Partida Rol por web

Cuando Saxelion, Max, Neo y Alex llegan al refugiootros tres jóvenes aparecen en medio de la sala se trata de Martina, Roberto y Emily, los dos primeros llenado gabardinas negras y una gruesa cadena en la cintura que los identifica como inquisidores de la orden de la Flama y de la espada respectivamente.

Saxelion los presenta como los refuerzos de la academia y los pone al tanto que el objetivo es un Osgo (Bugbear) que muy probablemente tenga como rehenes a otros miembros de la academia, por lo que resulta prioritaria su captura y eliminación.

De momento sólo les quedaban dos opciones forzar su suerte e intentar sorprender al enemigo o un asalto directo, el cual era la recomendación de Saxelion, quien ya se encontraba preparando sus pistolas y su espada, la misma que escondía con una ilusión.

Roberto portaba con orgullo su uniforme, al igual que cuando llevaba su chaquetilla de chef, podía verse que el uniforme estaba pulcro y sin una sola arruga, su cadena resplandecía, pues la pulía a diario, pasar aquel seminario le había costado horrores, pero ahora se sentía orgulloso por sus logros.

Y como siempre, él no era de pensar especialmente las cosas, hasta ahora le había ido bien así la verdad.

-Soy Roberto, orgulloso paladín de la orden de la espada, un placer.

Dijo tendiéndoles la mano a los desconocidos mientras le daba paso a Martina para presentarse.

-Yo también creo que es mejor un asalto directo, todo lo que sea pensar un plan es retasarnos y dar más tiempo a que a los rehenes les ocurra algo.

Los días de aprendizaje habían pasado. Aún no llegaba a dominar con todo su esplendor la fuerza y la magia que emanaba de ella misma y que podría usar para ayudar a los más débiles, como le relataba su abuela de pequeña. Pero el momento había llegado, sería su prueba de fuego. La primera misión que tendrían y donde poner en práctica todo lo aprendido en estos últimos meses.

- Mi nombre es Martina. Clériga al servicio de la Llama. - Se presentó cuando llegó a donde estaba el resto del grupo.

Su compañero, Roberto, era un hombre de acción, de eso estaba segura. Pero si había rehenes tendrían que andar con cuidado para que todo saliese lo mejor posible.

- No tan rápido, amigo. Siempre tenemos esa opción. - Dijo al paladín. - Señor Saxelion, ¿Qué más datos tenemos? ¿Ese bugbear está solo o tiene más secuaces? ¿Tenemos información del terreno? - Preguntó al cabecilla.

Levanto la mano a modo de saludo a los nuevos que llegan.

Soy Neo.

Las palabras nunca habían sido mi punto fuerte y de momento era todo lo que necesitaban saber de mi.

Bueno. Debido a mis características, no me inclino por un ataque directo. Preferiría una fase de acercamiento y detección de puntos débiles. No creo que yo sea de mucha ayuda contra un Osgo. No me gusta hacer mucho jaleo cuando entro en los sitios.

Dicho esto, me cogí un sitio contra una pared y me apoyé en ella, en mi posición favorita.

Asiento a los saludos de quienes parecen serán nuevos compañeros y luego de una pequeña reverencia al estilo japonés dije:

-Me llamo Maximiliano Lara y apoyo la moción de Neo, dado que si bien soy ex policía prefiero un enfrentamiento no directo para enfrentar a un bugbear, si hay alguna manera de retenerlo dentro de alguna barrera para que no escape del lugar y que se enfrente a nosotros sería la mejor opción, mi pregunta profesor sería ¿seremos nosotros solos o tendremos apoyo de la academia para arrestar al bugbear?, por la información que obtuvimos y le pasamos lo mejor sería que tuviésemos apoyo para capturarlo con vida o en el peor escenario acabar con el.

Espere la respuesta tanto del profesor como de los nuevos.

