeo que se escapa de mi boca me hace sentir vivo.