Muy bien, de momento sabemos que el objetivo tiene tres goblins a su servicio que le sirven de transportistas, la puerta trasera cuenta con una trampa que incluye una escopeta.

Neo es capaz de desarmarla, es probable que el objetivo tenga prisioneros a tres de los nuestros, es bastante meticuloso y astuto, su casa está ubicada al lado de un denso bosque que puede usar a su favor.

Una infiltración podría funcionar, pero si disparamos alguna alarma, los rehenes están más que muertos, en el caso de un asalto frontal lo mismo.

Eso es todo lo que sabemos, al menos de momento, personalmente les sugeriría una infiltración, pero traten de no hacer saltar las alarmas. - dice el elfo mientras despliega la guía de calles sobre la mesa y grafica el plan.

Roberto se encogió de hombros.

-Obviamente si usted recomienda una infiltración estaré de acuerdo. Aunque el sigilo nunca ha sido una de mis habilidades, yo soy más del sigilo extremo, si no dejas testigos que puedan ver cómo te infiltras, pues te infiltras de puta madre.

Dijo con una media sonrisa.

-Fuera de bromas, me preocupan nuestros compañeros y mi torpeza para intentar no llamar la atención, que parece ir en contra de mi naturaleza, quizás podríamos hacer un ataque por dos flancos, y en caso de que la infiltración falle, entramos derribando puertas, tendrán problemas para saber que priorizar y quizás eso les dé una oportunidad a los que se infiltran para salvar a los prisioneros antes de que sea demasiado tarde.

Levante la mano para luego de unos momentos de pensarlo detenidamente decir:

-Podemos matar dos pájaros de un tiro, estoy seguro que esos goblins al igual que nosotros tendrán algún tipo de herramienta mágica que les permita camuflarse en este plano material para no llamar la atención indebidamente y como deberán mantener esa figura para los extraños a excepción cuando se encuentren frente a su jefe mi recomendación sería llamarles su atención, mientras se hace eso, habría que usar granadas de humo e ir disfrazados como policía especial de este país de esa manera el BugBear no podrá salirse de su personaje, de esta forma mientras llamamos la atención de los goblins y del BugBear, Neo puede encargarse de sacar a las personas secuestradas de ahí dentro. Como diría el buen Napoleón ¨divide y conquistaras¨ además por lo que leí del archivo del BugBear su raza se caracteriza por ser violentos e iracundos, es algo de lo que nos podemos aprovechar.

Luego de decir mi plan si me pedían que mostrara como ejemplificar el plan, le pediría ayuda a Neo para hacerlo.

Abandoné mi posición contra la pared y me añadí al grupo que debatía sobre la manera de atacar la misión.

Sí. Yo podría abrir esa puerta e infiltrarme para buscar a los cautivos. Pero debeis dejarme una vía libre segura para que pueda entrar sin relativo peligro. Creo que tendremos más opciones de esta manera.

Dicho esto le hice una señal a Max para que explicara más detenidamente su plan y ver si era viable o no.

Entre las cosas que había allí busque tres vasos de plástico para luego buscar una moneda de un céntimo de dólar por lo que a continuación dije:

-Neo ¿me harías los honores por favor?.

Para que se diera una mejor idea de lo que me refería hice que todos vieran la moneda y después de ello hice que observaran que la ocultaba debajo de uno de los vasos plásticos oscuros.

Si era como yo pensaba que Neo tenía experiencia en las calles, entonces conocería este juego sino lo haría yo.

Así que agregue:

-Estos sujetos como el Bugbear son fácilmente manipulables si logramos engañarlo, se enfurecerá rápido e ira contra nosotros, nuestro objetivo es desviar su atención para que de esta manera mientras no les damos piedad ira el mismo a resolver el problema por lo que habría que hacer que los goblins salgan afuera y que otras personas se infiltren como los goblins para irle trayendo novedades falsas obligándolo a salir, mientras eso sucede, Neo aprovechara la oportunidad tanto de infiltrarse para sacar a los rehenes y les dejaremos una salida para que puedan escapar. Si todo sale bien, volveremos a casa en una sola pieza, nadie perderá la vida en la misión, se que no podemos abarcar el 100% de las posibilidades pero mientras mejor preparados estemos mejor saldrá.

Mas tarde busque otras piedritas escribiendo encima la letra s para identificarlas como soldados 1 etc, y mostrando las distintas posiciones en las que nos moveríamos en el mapa.

El trabajo debía ser sencillo y limpio, finalmente agregue:

-Los que tengan mas experiencia debería ir al frente para dar las ordenes y también necesitaremos alguna especie de transmisor mágico que nos permita estar conectados todo el tiempo mientras se desarrolla la misión.

Me parece un buen plan salvo por un pequeño detalle que todos parecen haber olvidado. - dice el elfo bastante serio.

Nuestra tarea principal es romper el velo, si nuestro asalto frontal llama mucho la atención, los vecinos se pondrán en alerta y habrá demasiados testigos de nuestro accionar y eso es una gran ruptura de velo.

Así que, les recomiendo que piensen en como manejar esa situación, de lo contrario, aún cuando tengan éxito en la captura, la misión será un desastre y habrá consecuencias con los maestres. - agrega el elfo con expresión adusta.

Si la señorita Martina tiene algún modo de asegurarse que ningún vecino escuche nada de lo que ocurra en la casa, pues, tal vez funcione.

Ya había dado su opinión al respecto, aunque el resto del grupo seguía debatiendo en cual era la mejor forma de actuar, formándose muchas opciones, opiniones, surgiendo muchos cabecillas, etc. Pero Martina tenía claro desde el momento en el que habló que llamar la atención no era una opción, por lo que le habían enseñado respecto al velo. No romperlo era la norma a seguir y no iba a empezar a desobedecerla en su primera misión, al menos por su parte.

Al ver que Saxelion se dirigió a ella, recordando a todo el grupo el cuidado que debían de tener con destapar el velo, la joven dio su opinión al respecto, pues tenía pensado desde primera hora actuar de dicha forma.

- Yo me ocuparé de enmascarar nuestra presencia mientras estemos en el exterior. Si conseguimos llevar el ataque al interior de algún edificio sería lo mejor, pues me temo que nos será difícil sorprenderlos. - Dijo. - Puedo crear algo de niebla a nuestro alrededor que nos ocultará tanto de los ojos del resto del mundo como del enemigo. Puedo mantenerla un par de horas. Creo que es tiempo más que suficiente, pues lanzaré el hechizo al inicio de la operación, si os parece. Como he dicho, también nos ayudará a que al enemigo le cueste vernos, por lo que podremos atacar por sorpresa si tenemos suerte. - Dijo esto último mirando a Neo, que parecía estar especializado en atacar por sorpresa o por la retaguardia. - Eso sí, la nube de niebla que nos cubrirá no es muy amplia, por lo que tendremos que estar lo suficientemente juntos. - Añadió.

Roberto suspiro, no le gustaban los planes complejos, y cada uno lo hacía más enrevesado, aunque pese a su capacidad intelectual, era capaz de saber que llamar la atención de los durmientes era muy mala idea.

-Bien, entonces los más sigilosos entran por la parte de atrás y les damos algo de tiempo para que se infiltren, entonces Martina activa su niebla mágica.

Pese a lo estudiado aun no podía creerse que dijera algo como aquello sin pensar que estaba jugando a algún tipo de rol en vivo o algo de esas cosas que decían sus hermanos aficionados a aquel mundillo “Friki”.

Y después entramos nosotros por la puerta grande para ayudar al caos y facilitar que encuentren a los rehenes.

-¿Es ese el plan?

Pregunto, intentando ver si no se había perdido entre tanta explicación, que lo más probable es que así fuese.

Saxelion aprueba la idea y de inmediato el grupo se dirige hacia el refugio del osgo con tres objetivos bastante claros.

Primero, rescatar a sus compañeros, segundo capturar al blanco y tercero recuperar el contrabando y ponerlo a buen recaudo.

La casa no destacaba mucho del resto del vecindario, tenía un pequeño garaje frontal, la puerta principal y dos ventanales que permitían contemplar la calle.

Por el lindero izquerdo se podía ver un pasaje que conducía al patio trasero el cual podían aprovechar para colarse al interior como lo hizo Neo durante la primera incursión.

El plan estaba en marcha y esperé a que el grupo preparara la distracción para intentar colarme en el lugar y encontrar a los secuestrados. Me sentía en peligro, ya que iba a entrar directamente en las fauces de la bestia, pero esperaba que el plan diera resultado.

Me acerqué a la puerta de atrás y puse la mano sobre ella, para abrirla cuando la niebla empezara a caer.

La clérigo puso la mano sobre el hombre de Neo, que parecía tener dotes de infiltración, a juzgar por su atuendo y como se movía por el lugar.

- Tranquilo, Neo. Déjame que me concentre y crearé una nube de niebla centrada en el patio para que no puedan vernos ni el osgo y sus secuaces ni nadie del vecindario. Hay que proteger el velo... - Dijo mientras le sonreía a su compañero.

Tras esto, empezó a concentrarse y a realizar un par de gestos con una de las manos, mientras con la otra sostenía su símbolo sagrado, que emitía un ténue resplandor. Una vez que la nube cubriese todo el lugar, estarían listos para saltar al interior y enfrentar al enemigo, tal vez con cierta ventaja.

Roberto espero paciente a que le dieran la orden para actuar.

Según había entendido, debía de dejar tiempo a los sigilosos para que pudieran infiltrarse antes de practicar las técnicas de sigilo que había comentado antes, las de eliminar a aquellos que puedan avisar de que están ahí.

Pero sabía que tenían que organizarse, sobretodo porque no podían llamar demasiado la atención, así que simplemente miro a los otros esperando que le dieran la orden de actuar.

Pese a que seguía sintiendo gran devoción por la cocina y seguía trabajando y practicando cuando tenía la oportunidad, la academia había encendido aquella pequeña llama que sintió cuando lucho por primera vez contra esas criaturas malignas, le enseñaron que aquel mal tenía que ser erradicado por el bien del velo, Roberto veía a aquellos seres como si crearan una cocina caótica, aquello no se podía permitir, tenía que estar todo limpio y ordenado para que funcionara bien y todo saliese como era debido.

-Cuando digáis empezamos el asalto.

Dijo algo impaciente, si por el fuera hubieran irrumpido directamente

Martina asintió a las palabras de Roberto. Era un paladín y como tal bueno luchando en el cuerpo a cuerpo. Bien podría encargarse de acometer la entrada por el otro lado mientras ella acompañaba a Neo por detrás. Quizás, Maximiliano siguiera a Roberto, todo se vería.

Cuando estuvo lista y aprovechando la nube de niebla recién conjurada, la sacerdotisa aprovechó para pasar tras Neo al interior del patio con todo el cuidado que pudo, pues el sigilo no era su fuerte, pero debía estar allí para evitar que escapara nadie por detrás del edificio, además de mantener el conjuro que había lanzado.

Luego que Martina elevara una plegaria a los cielos una densa neblina invadió el lugar lo que permitió a la sacerdotisa y Neo se llegar sin problemas hasta la puerta trasera mientras Maximiliano y Roberto se dirigieron a la puerta principal.

Una vez en el patio trasero, Neo logró abrir con facilidad la cerradura y desactivar la trampa, al tiempo que Maximiliano llamaba a la puerta principal con su pistola en la mano, el osgo al escuchar los golpes en la puerta se dirigió hacia la entrada del domicilio pata interactuar con los recién llegados.